Dietas que aceleran el metabolismo
Con la llegada del buen tiempo, es el momento de ir quitándonos las capas de ropa en las que nos hemos refugiado todo el invierno. Ahora, que toca enseñar un poco más la piel y dejar de lado esos jerséis enormes y abrigos que disimulan cualquier tipo de forma corporal, es cuando se ve lo que hemos engordado durante el invierno. Y esto es más corriente de lo que nos imaginamos, sencillamente por dos razones: la primera, por eso mismo, porque estamos siempre tapados, con ropa que disimula muy bien la baja forma en la que nos encontramos; y la segunda, porque durante el invierno tendemos a comer comida más calórica como un método de defensa para no perder el calor corporal y tener energía suficiente aunque las temperaturas sean más bajas. Por eso precisamente en verano consumimos más verduras y más frutas, porque nuestra memoria ancestral no puede evitar recordarnos que en verano, con las altas temperaturas, la carga calórica que necesita nuestro cuerpo es mucho menor.
Resumiendo, que es normal que hayas engordado este invierno y ahora, que se acerca el buen tiempo y tienes que volver a enseñar lo que hay debajo de esos jerséis gigantes de punto, decidas que es el momento de ponerte en forma y perder algún kilito que no debería estar donde está.
Lo cierto es que hay miles de dietas, muchísimas. Algunas más sanas que otras, eso está claro. Por eso, lo primero que te voy a recomendar es que si quieres perder peso, debes acudir a un centro especializado o bien a tu médico de cabecera para que te asesore correctamente.
Por tu cuenta no deberías hacer una dieta estricta sin consultar antes a un facultativo experto en la materia que te pueda aconsejar si esa dieta que vas a hacer se ajusta a lo que buscas o no.
Qué es el metabolismo.
Puede que tu médico te haya recomendado hacer una dieta que te acelere el metabolismo. Esto tendría mucha lógica si fueras una persona con un metabolismo lento. Y te preguntarás, ¿qué es el metabolismo? ¿para qué sirve? Y, sobre todo, ¿por qué es el encargado de que me sobren unos kilos? Pues bien, en el artículo de hoy intentaré resolver todas tus dudas al respecto. El metabolismo es el sistema que tiene nuestro cuerpo para convertir la grasa en energía. Digamos que es la máquina de combustión que tenemos dentro de nuestro organismo. Por supuesto, el metabolismo es algo muchísimo más complejo y que conlleva multitud de reacciones químicas a nivel celular, pero me centraré en lo que a nosotros nos interesa ahora mismo. Tener un buen metabolismo implica tener una buena capacidad para destruir la grasa y convertirla en energía.
Así, la persona que tiene el metabolismo lento se caracteriza por acumular grasa que debería estar quemándose, dando lugar a problemas de sobrepeso o incluso de obesidad. Las causas de este metabolismo lento pueden ser variadas, y dependerán en gran cantidad de cada persona que lo padezca. Pero lo más normal es que se deba a un problema con la glándula de la tiroides, o bien se padezca algún tipo de intolerancia alimenticia o bien se deba a que no se realiza nada de ejercicio, no se beba la cantidad de agua diaria necesaria o se coma demasiado deprisa.
Formas de acelerar el metabolismo.
Visto esto, también debes saber que hay ciertas formas de acelerar el metabolismo de una persona. Lo primero es hacer deporte, eso está claro. Sobre todo ejercicios que se llaman interválicos, esos en los que se mezclan ejercicios de alta intensidad con ejercicios pausados. Ese cambio de intensidad hace que el corazón se acelere por momentos, creando la sensación de que se va a necesitar mucha energía enseguida. Así se acelera el metabolismo. Además, el tener más cantidad de músculo hace que la capacidad de quemar grasa aumente, así que el hacer ejercicio de este tipo al menos un día sí y un día no, es esencial para acelerar el metabolismo.
Pero también hay dietas y alimentos en concreto que nos ayudan a ello. Ahora os voy a mostrar algún ejemplo.
Dieta número 1.
La primera dieta que os traigo no es tanto una dieta, sino un modo de vida que debes adoptar para poder acelerar el metabolismo. Esto me gusta especialmente, porque más que restringir alimentos o algo así, como se suele hacer en las dietas, lo que consigue es enseñarte a comer, que al fin y al cabo es lo más importante. Para seguir esta dieta, tienes que hacer lo siguiente:
Desayunar siempre. No puedes saltarte ninguna comida, sobre todo el desayuno. Tu cuerpo ha estado en reposo toda la noche y necesita mucha energía para afrontar el día, así que lo primero es hacer un buen desayuno, compuesto por lácteos, frutas, proteínas y cereales. No dejes que pasen más de treinta minutos desde que te levantaste hasta que hagas el desayuno. Debe ser siempre lo primero. Con esto podrás tu cuerpo en marcha y, lo más importante de todo, mantendrás tu hambre a raya hasta la próxima comida.
Para acelerar tu metabolismo deberás hacer cinco o seis comidas diarias. Aunque pueda parecerte una contradicción, no lo es en absoluto, ya que con esto se busca que el cuerpo esté constantemente trabajando sin descanso, por lo que se acostumbrará a estar consumiendo energía siempre, aunque no estés comiendo. Entre horas opta siempre por aperitivos saludables, como frutas, yogures naturales, tal vez un té, frutos secos… lo que sea que no lleve azúcares, demasiada sal o grasas.
Controla muy bien las horas a las que haces las comidas. Todos los días debes comer a la misma hora para que tu cuerpo se acostumbre. Y sobre todo, debes hacer la cena a una hora temprana. Procura evitar cenar más tarde de las nueve de la noche.
Incluye en tu dieta diaria al menos una ración de carbohidratos, pero no cualquier carbohidrato. Fíjate bien en que sean complejos. Estos se encuentran en la pasta, el pan o el arroz. Por supuesto, será mucho más beneficioso para ti si decides tomar estos carbohidratos en su versión integral, para tomar todas las partes del cereal.
Bebe mucha agua. Te diría que bebieras dos litros al día, pero lo cierto es que estudios recientes han desmentido ese mito de que hay que beber dos litros al día para estar sano. La cantidad de agua que necesites beber, dependerá de tu propio cuerpo. Debes ser consciente de que tienes que beber agua pero tampoco es bueno forzarte hasta el extremo. Si eres una persona que no acostumbra a beber nunca agua, introduce alguna rutina en tu día a día, como beberte un vaso antes de comer, o cuando llegas a casa.
Esto que acabo de poner sería lo ideal para seguir, ya que con ello estaríamos aprendiendo a comer y a llevar una vida sana. Pero, para las personas que quieran bajar de peso rápidamente, aquí les dejo una dieta conocida como aceleradora del metabolismo.
Dieta número 2.
La comida a ingerir dependerá del día de la semana en la que estemos: lunes y martes, consumiremos mucha comida rica en carbohidratos y fruta. Miércoles y jueves, los alimentos serán ricos en proteínas y los acompañaremos con verduras. El resto de la semana, se pueden consumir todos los alimentos dichos anteriormente, más grasa saludables.
Dicho esto, tienes que tener en cuenta que existe una lista te alimentos que están prohibidos y que no debes comer bajo ningún concepto: cualquier alimento que provenga del trigo, el maíz, cualquier bebida que lleve cafeína o alcohol, los lácteos, la soja, azúcares y edulcorantes, productos light, zumos comprados y fruta desecada.
Si quitamos estos alimentos, todo lo demás está permitido.
Pues bien, en la primera fase, que recordamos que se hacía los lunes y los martes, en cada comida podrás comer toda la cantidad de verdura que quieras, ya sea fresca, cocida, hervida, congelada… no importa. Las proteínas las restringirás a 170 gramos si es de pescado o 120 gramos si es de carne. Si vas a optar por el pescado, podrás comer merluza, atún, sardinas, platija o lenguado. Si, en cambio, vas a introducir las proteínas comiendo carne, esta deberá ser de pollo, pavo, ternera o cerdo. Para esa comida también podrás comer unos treinta gramos de cereales y una pieza de fruta. Como dijimos, nada de grasas en esta primera fase.
Cuando llegue el miércoles, entrarás en la segunda fase. Igual que antes, las cantidades de verduras son ilimitadas. Las cantidades de pescado y carne siguen siendo las mismas, con la única diferencia de que aquí, en esta segunda fase, las proteínas las puedes incluir también mediante huevos (comiendo tres claras) o bien mediante las legumbres (consumiendo media taza). Se excluyen los cereales y en cuanto a las frutas solo está permitido tomar limas y limones, una pieza por comida.
Por último, habrás llegado a la última fase. En esta, la verdura también es ilimitada y la cantidad de proteína es idéntica a la fase dos, con la única excepción de que la cantidad de huevos se reducen de tres a dos. Los cereales están permitidos, siempre que no superen los veinte gramos. Está permitida toda la fruta y se aumenta la ración a una porción y media. Y aquí ya están permitidas las grasas saludables, es decir, que podrás comer aguacate, por ejemplo, frutos secos, guacamole o humos, controlando muchísimo las porciones, ya que están deberán ser pequeñas.
Es importante que, igual que de comenté con la dieta anterior, desayunes antes de que transcurra media hora desde la hora a la que te levantaste. Pasadas un par de horas desde que desayunaste, tienes que ingerir algún tentempié, de tipo vegetal o cereal en los días que esté permitido. Después de otro par de horas o tres, deberás comer las cantidades y productos permitidos en cada fase. Luego, a media tarde, repetirás la acción de por la mañana, y después cenarás lo que esté permitido. Acompaña todo con agua abundante y ejercicio físico diario. Se dice que siguiendo esta dieta, el metabolismo te acelerará tanto que podrás perder hasta nueve kilos a la semana. Si quieres perder más kilos, deberás incrementar las raciones, añadiendo la mitad de lo que ya estaba permitido. Esto puede sonar contradictorio, pero estaremos haciendo que nuestro metabolismo trabaje más rápido cuanta más comida ingiramos (comida sana y permitida, por supuesto).
Esta dieta, como ves, es muy estricta, así que, como te dije antes, antes de realizarla deberás consultar siempre con tu médico si es apropiada para ti y si se adapta a tus necesidades. Seguramente tengas que hacerte algunas analíticas para comprobar cómo estás y qué tipo de metabolismo tienes, antes de que tu médico te aconseje o no seguir una dieta de este tipo. Recuerda que, siempre y ante todo, lo primero es tu salud.