Los beneficios de la clara de huevo para la piel
Desde siempre hemos acudido a la naturaleza para que nos brinde todas sus propiedades en el tema de la belleza. Son muchos los alimentos que contienen cualidades extraordinarias que podemos aprovechar en distintas áreas de nuestro cuerpo para diversos propósitos, más allá de la nutrición que nos ofrecen. Este día es el turno de la clara de huevo.
La clara de huevo, o albumen, es la parte más noble de nuestro ovalado amigo. Y no sólo se trata de la cama donde reposa la yema; ésta, por sí misma, posee una importante cantidad de propiedades de las que podemos hacer uso para recibir incontables beneficios. La clara de huevo está compuesta en un 15% de proteínas, su concentración de grasas es tan baja que se considera prácticamente nula, contiene calcio, yodo, hierro; así como vitaminas B9 y B12.
Propiedades de la clara de huevo
Los nutrientes contenidos en la clara de huevo, son ideales en el cuidado de nuestra piel; además de tratarse de un producto natural que podemos encontrar en cualquier supermercado a muy bajo costo, y que de seguro nunca falta en nuestros hogares.
La clara de huevo tiene la capacidad de reafirmar nuestra piel, volviéndola más firme y tersa. Está compuesta en su mayoría de agua, por lo que es perfecta para hidratarla. De la misma forma contribuye en la eliminación de impurezas y reduce los poros dilatados.
Es ideal para tratar la delicada piel de los ojos, tiene la capacidad de reducir el acné, las manchas y las estrías. Funciona como un astringente natural que elimina la grasa de la piel y nivela su producción.
Combate el envejecimiento
¿Quién no ha querido alguna vez encontrar la fuente de la juventud? Verse unos años más joven ahora es una realidad que está más a nuestro alcance. La clara de huevo es perfecta para combatir las arrugas y las odiadas líneas de expresión, mientras que brinda a la piel una firmeza envidiable. Te presentamos a continuación dos mezclas que puedes probar en tu siguiente tratamiento de belleza para conseguir resultados increíbles.
Clara de huevo, harina de trigo y miel
Esta preparación está pensada para ser una mascarilla. Lo primero que debemos hacer es preparar nuestro rostro: lo lavamos con abundante agua templada y jabón, de preferencia uno que sea especial para el cuidado facial; secamos bien la cara, asegurándonos de que no queden rastros de grasa.
En un tazón mezclamos una clara de huevo, dos cucharadas de miel y 20g de harina de trigo. Se mezcla hasta conseguir una consistencia homogénea, luego la aplicamos en nuestro rostro con la ayuda de una brocha o utilizando nuestras manos simplemente.
Una vez aplicada, procederemos a masajear todas las partes de la cara, haciendo especial hincapié en las líneas de expresión y arrugas que queremos combatir. Se debe continuar con el procedimiento durante 10 minutos para luego dejar secar la mezcla. La mascarilla debe retirarse 30 minutos después de haberla aplicado, para ello utilizamos agua tibia y una toalla seca.
Esta mezcla nos dejará el rostro firme y renovado. Si queremos mejores resultados, podemos repetirla una vez por semana o cada quince días.
Huevo con limón
En esta preparación, uniremos fuerzas con las cualidades del limón y sus beneficios para nuestra piel. Al igual que con la receta anterior, nuestra cara debe estar limpia y seca antes de aplicarnos esta mezcla.
En un tazón, batimos una clara de huevo hasta llevarla a punto de nieve, en ese instante incorporamos el jugo fresco de un limón. Seguimos mezclando hasta conseguir una consistencia cremosa. Posteriormente la aplicamos en nuestro rostro con la ayuda de una brocha y la dejamos reposar por 15 minutos. Pasado ese tiempo la retiramos con abundante agua tibia. Esta mascarilla puede repetirse dos veces al mes y hacerla parte de una rutina de belleza saludable.
Es importante tener en cuenta, que siempre que apliquemos juego de limón en nuestra piel, nos mantengamos lejos de la luz del sol, ya que podríamos mancharnos.
Clara de huevo y pepino
¡Una mascarilla más! No nos cansamos de aplicar mascarillas anti-edad siempre que podemos, y en esta ocasión utilizaremos el ingrediente por excelencia de las mascarillas, que es el pepino. Este maravilloso vegetal tiene grandes concentraciones de agua que junto con las propiedades de la clara de huevo, hacen la mezcla perfecta que potenciará la hidratación y firmeza de nuestra piel.
Para comenzar, necesitamos un pepino previamente pelado y procesado, al cual le incorporaremos una clara de huevo ligeramente batida. Podemos aplicarla utilizando una brocha a lo largo y ancho de nuestro rostro. Luego de 15 minutos la retiramos con agua templada y una toalla limpia. ¡Los resultados saltarán a la vista! Podemos repetir el procedimiento semanalmente o siempre que nos parezca necesario.
Contribuye a la hidratación
La clara de huevo tiene una alta concentración de agua, es por esta razón que se convierte en un ingrediente ideal para la hidratación de nuestra piel, además de que su consistencia facilita no sólo su aplicación sino también su absorción. A continuación te presentamos dos simples recetas que puedes realizar para aplicar en aquellas zonas donde tu piel se muestra más seca y áspera.
Huevo, aceite de oliva y miel
Mezcla en un recipiente la clara de un huevo, una cucharada de aceite de oliva y dos cucharadas de miel. Hay que batir hasta conseguir una mezcla homogénea y ya está lista para aplicar. Esta receta es ideal para la piel de los codos, las rodillas y los talones. En esos casos, el procedimiento debe repetirse una vez a la semana para ver los resultados. Si lo que queremos es hidratar las zonas de nuestro cuerpo que no están severamente afectadas por la resequedad, podemos repetirlo dos veces al mes. Lo ideal es dejar la mezcla por 10 minutos para luego retirarla con abundante agua.
Clara de huevo
La receta a continuación es bastante simple; y a veces lo simple es lo mejor. Está pensada para la hidratación de nuestra cara. Para ello vamos a utilizar únicamente la clara de un huevo; ¡así es! ¡Sólo una clara de huevo! El ingrediente protagonista de este artícuclara
Utilizando una brocha, incorporamos la clara de huevo en todo el rostro, una vez listo, colocamos una toalla húmeda y tibia cubriendo la mezcla durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, la retiramos y lavamos nuestra cara con abundante agua. Este procedimiento puede repetirse cada 15 días y notaremos la diferencia.
Reduce los poros y elimina las impurezas
La piel de nuestro rostro acumula suciedad por diferentes motivos como el maquillaje, la contaminación y muchos otros factores, lo que se convierte posteriormente en acné y puntos negros. Por suerte, la clara de huevo por sí misma, es capaz de combatir estos problemas. Así que sin más rodeos, te presentamos dos recetas de clara de huevo que puedes utilizar fácilmente.
Clara, clara y clara
Como ya dijimos anteriormente, esta receta sólo utiliza clara de huevo. Comenzamos aplicando una capa delgada en nuestro rostro luego de haberlo lavado previamente, esperamos a que se seque y aplicamos una capa más, una vez que se seque nuevamente aplicamos una última capa y la dejamos reposar por 10 minutos. Pasado el tiempo, retiramos la mezcla con agua tibia y una toalla seca.
Capas de huevo
Esta mascarilla es similar a la anterior, mas para potenciar sus efectos haremos uso de servilletas de papel o papel higiénico. Lo primero que debemos hacer es limpiar nuestro rostro con agua tibia y un jabón especial para la cara. Luego procedemos a aplicar una capa de clara al mismo tiempo que la cubrimos de pequeños trozos de servilleta o papel. Así mismo, cubriremos la zona donde tengamos mayor concentración de impurezas. Repetimos el proceso hasta obtener una mascarilla de dos o tres capas y la dejamos secar.
Podemos retirar la mascarilla con nuestras manos cuidadosamente, y luego lavamos la cara con abundante agua. Este proceso podemos repetirlo dos veces al mes para mantener nuestro rostro fresco y libre de impurezas.
Renueva la piel de los ojos
En los ojos es donde se concentran varios problemas relacionados con nuestra piel. La desagradable marca de las ojeras, que nos hace lucir un aspecto demacrado; la bolsas de los ojos, las patas de gallo, y los párpados caídos son otros de los problemas que incrementan la apariencia avejentada que intentamos revertir. Por suerte, la clara de huevo es más que suficiente para atenuar todo lo dicho anteriormente.
Tan simple como la clara
Para combatir las ojeras, simplemente tomamos un poco de algodón y lo sumergimos en clara de huevo, luego lo frotamos en torno a nuestros ojos de 5 a 10 minutos. Este procedimiento lo podemos repetir dos veces por semana para lograr mejores resultados.
Nieve de huevo
Esta receta ayuda a reducir las bolsas de los ojos, las arrugas y la flacidez de los párpados. Primero batimos una clara de huevo hasta llevarla a punto de nieve, luego con la ayuda de una brocha untamos sobre los ojos generosamente y esperamos de 10 a 15 minutos para retirar con abundante agua. Este procedimiento lo podemos repetir una vez a la semana, los resultados serán más evidentes luego de cada aplicación.
Cubitos de huevo
Otra manera de mejorar la apariencia de nuestros ojos es congelando una clara de huevo, utilizando las hieleras de nuestro refrigerador, para obtener dos cubos de clara de huevo congelada. Este procedimiento es tan simple como deslizar los cubos a rededor de nuestros ojos haciendo especial énfasis en las zonas problemáticas, el resultado será renovador. Podemos repetir este tratamiento siempre que queramos.
Ayuda a reducir las estrías
La clara de huevo es ideal cuando hablamos de combatir estrías. Su composición a base de agua ayuda a hidratar la piel afectada, atenuando los visibles daños. También es eficiente para la prevención de las mismas, especialmente en mujeres embarazadas. A pesar de que existen muchas cremas antiestrías en el mercado, las alternativas naturales siempre son una mejor opción, además de que representan un ahorro de dinero y se encuentran a nuestro alcance.
Huevo y aceite de oliva
En un tazón incorporamos una clara de huevo con una cucharada de aceite de oliva, mezclamos un poco y aplicamos la mezcla resultante directamente sobre las estrías. Retiramos y lavamos la zona con abundante agua tibia. Para potenciar sus efectos podemos masajear la zona en forma circular por 5 minutos antes de dejar secar. Debemos repetir este procedimiento dos veces a la semana para notar los cambios.
Huevo y aguacate
Ésta se trata de una receta con enormes propiedades hidratantes, que debemos aprovechar para restaurar los daños de nuestra piel. Tomamos la mitad de un aguacate pequeño y lo trituramos hasta volverlo una crema, le incorporamos la clara de un huevo y mezclamos hasta conseguir una sustancia homogénea. Con la ayuda de una brocha, lo aplicamos a lo largo de las estrías o dónde queremos prevenir su aparición. Lo dejamos por un lapso de 20 minutos y luego lo retiramos con agua y una toalla limpia. Podemos repetir este procedimiento semanalmente o cada quince días.
¡Ahora no hay excusas! Tener una piel sana, suave, tersa e hidratada está al alcance de nuestro refrigerador, pon aprueba todos los beneficios que te ofrece la clara de huevo y seguro no te arrepentirás.