Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos propuesto seguir una dieta para perder los kilos que nos sobran y que hacen que no estemos a gusto con nuestro cuerpo. Es probable que hayamos probado todo tipo de dietas, incluso alguna recomendada por un especialista. Y, si este es el caso, es posible que en su día perdiéramos algún kilo pero que después acabáramos recuperándolo con algunos kilos de más como propina. Y todo esto suele suceder porque seguir durante mucho tiempo una dieta suele ser misión imposible y acabamos por agobiarnos y por no querer seguir con la dieta.
En realidad, lo que hay que hacer es aprender a comer, aprender a alimentarnos para que el día de mañana podamos estar sanos sin necesidad de estar haciendo dietas constantes.
Por eso te traigo esta dieta. Con este régimen de trece días, perderás entre seis y diez kilos y eso te permitirá empezar después un mantenimiento con el que debes aprender a comer. Solo se trata de eso: trece días, siguiendo un menú muy estricto y del que no te debes salir. Si no estás seguro o segura de si debes hacer este tipo de dietas, lo más recomendable es que acudas a un especialista en la materia, ya sea tu médico de cabecera o bien un nutricionista, para que este te indique qué debes hacer.
Esta dieta se descubrió hace unos años, cuando la NASA se la impuso a sus tripulantes, con el fin de ponerles en forma de una forma rápida y eficaz antes de empezar los duros entrenamientos. Su base está en la dieta hipocalórica, lo que significa que se consumen muchos alimentos pero que tienen bajo poder calórico, por lo que se intenta que el cuerpo consuma los depósitos de grasa que tiene acumulados, ya que la energía que se obtiene de la comida es insuficiente para el buen funcionamiento del organismo.
Cosas que debes tener en cuenta.
Debes tener en cuenta que esta dieta la tienes que acompañar con un poco de ejercicio, con líquido abundante (el que te pida el cuerpo) y que debes eliminar de tu dieta por completo los dulces, golosinas o chocolates. También tendrás que abandonar los condimentos de todo tipo y los azúcares. Solo está permitido tomar dos cucharadas de aceite al día, que debe ser además aceite de oliva virgen extra y, si tomas vinagre, no importa la cantidad pero sí la calidad: tiene que ser de manzana. También te dirá que para el almuerzo y la merienda podrás tomar todas las tazas de café o té que quieras, siempre y cuando no sean azucaradas (puedes añadir algún edulcorante, teniendo en cuenta que es preferible que este sea natural, es decir, evitar tomar lo que comúnmente se conoce como sacarina).
Bien, dicho esto, vamos a proceder a presentar el menú que debes seguir si lo que quieres es hacer esta dieta. Te advierto que es bastante estricta y que, para conseguir todos los resultados que buscas, no debes saltártela bajo ningún concepto.
Así que tienes que estar muy capacitado moralmente para hacer esta dieta. Si no lo estás, quizás no sea el momento. Déjala para más adelante, cuando estés más fuerte psicológicamente. Y, recuerda que esta dieta solo se puede hacer una vez, ni una sola vez más. Así que debes escoger el momento de su realización muy bien.
Día 1.
Para el desayuno tendrás que tomar una taza de café (si es con leche, esta deberá ser desnatada), sin azúcar; acompañado por una tostada de pan, siempre que sea integral, en la que podrás untar un quesito bajo en grasa. Para comer, podrás elegir entre un filete de ternera o de pollo, de tamaño mediano, al que acompañarás con unas verduras revueltas o a la plancha. Para cenar, tomarás una ensalada de zanahoria rallada con remolacha y una ensalada de frutas variadas que, a poder ser, deberán ser de temporada.
Día 2.
Para el desayuno, podrás tomar una taza de café y una tostada, esta vez sin quesito, solo el pan. Para comer, podrás preparar una ensalada de lechuga acompañada por tomates, apio y espárragos y, de postre, una naranja. Para la cena, puedes tomar un tazón de caldo sin grasa y un plato de espinacas o acelgas cocidas, y para el postre una ración de compota de frutas, preferiblemente de manzana.
Día 3.
Para el desayuno, tomarás el café de todos los días o bien una infusión, acompañado por una tostada de lino en la que podrás untar un poco de mermelada baja en azúcares y grasas. Para la comida, bastará con un filete de pescado a la plancha acompañado por verduras variadas que podrán estar hechas al vapor o a la plancha. Y, para cenar, una ensalada de frutas variadas con un yogur natural bajo en grasa y sin azúcar.
Día 4.
Para desayunar, tendrás que tomar una infusión del té o hierba que tú quieras, a la que podrás añadir leche desnatada. Lo acompañarás con una rebanada de pan integral, preferiblemente de salvado y un trozo de queso fresco de calidad. Para comer, tomarás un trozo de atún acompañado con un puré de calabaza y una pieza de la fruta que tú prefieras. Para cenar, una sopa preferiblemente de verduras y que esté desgrasada y una rodaja de pescado hecho al horno con un poco de limón y una cucharadita pequeña de aceite.
Día 5.
Para el desayuno, podrás tomar una taza de café o una infusión, acompañada con un yogur natural y desnatado y una manzana que podrás añadir al yogur. Para comer, este día tomarás una pechuga de pollo hecha a la plancha con un tomate que también podrás hacer a la plancha. Para cenar, una ensalada de endivias acompañada por una vinagreta y una tortilla francesa de dos huevos pero una sola yema, y de postre una infusión.
Día 6.
Para desayunar, tomarás una taza de café sin leche o una infusión, con una tostada de pan y un poco de mermelada dietética sin azúcares añadidos. Para comer, una taza de caldo sin grasa hecho en casa y una pechuga de pollo o pavo hecha al horno un poco de lechuga y pepino. De postre, un kiwi o dos ciruelas. Para la cena, una tortilla francesa de dos huevos a los que quitarás una yema, una porción de sandía y una infusión.
Día 7.
Para el desayuno, una infusión o una taza de café a la que podrás añadir leche desnatada, así como un trozo de pan con queso blanco o bien un queso untable siempre que sea desnatado, acompañado con una loncha de fiambre de pavo. Para comer, una ensalada de endivias a la que podrás añadir una manzana cortada en trozos y un poco de queso fresco sin grasa, así como un poco de pescado hecho al horno o a la plancha. Para cenar, una ensalada de arroz integral, con un huevo duro y brócoli, así como una porción de fruta.
Día 8.
Para el desayuno, podrás tomar una infusión o una taza de café con leche, un yogur sin azúcares ni grasa y una manzana. Para comer, un plato de sopa de verduras hecha en casa y sin grasa, una ensalada de pepino, lechuga y apio y de postre una manzana. Para la cena, una ración de revuelto de verduras y una fruta que sea de tu elección.
Día 9.
Para desayunar, tomarás una infusión acompañada por leche desnatada, con una rebanada de pan integral de salvado y un trozo de queso fresco de calidad. Para comer, una pechuga de pavo o pollo a la plancha, con un caldo de verduras hecho en casa y sin grasa y un par de rodajas de piña o bien un kiwi. Para la cena, un plato de espinacas que podrás saltear con jamón y ajetes, una ensalada de zanahoria, tomate, lechuga y un huevo duro.
Día 10.
Para el desayuno, un café solo o una infusión a la que no podrás echar leche, y una tostada de pan integral, preferiblemente de salvados. Para comer, una taza de caldo de verduras hecho en casa y sin grasa, así como una pechuga de pollo o pavo hecha al horno con un poco de lechuga y pepino. Para el postre, un kiwi o un par de ciruelas. Para cenar, un trozo de lomo a la plancha sin grasa acompañado por una ensalada de tomate con queso fresco y orégano o bien albahaca y una infusión de postre.
Día 11.
Para desayunar, podrás tomar una infusión con leche desnatada o sin ella y una rebanada de pan integral con un poco de queso fresco. Para comer, tomarás un filete de ternera sin grasa, un huevo duro y un poco de lechuga con atún que sea natural sin aceite.
Día 12.
Para el desayuno, podrás tomar un café solo sin leche ni azúcar o una infusión y como acompañamiento, una tostada de salvados o pan integral. Para comer, una ración de pescado hecho al horno con unas verduras hechas al vapor como acompañamiento, además de dos kiwis o dos ciruelas.
Día 13.
Para terminar, el último día desayunarás una infusión acompañada con un poco de leche desnatada y un trozo de pan integral y un poco de queso fresco. Para comer, tomarás una ensalada de queso fresco, orégano y tomate y un filete de ternera hecho a la plancha, y de postre una fruta que sea de tu elección. Y, para cenar, tomarás una ensalada de frutas acompañada por un yogur natural que sea sin azúcar.
No dudes en consultar a tu médico.
Y esta sería la dieta a seguir. Como ves, es una dieta que alterna todos los alimentos esenciales que se deben consumir a diario para estar sano, pero buscando los alimentos menos calóricos y bajos en grasa posibles. Esta dieta te debe enseñar a comer, pero sí es cierto que cuando estés en el mantenimiento podrás añadir algún alimento más, como la pasta o el arroz en más cantidad, siempre cuidando los condimentos que le echas a los hidratos de carbono, ya que son esos los que normalmente hacen que la gente engorde.
Por supuesto, si durante la dieta te sientes mal, estás demasiado cansado o sientes síntomas como mareos, vértigos o náuseas, deja de inmediato la dieta e intenta comer más variado sin que sea un cambio extremadamente brusco. Es normal que te sientas un poco decaído durante la dieta, porque tu cuerpo no está acostumbrado esa alimentación, pero si notas que ese decaimiento es extremo y que sufres mucho cansancio, es el momento de dejar esa dieta. Ante todo, si tienes duda, acude a tu médico para que este te aconseje y te apoye durante la dieta. Es muy importante contar con la ayuda de profesionales. Si resistes y llegas hasta el final, ya verás cómo, pasados los trece días, volverás a ser una nueva persona.