Los mejores desayunos antigrasa

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Cuando se ha tomado conciencia de que se quiere perder unos kilos, bajar ese peso que has ido cogiendo, cuidarte un poco más o simplemente, mantenerte en tu peso ideal, sin tener que pasar hambre, hay un imprescindible. Siempre la comida más importante, debe ser, el desayuno.  Desayuno… ese gran olvidado para muchos.

Hay un dicho que reza así “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”. Y así es. El desayuno es la comida más importante del día. De hecho, hay que pensar, que el desayuno nos dará energía para ir aguantando el día (toda la mañana, medio día y hasta antes de comer). Casualmente, siendo el desayuno, la comida más importante, es la que más se suele saltar o no hacerlo correctamente.

Un buen desayuno, no es comer hasta atiborrarse… o hacerlo de cosas poco sanas (llenas de grasas monoinsaturadas), azucaradas, bollería, etc. Hay que comer, sí. Pero de manera sana. Vamos a daros ciertas ideas para que os podáis hacer unos desayunos variados, no se tenga sensación de hambre y, además, sean quema grasas.

No hay que olvidar, por tanto, que si lo que se pretende es adelgazar, hay que ayudar al metabolismo. ¿Qué quiere decir esto? El metabolismo debe funcionar bien y estar activo, para que vaya quemando grasa. Si te saltas el desayuno de manera continuada y eres de los que nunca desayunas, tu cuerpo terminará por no quemar energía y, por tanto, no quemarás grasa. Te costará mucho más perder peso.

Si has estado todo este tiempo, pensando en que no desayunando estabas adelgazando, te equivocas… y mucho. Piensa que el cuerpo lleva toda la noche relajado (sin comer), toca el desayuno y no comes. El cuerpo al final se habituará y empezará a activar el modo de reservas. El cuerpo es sabio y sabe que, si no come y tiene energía, debe buscarla de alguna parte. Por lo tanto, te costará mucho más perder kilos, te sentirás más cansado, te faltará energía y cuando te toque la hora de la comida, comerás el doble y con más ansiedad.


Desayunos que queman grasa

Incluye un lácteo. Puede ser un vaso de leche, un café con leche, un yogurt natural… eso sí, olvídate del azúcar. Échale Stevia que no engorda y también endulza. Acompáñalo de carbohidratos, como es el pan. Eso sí, que no sea bollería. Pan de centeno, pan de masa madre, etc. Una pieza de fruta: plátano, un kiwi, una naranja o un pomelo. Un desayuno de este tipo no llega a las 400 calorías y gracias a que incluye pan (te dará energía y te saciará).

Lácteos y avena. Otra opción rápida y saciante son los yogures con avena. Si te gusta este lácteo, puedes comerte dos e incluir un puñado de avena natural. Mézclalo todo.

La avena es muy saciante (además de sana). También te ayudará a regular el tránsito intestinal.
Pan de centeno, acompañado de una cucharadita de crema de cacahuete. Un plátano y para beber café con leche o té.

Desayunos dulzones

También pueden ser desayunos más dulces para los que no pueden evitar pensar en la bollería, en el azúcar, cremas de chocolate, pasteles, etc. Comer sano y con ingredientes quema grasas, no significa que se debe evitar el dulce. ¡Hay muchas opciones!

Opciones desayunos quema grasas dulces

Incluye frutos secos. Los frutos secos tales como las nueces de macadamia, nueces de Brasil, nueces… y los dátiles. Puedes hacer una mezcla de yogurt, con una cucharita de miel (que le da ese toque dulzón y aporta vitaminas). Los dátiles son muy dulces y dan ese dulzón, aportando muchas vitaminas y es sano. Eso sí, son muy calóricos. Con cuatro o cinco, es suficiente. El yogurt te ayudará a evitar el estreñimiento y, además, aporta calcio.

Otra alternativa utilizando el desayuno anterior, pero incluyendo tortitas. Para hacerlas necesitarás: un huevo y claras de huevo. Bátelo todo y échalo a la sartén (que habrás humedecido con aceite o aceite de coco). Cuando esté dorada por ambas caras, retíralo del fuego. Las tortitas son saciantes y puedes acompañarlo de lo que más te guste. En este caso, frutos secos. Pero puede ser con frutas (fresas, plátano, kiwi, piña, arándanos…), un vaso de leche, un café un té o un zumo de pomelo.

Prepárate un cuenco con leche, añádele avena, piña y/o kiwi y puedes optar por poner semillas. Unas que no tienen sabor y aportan infinidad de beneficios es la chía o semillas de lino.

Prepárate unas tostadas de pan de centeno y acompáñalo de crema de cacahuetes. Siempre sin sal. Puedes optar por la pieza de fruta como la piña o el kiwi.

Tostadas con queso cottage y aguacate. El aguacate tiene grasas pero saludables y es muy beneficioso para el cuerpo.

Desayunos salados

Rompiendo un poco con los gustos dulzones, están los que prefieren alternarlos con el salado. También hay muchas alternativas para un buen desayuno anti grasa que sea principalmente, salado.

De frutas, puedes siempre añadir al salado, el aguacate. Es buenísimo para que no te falte energía y te llene.
El pan. Las opciones de mini bocadillo (siempre que se elija un buen pan), jamón, queso bajo en grasas, tortilla. De tortilla podéis haceros muchas variantes. Por ejemplo: tortilla de verduras, tortilla de espárragos, tortilla de atún, tortilla de pimientos, etc.

Unas tostaditas de pan con atún (sin aceite). O un revuelto de huevos con espárragos trigueros.
Los espárragos son unas verduras muy diuréticas. Te ayudará a eliminar rápidamente los deshechos por vías fisiológicas y te irás sintiendo menos pesada e hinchada.

Zumos y/o licuados

Si, por el contrario, no sois de los que estáis acostumbrados a desayunar y os cuesta mucho hacer un buen desayuno, no tiréis la toalla. Podéis optar por empezar con desayunos sencillos, simples, no tan copiosos e igual de sanos. Son una buenísima alternativa para ir quemando grasa y perder unos kilos.

Un licuado que es un auténtico clásico es el famoso zumo verde. ¿De qué está elaborado? Sí… lo adivináis. De verduras mayoritariamente.

Se prepara a base de apio, unas hojas de lechuga, un pepino y agua. Tritúralo todo bien y a beber. Esas verduras son una auténtica bomba para eliminar líquidos y grasas. Te saciará y las verduras te aportarán energías y te ayudará a perder kilos. Si lo tomas cada día durante unas semanas, notarás menos hinchazón en la zona de la tripa, menos volumen, perderás fácilmente un par de kilos y te limpiará.
Si eres un poco especial con la textura (no te gustan los grumos) puedes optar por colarlo, aunque es cierto, que estarás perdiendo vitaminas.

Otra alternativa es hacerte un zumo de pomelo. El pomelo es un autentico quema grasas.

Un licuado y/o smoothie hecho a base de agua, plátano, kiwi y piña.

El plátano tiene potasio, sacia, da energía y quita el hambre. El kiwi y la piña a parte de ayudar contra el estreñimiento son muy diuréticas.

Un licuado hecho a base de agua, zanahorias, una manzana, un pepino y limón. Si te apetece más sabroso puedes echarle una pizquita de sal rosa del Himalaya o una cucharadita de pimienta.

El básico por antonomasia y archiconocido, que es el agua con limón. La clave es que el agua tiene que estar templada. Coge un vaso, llénalo de agua y exprime un limón. Caliéntalo unos segundos al microondas. Lo que se debe hacer es tomarse el agua con limón siempre media hora antes de desayunar. Ayudará esto, a que te limpie el organismo. Eso sí, es posible que los primeros días, te resulte un poco desagradable porque el agua debe estar templada. Pero si te acostumbras, sólo conseguirás beneficios. También puedes añadirle jengibre para tener más beneficios y adelgazar más rápidamente. A las semanas, seguro que notas menos hinchazón abdominal, entre otras cosas. Luego de media hora o quince minutos, desayuna de manera habitual. Pero antes del agua y el limón, no debes comer nada para que surja más efecto.

Los carbohidratos son necesarios. Si los incluyes a diario en el desayuno, te dará un extra de energía, empezarás el día con ganas, no te sentirás cansado ni agotado. El comer carbohidrato te da la sensación de que has comido bastante porque te llena y gracias a eso, no tienes constantemente la sensación de tener hambre o tener que picotear aquí o allá por ansiedad.

Por supuesto, todo lo que te vayas a preparar tienen que ser alimentos sanos, que no tengan azúcares. Por lo menos no industriales. Hay frutas que tienen azúcar por eso es mejor no abusar. Pero de manera sana sin ser producción artificial, es bueno y hasta necesario. No te olvides de ello. El pan, lo mismo. Para perder peso y mantenerte en el peso deseado, no es necesario dejar de comer pan. Simplemente, opta por la versión sana, sin harinas refinadas ni azúcares. Muchísimo mejor, incluirlo siempre en el desayuno, que no en la comida o en la cena. La cena déjalo lo más sano posible, piensa que esa comida no la quemarás, porque te irás a dormir.
Todo lo que se vaya a cocinar debe ser hecho sin aceites, ni fritos. Opta por cocinar siempre horneado, a la plancha, en la tostadora, en el microondas, licuado, etc. Nunca hagas la tortilla o los huevos con aceite en la sartén. Estarías echando por la borda todo. No sólo, no perderás peso, sino que los aumentarás. Y bebe, bebe mucha agua. El café, té o leche (siempre desnatada) o puedes optar por leche de almendras que es muy sana y totalmente natural.

No olvides, por tanto, que un buen desayuno es básico no sólo para perder unos kilos sino, sobre todo, para tener una alimentación ordenada. Evitarás tener atracones por culpa del hambre. Evitarás caerás en tentaciones, comiendo lo primero que ves porque te apetece (y no has comido), tendrás más energía, rendirás mucho mejor, y encima de todo, el cuerpo se acostumbrará e irá quemando más calorías porque estará funcionando de buena mañana.

No hagas locuras y aunque hacer por ejemplo ayunos en algunos casos, ayuda a espabilar el cuerpo, también es cierto que si se hace durante mucho tiempo o se toma como costumbre puedes tener problemas serios de salud, como es tener problemas con la insulina.

A la hora de pensar en el desayuno, la opción es que, si no tienes prisa, lo dejes preparado la noche anterior. Sólo tendrás que calentarlo, hacerlo a la plancha o licuarlo (según lo que te prepares). Opta por ir cambiando de sabores y variar un poco. Es la opción perfecta para que no te canses.

No olvides, que para quemar más kilos rápidamente, no debería faltarte nunca en el desayuno las proteínas. Son unos devora grasas. ¿en qué alimentos se encuentra? Algunos ejemplos: los huevos, las claras de huevo, la carne, el jamón, el pavo, el salmón, el atún, frutos secos, queso, etc.

 

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