Lipoescultura – Riesgos, tratamientos, resultados y precios

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Desde hace más o menos quince años, los términos derivados de la cirugía estética están dejando de ser tabú. Hace unos años, las personas que se sometían a este tipo de operaciones, lo ocultaban de todas las formas posibles para que nadie se diera cuenta de que habían pasado por quirófano. Además, era muy normal que estas operaciones se tuvieran que realizar fuera de España, ya que aquí el proceso para poder someterse a una de estas intervenciones era muy lento y, además, muy caro. Pero con el paso de los años, la gente ha perdido el miedo de hablar sobre la cirugía estética. Cada año, miles de personas en nuestro país se someten a ella buscando lucir un cuerpo joven, bonito y perfecto. Antes la gente negaba cualquier tipo de retoque, llegando a ofenderse si preguntabas. Pero hoy en día, muchas personas se enorgullecen de ello y no niegan haber pasado por quirófano.

Son múltiples las técnicas que existen para ayudarnos a tener el cuerpo perfecto. Y cada día son más, ya que la ciencia avanza y se está consiguiendo que los resultados sean más precisos y que las intervenciones no sean tan agresivas.

Hace unos años, el único método para extraer grasa del cuerpo era la liposucción, que consistía en disolver la grasa de una parte determinada del cuerpo para después succionar la grasa líquida a través de un drenaje. Era una intervención muy agresiva y en cierto modo, muy peligrosa, ya que no han sido pocas las personas que no han salido de esa intervención. Así que lo que se ha intentado es crear técnicas menos agresivas con las que conseguir el mismo resultado. Una de esas técnicas fue crear una liposucción usando el láser. Así, se disuelve la grasa usando el láser y se consigue extraerla usando una fina aguja, reduciendo los riesgos y los efectos secundarios que pueden tener este tipo de intervenciones.

Así, poco a poco se han ido creando técnicas que satisfacían mucho más fácilmente las demandas de los clientes. Y así, surgió la lipoescultura, que no debemos confundir con la liposucción. La liposucción era la mera extracción de grasa corporal de determinadas partes de nuestro cuerpo. La lipoescultura va más allá: pretende moldear el cuerpo, darle forma.

Y para ello, usa el método de la liposucción (derretir previamente la grasa de la zona para después extraerla con una jeringuilla) pudiendo después usar esa grasa extraída para implantarla en alguna parte del cuerpo que necesitemos agrandar. Todos hemos oído esa típica frase de “que me quiten la grasa de los glúteos y me la pongan en los pechos”. No es exactamente así cómo funciona la lipoescultura, pero sí define esta frase la esencia de esta técnica. Se quita grasa localizada en alguna parte del cuerpo, pero no se hace a discreción, sino que se hace pensando en la forma en la que quedará el cuerpo después de quitar esa grasa. Y después se puede aprovechar para inyectarla en alguna parte del cuerpo en la que queramos tener otra forma determinada.

Antes de someterte a una lipoescultura.

Antes de someterte a esta cirugía o a cualquier otra, deberás consultar con un especialista. Lo mejor será acudir en primer lugar a tu médico de cabecera para consultar con él las primeras dudas. Es posible que él te recomiende algún centro médico estético donde hacerte esa intervención. Localiza varios centros, pregunta,  infórmate y después de darle muchas vueltas y de asegurarte de que de verdad quieres hacerlo, da el paso. No tomes estas decisiones en caliente, pues son intervenciones que tienen riesgos y efectos secundarios. Debes saber que este tipo de intervención no sirve para perder peso ni para curar una obesidad o sobrepeso. Simplemente sirven para eliminar los nódulos de grasa que no se van ni haciendo ejercicio ni haciendo dieta, por lo que si estás pensando en someterte a esta intervención simplemente para perder peso, debes saber que hay otras alternativas que cumplen esa función. Pero esta no es una de ellas.

Riesgos de la lipoescultura.

Como decía, es una intervención quirúrgica que tiene sus riesgos y por ello, lo primero que te harán en el centro es un examen y un reconocimiento médico, para tener en cuenta todos tus antecedentes médicos, así como tu estilo de vida (qué alimentación llevas, cuánto ejercicio haces en tu día a día, qué tipo de trabajo tienes) para saber si la lipoescultura va a ser beneficiosa para ti o no. También valorarán tu tipo de piel y el grado de flacidez que tenga, ya que si tienes la piel muy flácida, seguramente no se puedan obtener los resultados que buscas usando únicamente una lipoescultura, ya que lo más probable es que tengan que estirar esa piel sobrante para que no quede estéticamente feo. Eso se puede conseguir con otro tipo de intervenciones, como por ejemplo, una abdominoplastia (si la piel sobrante se localiza en el abdomen).

Los riesgos de someterse a una lipoescultura son varios. Lo primero, que en el proceso de anestesia algo vaya mal. El tipo de anestesia dependerá del paciente, de sus características y, sobre todo, de la zona que se vaya a tratar. Si la zona es muy pequeña, lo más posible es que con una anestesia local sea suficiente. Si la zona pequeña se encuentra en la parte inferior de nuestro cuerpo, puede ser que nos pongan la epidural para llevar a cabo la intervención. Pero si son muchas las zonas en las que se va a intervenir, lo más probable es que se tenga que poner una anestesia general. Por lo tanto, está el riesgo de que durante la fase de anestesia algo falle.

Por eso es necesario que la intervención se haga en un quirófano de calidad, con todos los elementos necesarios y que la anestesia la lleve un médico anestesista cualificado, que controle en todo momento nuestro estado de salud.

También existe el riesgo de, una vez terminada la intervención, nos sangre la zona en la que se ha extraído la grasa con las cánulas. Este sangrado puede llevar también a tener una infección en la zona, ya sea porque la infección se ha transmitido dentro del quirófano o porque el posoperatorio no se ha realizado correctamente. Este es el peor de todos los riesgos, ya que si la infección no se coge a tiempo, las consecuencias pueden ser nefastas.

Y, por supuesto, está el riesgo de que la operación no dé los resultados que nosotros queremos. Si no nos ponemos en manos de un buen especialista, es posible que nos queden abultamientos indeseados, cicatrices, estrías o marcas. Es posible, incluso, que suceda una despigmentación de la piel si no se realiza como es debido. Por eso es tan importante ponerse en buenas manos, porque aunque parezca una intervención sencilla, si no se realiza como es debido, puede que los resultados sean todo lo contrario a lo que nosotros queríamos en un primer momento.

Cómo es la intervención.

La duración de la intervención dependerá también de cada paciente y de los resultados que se estén buscando. Pero más o menos, tendrá una duración de una a dos horas.

Después de extraer la grasa y, en su caso, de colocarla en el sitio precisado, se colocará una faja (este proceso se hace en el mismo quirófano) en la zona intervenida, para intentar evitar que en la zona salgan moratones a consecuencia de la intervención y, sobre todo, para que la piel se amolde a la nuestra estructura de nuestro cuerpo. Normalmente se tendrá que llevar esta faja durante un mes, no pudiendo hacer ningún tipo de ejercicio o esfuerzo importante con el fin de garantizar que nuestra nueva silueta quede lo mejor posible. Es un posoperatorio sencillo, pero es posible que necesites quedarte ingresado un día o dos después de la intervención, dependiendo del caso en particular. Pero si todo va bien y tu cirujano lo considera como lo más adecuado, puedes empezar a hacer vida normal al día siguiente a la intervención. Es decir, que podrás ir a trabajar o seguir haciendo tus rutinas diarias (a excepción del ejercicio intenso) al día siguiente, siempre y cuando lleves la faja que te habrán puesto en el quirófano.

Es posible que necesites más de una intervención, dependiendo de los resultados que busques. Normalmente, las personas que se someten a una lipoescultura, repiten a los pocos meses para terminar de arreglar la zona que se operaron con anterioridad. Esto es porque no se trata de una mera liposucción donde lo que se intenta es reducir la cantidad de grasa de una parte determinada de nuestro cuerpo. Sino que lo que se busca es encontrar una forma determinada, una escultura de nuestro cuerpo bien definida y por ello normalmente la intervención vuelve a repetirse, para que el resultado sea lo más perfecto posible.

Resultados.

Aunque es cierto que los resultados finales no se pueden apreciar hasta pasados unos cuantos meses. La persona que se someta a esta cirugía, debe tener paciencia y fe en su cirujano durante al menos cinco meses, ya que no será hasta entonces cuando podamos apreciar el resultado en su totalidad. Sí es cierto que, pasado un mes, ya podemos ver cómo nuestra silueta se va moldeando, pero no esperemos que sea algo automático, que ya solo con salir del quirófano se va a notar y vamos a tener el cuerpo espectacular que queríamos antes de entrar. No, tendremos que ser pacientes para poder llegar hasta ese punto.

Precio de la lipoescultura.

El precio de esta intervención depende mucho de la clínica donde se haga y de la zona o zonas a tratar. Pero para hacernos una idea, si lo que se quieren operar son los brazos, el precio variará entre los 1.000 y los 3.500 euros. Si se quiere operar el abdomen, el precio irá de los 2.200 a los 5.000 euros. En el caso de los pechos y los senos, entre los 2.900 a los 5.500 euros. Si lo que se busca es moldear los glúteos, el precio irá de los 1.100 a los 3.100 euros. En el caso de las piernas, dependiendo la amplitud de la zona, entre los 1.000 y los 5.100 euros. Si te quieres moldear la espalda, el precio oscilará entre los 1.100 y los 3.200 euros. Si en tu caso quieres operarte la papada y el cuello, el precio será de 1.800 a 3.400 euros. En el caso de las caderas y la cintura (operación que más se precisa), el precio variará entre 1.500 a 3.600 euros. Y, por último, si son los flancos lo que quieres operarte, el precio podrá ser de 1.500 a 3.900 euros.

Lo más imprescindible de todo es que recuerdes que tu salud es lo más importante (siempre y en todo caso) y que debes acudir a un centro especializado donde te resuelvan todas las dudas y que tenga todos los certificados médicos para realizar este tipo de intervenciones.

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