Mascarillas rápidas para todo tipo de cutis
Una de las zonas donde más se nota el paso del tiempo, el cansancio, la falta de sueño, una piel apagada, deshidratada, una piel descuidada, etc. Esa parte, es el rostro. Es evidente… la cara es lo primero que se ve y es la zona que queda siempre a la vista. Por eso, muchas mujeres y cada vez, más hombres, se dejan una buena parte de sus sueldos, para tener la piel de la cara, cada vez más perfecta y lucir mejor.
Hay que tener en cuenta que no todo el mundo debe utilizar un mismo tipo de mascarilla facial. Si os estáis preguntando el porqué, es simple. Ninguna piel es igual. Y ya no hablamos del aspecto exterior, nos referimos también a la calidad, a cómo sea.
Hay pieles y problemas cutáneos de muy diversos indoles. Pieles muy sensibles, pieles grasas, pieles secas pieles, pieles mixtas, pieles pagadas, pieles con manchas, pieles acneicas, poros abiertos, puntos negros, etc. Cada piel necesita un cuidado concreto y, por tanto, no todos los ingredientes le irían bien.
Cuando dudes que ingrediente utilizar según tu tipo de piel, piensa en qué tipo de ingredientes vas a utilizar. Si tu piel es seca, no te interesa, por ejemplo, utilizar ingredientes que sequen, que sean astringentes… si la tienes muy sensible, necesitarás ingredientes que sean calmantes y muy nutritivos sin ser agresivos (como la leche, el huevo y la miel), si necesitas hidratación, te irá bien el yogurt, el huevo, la miel, el aguacate…
Incluso puedes echar mano de aceites esenciales como es el aceite de árbol de té (totalmente recomendable para pieles con granos, marcas, cicatriza y desinfecta), aceite de lavanda, aceite de romero, aceite de almendras, el aceite de pomelo, aceite de limón, etc. Recordad que el agua para retirar la mascarilla es preferible tibia o caliente, para las pieles sensibles. Y el agua fría, para las mascarillas que sean descongestionantes. Ya que así, deshincha y despierta la piel.
Siempre, ante cualquier tipo de duda o bien, si mientras os habéis aplicado la mascarilla, notáis cierto escozor, picazón, notáis que os irrita o al retirar la mascarilla tenéis la cara enrojecida o más tirante, no repitáis la aplicación. En caso de que la tengáis puesta, retirar de inmediato.
Si lo que buscas son mascarillas faciales que sean hidratantes, te damos varias ideas. Una de las más útiles para hidratar, pero sin dejar la piel grasa, la fresa va muy bien. Si no encuentras fresas por la época del año que sea, puedes optar por hacerlo con arándanos, con coco o con plátano. Los arándanos son además antioxidantes.
Mascarilla de fresa, efecto hidratante
Para elaborar la mascarilla con fresas, necesitarás: dos o tres fresas, un chorrito de miel, agua (para retirar la mascarilla), batidora.
Para elaborar esta mascarilla tendrás que coger las fresas, lávalas, retírales el rabillo y échalo a la batidora. Ahora, agrégale un poquito de miel. Tritúralo todo. Cuando haya quedado una mezcla homogénea, retíralo de la batidora, colócalo en un cuenco y ve aplicándotelo sobre el rostro.
Es importante, que el rostro te lo hayas limpiado previamente. Así te aseguras de que la piel está limpia y no hay restos de sudores ni grasa. Aplícate la mascarilla y deja que actúe media hora. Cuando pase ese tiempo, retira la mascarilla con agua tibia y seca con delicadeza. A continuación, aplícate tu crema hidratante habitual.
La miel, es uno de los ingredientes más utilizados en las mascarillas caseras. Ya sean para mascarillas faciales, para las mascarillas corporales, las mascarillas capilares, etc. La miel, es muy hidratante. Por eso está más indicada para las pieles deshidratadas, pieles que sean secas e inclusive, para las pieles sensibles. Al tener agentes calmantes y ser tan natural, no debes preocuparte de que te haga reacción y sea agresivo para la piel.
La leche y los huevos también son los ingredientes idóneos para hidratar la piel.
La leche y los huevos, para pieles sensibles
El huevo, es tan recomendado para las pieles sensibles porque no es agresivo, es calmante (igual que la leche) y además tienen muchos beneficios y propiedades. El huevo, por ejemplo, tiene muchas vitaminas como son la A, B, C y D.
También se utilizan para dejar un efecto de tersura en la piel, incluso para aportar luminosidad. Pensad que es un extra: luz, vitaminas y tersa la piel.
Una mascarilla rápida y casera es esta: necesitarás un huevo, un chorrito de leche y puedes agregar también un poquito de avena (que tiene muchos beneficios para la piel y también es calmante). Es optativo. Necesitarás un pincel para aplicarte la mascarilla porque es líquida. Limpia el rostro, déjalo semi húmedo y aplícate la mascarilla. Déjalo actuar media o hasta que se haya secado. Después retírala con agua tibia.
Mascarilla efecto exfoliante
Este tipo de mascarillas sólo es apto para pieles que sean del tipo grasas, mixtas, con acné, con algunas manchas faciales pero nunca, que sean sensibles o incluso, intolerantes. Hay que pensar que el ingrediente que siempre se utiliza en este tipo de mascarillas para los siguientes efectos, contiene un poco de limón. El limón es muy agresivo para las pieles delicadas porque es ácido. En cambio, para controlar la grasa y para tratar el exceso de sebo y el acné, va muy bien. Una piel con exceso de granos puede conseguir que el acné se vaya secando, que la piel poco a poco se vaya “secando” no sea tan grasa y tiene un gran poder antibacteriano.
Con eso, se consigue que los granos se sequen, no se infecten, se eliminen las bacterias… por tanto, es ideal. Lo mismo pasa para tratar otro factor: las manchas. Poco a poco, ayuda a despigmentar las manchitas en la piel.
Si tenéis manchas en la cara que sean producidas tanto por el exceso del sol o por cambios hormonales, hay que tener en cuenta que, si son hormonales, cuestan mucho de eliminar y es probable que con este método casero no se vayan a eliminar. Pero si es posible, que se aclaren un poquito. Para el tema de las manchas causadas por el sol si pueden ayudar. Aunque ojo, no hay que usar en pieles que sean muy sensibles, el limón es demasiado agresivo para este tipo de pieles. Y cuando se hagan mascarillas con el limón como ingrediente, siempre es adecuado utilizar después, una crema muy hidratante y si se realiza de día, colocarse una crema protectora para que evitar que el sol deje más manchas en el rostro.
El pepino, un clásico
El pepino está compuesto en su totalidad de toda agua, así que para pieles muy secas también va bien. Sobre todo, para las pieles que tienen mucho acné o mucho sebo (pieles que son grasas).
El pepino ayuda a eliminar las bacterias de los granos y limpia las impurezas (como son los puntos negros). Incluso tiene un poder desintoxicante y deshincha. Por ello, cuando hagas esta mascarilla, te damos un truco (que seguro que habrás visto o escuchado mucho) y te servirá, no sólo para la cara sino también para deshinchar la retención de bolsas en los ojos.
Necesitarás: una licuadora para poder licuar el pepino, un pepino, un chorrito de leche, un huevo. Licua el pepino, cógelo y échale un huevo, mezcla y echa el chorrito de leche. Mézclalo todo y aplícatelo con la ayuda de un pincel. Déjatelo secar como mínimo, media hora y retira con agua fría.
También puedes hacerte la misma mascarilla, pero optar por cortar rodajas del pepino (que esté fresco) y aplícatelo por toda la cara y también, sobre los ojos. Relájate y los pepinos sobre los ojos, te ayudará a descansarlos.
Otra alternativa del pepino, es la de relajación y ayudarte si tienes la cara hinchada. Coge un pepino o dos. Córtalo a rodajas y asegúrate que ha estado dentro del frigorífico para que esté fresco. Caliente o del tiempo no sirve porque no tiene el efecto refrescante. Colócate sobre todo el rostro y déjalo actuar media hora.
Mascarillas rejuvenecedoras
Cuando notes que empiezas a sentir la cara un poco tirante (es un síntoma de falta de hidratación) y notes que a tu piel le falta vitalidad o quieres luchar contra la contaminación o el envejecimiento, hay un alimento que funciona genial. El aguacate. Por una parte, ayuda a combatir los radicales libres y además es hidrátate y antioxidante. Será una mascarilla con efecto buena cara casi instantánea.
Te decimos qué necesitas para prepararla. Será necesario un aguacate, exprime medio limón, puedes agregarle un chorrito de miel. Ahora mézclalo todo. Aplícatela sobre el rostro y deja que actúe la mascarilla media hora. Tras este tiempo, retira la mascarilla con agua fría. En vez de agua caliente o templada, mejor fría. Porque así refresca la piel, la despierta y tendrá la piel un efecto terso.
Siempre con cualquier mascarilla casera que elabores tu mismo/a debes terminar por retirarlo bien con agua, secar con cuidado y aplicarte los productos que le vayan mejor a tu piel. Debes tener en cuenta que después de la mascarilla tu piel estará más predispuesta y absorberá mejor cualquier producto.
Ten cuidado y, por ejemplo, después de tener la mascarilla, no te pongas a exfoliar la piel. Podrías enrojecerla o tenerla demasiado sensible. Si quieres exfoliar, hazlo como paso previo y después, aplícate la mascarilla. A continuación, puedes aplicarte los tónicos, aceites faciales, tratamientos concretos, crema facial, crema para el contorno, un sérum, agua termal, crema para las arrugas o en definitiva… sigue con tu rutina de belleza habitual.
Siempre recuerda que debes aplicarte la mascarilla con la cara previamente lavada. Es imprescindible. Pensad que, si no lo haces de este modo, al aplicarte la mascarilla, lo estás haciendo con la cara sucia y eso se traduce como ensuciar todavía más la cara.
Cuando te apliques el tónico o cualquier producto que sea líquido, hazlo con un algodón limpio y nunca lo reutilices. Que sea de usar y tirar. Si se reutilizan, estarás ensuciando la piel de nuevo y puedes llenar de bacterias la piel, apareciendo granitos e impurezas varias. Si la zona es muy pequeña por ejemplo porque es sólo para un grano o absceso, aplícate el producto sobre un bastoncillo de algodón. Nunca te toque ningún grano. Por mucho que moleste o sea desagradable… aplícate sobre él, con un bastoncillo de algodón, aceite de árbol de té. Es antibacteriano y ayudará a desinfectar y eliminar el grano. Si lo tocas con las manos puedes hacer un estropicio peor y si lo petas con las uñas, acabarás por tener cicatrices sobre la piel.
Las pieles sensibles (o no sensibles pueden utilizarlas tengas la piel que tengas) pero por la delicadeza, venden unas toallitas de gasa muy fina, que sirve para humedecerlas con agua tibia y coges la toallita y vas retirando la mascarilla. Vas lavando la toallita y vas retirando…