Morfina – Todo lo que has de saber
La morfina suele tener mala fama. Su condición de droga hace que la opinión popular no sea muy positiva ante este tipo de sustancias. No obstante, las sustancias psicoactivas tienen, también, su lado positivo.
A continuación vamos a explicarte que es la morfina y todo lo que has de saber respecto a esta sustancia. Si te interesa, te invito a que te quedes a leer el artículo. Descubrirás que su uso terapéutico está totalmente regulado y es seguro, y eso, quizás, te hará mejorar la opinión que tienes sobre esta droga. No obstante, también queremos que conozcas los efectos de su uso indiscriminado, pues al fin y al cabo se trata de una droga con todas sus letras.
La morfina
La morfina es una sustancia conocida como droga, pues crea cambios en el cerebro. Pertenece al grupo de las drogas opiáceas, y aunque existen drogadictos que la consumen de manera indiscriminada, suele usarse en medicina por sus propiedades analgésicas. Se saca del opio. También suele ser eficaz para mejorar la adicción a la heroína y cocaína.
También recibe el nombre de adormidera, puesto que favorece la acción de dormir como consecuencia de producir despresión en el sistema nervioso. Los primeros hallazgos de esta planta se remontan a 7000 años atrás.
Efectos de la morfina
La morfina tiene dos tipos de efectos principales; a corto plazo y a largo plazo. Los efectos a corto plazo no suelen tener tanta gravedad como los que se corresponden con el uso continuado, es decir, a largo plazo. entre ellos, encontramos los siguientes efectos:
Efectos a corto plazo
- Es una sustancia analgésica, por lo que alivia dolores
- En un primer momento, crea euforia. No obstante, esta euforia es pasajera.
- Más tarde, induce al sueño, debido a que es un agente depresor del sistema nervioso. Por ello también recibe el nombre de Adormidera, y por ello es usado en medicina para potenciar la anestesia.
- Hace que la respiración y la presión arterial se vuelva más lenta, debido a que es un depresor del sistema nervioso central.
- Es una sustancia relajante
- Con ella, se disminuye la actividad cerebral, lo que explica los efectos anteriores.
- En dosis controladas, puede producir pesadez en los músculos. En dosis altas o descontroladas, puede producir efectos contrarios como rigidez muscular.
- Malestar gastrointestinal, que va desde el estreñimiento hasta la boca seca, pasando por náuseas y vómitos.
- Contracción de las pupilas: La morfina, así como otras drogas, producen miosis o contracción pupilar.
- Cuando la toma de morfina no está controlada y es alta, puede causar alucinaciones y convulsiones.
Efectos a largo plazo
Estos efectos se producen cuando la toma de morfina se ha mantenido en el tiempo o no ha sido controlada por un profesional médico. Supone la cara más negativa y amarga de las drogas psicoactivas y, en especial, de la que nos ocupa aquí.
- Crea dependencia: Este es el efecto más peligroso y más temido por cualquier persona que toma morfina, bien como una manera de drogadicción o bien como tratamiento para la salud. Deberemos dejar claro lo siguiente: Cuando las dosis de morfina están controladas por un profesional y se siguen las pautas establecidas, es muy raro que se produzca dependencia. Cuando el uso es indiscriminado, sin seguir pautas, es mucho más posible que se desarrolle una dependencia. La morfina tiene un elevado potencial adictivo, por lo que no deberemos tomarla sin la prescripción de un médico.
- Síndrome de abstinencia: Se da cuando se ha producido una dependencia. Este síndrome aparece cuando el cuerpo demanda esta sustancia. Es decir, cuando se produce lo que comunmente conocemos como el mono.
- Estriñe: Con la morfina podemos padecer diferentes molestias intestinales, y entre todas ellas, estreñimiento grave.
- Problemas conductuales y cognitivos: Cuando la morfina se toma en dosis descontroladas, puede producir disminución del control de los impulsos, estados de ánimo depresivos y la disminución de la capacidad de juicio. Cuando se toma en dosis controladas, no suele producirse este efecto.
- Comportamientos impulsivos y antisociales: Este efecto va íntimamente ligado al anterior, pues es producido por los cambios cerebrales que realiza. A consecuencia de ellos, la persona se va quedando sin apoyos en su círculo social.
- Las mujeres embarazadas y las lactantes no deben consumir morfina, pues sus efectos pueden llegar al feto o al bebé, produciendo dependencia y malformaciones.
¿Que usos medicinales tiene la morfina?
Como comentamos, la morfina tiene usos medicinales con muy buenos resultados. Es el médico quien establece el tratamiento con morfina y pauta las dosis correctas. Al tratarse de una sustancia altamente adictiva, recomendamos seguir exactamente la pauta que nos ha indicado el médico y acudir a él ante cualquier duda o problema.
La morfina se suele usar en medicina para tratar algunas dolencias, entre las que encontramos:
- Diferentes dolores, debido a su propiedad analgésica, como el dolor de infarto agudo de miocardio, dolores quirúrgicos, dolores provocados por enfermedades como el cáncer, edemas pulmonares o por traumatismos como golpes o problemas con los huesos.
- Relajación y llamamiento del sueño. Al tratarse de una sustancia depresora del sistema nervioso central, se puede usar para facilitar el sueño e incluso para anestesiar.
La morfina debe estar recetada por un profesional de la salud, quien nos indicará la pauta a seguir. Esto es realmente importante pues, de esta forma, la morfina no causará adicción. Por ello es de vital importancia que sigamos las recomendaciones del profesional y evitemos subir la dosis sin antes consultarlo con el médico que la ha recetado. Si seguimos las indicaciones, la morfina es totalmente segura.
Peligros de la toma descontrolada
Como ya hemos visto, la toma descontrolada de esta sustancia puede tener diferentes efectos. El más importante es la dependencia, pues, al tratarse de una sustancia muy adictiva, genera hormonas implicadas en los procesos de adicción. Además, a nivel comportamental, puede producir problemas de conducta causados por la imposibilidad de controlar los impulsos, que pueden llevar, a su vez, a problemas sociales.
Es importante no tomar morfina sin autorización y con dosis descontroladas. Si te consideras un adicto a esta o a cualquier otra sustancia adictiva, te recomendamos busques ayuda psicológica y médica y acudas a centros de desintoxicación. Solo así conseguirás llevar una vida sana sin los efectos secundarios tan nocivos que produce la morfina.
A modo de conclusión
La morfina es una sustancia opiácea muy usada en el ámbito clínico, debido a sus propiedades. Suele usarse para relajar el sistema nervioso, para tratar los dolores y para llamar al sueño. Siempre y cuando su toma esté regulada por un profesional y se cumpla la dosis correcta, la morfina no presenta problemas graves como la adicción. En estos casos, la toma de morfina es segura.
Si se toma como método de drogadicción, puede producir problemas psicológicos, mentales y dependencia. Es muy importante evitar su toma en estos aspectos, pues la dependencia ocurre de manera muy rápida y sin que la persona se de apenas cuenta de ello.
En este artículo hemos querido acercar esta sustancia a tu conocimiento. Por ello, te hemos contado sus efectos, sus peligros y sus usos. De esta manera, podrás disipar miedos respecto a los tratamientos médicos con esta sustancia y saber que efectos pueden darse a raíz de su toma, y cuales pueden venir por otros problemas.
Es fundamental hacer un uso responsable de la morfina y otras drogas para evitar problemas añadidos.