Diferencia entre Masoterapia y Mesoterapia

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Mesoterapia y Masoterapia son dos términos que fonéticamente nos pueden inducir a error. Pese a que se escriben y suenan muy parecidos, no tienen nada que ver. Cuando uno bucea un poco por Internet y se para a examinar los artículos en los que se habla sobre estas dos técnicas, se podrá dar cuenta de que muchos de ellos están equivocados, ya que los mismos redactores confunden los términos. Yo, ante tanta confusión, decidí hablar del tema directamente con un contacto que tengo en Twitter y que es fisioterapeuta. Su respuesta: no pueden ser cosas más diferentes. Me dijo, literalmente lo siguiente: “la Masoterapia es el tratamiento manual con distintas técnicas del sistema músculo esquelético. En cambio, la Mesoterapia es la introducción de sustancias homeopáticas dentro del músculo”.

Teniendo en cuenta estas dos definiciones, vemos que no tienen nada que ver una con otra. Aunque ambas buscan el mismo fin, las técnicas que se usan en sendos casos son muy distintas. Por eso, deberíamos analizar uno a uno estos términos, para ver cuándo se usan, qué se busca cuando se acude a ellos, qué resultados dan y, sobre todo, qué rigor científico tienen.

Masoterapia: origen y concepto.

La Masoterapia es un método que se usa habitualmente en fisioterapia y que usa como mecanismo principal la técnica del masaje.

Nunca me había parado a pensar cuándo surge esta técnica y leyendo un poco sobre el tema me he dado cuenta de que es más antigua de lo que yo me pensaba. Las primeras evidencias se hallan más o menos en el año tres mil antes de Cristo. Aunque entonces no se usaba el término “masaje”, ya que este no nace hasta el siglo XIX. Así los budistas son los primeros en recoger por escrito esta técnica y estamos hablando del año dos mil setecientos antes de Cristo.

Así que la Masoterapia, salvando las distancias, consiste básicamente en dar un masaje. En trabajar ciertas zonas del cuerpo, que puede ser una localizada en concreto o varias a la vez, con el fin de aliviar los síntomas de dolor y malestar.

Un error muy común que muchos cometemos es pensar en Masoterapia y directamente pensar en un masaje de espalda. Sí, este queda dentro de aquel término, pero lo cierto es que existen muchas variantes de esta técnica que tienen fines muy diferentes. Sin ir más lejos, por ejemplo encontramos el drenaje linfático, que consiste en ejercer presión en determinados puntos del cuerpo para favorecer la circulación de la linfa manipulando los ganglios linfáticos, causantes de, por ejemplo, la retención de líquidos.

Finalidades de la Masoterapia.

La Masoterapia está pensada también para tratar esguinces, contracturas musculares, rotura de fibras, tendinopatías, espasmos, radiculopatía, atrapamientos miofasciales, linfedemas, lesiones deportivas o alteraciones psico-somáticas, entre otras tantas afecciones. Así que la Masoterapia tiene fines curativos y también estéticos, ya que sus múltiples facetas pueden darnos ambos servicios. De lo que se trata, al final, es de ejercer presión en zonas específicas, para favorecer la circulación de la sangre, buscando la correcta oxigenación de nuestras células y eliminar sustancias tóxicas e impurezas que por unos motivos u otros se han quedado almacenados en nuestros músculos. Los masajes también ayudan a liberar endorfinas, que además de tener como finalidad el alivio sintomático del dolor, nos proporcionarán al instante una sensación increíble de bienestar. También lo podemos usar para aliviar dolores de cabeza que puedan tener su causa en una acumulación de tensión en alguna parte del cuerpo. Es increíble la de usos que tiene esta técnica, porque incluso con su aplicación se puede ayudar al cuerpo a tener una buena salud gastrointestinal, aliviando problemas como el estreñimiento continuo que sufren algunas personas. También otros órganos importantísimos se pueden beneficiar de esta técnica, como por ejemplo los pulmones, ya que al oxigenar nuestras células podremos conseguir un mejor rendimiento de estos órganos. Y, por supuesto, el corazón también se beneficia de la Masoterapia, porque uno de los fines más importantes que tiene es el de acabar con el estrés. Y, si tenemos en cuenta que más de las dos terceras partes de las enfermedades que sufre la población mundial están relacionadas directamente con el estrés, saber que esta técnica nos ayuda a combatirlo, la hace todavía más importante.

Beneficios estéticos de la Masoterapia.

En cuanto a sus beneficios estéticos, mencionaba antes la eliminación de líquidos retenidos, es decir, que es un buen aliado si lo que queremos combatir es la odiada celulitis. Pero no se quedan ahí estos beneficios estéticos, sino que también se puede aplicar en casos de alopecia (sí, lo que estáis leyendo), para aliviar los síntomas de las varices, las estrías que se producen por las escasa elasticidad de la piel o incluso el envejecimiento de la piel que se produce por el paso del tiempo y por la afectación de agentes externos, tales como el tabaco, la mala alimentación o la contaminación que hoy en día encontramos en todas las ciudades del mundo.

Como vemos, los fines de la Masoterapia son muy variados dependiendo de lo que se esté buscando en cada momento. Y por ello, también son variadas las técnicas que se usan para conseguir esos resultados. Desde el masaje linfático del que hablábamos antes, hasta los masajes relajantes que se centran en las contracturas de los músculos, pasando por los masajes con aromaterapia. Si lo que queremos es aliviar los dolores musculares, el insomnio, los dolores lumbares o cervicales, la fatiga, los traumatismos o las lesiones en general, deberemos acudir al masaje relajante. En cambio, si nuestro objetivo es afrontar problemas de estrés, endocrinos, circulatorios, de epidermis, del cabello o del sistema inmunológico, lo que necesitamos es acudir a un centro para que nos apliquen Masoterapia centrada en masajes con aromaterapia.

Por eso, el fisioterapeuta deberá tener en cuenta qué es lo que buscamos, analizar el problema y el objetivo que esperamos encontrar, para decidirse por una técnica u otra.

Solo podremos acceder a la masoterapia con prescripción médica y para recibirla tendremos que acudir a centros especializado que tengan la característica de centro médico fisioterapéutico.

¿Qué es la Mesoterapia?

Ahora hablemos de la Mesoterapia. Si la técnica anterior se centraba principalmente en masajear una zona en concreto usando esencialmente las manos, la Mesoterapia dista bastante de esta definición.

La metodología que se usa es la de inyectar sustancias en determinadas zonas buscando un fin concreto.

Normalmente la Mesoterapia se usa para eliminar la grasa de una parte del cuerpo que no se ha podido eliminar anteriormente de forma natural, así usando estas agujas y ejerciendo pequeñas infiltraciones que contienen componentes biocompatibles con nuestro cuerpo, conseguimos eliminar esa grasa no deseada. Igual que la técnica que veíamos anteriormente, la Mesoterapia tiene múltiples fines, aunque el más conocido sea el que acabo de mencionar. Así, no solo se podrá atacar la celulitis y la piel de naranja, retrasando su posible futura aparición, sino que también podrá servir para eliminar líquidos o para eliminar las toxinas que nuestro cuerpo acumula.

Todo lo que tienes que saber sobre la Mesoterapia.

Aunque la intervención se realiza mediante pinchazos, esta técnica no precisa de anestesia. Ni general, ni local. Además, los pacientes que se han sometido a la Mesoterapia aseguran que es completamente indolora. Y la media de tiempo que se necesita para poder empezar a ver los resultados, es de veinte a treinta minutos por sesión, que es un tiempo muy asequible y que se puede compaginar con cualquier agenda. La media de sesiones que se suele dar, siempre teniendo en cuenta los resultados que se busquen, la zona a tratar y los medios usados, será de siete a doce.

Como decía anteriormente, la Mesoterapia la puede realizar cualquier persona que tenga estudios en la materia, pero no es necesario que sea un fisioterapeuta ni un médico. El procedimiento es sencillo y debe empezar siempre por un análisis exhaustivo de la zona problemática y de los resultados que se quieran alcanzar. Después de eso, la persona encargada de aplicar la técnica sobre nuestro cuerpo, deberá desinfectar bien la zona, ya que al tratarse de pequeños pinchazos, hay que evitar a toda costa que sustancias patógenas indeseadas entren dentro de nuestro organismo. Lo que se inyecta depende de cada situación, persona y problema a atacar, pero pueden ser sustancias antibióticas, linfotónicas, vasoactivas o simpaticolíticas. Y, por supuesto, también sustancias homeopáticas. Entrando un poco en el tema de la homeopatía, hay que decir que es un método alternativo al uso de medicamentos convencionales, que se inventó en el siglo dieciocho y que tiene como fin el alivio o prevención de enfermedades usando siempre disoluciones de componentes naturales. La homeopatía no es una ciencia, sino que se trata de una pseudociencia que no tiene su base científica asegurada. Aunque ahora mismo está muy de moda y mucha gente alega que sus efectos son fantásticos, incluso mucho mejores que los de la medicina tradicional, lo cierto es que la ciencia sigue desconfiando de esta metodología. Aun así, millones de personas acuden hoy en día a este tipo de técnicas, por lo que es algo que tenemos que tener en cuenta a la hora de hablar de la Mesoterapia.

Las personas que quieran someterse a la Mesoterapia deben cumplir con un perfil determinado. Por la sencilla razón de que se trata de inyecciones que se van a realizar en el cuerpo y, por lo tanto, consiste en un método invasivo. Así que no podremos acudir a este remedio si sufrimos algún tipo de enfermedad cutánea, alergias, problemas de circulación, así como enfermedades infecciosas o enfermedades graves tipo cáncer. Las embarazadas o mujeres que estén en periodo de lactación también tendrán que cuidarse de acudir a esta técnica. Lo mejor es preguntar previamente a un médico, experto en medicina, que valore la situación personal de cada uno y que confirme la conveniencia o no para someterse a la Mesoterapia.

Es importante saber que después de haber pasado por una clínica de Mesoterapia, deberemos beber abundante líquido —el profesional nos dirá exactamente cuánto— y evitar sustancias como el alcohol, ya que este contribuye a la retención de líquidos y eso es precisamente lo que se intenta evitar con esta técnica.

Como resumen:

Como vemos, estas dos maniobras no podrían ser más diferentes. En caso de que queramos abordar un problema grave, como lesiones musculares o atrofias, la respuesta es clara: deberemos acudir a la Masoterapia impartida por un fisioterapeuta. Pero si lo que buscamos es un fin estético, podremos decantarnos por cualquiera de las dos opciones. Lo más importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de decidirnos por una o por otra opción es, sencillamente, quién lo imparte. La Masoterapia solo puede ser aplicada por parte de un fisioterapeuta, es decir, una persona que ha estudiado la carrera de Fisioterapia y por lo tanto tiene formación universitaria. La Masoterapia es una técnica que tiene evidencias científicas y que es estudiada y aplicada por facultativos expertos en la materia, por lo que tanto, al aplicarse, tendremos todas las garantías de que ese masaje nos los está dando un profesional. En cambio, la Mesoterapia no exige aplicarse por parte de un fisioterapeuta. Son muchos los quiromasajistas, por ejemplo, que ofrecen este tipo de tratamientos. Así que la decisión queda en tus manos.

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