El tantra una filosofía milenaría.
El tantra y sus orígenes
El Tantra es una milenaria filosofía de vida de origen oriental, proviene de los libros sagrados de la antigua India y el Tibet, que datan de una antiguedad de más de 4.000 años.
Es una filosofia muy profunda y compleja de la que existen muchas vertientes. hindúes, budistas, japoneses, tibetanos han seguido y adaptado esta filosofía, dando lugar a muchas ramas y estudios particulares.
Tantra en Sánscrito , tiene su significado etimológico: la raíz verbal de la palabra tantra es Tan «expandir», seguida por el sufijo Tra, que por lo regular es un sufijo instrumental; por ende, tantra quiere decir instrumento (Tra) para la expansión (Tan).
¿Qué busca el Tantra?
A través de diversas prácticas buscan expandir la conciencia del ser humano y conectarlo al mundo de una manera espiritual, conocerse a uno mismo usando como vehículo la meditación, los asanas del Yoga, y del chi Kung, la alegría, el arte, la belleza, el amor y la sexualidad.
Lo esencial es que puedas relacionarte con el otro desde tu centro con amor y verdad. Es importante que te conozcas y te enamores de tu propio potencial de energía, de tu individualidad.
Y al igual que en otras filosofías orientales, el saber qué queremos cada uno de nosotros, conocer nuestro cuerpo, nuestra mente y lo que sentimos así como la forma en que lo sentimos, es clave y es lo que hace que las personas que lo practiquen busquen la paz consigo mismo.
Se base en la existencialidad y en el aquí y ahora, es decir el momento presente y el objetivo es la reintegración del individuo en la pura conciencia primordial «fuente original», para llegar al despetar un estado de superconciencía.
Beneficios de la práctica.
- El Tantra nos permite vivir con una mayor libertad.
- Nos ayuda a desarollar los sentidos «se agudizan» somos más mas perceptivos, y encontamos la manera de amar a los demás.
- Conexión emocional.
- Camino para no desprendernos de nuestra juventud,
- Nos revitaliza, nos renueva, nos hace sentir que contamos con más energía.
- Mejora autoestima, sintiendonos mejor y con más fuerzas para encarar la vida.
- Desarrollo personal mayor, al confiar con uno mismo cada vez más.
- Aceptarnos tal y como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos. todo esto nos conduce a la superación personal.
- Más capaces de tomar decisiones.
- Mejora nuestra intuición.
- Estimulación neuronal.
Cabe mencionar que el gran volumen de energía que se puede generar a través del las prácticas tántricas no trae beneficios por si solo; es necesario aprender a canalizarla de una forma productiva, por lo cual este conocimiento se debe encarar con responsabilidad.
Para aprovechar el aumento e vitalidad que nos ofrece el tantra, debemos ser capaces de trascender la realidad y los límites establecidos por nuestra sociedad para hallar la serenidad absoluta.
Posiblemente hayas escuchado, «sexo tántrico».
De manera indirecta esta actitud hacia la vida afecta a la sexualidad, pues se adopta una mentalidad no enjuiciadora, en la que la persona conecta con su ser y el de su pareja.
Se dice que en el acto sexual dejamos una huella energética y kármica, o sea que si la otra persona generó alguna concecuencía negativa o positiva, te comparte algo de eso.
Al intercambiar vibración creamos lazos de enregía sutil en donde sin importar tiempo y espacio dicho intercambio continua en nosotros.
Así que en realidad, el sexo tántrico o neotrantra como tal no existe, sino que existe el Tantra como tal.
Y aunque en occidente se asocia a la práctica sexual, el tantra es una experiencía holística que ayuda a las personas a ser conscientes de lo que les rodea y de lo que ocurre en su propia energía interna.