La piel, reflejo de nuestra salud y sentimientos.

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La función de la Piel.

La piel tiene un rol muy importante en nuestro cuerpo. Principalmente, funciona como protectora de nuestros interiores, es impermeable, y recibe todos los daños que podrían recibir nuestros músculos u órganos. También tiene la capacidad de auto regenerarse, es decir, que al ser dañada, se vuelve a construir por sí sola. Tiene la capacidad de sudar, lo que nos hace regular la temperatura corporal, y también se excretan sustancias que el cuerpo no necesita.

Pero hoy vengo a hablarles de la capacidad que tiene la piel para reflejar nuestro estado de ánimo, y también para reflejar nuestra salud.

Mente y piel | La Rioja

La piel como espejo de nuestra alma.

La piel habla, nos delata, se expresa cuando a nuestro cuerpo le falta -o le sobra- algo. Lo podemos ver en cosas tan típicas como el saber común de que una persona que siente vergüenza, la piel se le pone roja, o cuando tenemos miedo, palidecemos y los pelos que hay en la piel se erizan.

Así también, la piel se muestra menos viva cuando la persona está enferma, en estado de debilidad, como se muestra brillante cuando estamos alegres y sanos.

Hay dos disciplinas que observan y diagnostican la relación entre problemas mentales y/o emocionales, con problemas o afecciones que hayan en nuestra piel. Éstas son la psicodermatología y la biodescodificación.

El argumento de la psicodermatología, considerado más «oficial», es que la piel tiene tantas terminaciones nerviosas que conectan directamente con el cerebro, que cada cosa que suceda en nuestra piel, será inmediatamente informado al cerebro, con una natural respuesta de su parte. Esto es lógico: Cuando recibimos caricias amorosas de alguien, sentimos placer, nuestro cerebro nos llena de alegría y disfrute, y así. Cuando nuestra piel sufre asperezas, el cerebro se pone en alerta. Y en sentido opuesto, sucede lo mismo. Si la mente no está equilibrada, si sentimos estrés, depresión, o ansiedad, esto podría llegar a causar enfermedades o afecciones cutáneas.

Por otro lado, la biodescodificación, considerada como una pseudociencia, va un poco más allá, pues sostiene que toda enfermedad física, es una respuesta a una emoción o problema que ya existía de antes a nivel energético, o emocional, o mental. Y esto puede reflejarse en la piel, o en cualquier otro órgano del cuerpo. Hablaré de ambas, para que ustedes mismos formen su juicio. En lo personal, ambas son posibilidades, e independiente sean totalmente verdad o mentira, nos invitan a reflexionar sobre qué cosas andan mal en nuestra vida, no sólo a nivel físico, sino con nuestro entorno en totalidad.

 

En el fondo, nunca hubo dualidad.

Finalmente, ambas tratan al ser humano como un todo. Es decir que debido a la directa relación -en este caso- entre mente y piel, se hace un seguimiento o estudio de las personas en distintos niveles: Físico, emocional, y mental. Los de biodescodificación también incluirían términos como alma, el cual es utilizado como una manera de entender el cuerpo como una especie de vehículo energético. O karma, que nos habla de que quizás una enfermedad que tengamos, puede ser un karma de vidas pasadas. Esto, traído a un contexto estrictamente científico, sería una enfermedad hereditaria, o genética.

Es muy interesante cómo la ciencia, sobre todo estos últimos años, se ha ido entrelazando con conceptos que antes se consideraron como falsos, o como meras creencias. Después de todo, a pesar de ser conceptos metafísicos, o incapaces de probar científicamente, contengan algo de verdad.

La biodescodificación dice que la piel también refleja qué tipo de persona somos: Si tenemos una piel muy delicada y delgada, probablemente seas muy sensible. Si tienes una piel dura y áspera, probablemente seas duro contigo mismo y con los demás, y así. La piel también nos habla de emociones que tengan que ver con el contacto con otras personas. La falta de contacto humano, el sentido de pertenencia a un grupo, conflictos de pareja, son factores que cuando están en desequilibrio, pueden generar miedo o ansiedad, los cuales se reflejan en la piel.

Ambas existen hace relativamente poco tiempo. Sin embargo, Hipócrates, en Grecia, considerado el padre de la medicina occidental, ya hablaba de la directa relación entre mente y cuerpo, tan sólo a través de su rigurosa observación. Y la medicina milenaria de muchas otras culturas al rededor del mundo, también lo han considerado así.

Y tu, ¿Qué piensas de todo esto? ¿No te dan ganas de seguir aprendiendo al respecto? Hay mucha información en internet que te puede ayudar. No sólo a apalear los síntomas de manera efectiva, sino también a ir a la raíz del fondo del problema que tengas.

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