Propósitos de año nuevo – Consejos para conseguirlos
Llega fin de año y son muchas las personas que elaboran su lista de propósitos para realizar durante el próximo año. Quizás el año pasado, por estas fechas, estábamos elaborando nuestros propósitos para este año que termina. Generalmente, los propósitos de año nuevo no suelen llevarse a cabo en su totalidad; solo un 12% de las personas suele conseguirlos. Esto puede explicarse por un conjunto de factores; una poca predisposición para realizarlos (que se agota pronto) y una deficiente formulación de los deseos que queremos conseguir.
Los propósitos de año nuevo son deseos que queremos llevar a cabo en un futuro próximo. Tal como dice el dicho, año nuevo, vida nueva, aprovechamos los cambios de etapas para cambiar nuestros hábitos de vida y conseguir aquello que siempre hemos querido. Un cambio de etapa significativo es el cambio de año. El problema es que no siempre es fácil cambiar nuestros hábitos de vida de manera radical, por lo que los cambios importantes requieren tiempo; y el tiempo hace que poco a poco vayamos olvidándonos de ellos hasta darnos cuenta de que se quedaron en el olvido.
Propósitos de año nuevo
Para realizar unos buenos propósitos de año nuevo, deberemos sacar papel y bolígrafo y apuntarlos; de esta forma los externalizamos al mismo tiempo que dejamos constancia de todos los cambios que vamos a intentar realizar en los meses siguientes.
También deberemos de tener en cuenta los propósitos que nos propusimos el año pasado. Es recomendable buscar la lista y analizarla, respondiendo a unas preguntas tipo: ¿Cuantos he cumplido? ¿Me han resultado fácil o difícil? ¿Que propósitos no he cumplido? ¿Por qué no he podido hacerlo? ¿He puesto empeño en ellos o puedo mejorarlo?. Contestando a estas simples preguntas podremos conocer las causas de los propósitos no cumplidos. De esta manera, podemos intentar no volver a realizarlas una vez debamos conseguir los nuevos.
Propósitos más propuestos
Los propósitos más propuestos suelen ser los siguientes:
- Propósitos relacionados con la salud: Dejar de fumar, perder peso, ponerse en forma (suele ser el más propuesto y el que más fracasa), beber un litro de agua al día, no beber alcohol, mejorar la alimentación…
- Relacionados con el plan de vida: Encontrar pareja, tener un bebé, independizarse, casarse…
- Aquellos propósitos relacionados con los demás: Tener más tiempo para mi familia y amigos, hacer nuevos amigos, salir más, decir más «te quiero», compartir más tiempo con mis hijos…
- Aquellos relacionados con la economía: Mejorar mis condiciones laborales, encontrar trabajo, pagar las deudas, ahorrar para comprar un coche…
- Y por último, propósitos psicológicos: Aumentar mi autoestima, cambiar mi estilo personal, ser más paciente y tranquila, ser más asertiva…
- Viajar, aprender algo nuevo, leer más y otros propósitos del estilo también suelen ser muy frecuentes.
Consejos para redactar los propósitos de año nuevo
Aquí van unos consejos que nos pueden ser de gran ayuda:
- Si no sabes que propósitos realizar, puedes preguntarte qué cambios y mejoras quieres hacer en tu vida. Las respuestas serán un boceto de lo que necesitas conseguir.
- Redactar los propósitos. Elaborar una lista con los propósitos que queremos conseguir. Guardar la lista en un lugar localizado, no demasiado escondido, para que en cualquier momento podamos acceder a ella para releerla.
- La lista debe ser corta. Solo tendremos 365 días para conseguirlos, teniendo en cuenta que algunos de ellos pueden necesitar mucho empeño y tiempo para lograrlos. Unos 4 o 5 propósitos pueden ser adecuados.
- Deben ser claros y específicos. Por ejemplo, el propósito «cuidar mi salud» puede estar bien a primera vista, pero no es específico. Podría cambiarse por «realizar ejercicio tres veces por semana«, o «comer fruta y verdura todos los días«. Los propósitos específicos son mucho más sencillos de realizar, pues suponen conductas programadas.
- Si necesitamos conseguir un objetivo difícil, podemos dividirlo en metas pequeñas o más fáciles para que nos resulte más sencillo y dinámico. Por ejemplo,el propósito «ahorrar dinero», podemos dividirlo en «meter 5€ semanales en una hucha», o «permitirme caprichos de menos de 10€».
- Escribir los propósitos en positivo. No solo parecen más fáciles; además, crean una mejor predisposición a realizarlos, porque suponen una motivación. Un ejemplo es cambiar «No beber cerveza todos los días«, por «beber agua a diario«, o «beber cerveza los sábados«.
- Los propósitos deben ser realistas, y su realización debe estar en nuestras manos. Proponer «comprar una propiedad«, o «ir de crucero» cuando las circunstancias no lo permitan no es realista ni sano.
Cuando ya tenemos la lista de propósitos terminada
Una vez tengamos la lista terminada, deberemos tomar algunas medidas para obligarnos a trabajar en las ideas escritas.
- Determinar un número a conseguir. No es recomendable querer cumplirlos todos, pues genera sensación de agobio. Elegir los más importantes y trabajar en ellos. Si queda tiempo para los restantes, también se podrán intentar.
- Verbalizarlos. Elegir a diferentes personas y contarles nuestras intenciones. De esta manera, tendremos la obligación social de seguir trabajando en ellos, cuando nuestras fuerzas empiecen a flaquear.
- Pedir ayuda para aquellos que resulten más difíciles.
- Parece que los hombres que se unen con otros hombres con los mismos objetivos tienen más probabilidad de conseguirlos, mientras que las mujeres suelen conseguirlos en mayor medida una vez los comentan con amigas y familiares.
- Guardar la lista en un lugar localizado, donde podamos acceder siempre que lo necesitemos para volver a leerla.
Una vez tengamos la lista hecha, pasaremos al siguiente paso: empezar a trabajar para conseguir los propósitos marcados. Para ello, podemos seguir la planificación estratégica 12-3-1.
Planificación estratégica 12-3-1
Esta planificación puede ayudarnos a elaborar el camino que nos lleve a nuestros objetivos finales. Es recomendable iniciar un diario en el que apuntemos los pasos a seguir, las consecuciones y los logros.
Los pasos a seguir son:
- Elaborar un objetivo para los próximos 12 meses. Por ejemplo, dejar de fumar.
- Elaborar los pasos previos al objetivo propuesto. ¿Que paso vas a conseguir en el primer trimestre del año?
- ¿Que necesito cumplir en 1 mes para conseguir el objetivo del primer trimestre?
Esta planificación ayuda a dividir las metas u objetivos en submetas, de manera que sea más sencillo realizarlas. Además, establece tiempo de consecución, para hacer más fácil su cumplimiento. Las submetas como el tiempo disponible son referentes necesarios para que nuestro cerebro actúe con más éxito.
Consecución de propósitos
La consecución es motivo de felicitación y valentía. Es importante que te felicites, que refuerces tu trabajo, y que seas consciente de todas las emociones positivas que te produce haber conseguido la meta.
Vuelve a releer la lista y aprovecha para marcar la meta conseguida. Seguro que, una vez conseguida, te sientes más fuerte para trabajar con la siguiente.
Si el año se termina y no has podido realizar todos los propuestos, no te preocupes; puedes añadir algunos para el próximo año.
Concluyendo
Los propósitos de año nuevo son metas que queremos conseguir aprovechando el cambio de etapa. Solo el 12% de las personas que se fijan propósitos suelen cumplirlos; un alto porcentaje, suele abandonarlos poco después de haberlos propuesto.
Una buena redacción y un buen plan de acción que motive su realización son esenciales para conseguirlos. Se recomienda redactar los propósitos en positivo, elegir unos propósitos reales, medibles y específicos. Si contamos a nuestros amigos y familiares nuestras intenciones, tendremos la obligación social de realizarlos. Los propósitos realmente difíciles se harán más fáciles si establecemos una estrategia de acción, como por ejemplo, la Aplicación Estratégica 12-3-1.
Cuando realices un propósito, ¡felicítate! y toma fuerzas para realizar el siguiente.