La encrucijada física y emocional de la menopausia

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La menopausia es una etapa hormonal a la que toda mujer llega al final de su vida fértil. Generalmente, produce cambios físicos y emocionales que, en muchas ocasiones, suelen ser molestos. Socialmente, esta etapa es vista como una de las etapas más incómodas por las que pasa la mujer. Los cambios hormonales son los que producen los síntomas que alimentan esta visión. No obstante, resulta imprescindible conocer en que consiste realmente la menopausia, para desmitificarla y comprender que es un proceso normal por el que toda mujer pasa a partir de una determinada edad.

La menopausia

Estamos ante una etapa hormonal femenina, que aparece a partir de los 45 años de edad, y que supone el fin de la fertilidad de la mujer. El cuerpo, cuando la mujer llega a estas edades, interpreta que su vida fértil ya ha llegado a su fin. Sus ovarios dejan de producir algunas hormonas fundamentales para crear vida, como los estrógenos y la progesterona.

La llegada de la menopausia suele ser gradual; poco a poco, la menstruación se va eliminando de los ciclos, y los cambios físicos y emocionales van apareciendo. No obstante, no se considera menopausia hasta que la menstruación no haya aparecido durante un año. Para entonces, quizás hayamos pasado por la pre-menopausia, época en la que ya hemos experimentado una cierta incomodidad, propia de la menopausia.

La encrucijada física y emocional de la menopausia

Síntomas que produce

Esta etapa hormonal puede tener muchos y diferentes síntomas. No obstante, suele tener otros comunes, que suelen darse en la mayoría de las mujeres que están pasando por ello. Esta normalización de síntomas es la que nos permite identificarla, en conjunto con otros factores como puede ser la edad.

Algunos de los síntomas más frecuentes son:

Síntomas físicos:

  • Aumento de temperatura corporal sin causa aparente, que provoca momentos de sofocos y sudoración excesiva. Esta sudoración se concentra en el cuello y cabeza, que es donde más sube la temperatura. Este síntoma físico puede variar de una mujer a otra en su intensidad, pero suele aparecer en todas. En ocasiones, puede ser tan fuerte que puede llegar hasta interrumpir las actividades y condicionar determinados momentos.
  • El cabello se vuelve más frágil y se cae con mucha más facilidad. Es por ello que muchas mujeres observan como pierden más cabello al cepillarse o simplemente al acariciarlo. El cambio de hormonas que caracteriza esta etapa es el causante de este síntoma. Al mismo tiempo, aparece más vello en otras zonas del cuerpo, como la cara o las piernas.
  • Sequedad vaginal, debido a los bajos niveles de estrógenos que tiene el organismo femenino con la menopausia. Puede ir acompañado de sequedad y adelgazamiento del tejido vaginal.
  • Osteoporosis: Este trastorno se caracteriza por la pérdida de masa en los huesos, lo que provoca que se vuelvan más frágiles y quebradizos. Aunque generalmente suele considerarse la menopausia como un riesgo para la osteoporosis, lo cierto es que la masa que se pierde con ella es bastante reducida.

Síntomas psicológicos

Algunos de los síntomas psicológicos más frecuentes son los siguientes:

  • Cambios de humor: Son producidos por las hormonas que dejan de producirse. En muchas ocasiones, se dan de manera repentina o cuando no existe causa para ello.
  • Problemas para concentrarse
  • Depresiones: Es frecuente que muchas mujeres enfoquen este periodo como un periodo negativo, debido a la pérdida de funcionalidad del organismo. La gente que actualmente se encuentra en la etapa de la menopausia ha crecido en una sociedad que le atribuía connotaciones negativas a este proceso. A ellas puede deberse estos trastornos del estado de ánimo.
  • Insomnio: Fruto del cambio hormonal que produce esta etapa.

La encrucijada física y emocional de la menopausia

La interpretación de la menopausia

Socialmente, la menopausia suele tener un marcado carácter negativo. Alrededor de ella se han construido dichos que degradan a esta etapa y a la mujer, como «estás menopáusica«. Esto suele ser así por los síntomas tan extremos y contradictorios que a veces genera. No obstante, la menopausia es una etapa necesaria, por la que todas las mujeres pasan a lo largo de su adultez, de la que no se deben esconder ni avergonzar.

Este carácter negativo era, en parte, alimentado también por los médicos. Antiguamente, la menopausia era considerada una enfermedad, debido a la insuficiencia de estrógenos que supone. Además, suponía que la mujer había terminado con su legado en la vida, al no poder concebir más hijos. Y entonces el cuerpo de la mujer entraba en decadencia funcional y se volvía feo y flácido.

Actualmente, esta visión de la menopausia se va mejorando. Con una debida información, debe seguir mejorando poco a poco.

¿Cómo tratar la menopausia?

La menopausia, en términos generales, no se puede tratar. No obstante podemos tomar medicamentos para mejorar los síntomas y las enfermedades que conlleva y que son derivadas de ella. Por ello mismo, podemos tratar la depresión que produce, o el insomio, así como usar cremas lubricantes para la sequedad vaginal o tomar vitaminas para evitar la caída del cabello.

No obstante, son muchas las mujeres que no necesitan tratamiento para los síntomas, pues no siempre tienen un papel importante en sus vidas, o no se dan con la frecuencia necesaria para iniciar medicación.

En algunas ocasiones, es recomendable terapia psicológica. Sobre todo en aquellos casos en que las depresiones o el insomnio puede hacer acto de presencia.

No obstante, si que resulta muy recomendable llevar a cabo unos buenos hábitos de vida regularmente. Llevar una alimentación equilibrada, así como una vida activa puede hacer que nos sintamos mucho mejor, además de más rejuvenecidas. Esto resulta importante teniendo en cuenta la interpretación que aún suele hacerse de esta etapa.

De esta manera, además de cuidarnos por dentro y por fuera, evitaremos aumentar de peso, e incluso favoreceremos bajar de peso.

Además, podemos tratar la menopausia naturalmente tomando diferentes infusiones, realizadas con algunas hierbas como el cohosh negro, el trébol rojo y la soja.

Si te gustan los deportes, algunos como el yoga y el tai chi pueden ser de gran utilidad para aliviar los síntomas psicológicos de la menopausia.

La encrucijada física y emocional de la menopausia

A modo de conclusión

La menopausia es una etapa hormonal por la que toda mujer pasa a partir de los 45 años. Supone la pérdida normal y progresiva de fertilidad. Ocurre cuando el cuerpo deja de estar en condiciones para contribuir a la descendencia, y cuando se supone que ya ha dado sus frutos. Aunque esta concepción del cuerpo femenino puede ser un tanto arcaica, lo cierto es que esta etapa provoca unos cambios hormonales que, a su vez, provocan cambios físicos y emocionales.

Esta etapa no aparece de golpe; empieza a gestarse aproximadamente dos años antes de poderse diagnosticar como tal. Es entonces cuando empezamos a notar los primeros síntomas, aunque es fácil que aún tengamos menstruación los primeros meses. Pasaremos de la etapa premenopausica a la etapa menopáusica cuando la regla haya desaparecido durante un año entero.

Los síntomas que produce son físicos y psicológicos. En ocasiones pueden llegar a ser muy intensos y molestos, por lo que es común recibir tratamiento médico para ellos. No obstante, en otras ocasiones puede no suponer problemas incapacitantes. Esto depende de cada mujer y el cambio individual que haya experimentado.

También podemos tratar la menopausia con remedios naturales. Tomar infusiones y realizar deporte son unos recursos que pueden dar sus frutos, si se realizan con regularidad.

Es importante desmitificar esta etapa y librarla de la concepción negativa que tiene socialmente. Solo así podremos darle normalidad a una etapa por la que todas las mujeres debemos cruzar.

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