Cómo es una herida cerrada

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Aunque no es algo que nos guste padecer, las heridas son bastante habituales en nuestro día a día. Son muchas las ocasiones en que, sin buscarlo ni quererlo, se nos pueden crear heridas. Algunas veces, incluso, nos sorprendemos al encontrar alguna pequeña herida o moratón que no sabíamos que teníamos, pues no recordamos cómo nos lo hemos hecho.

Existen heridas de muchos tipos y de diferente gravedad. En este artículo hablaremos de uno de sus tipos; las heridas cerradas. Aunque no parecen heridas graves, por sus características, pueden ser muy importantes. Por ello, resulta imprescindible conocerlas, saber detectarlas y conocer que debemos hacer si encontramos alguna en nuestro cuerpo.

Si tienes una herida cerrada, o quieres conocer que son, te recomiendo que sigas leyendo.

Cómo es una herida cerrada

Las heridas

Todos, alguna vez en nuestra vida, hemos sufrido una herida. Generalmente, solemos sufrirlas de vez en cuando. Las heridas suponen roturas de las diferentes capas de la piel, sobre todo las más externas. De esta manera, la sangre puede circular hacia el exterior y podemos apreciar perfectamente el corte o el raspado.

Aunque popularmente se crea que existe herida solo si hay rotura de la piel, también existen heridas en las que las capas externas no se rompen. Estas heridas son las llamadas cerradas, y debemos ofrecerles la misma atención que le ofrecemos a las normales.

Tipos de heridas

De esta manera, encontramos diferentes tipos de heridas que se pueden clasificar en dos grupos: Heridas abiertas y heridas cerradas:

Heridas abiertas

Son las más conocidas, pues suponen una separación de la piel. Las capas más externas se rompen, y pueden sangrar hacia el exterior.

Existen heridas abiertas de diferente gravedad. Las más graves pueden necesitar puntos de sutura. Pueden crear problemas graves si no se atienden correctamente.

Heridas simples

Se trata de heridas superficiales. La piel presenta una rotura, pero no afecta a ningún órgano. Puede presentar dolor, pero en la zona de la piel donde se ha producido. Se cura fácilmente.

Heridas complicadas

Son aquellas heridas abiertas que, por sus determinadas características, resultan profundas o afectan a órganos importantes, nervios, arterias o músculos. Suelen tener hemorragias peligrosas y abundantes, por lo que pueden causar problemas graves, incluida la muerte.

Heridas cerradas

Este tipo de heridas también necesitan una buena atención, sobre todo porque pueden llevar a engaño. Pueden llegar a ser más importantes que algunas heridas abiertas, y sin embargo, suelen pasar más desapercibidas.

Son heridas que se producen como consecuencia de la rotura de los vasos sanguíneos, sin que haya rotura de la capa más externa de la piel. Por ello, la sangre no sale al exterior, pero se acumula en el interior. Podemos saber que tenemos una herida cerrada porque aparece un moratón en el lugar, o podemos ver una mancha oscura de sangre debajo de la piel.

Dentro de este grupo de heridas, encontramos:

  • Moretones o moraduras
  • Hematomas

Las heridas cerradas van cambiando poco a poco de aspecto y de color. Generalmente, empiezan siendo una mancha entre roja y rosada, y va convirtiéndose en azulada con el paso de las horas. La última fase de cicatrización la vuelve de color amarillo verdoso, que poco a poco va pasando más desapercibida, hasta que desaparece por completo. En caso de que no se produzca esta secuencia de colores, o que la mancha vaya siendo mayor cada vez, deberemos acudir a un centro de salud para que sea valorada por profesionales.

Cómo es una herida cerrada

¿Que puede causar las heridas cerradas?

Existen algunas causas que pueden hacer aparecer este tipo de manchas subcutáneas. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Una lesión, producida por algún golpe u otro accidente en el que no se punce la piel con ningún objeto.
  • Problemas de coagulación de la sangre, como trombocitopenia,
  • Algunos tipos de medicamentos pueden causarla, sobre todo aquellos anticoagulantes.
  • En la realización de pruebas invasivas, así como intervenciones quirúrgicas, es posible que aparezcan una vez haya terminado la técnica.
  • Los chupetones causan este tipo de heridas.
  • Generalmente, existen algunas personas que tienen más predisposición a sufrir hematomas o moratones. Las personas mayores forman uno de estos grupos. Las mujeres también suelen sufrirlos con mayor frecuencia que los hombres.

¿Que síntomas tienen?

  • Dolor y/o incomodidad
  • Hinchazón
  • Mancha con tonos rojos o marrones debajo de la piel.

¿Cómo se si tengo una de estas heridas?

El primer paso para poder saber si existe una herida cerrada es observar nuestro cuerpo. Si encontramos algún moratón, perfectamente visible debajo de la piel por una mancha roja o marrón, probablemente tengamos una de estas heridas.

¿Que hacer en caso de tenerla?

Deberemos mantenerla vigilada.

De manera general, este tipo de problemas se curan por si solos en unos tres días. La herida deja de sangrar, y la sangre se reabsorbe. Por ello, la mancha termina desapareciendo.

Encontramos algunos remedios caseros que podemos llevar a cabo para evitar estas marcas tan antiestéticas. No obstante, si observamos que la mancha no desaparece o que se agranda poco a poco, deberemos acudir a un centro de salud para que reciba la atención necesaria. Esto indica que la herida está sangrando, lo cual podría ser peligroso si no se controla.

El médico podrá interesarse por los medicamentos que tomamos, para poder controlar la hemorragia. También necesitará saber si hemos sufrido un accidente, un golpe o alguna intervención quirúrgica recientemente. Todo ello le dará pistas de la causa de nuestra herida y podrá ayudar a determinar el tratamiento y la curación.

Es posible, además, que recomiende realizar algunas pruebas de coagulación de la sangre, para poder observar si existen problemas en este aspecto.

Cómo es una herida cerrada

¿Cómo prevenirlas?

Su prevención es muy sencilla, tan solo necesitaremos seguir estos consejos:

  • Teniendo en cuenta que cualquier golpe puede producir una herida cerrada, necesitaremos extremar nuestra atención a la hora de movernos.
  • En nuestro hogar, deberemos acondicionar los espacios para evitar tropezar o golpear. Despejar las zonas de paso de muebles, quitar cables u otros obstáculos que pueden hacernos tropezar, iluminar correctamente las estancias, sobre todo las zonas de paso…
  • Si tomas anticoagulantes, deberás estar atent@ a este tipo de problemas. Son más frecuentes que si no los tomas, y muchas veces, no vendrán por ningún golpe o causa identificable.

Cómo es una herida cerrada

A modo de conclusión

Las heridas cerradas son aquellas que se producen en los vasos sanguíneos o capilares, y aunque la sangre se esparce, no podemos limpiarla pues no se produce rotura de las capas superiores de la piel. Producen un moratón, que en condiciones normales suele durar unos días y que va cambiando de color. Suele empezar de color rosado y terminar amarillo, hasta que desaparece. Poco se puede hacer para curar una herida cerrada, más que esperar y vigilar.

Existen otras ocasiones en las que la manca no se cura de manera tan rápida y fácil. Puede ser, incluso, que el moratón vaya convirtiéndose en más grande cada vez. Esto es señal de que la sangre sigue saliendo, y se va acumulando debajo de la piel. Ante esto, deberemos acudir a nuestro médico, para poder establecer las causas de la herida y curarla.

Es importante darle la atención adecuada a una de estas roturas de las capas inferiores de la piel, pues aunque no podamos curarla, se trata de roturas de capilares y puede llegar a ser grave, causando grandes problemas de salud. Es importante, por tanto, vigilarla, seguir su evolución y acudir al médico en caso de que su curación sea lenta o se produzca un empeoramiento de la mancha.

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