Cómo detectar a tiempo el cáncer de mama
El cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer mas frecuente en la población femenina. Detectarlo a tiempo es fundamental para realizar un diagnóstico precoz, que nos de cuantas más garantías posibles de curación. Para ello, debemos saber cómo podemos detectar el cáncer de mama. Realmente, realizar una autoexploración es muy fácil, aunque no todas las mujeres saben cómo se realiza.
Si quieres aprender a realizar una autoexploración para poder comprobar si tus mamas tienen alguna señal que debería alertarte, sigue leyendo este artículo. En él, te contamos todo lo que necesitas saber sobre este tipo de cáncer y te ayudamos a cómo sospechar de su presencia.
El cáncer de mama
El cáncer de mama es un tipo de cancer que afecta a las mamas. Es el segundo tipo de cáncer más frecuente en la población femenina, por detrás del cáncer de piel. Aunque los hombres también pueden padecerlo, solo afecta al 1% de la población masculina. Debido a esta baja influencia, cuando hacemos referencia al cáncer de mama, solemos hablar en femenino.
Las mamas de la mujer se componen de diferentes secciones. Encontramos los tejidos adiposos y los tejidos densos, que contiene unos lóbulos formados, a su vez, por lobulillos. Las mamas contienen una serie de glándulas que realizan todo el trabajo de estos músculos, especializados en crear leche materna para proteger la supervivencia de la especie humana.
En condiciones normales, las células de las mamas son saludables para nuestro organismo. El problema empieza cuando estas células cambian su composición y empiezan a reproducirse, creando una masa de células negativas para nuestro organismo. Esta masa es el tumor que da nombre al cáncer de mama. Cuando el tumor puede diseminarse hacia otros lados, se le llama tumor maligno y es necesario su tratamiento y/o extirpación. Estas células viajan por la sangre y pueden afectar a otros órganos. Es entonces cuando hablamos de metástasis.
Factores de riesgo del cáncer de mama
Entre los factores de riesgo, encontramos:
- La edad: A mayor edad, más riesgo existe de poseer un cáncer de mama. Generalmente, suele desarrollarse cuando la mujer tiene más de 50 años. Es raro que se presente antes de esa edad.
- Genética: En ocasiones, el cáncer de mama es hereditario. Sobre todo si la persona tiene parientes de primer grado que han sido diagnosticadas de cáncer de mama. Cuantos más parientes de primer grado diagnosticados de cáncer de mama, mayor es el riesgo. De la misma manera, si una persona tiene muchos familiares de segundo grado que han pasado por la enfermedad, también está en riesgo.
- Cáncer reincidente: Si una persona ha superado un cáncer de mama, tiene mayor riesgo de que se le vuelva a reproducir.
- Peso: El mayor peso es factor de riesgo para poseer cáncer de mama, e incluso después de tratarlo.
- La vida sedentaria también es un factor a tener en cuenta. Los estudios demuestran que la actividad física es un factor de protección (puede prevenir el cáncer). Si quieres saber más beneficios del deporte, te invito a que leas nuestro artículo «Cómo beneficia el deporte a nuestra salud«.
- Una alimentación equilibrada es también un factor de protección contra diferentes tipos de cáncer.
Síntomas del cáncer de mama
Los síntomas del cáncer de mama son los siguientes:
- El cáncer de mama no tiene por qué dar síntomas de malestar general. Es más, muchas personas son diagnosticadas sin notar siquiera un síntoma.
- No obstante, existen algunos síntomas que pueden darnos la voz de alarma, como son:
- Bultos en la mama o en la axila
- Notar una mama más gruesa que otra, o más hinchada
- Mama con piel irritada o roja
- Pezón que duele, hundido o que se empieza a descamar
¿Cómo detectar a tiempo el cáncer de mama?
Debido a que el cáncer de mama no produce malestar general ni ningún otro signo de decaimiento del estado de ánimo, resulta imprescindible realizar una autoexploración para poder sospechar o descartar la presencia de un cáncer. La pronta detección es muy importante para que el tratamiento sea efectivo. Debemos tener en cuenta que un cáncer puede ramificarse y pasar a la sangre si no se detecta a tiempo, con consecuencias fatales para la supervivencia. Por ello, es recomendable realizar una exploración cada cierto tiempo que ayude a detectar los primeros síntomas, en caso de experimentarlo.
Para ello, nos fijaremos en nuestras mamas. Seguro que las conocemos bien y sabemos exactamente cómo son. Este autoconocimiento nos va a facilitar nuestra tarea.
Deberemos fijarnos, especialmente, en:
El tamaño y forma de las mamas
Cuando existe un cáncer, una de las mamas (o las dos) pueden cambiar de tamaño y de forma. Es importante observarlas y comprobar que están como siempre.
Problemas en el pezón
El cáncer de mama puede manipular el pezón, creando los siguientes cambios:
- Invertir el pezón con el tiempo
- Secreción del pezón fuera de épocas de lactancia. Puede secretar sangre u otros líquidos. Tanto si es en una de las mamas como si es en las dos, podrá ser una señal de alerta.
- Dolor en el pezón que no se tenía anteriormente
- Escamación de la piel del pezón
- La presencia de una llaga u otras heridas en el pezón
Otros cambios en las mamas
Como por ejemplo, cambios de temperatura o de color. Una mama con mayor temperatura que la otra, que duele o que tiene un color más rojizo puede ser un síntoma de alerta. También puede aparecer cambios en la piel, como piel arrugada o presencia de celulitis en la piel que recubre la mama.
Algunos de estos signos pueden aparecer también por otros problemas de salud menos graves, por lo que no son determinantes. Lo ideal es que, si presenciamos alguno de ellos, acudamos a nuestro médico.
Palpar la mama en busca de bultos
Para ello, podrás aprovechar el momento del baño, aprovechando la desnudez. La piel mojada ayuda a detectar, en mayor medida, signos de alarma. Por lo que una buena idea es realizar esta exploración antes de proceder a secar tu piel. Deberás tomarte tu tiempo para ello. Es importante que lo realices aunque la apariencia de las mamas sea buena y no observes los signos comentados anteriormente.
Palpa la mama izquierda con la mano derecha, y viceversa. Usa las yemas de los dedos, con los dedos juntos entre si, y realiza movimientos circulares como si dibujaras una moneda. De este modo, ve palpando la mama completa, por toda su extensión. También puedes realizar esta autoexploración acostada, aprovechando la extensión del músculo mamario hacia los lados.
Si encuentras cualquier signo de alerta
Si has encontrado un signo de alerta que te preocupa, te recomendamos que acudas a tu médico para realizar una exploración. El profesional realizará pruebas de imagen, así como pruebas específicas que determinarán o descartarán la presencia de esta masa tumoral. Suele realizarse un TAC y una biopsia, además de otras pruebas en función del criterio del profesional sanitario encargado de emitir el informe con el diagnóstico o el descarte de este tipo de cáncer.
Si tus sospechas se confirman, necesitarás someterte a tratamiento para tratar de curar el cáncer. Existen diferentes tipos de tratamientos disponibles. El médico, en función del tipo de cáncer mamario que padezcas y su gravedad, podrá determinar que tipo de tratamiento puede resultar más beneficioso para cada persona en particular.
Es importante mantener la calma, confiar en el tratamiento científico que vayamos a seguir y tener pensamientos positivos. De esta forma, tendremos más probabilidades de vencer al cáncer de mama. El equipo médico estará apoyándote en todo momento, por lo que podrás preguntar cualquier duda que te asalte a la cabeza.
A modo de conclusión
El cáncer de mama es uno de los tipos más frecuentes en la población femenina. Es el más diagnosticado, por detrás del de piel. Aunque es posible que crezca en un cuerpo masculino, generalmente suele hacerlo en las mamas femeninas.
Se trata de una enfermedad que no presenta síntomas claros y evidentes, por lo que puede crecer de manera silenciosa. Es muy importante hacer una detección precoz para poder garantizar la eficacia del tratamiento y su cura. Aunque existen diferentes tipos de cáncer de mama, es posible que la mayoría de ellos se extiendan hacia otros órganos, provocando metástasis. De ahí la necesidad de detectarlo a tiempo.
El sexo, la edad, la genética y los hábitos de vida pueden predisponer un mayor riesgo de sufrir cáncer de mama, aunque también puede aparecer en otras circunstancias. Todos, por tanto, estamos en riesgo.
El aspecto de nuestras mamas es fundamental para poder dar la voz de alarma ante un cambio en aspecto o tamaño. Los cambios en los pezones también son importantes, así como la presencia de un bulto en el interior de la zona mamaria. En este artículo hemos ofrecido unas ideas que podemos llevar a cabo, de manera que podamos realizarnos una autoexploración que determine la necesidad de acudir al médico.
En caso de encontrar algún signo de alerta, deberemos acudir a la consulta del médico y someternos a las pruebas que el sanitario considere oportunas, para poder descartar o diagnosticar el cáncer y empezar con los diferentes tratamientos que existen. Afrontar la recuperación con buena predisposición, de manera positiva y con ganas es fundamental para la buena recuperación.