Ibuprofeno – Todo lo que has de saber
¿Sueles decantarte por el consumo de medicamentos cuando te sientes mal o contraes alguna enfermedad leve? ¿No aguantas los dolores y tomas pastillas para combatir las molestias causadas? Si eres de estas personas, seguramente habrás tomado en alguna ocasión el medicamento de la marca Ibuprofeno. Es una medicina muy famosa que se ha hecho popular por el tiempo de acción y respuesta a nuestra demanda. Actualmente es poco probable que en una casa no cuenten, al menos, con una caja de este antiinflamatorio. Por ese motivo, en este artículo hablaremos del Ibuprofeno y de todo lo que has de saber para hacer un buen uso de sus increíbles ventajas. Como todos los productos, necesitan una cierta moderación y tomarlos solamente cuando realmente lo necesitamos. En caso contrario, a largo plazo, el consumo reiterado del medicamento puede provocar que nos volvamos inmunes a él. El consumo es algo que debemos vigilar.
Hay muchas opiniones que se han generado sobre este producto, debido a su éxito e impacto en la sociedad. Puede que todas tengan algo de verdad y la postura adoptada puede estar alineada con cierta forma de pensar. La verdad es que es una marca que ha pasado todos los controles y verificaciones oportunas. También cumple con la actual legislatura de sanidad europea, manteniéndose al día en todas sus obligaciones como compañía. No es menos cierto que un uso continuo durante el tiempo suele traer efectos secundarios reseñables. Por ello, la importancia de tener un punto medio y no usarlo por cualquier cosa que nos pase. Hay que saber en qué ocasiones lo necesitamos de verdad, porque sólo así será efectivo. En cualquier caso, ante cualquier duda podemos leer las instrucciones de consumo, así como las indicaciones que vienen dentro de cada caja del producto. Esto nos será de ayuda.
Ibuprofeno
El ibuprofeno es un famoso antiinflamatorio, cuyo uso, normalmente, es analgésico y para combatir las inflamaciones. Uno de los mayores usos que se le da a este medicamento es para aliviar la fiebre, los dolores de dientes o musculares. También sirve para el dolor de cabeza e, incluso, aliviar los síntomas de la menstruación. Un uso más avanzado es el que le dan para combatir la artritis, sanar algún músculo hinchado o el dolor en la garganta. Como hemos podido comprobar, es un remedio que sirve para casi todos nuestros males. Es uno de estos motivos que ha propiciado que sea una de las marcas más vendidas en el sector y se haya hecho con hueco privilegiado en el mercado. No en vano, no ha pasado desapercibido en el mundo del deporte, ya que en esta profesión son frecuentes las lesiones musculares o inflamaciones. Es un gran amigo del deporte.
El ibuprofeno se desarrolló en la década de los 60, siendo patentado en el año 61. Fue ocho años más tarde cuando este medicamento fue lanzado para tratar la artritis en las islas británicas. Y solamente cinco años más tardes llegó a Estados Unidos. Un dato curioso sobre los inicios de este fármaco es que, al principio, fue probado para combatir una resaca. El ibuprofeno está dentro del listado de la OMS (Organización Mundial de la Salud) de los medicamentos indispensables. En la historia de los descubrimientos suele pasar que la función originaria del invento no tiene mucho que ver con su utilidad final. Esto se debe a que las investigaciones siguen su curso y el camino va cambiando.
Consumo
Como hemos señalado anteriormente, por muy efectivo y beneficioso que sea, hemos de controlar el consumo para lograr cierta moderación. Antes que nada, ante cualquier duda, preguntaremos al farmacéutico o médico de cabecera. Ellos nos resolverán cualquier pregunta que nos pueda surgir y nos recomendarán un uso adecuado del mismo. Cometemos el error de hacer un uso excesivo de este fármaco y no pensamos en las consecuencias a largo plazo. Antes de optar por cualquier solución química, podemos barajar otras posibilidades. Sería positivo que conociéramos las propiedades de la menta y beneficios o cómo mejorar nuestra salud con la salvia. Puede que estas soluciones sean igual de útiles y no haga trabajar tanto a nuestro organismo como puede hacer el ibuprofeno.
La dosis que se recomienda para la gente adulta es de 1200 mg al día. Esto no es óbice para que la cantidad, por consejos de nuestro médico, varíe en 800 mg por dosis. Incluso 3200 mg diarios. En niños, obviamente, las cantidades son más bajas, siendo entre 5 y 10 mg por kilo. El tiempo que ha de pasar de una dosis a otra es de seis a ocho horas y la dosis máxima posible para consumir en un día es de 30mg por cada kg.
El tiempo de absorción, por vía oral, depende de varios factores. Por ejemplo, con la comida, nuestro cuerpo tarda más en absorber el fármaco. Aunque esto no varía ni disminuye la cantidad ingerida. Si lo combinamos con L-arginina la absorción será considerablemente más rápida. Otra vía de absorción es la rectal. No es la más aconsejable, ya que es irregular y muy lenta.
Hay cremas anunciadas que contienen ibuprofeno. Estas son para las lesiones o inflamaciones que podamos tener. En este caso, esta crema se aplica sobre la zona afectada para que lo absorba.
Consejos
Para saber todos los posibles efectos secundarios, también hemos de consultarlo con nuestro médico de cabecera o farmacéutico de confianza. Puede que, aunque no lo sepamos, por ciertas circunstancias de nuestro organismo, no nos sea compatible el consumo de este fármaco. Por eso, antes de tomar cualquier medicamento hemos de conocer nuestro estado de salud y los posibles riesgos. Todo ello también viene reflejado en el interior de la caja, en el que se detalla las normas de consumo y las circunstancias en las que no lo debemos tomar.
Otras posibilidades que nos pueden aportar los mismos resultados se encuentran al alcance de nuestra mano, en la naturaleza. Seguro que nos interesará saber algunos de los remedios caseros que todo el mundo ha de conocer. Esta opción es más barata, más sana y, salvo casos concretos, es apto para todo el mundo.
En lo que a lesiones musculares se refiere, es aconsejable acudir a un fisioterapeuta. Solemos tomar la mala costumbre de cada vez que nos duele algo, tomar un ibuprofeno. Independientemente de la causa de la lesión o de la mejor forma de curarla. Los fisioterapeutas actúan sobra la zona afectada y van también a la raíz del problema. Con eso evitamos que la lesión se vuelva a reproducir, cosa con que con el ibuprofeno no se logra. Solamente nos alivia a corto plazo.
Solemos elegir la opción del ibuprofeno por ser la más accesible económicamente hablando, pero si lo analizamos bien, al final sale más caro. Con una sesión de fisioterapia puede solucionarse el problema y establecer pautas para prevenir la aparición de lesiones en el futuro. Tomando este fármaco curaremos esa vez, pero no pondremos una solución al origen. Por lo que deberemos tomar el medicamento cada vez que nos duela.
Conclusión
Lo malo del consumo de estos fármacos es los efectos secundarios que tienen en nuestro organismo. El hígado es una de las partes más perjudicadas. Por ello, hemos de analizar si estamos tomando demasiados medicamentos y reducir su consumo. Será beneficioso en ambos sentidos. No pondremos en peligro nuestra salud y, a la vez, cuando consumamos los fármacos, estos serán más efectivos.