Cómo usar un tampón
Un tampón es un artefacto utilizado para retener la sangre que libera la mujer durante el periodo menstrual. Esta es una función parecida al de las toallas sanitarias, con la diferencia muy notoria de que el mismo se manipula directamente en el interior de la vagina. Por esta razón existe una gran cantidad de mitos a su alrededor, lo que ha generado que muchas mujeres se limiten a no utilizarlo.
Existen muchas marcas encargadas de reproducir y llevar este tipo de productos al mercado. El tampón es un artículo de uso personal para la higiene y no debe representar ninguna dificultad para la persona que lo utiliza. De hecho su uso ha permitido que desde el año 1929 se puedan hacer ciertas actividades, anteriormente eran impensables durante los días del sangrado.
El utilizarlos debe ser una decisión completamente personal, ya que quien lo hace debe sentirse plena a lo largo del periodo. Limitar su uso no debe ser una cuestión de ignorancia sino más bien de convicción propia. Por este motivo, es importante que primero te informes sobre los tampones, antes de disponer de los mismos. El saber cómo usar un tampón es una herramienta útil para aplicar adecuadamente este producto de higiene intima.
No le tengas miedo al tampón
Lo primero y fundamental es que no le tengas miedo al uso del tampón. Como se mencionaba anteriormente, existen muchos rumores y mitos a su alrededor, pero nada que leyendo no se pueda comprobar. Independientemente de la edad que tengas o la situación particular de tu periodo, es valioso que te informes al respecto.
La información que hay alrededor de los tampones es muy fácil de comprender, sobre todo si no tienes nadie de tu confianza que te explique al respecto. Pero lo más significativo es no tener miedo a probar este método de higiene. Con temerle no conseguirás nada y te limitaras al uso de toallas sin haber probado otras opciones que quizás puedan hacerte sentir mejor, como el tampón.
No te hará daño
El miedo a veces puede provenir del hecho de que al ser algo que está en el interior de la vagina de la mujer pueda generar algún tipo de daño. Si el producto es utilizado adecuadamente ten por seguro que esto no tiene por qué suceder. De allí surge la importancia de que conozcas al respecto, antes de probarlo.
El tampón es un elemento que no generará daños ya que lo materiales con los que se fabrican son especialmente adaptados a la anatomía de cualquier mujer. Casi siempre son productos elásticos, suaves y sobre todo cómodos, por lo que al usarlos no sentirás ningún tipo de dolor.
No hay posibilidades de pérdidas
Otro miedo asociado al uso del tampón es el que se refiere a la pérdida del mismo en el interior de la vagina de quien lo utiliza. Este artefacto se mantiene únicamente en el interior de la zona V de la mujer, dicho lugar es lo suficientemente estrecho como para mantenerlo al alcance, además de que esté se amolda a tu figura interior.
Por este motivo, junto con el que cuenta con un cordón para retirarlo, es prácticamente imposible que se pierda en la cavidad vaginal. De hecho, si el mismo llega a romperse, que tampoco pasa con facilidad, se pueden introducir los dedos y retirarlo directamente. Los tampones no se perderán en el interior del útero ni en ninguna otra parte, por lo que puedes estar confiada y dejar el temor al respecto.
Cualquier edad
Los tampones pueden ser utilizados a cualquier edad, mientras sea para la retención de la sangre menstrual. Tanto niñas como adolescentes que se enfrentan a sus primeros periodos pueden usarlos sin ninguna dificultad. La utilización de estos artefactos de higiene no influirá sobre la sexualidad de la mujer, ni sobre la pureza en torno a la virginidad.
Uno de los temores más grandes de las mujeres es precisamente causado por este tema. Para ello las madres deben ser las principales guías y nutrirse con al respecto, para luego traspasarlo a sus hijas.
La orina
El agujero por donde sale la orina no es el mismo por donde sale la sangre menstrual, por ello no hay que preocuparse que el tampón tape la primera cavidad evitando el proceso de desagüe por esta vía. Puede sonar absurdo pero muchas mujeres ignoran este hecho anatómico, por los que le da miedo que haya algún tipo de problemas al respecto.
Puede ser incómodo al principio
Antes de usar el tampón es importante que tengas presente que puede ser una sensación incómoda al principio. Como la mayoría de las situaciones nuevas a las que se enfrenta el ser humano diariamente, los productos de higiene personal pueden resultar algo molestos al comenzar a usarlos, sobre todo los de este tipo.
Esta no debe ser una limitante para usarlos, al menos que la molestia sea insoportable al punto de generar dolor (en ese caso hay que consultar a un médico). Todo es cuestión de adaptación y sobre todo de perseverancia. Lo que en un primer momento es difícil puede resultar en una de las experiencias más gratificantes en cuanto a tu periodo menstrual.
La higiene
Otro factor importante sobre cómo usar un tampón es el que se refiere a la higiene. Para ello es fundamental hacer énfasis en dos puntos: Su conservación y la limpieza de tus manos.
En cuanto a la conservación hay que mantener la caja o el paquete en un lugar donde no se moje o pueda alterarse de alguna manera. A veces las mujeres tienden a portarlos en su bolso o cartera de mano, mientras el paquete este sellado no hay problemas; pero si tiene algún tipo de abertura inmediatamente debe descartarse su uso debido a que el producto estará contaminado.
La segunda parte es la higiene de las manos, es decir antes de colocarlo. Previamente a la manipulación del tampón se debe tener presente que las manos procuren estar lo más limpias posible. Por ello es fundamental que las laves con agua y jabón, para evitar los agentes infecciosos. Recuerda que la vagina suele ser bastante delicada por ello es primordial que evites lo más posible la introducción de las bacterias.
Momento de usarlo
Luego de que has leído lo suficiente y que has preparado el exterior de tu cuerpo, es momento de usar un tampón. Para ello la mayoría de los paquetes traerán sus respectivas instrucciones, las cuales son muy fáciles de comprender. Igualmente hay unos pasos que debes tener presente, de esta manera la situación no se tornará desagradable.
Comodidad y relajación
Lo primero es relajar el cuerpo por completo ya que la tensión puede generar que el introducirlo sea una tarea difícil. Busca aflojar tu musculatura, sobre todo alrededor de la vagina. La idea es dejar los miedos y nervios lo más lejos posible para que la situación no se vuelva problemática.
Puedes iniciar colocándolo solamente los días en los que el flujo este más abundante. De esta manera irás acostumbrando tu cuerpo y se te será mucho más fácil colocarlo. Más adelante puedes intentar colocártelo desde el primer día, sin tantos nervios de por medio. Debes tener presente que es algo natural y completamente sano, por ello no hay nada que temer.
La postura
La postura que apliques al momento de colocarte el tampón también es fundamental. La idea es que sea una en donde tengas fácil acceso a tu cavidad vaginal, pudiendo observar y sentir cada uno de tus movimientos.
Puedes intentarlo parada o sentada en el sanitario, también puede servirte con una pierna recargada en algún muro o acostadas en la cama. La idea es que encuentres una posición lo suficientemente cómoda como para que no sea una tarea que genere problemas.
Introducción del tampón
La mayoría de los tampones vienen con fácil introducción por lo que solo hay que sacarlos de la bolsa en donde vienen sellados. Introdúcelo a tu ritmo por tu vagina, utilizando únicamente los dedos índice y pulgar. Desliza poco a poco hacia el interior y cuando llegues al final empuja en el centro para liberar el tampón completamente.
Para finalizar solo debes retirar el aplicador de la zona, asegurándote que la cuerda para retirarlo quede en la parte externa del cuerpo. De esta manera ya tendrás de forma fácil y segura tu tampón en el lugar adecuado.
Comprobación
Es fundamental que busques hacer diferentes movimientos para comprobar que el tampón ha quedado bien colocado. Bailar, caminar o sentarte pueden ser alguna de las cosas que debes hacer para corroborar que no existe ninguna molestia con respecto a la aplicación del producto.
Si en algún momento sientes incomidad lo mejor es que lo remuevas y procures colocarte otro, ya que como decíamos en principio, no tiene porque molestarte.
Quitárselo
Quitarse el tampón también es una tarea sencilla y para ello está precisamente el cordón que dejaste en la parte exterior de tu vagina. La idea es simplemente tirar de él para que poco a poco traiga consigo el resto de su estructura. Puede que cueste un poco ya que ahora el mismo fue usado, por lo que tienes que tener cuidado y un poco de paciencia. Es importante que al removerlo no sientas ningún tipo de molestia o dolor.
Para retíralo también es importante la limpieza de las manos ya que, de la misma forma que en principio, no queremos contaminar el área. Finalmente descártalo en la basura de la forma más higiénica que puedas para no causar incomodidades a otras personas que convivan contigo.
Tiempo máximo
Al ser un producto de higiene personal, el tampón debe ser utilizado por un tiempo máximo. Este límite dependerá mucho de la anatomía de la mujer que lo utilice, pero no debe exceder a las 8 horas. Los recomendable es que se deje unas 4 horas, aproximadamente, para las que tienen un flujo promedio. Aunque si la cantidad de sangrado es mayor, debes considerar que el tiempo se reducirá notoriamente, por lo que hay que tener precaución al respecto.
Puede que si lo cambias frecuentemente, sin que esto sea necesario, generes algún tipo de dolor. Esto se debe a que la humedad de la vagina es necesaria para esta tarea y al hacerlo con más frecuencia de la recomendada estarás secando constantemente la zona.
Para la noche
El tampón también es ideal para pasar noches de sueños continuas sin preocuparte por los accidentes ocasionados por el manchado. Lo recomendable es que hagas esta tarea justo antes de dormir y lo retires justo al levantarte (si no duermes más de 9 horas).
Símbolo de libertad
El tampón es un símbolo de libertad femenina ya que este permite que la persona tenga una sensación agradable durante la duración del periodo menstrual. La idea es que la mujer pueda sentirse cómoda al momento de hacer cada una de sus actividades cotidianas, vistiéndose como prefiera y confiándose que todo está en su correcta posición.