Efectos secundarios de consumir mucha sal
La sal es el condimento por excelencia, el más común de los hogares del mundo, su habilidad para resaltar los sabores de nuestros alimentos la convierte en el arma secreta del sabor para recetas tanto saladas como dulces. Químicamente hablando, la sal es un compuesto de cloro (Cl) y de sodio (Na), llamado cloruro de sodio, o por su símbolo NaCl; pero es posible encontrar otros elementos en ella que son añadidos en el procesamiento, como lo son el yodo (I) y el flúor (F). No obstante, esta maravillosa sustancia es capaz de traer consecuencias tan nefastas si abusamos de ella a la hora de su consumo. A continuación te presentamos algunas generalidades sobre la sal, así como los efectos secundarios de consumir mucha sal.
¿Cuáles son los beneficios que aporta la sal a nuestro organismo?
Este fabuloso compuesto, conocido comúnmente como sal de mesa, tiene diferentes propósitos en el cuerpo desde el primer momento en que toca nuestros labios hasta que lo expulsamos, e incluso si lo aplicamos de manera externa; y cada uno de ellos beneficia al organismo significativamente. Esto sin mencionar la utilidad que nos ofrece incluso mucho antes de que lleguemos a consumir alimento alguno.
Mientras la ingerimos
La principal razón por la que incorporamos la sal en nuestros alimentos es por que acentúa los sabores naturales de ellos, haciéndolos así más atractivos para el paladar. Por tanto, es un componente que estimula el apetito y nos ayuda a facilitar el tránsito digestivo
Una vez alojada en nuestro cuerpo
El sodio presente en la sal es usado por el organismo para regular las funciones eléctricas que ocurren en él. La sal, al ser un compuesto con propiedades alcalinas, contribuye al proceso de equilibrar el Ph de nuestro cuerpo; en otras palabras, contrarresta los efectos de sustancias que generan acidez. También es ideal para los deportistas, pues el sodio ayuda a reemplazar los minerales que se pierden a través del sudor, evitando así los molestos calambres, por lo que la dosis diaria recomendada para ellos es mayor.
Uso externo
Además de los increíbles beneficios que hemos mencionado hasta ahora, podemos utilizarla de forma externa en el cuerpo, por ejemplo, a la hora de limpiar una herida sólo debemos agregar sal a un poco de agua y aplicarla sobre ella, contribuirá a la prevención del crecimiento de bacterias y facilitará la cicatrización. No obstante, el precio a pagar por ese beneficio será un poco de dolor momentáneo.
Propiedad conservante
En el pasado se utilizaba la sal para prolongar la vida útil de los alimentos a falta de refrigeración, ya que, como hemos mencionado anteriormente, este compuesto previene el crecimiento de las bacterias y retrasa el proceso de descomposición. Hoy en día, a pesar de que no guardamos nuestros alimentos enterrados en sal, seguimos utilizando sus propiedades conservantes en los alimentos procesados, como enlatados, envasados, encurtidos y entre otros. De esta manera, es posible prolongar el tiempo en que podemos consumirlos desde el momento de su elaboración.
¿Cuánta sal consumimos diariamente?
Si nos detenemos un momento a preguntarnos cuánta sal ingerimos en nuestra alimentación diaria, es posible que pensemos en una escala entre bajo y moderado. Pero, ¿somos realmente somos conscientes de esto? Seguro pensarás que sólo agregas sal en tus alimentos cuando preparas la comida («apenas una pizca para dar sabor», te dices inocentemente); ocasionalmente en botanas como las palomitas de maíz durante una película por la tarde; tal vez sólo en tus papatas fritas o en los huevos del desayuno.
Todo eso está muy bien, sin embargo, gran parte de nuestra ingesta de sal se presenta en alimentos procesados, por lo que se hace difícil determinar realmente cuanta más consumimos. Por lo tanto, es probable que los niveles de sal en tu dieta estén por encima de lo que creías. Según estudios, la sal que consumimos de forma voluntaria, representa alrededor del 25% de la que ingerimos a lo largo del día. El restante 75% proviene de alimentos que la contienen de forma natural y aquellos que la utilizan como conservantes. La Organización Mundial para la Salud (OMS), recomienda que el consumo sea entre 3 y 6 gramos al día; sin embargo, se estima que una persona promedio ingiere hasta el doble de eso. A continuación presentamos una lista de alimentos que contienen sal de manera natural o a través de su procesamiento y en qué proporción:
Fiambres
La industria cárnica incluye la sal en sus productos para prolongar el buen estado de los mismos, inhibiendo así el crecimiento de microorganismos que descomponen los alimentos. De igual manera, la utilizan como aglutinante, pues le proporciona un mejor aspecto a las piezas haciéndolas lucir mucho más atractivas para el consumidor. Se estima, que las cantidades de sal presente por cada 100gr de estos alimentos, alcanza un 40% de lo que un adulto sano necesita al día.
Lácteos y derivados
Los productos lácteos no están excluidos del sodio, pues la sal se les agrega como parte de su producción habitual. En el caso de los quesos, la sal juega un papel fundamental, pues de ella dependerá el sabor, el aroma, la textura, el rendimiento de la cocción y la calidad en general del mismo, por lo que no es de extrañarnos que cada 100g de un queso promedio contenga 3.5g de sal, ¡más de la mitad de los valores requeridos!
La mantequilla y la margarina contienen sal por el tema de la tradición, ya que desde sus orígenes, se les agregaba este compuesto para prolongar su duración; hoy en día la refrigeración cumple el mismo propósito, pero el sabor de estos productos no ha variado ya que es parte de la calidad que ofrecen. Aproximadamente, cada 100g de mantequilla o margarina contiene al rededor de 8g de sal. Por su parte, cada 100g de leche o nata contienen hasta 50mg de sal.
Panes
Una barra de pan común que pesa 250g es capaz de contener hasta la mitad de la cantidad de sal que necesitamos para todo un día, por lo que 100g de pan puede contener aproximadamente 1.3g de sal en total.
Empaquetados
Los productos empaquetados son todos aquellos que adquirimos en el mercado que vienen en bolsas o cajas, como los cereales, las botanas, sopas instantáneas y comidas congeladas. Lo importante que hay que tener en cuenta de estos productos, es que utilizan la sal principalmente como conservante, pero no es una cantidad estándar de sal la que contienen, pues eso varia del alimento y de sus propiedades naturales de sodio.
Las comidas congeladas suelen ser una alternativa fácil para las personas que no tienen tiempo; sin embargo, la cantidad de sal que estos productos suelen albergar rondan los 4g, casi el total de la cantidad diaria que necesitamos, en una sola comida. Los cereales que comemos en el desayuno suelen ser analizados por su alto contenido de azúcar, pero debemos también preocuparnos por su contenido de sal, puesto que un paquete de 250g puede contener hasta 4g.
Enlatados
Tal y como hemos mencionado en puntos anteriores, los enlatados hacen uso de la sal como un medio conservante de los alimentos. Las cantidades varían de producto a producto, por lo que siempre es bueno consultar los valores nutricionales de estos alimentos. Una lata de judías es capaz de contener hasta 5,8g de sal, lo que es bastante, mientras que una lata de sopa de pollo contiene 1,3g.
Envasados
Podemos encontrar en el área de envasados productos que van desde salsas preparadas, encurtidos hasta zumos y lácteos. De igual manera, la sal está presente en ellos con propósitos conservantes. Pero las cantidades tienden a variar mucho dependiendo del producto, así que hay que estar vigilante de los valores nutricionales que ofrece cada uno. En el caso de las salsas preparadas, podemos ingerir entre 3 y 1,5 gramos ¡Por porción!, lo que es una cifra significativamente alta.
Pastelería
Parece extraño pensar en alimentos que son principalmente dulces y considerar que estos pueden estar atentando con nuestra salud por su contenido de sal, pero es una realidad que no debemos ignorar. A menos que se trate de un pastel hecho en casa (el cual no estará libre de nuestro enemigo, el sodio) los pasteles y otros dulces elaborados industrialmente, poseen grandes concentraciones, que se utilizan ya sea para prolongar su duración o para favorecer distintos aspectos en torno a la calidad del producto. Se estima que la concentración de sal en la pastelería equivale a un tercio de nuestras necesidades por porción, es decir, casi 1g de sal por cada 100g de postre.
Contraindicaciones de consumir mucha sal
Ya sabemos todos los beneficios que este atractivo condimento nos ofrece, mas siempre y cuando las cantidades sean las indicadas y no exceda los niveles recomendados. El abuso de este compuesto, puede acarrear consecuencias que ponen en riesgo nuestra salud. Una vez que el cuerpo utiliza toda la sal que necesita, desecha el resto a través de los riñones, por consiguiente, si las cantidades son excesivas no puede ser procesada y se acumula en nuestro torrente sanguíneo, aumentando así el nivel de sangre en él. Son varias las consecuencias negativas que produce un elevado consumo de sal, que son las siguientes:
Dificultades en el sistema circulatorio
El sodio que consumimos contribuye en gran parte de nuestro sistema circulatorio, pues mantiene y regula el volumen sanguíneo. Por lo tanto, si se elevan sus niveles, el espacio que ocupa la sangre en las arterias también lo hará, generando una serie de problemas tales como hipertensión, lo que puede desembocar en enfermedades cardiovasculares y ataques al corazón.
Insuficiencia renal
Durante el procesamiento de los nutrientes del cuerpo, los cristales de sal pueden mantenerse alojados en los riñones. A primera vista, esto no representa un peligro o una situación de mayor gravedad; no obstante, la acumulación masiva de dichos cristales a través de la vida de una persona puede provocar arenilla o cálculo renal, dificultando o impidiendo el funcionamiento adecuado de los riñones.
Sobrepeso
El efecto de la sal sobre el sabor puede influir enormemente en la cantidad que ingerimos de un alimento, aumentando el riesgo de obesidad.
Retención de líquidos
No sólo el consumo excesivo de este producto trae consigo calamidades: sino también su poco consumo. Muy poco sodio en nuestro sistema generaría una retención de líquidos en nuestro cuerpo, pues posee como función la regulación de los niveles de líquido que poseemos en nuestro organismo, ocasionándonos problemas graves dependiendo de la zona en la que se alojen. Todo lo que en exceso es malo, en carencia también.
Síntomas más comunes de una ingesta excesiva de sal
Hinchazón
Esto se produce por la propia retención de líquidos. Los edemas son zonas hinchadas por la acumulación de líquido en el sistema, generando dolor en los músculos y en los huesos.
Deshidratación
Uno de los beneficios del sodio en nuestro sistema es la regulación del líquido en el mismo, puesto a que ayuda a disminuir sus niveles para que no sobrepasen el límite natural. Por lo tanto, un exceso de este mineral en nuestro cuerpo generaría una reducción enorme del agua que nos conforma, por lo que nuestra sed se volvería crónica.
Cambios en la orina
El exceso de sal puede evidenciarse en la apariencia de la orina, habiendo dos casos: el primero muestra orina constante, líquida y transparente, lo que se debe al trabajo extra que hacen los riñones para eliminar los cristales acumulados en ellos; el segundo caso se presenta cuando la orina es escasa, de mayor espesor que en el caso anterior y amarillenta, producto de la deshidratación.
Calambres
El sodio y el potasio son dos nutrientes clave en el funcionamiento, elasticidad y capacidad de contracción de los músculos. Si esta balanza se ve inclinada hacia el lado del sodio, esto puede derivar en calambres y dolores musculares cuya intensidad variará dependiendo del exceso de sal en nuestro sistema.
Dolores de cabeza
Por lo dicho anteriormente, el volumen de sangre incrementa paralelo a la cantidad de sodio, quedando apretada en las arterias. Como síntoma principal de este efecto, presentarás dolores de cabeza agudos y constantes, así como problemas cognitivos.
Dolor en los huesos
El exceso de sodio impedirá que éste salga a través de la orina, ocasionando entonces que sea el calcio el expulsado. Esto provocará dolores en los huesos, articulaciones y puede ser causa futura de osteoporosis.
¿Notas ahora la relevancia de la sal más allá que el sabor de tus comidas? Este pequeño ingrediente de apariencia inofensiva resulta ser un gigante omnipresente que puede ayudarte y perjudicarte en la medida de su consumo. Pero no todo es malo, pues con una dieta que respete la cantidad adecuada, junto con otras vitaminas de las que puedes sacar partido, podrás darle gusto a tus recetas sin perjudicar a tu cuerpo. Tu paladar, tus riñones y tu sistema circulatorio te lo agradecerán enormemente.