Cómo estimular el ano
Estimular el ano que es la parte final del aparato digestivo excretor. Se encuentra compuesto por una parte externa y una interna. Se ubica en la zona terminal de los intestinos y su función principal es la de permitir la excreción de las heces. A pesar de ser un órgano compuesto e iniciado en el interior del cuerpo, se distingue por su exterior. La zona cutánea o anodermo, que es la que se encuentra a simple vista. Un agujero de apariencia rugosa y estriada, con capacidad muscular de abrir y cerrar para la expulsión de las excretas. Dada su principal función, se encuentra en contacto permanente con las heces fecales. Por lo que contiene gérmenes y bacterias que lo hacen susceptible de infecciones.
La parte cutánea del ano, tiene folículos pilosos y glándulas sudoríparas, al igual que el resto de la piel. Se encuentra separado de los genitales por el perineo. Una zona lisa, ubicada entre el ano y la vagina o el pene. Esta separación permite que las bacterias propias de cada zona no entren en contacto. Ya que, juntas pueden producir poderosas infecciones.
Otras de las afecciones que pueden aquejar al ano son las hemorroides y la incontinencia. Esta última producida, entre otras cosas, por la pérdida de elasticidad del esfínter anal. Este esfínter es el encargado de la relajación voluntaria e involuntaria, necesarias para la defecación. Por su parte, las hemorroides, tienen relación con la irrigación venosa del ano.
Para qué estimular el ano
La estimulación del ano, consiste en la manipulación de la zona cutánea e interna del ano para conseguir algún efecto. Esta técnica se practica con variados objetivos:
- Disminuir el estreñimiento.
- Educación y reeducación del esfínter anal.
- Rehabilitación posquirúrgica del ano.
- Estimulación sexual .
Uno de los problemas que nos puede causar enfermedades en el ano, es el estreñimiento. Producto de la mala alimentación o un estilo de vida apresurado, podemos tener dificultades para defecar. La estimulación es una solución rápida, que no cura la enfermedad pero produce un alivio por la defecación inmediata. Estimular el ano con los dedos, o digito estimulación es una práctica que era empleada incluso en el estreñimiento de recién nacidos. Ahora se evita porque se sabe que no es recomendable por muchas razones que ocasionan daño a los niños. Por ejemplo, dañar prematuramente el esfínter de los bebés.
Igualmente, cuando se ha tenido un trauma en la zona colo – rectal – anal, se requiere una reeducación del esfínter. Tal es el caso de la reconstrucción de la zona dérmica del ano por la pérdida de elasticidad. Esto significa, inducir el ano a que realice sus contracciones espontáneas. Puede indicarse para el tratamiento de algunas afecciones anales, o tras la cirugía del esfínter anal por fisuras.
Finalmente, se puede realizar la estimulación con objetivos sexuales. La cercanía del ano a los nervios y órganos sexuales, hace accesible la este tipo de estimulación. Por eso, puede ser empleada por hombres y mujeres heterosexuales u hombres homosexuales. Tanto, como una práctica en pareja o a manera de masturbación.
Estimular el ano para el estreñimiento y la reeducación del esfínter
Las técnicas para la estimulación anal son variadas. En caso del tratamiento de de afecciones rectales o del ano, a parte de la digito estimulación se tienen otras. Las más empleadas son:
- Los baños de asiento.
- Los ejercicios del suelo pélvico.
- La electroestimulación.
Los baños de asiento con plantas medicinales, antiinflamatorias o laxantes, tienen gran efectividad. Colocarse por espacios de 10 a 20 minutos, sumergidos en agua a temperatura templada tiene efectos relajantes. Esta relajación facilita la salida de las heces. Además, la posición que adoptamos para el baño de asiento favorece el tránsito intestinal. Dado que se sumerge sólo desde el ombligo hasta la parte media del muslo.
Así mismo, los ejercicios para el suelo pélvico, consistentes en la contracción y dilatación continua voluntaria pueden estimular el ano. Estos ejercicios pueden realizarse por hombres y mujeres durante toda la vida.
La otra técnica de estimular el ano, es la realizada mediante un electrodo con impulsos eléctricos que generen la contracción. Esta debe ser realizada por un terapeuta y bajo la vigilancia médica. Consiste en la introducción de un electrodo en la parte interior del ano, sin llegar al recto o el colon. Este electrodo genera impulsos constantes que hacen que el ano se contraiga a su alrededor. Es recomendada para la reeducación del esfínter tras la pérdida de su elasticidad.
La estimulación del ano con fines sexuales
A través del ano se pueden estimular los nervios que conducen al placer sexual. Especialmente en los hombres, es introduciendo los dedos dentro del ano, que se puede palpar la próstata. Esta última, asociada a la localización del punto G masculino. Además, en la homosexualidad masculina, el ano ofrece una oportunidad cierta de penetración. Por estos motivos, es común la estimulación anal con fines sexuales.
La manera de estimular el ano para el sexo, puede ser variada. La digito estimulación es la más común. Pero existen también juguetes sexuales especiales para el ano. Además de prácticas como el cunnilingus que consiste en la estimulación del ano con la lengua y la boca. En todo caso, para la estimulación sexual a través del ano, es preciso comprender que el objetivo no es este. El ano, es la vía para palpar o llegar a estimular los nervios activos durante la excitación sexual. Por lo tanto es sólo una de las alternativas para obtener placer.
Paso a paso en para la estimulación sexual del ano
Para estimular el ano, sea para una posterior penetración o por masturbación, se requiere de alguna técnica. Lo primero es ser pacientes. El ano, está acostumbrado a la excreción como función principal, por eso, ofrecerá resistencia a la introducción de objetos. Es importante seguir algunas recomendaciones:
- Usar lubricante.
- Iniciar masajeando.
- Dar toques suaves.
- Intentar con los dedos antes que con juguetes sexuales y, con juguetes sexuales antes que la penetración.
Aunque tiene glándulas sudoríparas, el ano, no produce lubricación por sí mismo. Por eso es importante que para su estimulación usemos algún tipo de lubricante. Lo mejor es usar aquellos a base de aceites naturales. Aunque en el mercado existen múltiples opciones, que van desde anestésicos, quita olores y térmicos. Algunos pueden causar alergias. Entonces, si son nuestras primeras experiencias, es preferible ser tradicionales y emplear aceites como el de oliva.
Luego de lubricar, el siguiente paso es masajear suavemente alrededor y en el centro del ano. No es recomendable introducir los dedos o cualquier objeto de manera directa. Pues, por la propia resistencia, podríamos causar daño. Tocar suavemente dando masajes circulares es la mejor táctica para iniciarnos en la estimulación anal.
Tanto durante como después del masaje alrededor del ano, es bueno dar pequeños toques o golpecillos sobre el agujero anal. Esto enviará la señal de que introduciremos algo. De esta manera el esfínter anal se irá relajando.
Finalmente, llega el momento de introducir los dedos. Es bueno comenzar de manera progresiva. En primer lugar el dedo índice, pues tendemos a tener mayor control con este. Debemos introducirlo solo hasta su primera falange, ya que completo saldría del ano y tocaría el intestino. Por este mismo motivo, debemos seleccionar con atención los juguetes sexuales anales.
La estimulación anal y la homosexualidad masculina
Aunque la conducta sexual de cada persona es una decisión individual y única, la homosexualidad sigue siendo objeto de cuestionamientos. Por eso, la práctica de estimulación anal, para cualquier objetivo y especialmente para el placer sexual causa resistencia. Ya hemos dicho que el ano, presenta una oportunidad de penetración en la relaciones de homosexualidad masculina. Además, a través del ano se puede llegar a palpar con mayor facilidad los puntos de mayor placer sexual del hombre. Pero, esto no genera una relación directa entre la homosexualidad y la estimulación del ano.
La homosexualidad es una decisión tomada con la psique y la inteligencia. La preferencia sexual de cualquier persona, una vez definida, no se modifica por llevar a cabo alguna práctica sexual. Entonces, la estimulación anal es siempre una decisión de la pareja. Tanto para el hombre como para la mujer, no debe haber obligación de realizar algo particular. Es ahí donde radica la libertad sexual. Informarse, conocer que estimular el ano no es sinónimo de homosexualidad. Que no existe una relación de creación o dependencia entre ambos es fundamental.
La higiene en la estimulación anal
Una de las previsiones más importante para estimular el ano es mantener una correcta higiene. El ano, está en permanente contacto con las heces fecales, por eso tiene peligrosas bacterias. Con la estimulación anal, podemos propagar esas bacterias en las manos y en otras partes del cuerpo. Si la estimulación es con fines sexuales debemos extremar los cuidados. Pues, llevar bacterias anales a la vagina o el pene podría ocasionar infecciones de gravedad. Las medidas de higiene más importantes a tener en cuenta son:
- Encontrarse en un lugar limpio.
- Lavar bien la zona anal y perianal antes y después de la estimulación.
- Lavar bien las manos antes y después de estimular el ano.
- Usar guantes de látex o nitrilo.
- Esterilizar cualquier juguete sexual que vaya u objeto a ser utilizado para la estimulación.
- Cambiar de guante si se usará la misma mano para tocar cualquier otra parte del cuerpo.
Sea cual sea el motivo que tengamos para estimular el ano, debemos guardar esas medidas de higiene.
Precauciones necesarias para la estimulación anal
No en todos los casos se debe practicar la estimulación anal. Indistintamente de que el objetivo sea mejorar algún estado de salud o el placer sexual. Debemos ser precavidos y verificar que nuestras condiciones sean las idóneas para este tipo de práctica. Lo que debemos tener en cuenta es:
- Las condiciones de la piel del ano.
- La periodicidad de la estimulación.
- Las condiciones de la salud rectal.
La piel alrededor del ano debe estar sana y libre de cualquier tipo de cicatriz viva. No deben existir rasguños o partes de donde pueda salir sangre. Igualmente, debemos evitar la estimulación anal en caso de verrugas salientes que puedan romperse con el roce. Cualquier abultamiento o pólipo alrededor del ano, son señales de que no debemos llevar a cabo esta práctica.
En cuanto a la salud rectal, es importante verificar que no tengamos hemorroides, fisuras anales o cualquier otra afección. Así mismo, debemos evitar la estimulación anal en caso de diarreas o estreñimientos crónicos.
Finalmente, debemos tener en cuenta la frecuencia con la que realizamos esta estimulación. Ya que su repetición constante puede señalar problemas subyacentes. Por ejemplo, si requerimos de esta estimulación para la defecación o si no conseguimos el orgasmo por otra vía. En ambos casos, sin importar la finalidad de la estimulación, si la práctica se hace constante puede representar un problema. Para esto, es importante que reconozcamos otras alternativas para lograr nuestros objetivos. Desde una buena alimentación para evitar o sanar el estreñimiento hasta otras prácticas sexuales igual o más satisfactorias.