Datos sobre la menta
¿Últimamente has notado algún tipo de malestar? ¿Estás buscando un complemento o remedio natural que te ayude a solventar estos problemas? ¿Te gusta la menta, pero desconoces los beneficios que te aporta? Si te encuentras en esta situación o te gustaría saber más sobre la menta, en este texto encontrarás información que te puede ayudar. Los usos y beneficios que tiene esta hierba son innumerables. Seguramente conozcamos la menta desde una temprana edad gracias a los chicles. En este artículo hablaremos sobre los datos de la menta y de todo lo que deberías saber. Cuando leas las ventajas de consumir esta hierba te preguntarás cómo has podido vivir sin ella hasta ahora. Es curioso como confiamos en medicamentos o en compuestos químicos, cuando tenemos al alcance de nuestra mano los remedios naturales. Con todos estos años de investigación y desarrollo, la naturaleza sigue estando más avanzada que algunos determinados medicamentos.
En términos de investigación y fines médicos, los medicamentos han salvado y salvarán muchas vidas. No es obligatorio restarles importancia para saber apreciar la efectividad de los remedios naturales. Son dos soluciones que se pueden combinar. Aunque, como sociedad, hemos caído en el error de tomarnos una pastilla para cualquier molestia, por pequeña que sea. Con un poco más de información, podríamos hacer uso de la naturaleza. Nos sale más barato, son más efectivos para solventar nuestro problema y, dichos remedios, son mucho más sanos. Abusar de los medicamentos para molestias o dolores leves es contraproducente, ya que nuestro organismo ha de digerir ese compuesto químico. En la población existe una dependencia en las medicinas, aunque muchas personas se han dado cuenta de que la naturaleza sigue existiendo y que es muy necesaria. La menta, como muchas otras hierbas, nos puede ayudar en numerosas situaciones de las que hablaremos detalladamente.
La menta
La menta se encuentra dentro del grupo de las lamiáceas, pertenecientes a la categoría de hierba perenne. Su altura puede llegar hasta el mero y las hojas, más o menos, pueden medir ocho centímetros. Dichas hojas tienen una textura un tanto rugosa y el borde aserrado. Las flores son de color lila tienen un tamaño pequeño y se abren al fin del verano. Tienen un olor reconocible en cualquier lugar. Sólo basta con acercar la nariz o mover sus hojas, para que se «despierten» y el perfume nos invada.
Los usos que se le puede dar a la menta, dependerán de nuestra intención o necesidades. Normalmente hay cuatro maneras en los que la utilizamos.
La planta viva o que hemos cortado en el momento. En este estado nos servirá para aromatizar nuestro hogar, ya sea un cuarto de baño, el salón o cualquier otra habitación. Incluso para el jardín. También le encontraremos utilidad para ahuyentar a los insectos y ratones. Para ello, debemos usar unas ramas secas.
Infusión o te. Preparar una infusión de menta es realmente sencillo. Basta con poner unas hojas de menta en un recipiente, echar agua hirviendo y dejar reposar. La cantidad de agua no debe de ser excesiva ni poca, la justa para una toma. Ya que, si echamos demasiada, estará aguada. Una vez que haya reposado, podemos tomar la infusión a cualquier temperatura. Es beneficiosa para la digestión, ayuda a producir bilis, nos refresca el cuerpo y nos calma. También nos provee de una mejor circulación y ayuda a combatir el estrés, lo que nos permite tener un sueño más profundo.
Más opciones
Decocción. Si hervimos las hojas de la menta durante una media hora, nos servirá como remedio para lavar las heridas y como alivio de la piel que esté agrietada.
Cremas y aceite esencial. En esta forma, combaten contra el colon irritable, los dolores de cabeza y musculares. Podemos consumirla en forma de cápsula, crema o aceites. Para estas dos últimas opciones, las utilizaremos masajeando dicha zona o frotando con energía. Esto dependerá del tipo de dolencia.
Beneficios de la menta
La menta es ideal para refrescarnos, ya que nos produce esa sensación de frescor en la boca y en todas las vías respiratorias. Actúa como estimulante, palia los dolores, reduce los mareos y náuseas. También es efectiva aliviando la acidez del estómago. Seguramente, cuando nos entra el hipo, probamos miles de remedios o trucos para intentar que se nos quite. La menta es una alternativa muy buena para tratarlo, así como para tratar los resfriados. Si padecemos de migrañas, alguna contusión o golpe, es recomendable hacer uso de esta formidable hierba.
A continuación, hablaremos concretamente de los fines para los que usamos esta hierba, en sus diferentes formas.
De manera interna
Afecciones estomacales. Los beneficios que nos aporta en esta faceta son muchos y muy valiosos. Nos libra de los gases, estimula el hígado, nos hace más llevadera la digestión y hace que la mucosa intestinal se relaje.
Afecciones en el aparato respiratorio. Actúa como un «desatascador». Si tenemos taponadas las vías respiratorias, la menta nos ayudará a mejorar. Ya tengamos gripe, tos, asma, un resfriado leve o grave, bronquitis o incluso faringitis, esta solución es efectiva.
Mal de altura. Si padecemos de este mal, la menta nos ayuda a curarlo o, por lo menos, que sus síntomas no sean tan intensos. Esto se debe a que mejora nuestra circulación sanguínea y proporciona más oxígeno a nuestras células.
De manera externa
Alivia el dolor. Para dolores de algún grupo muscular en concreto, de espalda, cervical o reumático, la menta es de muy útil. Nos ayudará a llevar con más facilidad estos síntomas. También funciona si nos duele la garganta, si tenemos mal aliento e, incluso, para las hemorroides.
Si tenemos alguna herida, nos pica alguna parte del cuerpo o nos ha picado un insecto, es totalmente recomendable su uso.
En infecciones contraídas en los genitales femeninos es muy efectivo el uso de la menta.
En el caso de que estemos buscando opciones para perder peso, puede que sea de nuestro interés saber el uso de algunas infusiones para adelgazar.
Consejos
El mentol, en su estado puro, puede ocasionar la muerte como consecuencia de su ingesta directa. Por ello, hemos de diluirlo. Una vez este diluido, nuestra salud no correrá ningún riesgo, todo lo contrario; mejorará. Si tienes algún problema de salud en concreto, antes de empezar a consumir la menta, es aconsejable consultar con tu médico. En estos casos, puede que no sea aconsejable su consumo. Llegado el momento, nos aconsejarán otro tipo de remedio más efectivo y beneficioso para nosotros.
Sabiendo todas las propiedades de la menta y beneficios para la salud que tiene, manejaremos un abanico más amplio sobre el que decidir cómo tratar nuestras dolencias. Al fin y al cabo, es cuestión de gustos. Encontrar la solución más cómoda, sin que sea menos efectiva, es importante para lograr una cierta constancia en su consumo.
Si estás pensando en dársela a un niño de menos de dos años de edad, si estás embarazada o en periodo de lactancia, hemos de consultar con nuestro médico. En ninguno de los tres casos es aconsejable. Por este motivo, hemos de pedir un consejo profesional y seguir sus indicaciones al pie de la letra. Es muy importante este punto, ya que en ciertos estados o con algunos problemas de salud, su consumo puede ser contraproducente.