Rinitis alérgica – todo lo que has de saber
La rinitis alérgica literalmente se refiere a la inflamación de las mucosas nasales. Debido a la hiperreactividad producida por la exposición a diferentes agentes extraños o alérgenos. Por ejemplo, el contacto con el humo de cigarrillo, el polvo, el pelo de algunos animales, el polen, moho, contaminación ambiental y polución de tóxicos industriales, etc. Lo que hace que se exacerben las respuestas orgánicas, respiratorias e inmunes, características de la alergia. Por eso, cuando se hacen manifiestos los síntomas clínicos, hay un proceso inflamatorio general. Entonces, se presenta la hinchazón general de mucosas, congestión nasal, enrojecimiento de los ojos, malestar general, entre otros síntomas. Suele ser un padecimiento bastante frecuente puede afectar a las personas de cualquier edad. La rinitis alérgica, también se conoce con el nombre de rinitis perenne y alergia o fiebre del heno. A pesar de que sus manifestaciones clínicas son muy características, son muy impredecibles. Porque se establece en cualquier momento de forma e intensidad muy variable. En consecuencia, cuando la rinitis alérgica se va cronificando. Es decir, que se establece por largos periodos de tiempo o presenta recidivas permanentes. Muchas veces, el afectado, puede presentar quistes mucosos en senos paranasales, pólipos nasales, marcada eosinofilia en mucosidad nasal y sinusitis.
Todo lo que haz de saber de la rinitis alérgica
Cuando se produce la hiperreactividad en vías respiratorias superiores, fundamentalmente en la membrana mucosa nasal. Las células del epitelio comienzan a segregar exceso de moco que contribuye al aumento del proceso de congestión local. Y la primera medida de importancia que hay que tomar, es eliminar la exposición al agente alergénico desencadenante. Al mismo tiempo que el tratamiento va orientado al alivio de los procesos inflamatorios. Algunos, dividen las rinitis alérgicas en tres tipos, de acuerdo con su etiología u origen:
- Perenne. Este tipo de rinitis alérgica es intermitente o persistente. Y se relaciona con la inhalación de partículas de polvo, ácaros, cigarrillo, animales, hongos y esporas
- Estacional o fiebre del heno. Es la que se relaciona con las estaciones del año primavera y verano. Porque se asocia a los momentos de mayor producción de polen.
- Laboral. Porque se utiliza el término para identificar la rinitis alérgica producida por los gases tóxicos y poluciones industriales. Por lo que generalmente es un tipo de rinitis ocupacional.
Síntomas frecuentes de la rinitis alérgica
- Secreción nasal o rinorrea que suele acompañarse de estornudos.
- Picazón, picor, comezón o prurito nasal. Este síntoma puede afectar nariz, paladar, garganta y ojos, de forma progresiva o brusca.
- Ojos irritados o llorosos. Suele aparecer una conjuntivitis alérgica de sintomatología muy molesta. Con acentuado lagrimeo, enrojecimiento y picor.
- Constipación o congestión nasal.
- Cefalea o dolores de cabeza que suelen irradiarse hacia la cara.
- Malestar general, irritabilidad e incluso depresión.
- Disminución del apetito.
- Insomnio o dificultad para dormir.
- Mareos con menos frecuencia. Rara vez se presentan tipo vértigos.
Alergia, rinitis alérgica y cáncer
La gran cantidad de síntomas y enfermedades relacionadas por el contacto con alérgenos, cobra vital importancia en nuestros tiempos. Aparte de que muchos estudios científicos lo asocian con la incidencia de cáncer. Las alergias, particularmente las rinitis alérgicas son padecimientos muy frecuentes en España y en el mundo. Ya que, se deben a reacciones exageradas del organismo al exponerse a alérgenos. No obstante, cuando alguno de los miembros de la familia es alérgico, hay elementos en casa que agravan el problema. Por ejemplo, alfombras, peluches, tapicerías, cigarrillos, ceniceros, falta de mantenimiento de aires, calefactores y ductos, entre otros. Así, como el hecho de tener riesgos laborales por exposición a tóxicos industriales. Por otra parte, la creciente cantidad de alergias e intolerancias a los alimentos entre la población; relacionados con la ingesta de alimentos industrializados, procesados y artificiales, van aumentando cada vez más su carácter agresivo. Lo que hace un todo de un conjunto de factores que estrechan una relación entre los procesos de inflamación, alergia, rinitis alérgica y el cáncer. Situación a reflexionar nuestras elecciones cotidianas y nuestra calidad de vida.
Somos y expresamos con nuestro cuerpo lo que comemos
Es importante señalar, que la alimentación es timón en definir nuestra salud. Porque es vital para prevenir muchos padecimientos y curar muchos trastornos. Por lo que a diario debemos ser lo que comemos, concienzudamente. Está demostrado que una alimentación saludable, natural y equilibrada ayuda a mantenernos sanos, evita la inflamación de los tejidos. Por ende, controla las alergias y previene el cáncer. Muchas veces, los alimentos sanan trastornos de larga evolución, que nos hacen sufrir sin causa aparente, sin respuesta a medicina tradicional. Evidentemente, la explicación es que los alimentos sanos, son naturales, en su mayoría de origen vegetal. Todos contienen un gran valor nutritivo que actúa en las células. Proporcionándoles todo lo que necesitan para sus procesos metabólicos.
Prevención
Existen muchas medidas de precaución que podemos poner en marcha para evitar o minimizar los factores que potencialmente pueden causar la rinitis alérgica. O bien, los factores que son desencadenantes que pueden empeorarla cuando ya se ha establecido. Sin embargo, a veces no se pueden evitar.
Algunas de estas medidas son
- Respirar aire puro saludable todos los días. Es un hábito primordial y sano, aparte de efectivo y barato. Porque un aire saludable que circule por dentro del hogar por lo menos 30 a 60 minutos al día, purifica. Por ello, es el mejor sistema de ventilación que podemos adquirir por hábito perenne para prevenir las rinitis alérgicas. Posiblemente, muchas veces es útil también para curarlas. Ya que, renueva el ambiente, limpia el aire, dispersando la concentración de tóxicos y ácaros. Entre otros, muchos beneficios que nuestro sistema respiratorio y el resto de nuestro cuerpo agradecerá.
- Disminuir el polvo presente en el hogar. De esa manera, se combaten los ácaros contenidos en el polvo.
- Limpiar la casa sin levantar o sacudir el polvo y no utilizar productos volátiles o fuertes.
- Eliminar y/o limpiar el moho que se acumula en los diferentes espacios de la casa. Tanto interiores como exteriores.
- Evitar el uso de limpiadores y desinfectantes de fuerte olor e higienizar siempre con ballerinas limpias y húmedas.
- Cambiar diariamente el sitio en donde duermen y comen las mascotas. Aunque para las personas que sufren de rinitis alérgicas es preferible evitar tener mascotas.
- Evitar el contacto con el polen de animales y plantas. Por lo que es bueno saber que es en los días de mucho calor, con viento y secos; es cuando hay mayores cantidades de polen circulando en el aire. Porque, el polen cae al suelo, cuando los días están más frescos, húmedos o lluviosos.
Guardar en cuenta otras medidas
- Precauciones que complementen la ergonomía del hogar. Como, por ejemplo, la instalación de filtros para el horno y otros filtros del aire que circula dentro de casa. Asimismo, evitar las alfombras en el suelo y los muebles de telas o gamuzados. Además, usar deshumidificadores en la casa para secar el aire que circula en su interior.
- Limpiar periódicamente los filtros de los aires acondicionados porque son un reservorio ideal de ácaros.
Tratamiento
Como en todos los casos, lo mejor cuando queremos ponerle tratamiento a cualquier enfermedad es consultar al médico. Ya que, para el tratamiento de la rinitis alérgica existen varias opciones terapéuticas. Para las cuales, el especialista tendrá un criterio mejor argumentado para su elección. Entre ellos, los que se usan corrientemente son:
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Tratamiento con fármacos
- Loratadina, desloratadina y cetirizina que pertenecen a la familia de los llamados antihistamínicos H1. Estos fármacos son muy útiles, su administración puede ser eventual en eventos pasajeros y hay una excelente respuesta.
- Bloqueadores de los receptores leucotrienos.
- Pero con este grupo de fármacos hay que tener particular precaución de no automedicarlos. Porque tienen reacciones adversas que pueden contribuir a la aparición de otros problemas secundarios. Con lo cual, antes de administrarlos es obligatorio visitar al médico. Para que sea el profesional quien los indique de ser necesarios, en adecuadas dosis.
- Descongestivos nasales y atomizadores o aerosoles con antihístamínicos. Son muy efectivos, pero requieren de la evaluación y la receta médica previa. No obstante, son excelentes para ayudar a que seque la rinorrea y disminuya la congestión nasal. Y pueden tomarse asociados con otros antialérgicos de vía oral, con comodidad. Pero, como precaución no es recomendale su uso en aerosol por más de 3 días consecutivos. Por otra parte, las presentaciones en aerosol con corticoides para la nariz son muy eficaces.
- Vacunas desensibilizantes o hipoalergizantes e inmunoterapia con especificidad para los alérgenos. Esta última, se basa en que su mecanismo de acción consiste en la modificación de la evolución natural de esta patología y es administrada por la vía sublingual, por lo general, es muy segura y eficaz en las edades pediátricas.
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Lavado nasal
En algunos casos, los lavados nasales con solución isotónica, fisiológica, son muy útiles en aquellas rinitis alérgicas que son leves. Ya que, contribuyen a limpiar y a eliminar los mocos de adentro la nariz. En la actualidad, hay disponibles aerosoles de solución fisiológica o salina en las farmacias y parafarmacias donde se pueden adquirir. También, se pueden preparar muy fácilmente en la casa.
Receta de solución casera para lavados nasales
Ingredientes: 1 Taza o 250 mililitros de agua a temperatura tibia. 1/2 Cucharadita o 2.5 miligramos de sal Una pizca de bicarbonato de sodio. Preparar mezclando todos los ingredientes y listo para usar.
Algunos remedios caseros para la rinitis alérgica
- Regaliz. En infusión su raíz es un poderoso antialérgico y antiinflamatorio. Tanto que en la antigüedad era reconocida como un corticoide natural. Además, la glicirricina, que es uno de sus compuestos activos más importantes es un excelente antiinflamatorio, antialérgenico, antitusígeno y expectorante. Por lo que tiene efecto sobre muchos sistemas del organismo. Pero, es particularmente útil para el tratamiento casero de la rinitis alérgica.
- Equinácea. Es conocida por su fabulosa actividad estimulante del sistema inmunitario, ideal para tratar procesos inflamatorios. Entre muchas acciones previene y ayuda al tratamiento de la rinitis alérgica
- Jengibre con tomillo y miel. Se prepara en infusión y sirve de potente inmuno estimulante con múltiples propiedades antisépticas y antialérgicas.
- Astrágalo y limón. Refuerza el sistema inmunológico, estimulando la producción de anticuerpos. Por lo que su infusión viene muy bien cuando se tienen episodios de rinitis alérgica.
Signos de alarma ante una rinitis alérgica
Son indicadores de que se necesita atención médica. Ya que, podrían ser el inicio a complicaciones o trastornos secundarios. Debido a la persistencia del cuadro clínico que ha activado los mecanismos inflamatorios en el organismo en respuesta al proceso de hiperreactividad. Por lo que, ante estos casos, es indispensable consultar al médico:
- Cuando el proceso de alergia se agrava o aparece fiebre de más de 48 horas de evolución de más de 38,5 °C. Porque se pueden desencadenar procesos respiratorios más graves como bronquitis, neumonías, etc.
- Si los síntomas persisten sin mejoría, a pesar de que se administra tratamiento correctamente.
- Cuando aparece disnea o dificultad respiratoria. Y/o aparecen signos de alerta respiratoria más complejos, como el aleteo nasal, el tiraje intercostal, jadeos, sibilancias o tos. Ya que, puede estar disminuyendo la llegada y perfusión de oxígeno a los pulmones. Y con ello, su distribución al resto del organismo.