Cómo quitar un lunar

0 299

Todos los seremos humanos tenemos algún lunar en nuestro cuerpo. Algunas personas tienen más que otras y algunos lunares son mucho más grandes que otros, pero al final todos son lo mismo: partes de nuestro cuerpo en las que se ha concentrado un mayor número de células pigmentadas, también conocidas como melanocitos.

Normalmente tienen una forma esférica, formando como un círculo. Y suelen ser abultados por el centro, como si estuvieran en relieve. Pueden salir por todas las partes del cuerpo y es posible que tengan formas diferentes, siendo muy improbable que dos lunares sean del mismo tamaño.

Se puede observar a simple vista que son de un color diferente a nuestra piel. Algunos son más rojizos o más negros, pudiendo ser de muchos tonos dentro de la gama marrón, dependiendo de la cantidad de melanina que se agrupe en ese determinado lunar. Así que, no hay dos iguales.

Por qué salen los lunares.

Puede ser que nazcamos con unos lunares determinados y puede ser que nos aparezcan más a lo largo de nuestra vida, aunque lo más probable es que si no hemos nacido con ellos, estos aparezcan a lo largo de la infancia y de la adolescencia, cuando la persona está en etapa de crecimiento. Aunque también es posible que surjan porque nuestra piel ha estado expuesta al sol o porque hemos tomado algún medicamento que ha provocado ese efecto en nosotros.

Diferencias entre lunar benigno y maligno.

La gente se asusta cuando le sale un lunar nuevo y es perfectamente entendible. Aunque los lunares en un principio no presentan ningún problema, puede ser que alguno de esos lunares no sea considerado benigno. Entonces hablamos de un lunar cancerígeno. No es fácil distinguirlo de los buenos o inocuos, por eso lo más importante es que acudas a tu médico si no estás tranquilo. Alguno de los síntomas que te debe preocupar es que el lunar tenga bordes irregulares, que esté más elevado por un lado que por otro, que crezca rápidamente, que haya cambiado de color o que haya sangrado. Si notas alguno de estos síntomas, lo que debes hacer es acudir a tu médico para que te hagan una prueba para descartar que el lunar sea maligno. Para ello, tu médico te extraerá una muestra, para la que te tendrá que suministrar un poco de anestesia local previamente, que después analizará en el laboratorio para saber con certeza qué tipo de lunar es.

En caso de que sea maligno, el médico te dirá cómo proceder. Lo más probable es que te lo extirpen y se aseguren de que no se ha extendido al resto de tu cuerpo.

Si es benigno, también tienes la posibilidad de operarte para quitártelo, por los motivos que sean. Puede ser que no te parezca estético, que te duela al quedarse alguna prenda enganchada en él, que tengas un trabajo en el que no puedas tener marcas reconocibles que sean visibles…. Por el motivo que sea, puedes decidir operarte, así mediante una cirugía menor te lo extraerán sin más. No necesitarás ingreso hospitalario ni nada por el estilo, ya que es una operación que dura muy poco tiempo y enseguida podrás irte a casa.

Pero si la cirugía te parece un método muy invasivo y no quieres operarte, debes saber que hay métodos caseros que puedes llevar a cabo para intentar quitártelo en casa.

Remedios caseros para quitar lunares.

El primer remedio es usando ajo. Lo primero que tienes que hacer es desinfectar la zona del lunar y de los alrededores con un poco de alcohol. Después machaca el ajo y colócalo encima del lunar. Tápalo con una gasa y asegura esta con un poco de esparadrapo. Déjalo actuar toda la noche y a la mañana siguiente lava la zona con agua y jabón. Deberás repetir este proceso durante toda una semana. Pasada esta, el lunar se habrá desprendido.

Algo parecido pasa con la cebolla. Este proceso es más costoso porque tienes que conseguir crear una pasta con la cebolla. Para ello, ponla en una olla a cocer con muy poco agua. La tendrás que dejar el tiempo suficiente como para que se forme una pasta con su propio líquido. Para esto, lo ideal es tener un robot de cocina. Una vez que tengas la pasta, aplícala sobre el lunar y déjala actuar toda la noche, tapándola con una gasa. Este proceso es más lento que el anterior, ya que tendrán que pasar al menos tres semanas hasta que notes que el lunar ha disminuido de tamaño y de color. No apliques este método cerca de los ojos, pues podrías irritarlos.

También puedes aplicar un poco de vinagre de manzana en un algodón e impregnar la zona donde tienes el lunar. Deja actuar el vinagre durante una hora y luego aclara con agua. Lo tendrás que hacer a diario hasta que veas que estás consiguiendo los resultados que quieres.

Y el último método es el de usar aceite de ricino. Aplícalo directamente con un algodón en el lunar por la mañana y por la noche. Tendrás que repetir este proceso al menos durante treinta días para empezar a ver resultados. Es el método más lento de todos pero es el más beneficioso, porque no es nada agresivo con tu piel y, además no deja ninguna cicatriz.

Si al usar cualquiera de estos métodos notaras que tu piel se irrita, lávala inmediatamente con agua y no vuelvas a usar ese método.

Y si tienes dudas, acude a tu médico de cabecera para exponerle el caso y deja que él te asesore al respecto.

¿Te ha gustado?
1 usuario ha opinado y a un 100,00% le ha gustado.
También podría gustarte
Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada.