23 semanas de embarazo

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Durante el embarazo tu bebé va formándose, desde ser una minúscula acumulación de células hasta conseguir la forma de un pequeño ser humano, así como que se va desarrollando y creciendo interiormente. Podemos ver esos avances en la formación de tu bebé semana a semana, y aunque puede que la diferencia entre una semana y otra no sea a veces demasiado, sobre todo en el caso de la mamá, lo cierto es que las células trabajan a toda velocidad para que tu bebé esté perfecto a tiempo.

Si quieres saber cómo se desarrolla tu bebé y que cambios se producen a las 23 semanas de embarazo sigue leyendo este artículo de saludrespuestas.com donde vamos a enseñarte todo lo que necesitas saber sobre ti y tu bebé en la semana 23 de embarazo.

El desarrollo de tu bebé a las 23 semanas

En estos momentos tu bebé habrá alcanzado una altura de unos 28 centímetros, y ya pesará más de medio kilo. Se suele decir que ahora tu bebé es como mango grande (por peso y medida).

Durante este período de tiempo tu bebé tiene una piel de color sonrosada, no importa cuál será el color futuro de su piel, por ahora presenta un natural y bonito color rosita. Y hablando de piel, la piel de tu hijo todavía es muy fina, tanto que incluso las venas pueden transparentarse dándole un tono más verdoso al tono de piel en aquellas zonas donde pueden verse las venitas. El tono final de la piel de tu bebé no podrás verlo nada más nacer, sino que irá fijándose durante el primer año de vida de tu bebé.

Además, la piel de tu bebé sigue estando bastante arrugadita, tal y como comentábamos en la semana 22 de embarazo, pero estas arruguitas irán desapareciendo a medida que tu bebé crezca y coja más peso.

Por ahora los pulmones aún no están completamente formados, ya que suelen tardar más que otros órganos, y no estarán perfectamente formados hasta casi el final del embarazo. En estos momentos las venas de los pulmones, y las cuales participan en el proceso de la respiración siguen desarrollándose. Es por este motivo que si tu bebé nace prematuro (es decir antes de las 37 semanas de gestación) necesitarán de oxígeno o de cierta ayuda para respirar, ya que sus pulmones no llegaron a desarrollarse por completo y esto le provoca cierta dificultad para respirar.

Si tu bebé naciese a las 23 semanas de embarazo tiene grandes posibilidades de sobrevivir gracias a los avances médicos y a los cuidados intensivos, pero debes saber que el riesgo de que se produzcan muchas complicaciones es bastante alto.

Por otro lado, los huesos de tu bebé continuarán desarrollándose y siguen transformándose de cartílago a hueso. El proceso de calcificación encargado de ello se inicia desde el centro del hueso y va progresando hacia los extremos y hacia afuera. Es más, este proceso continuará durante los siguientes años de crecimiento del pequeño.

Ahora puedes compartir mucho más con tu bebé. Si ya era capaz de sentir lo mismo que tú y de escuchar el latido de tu corazón ahora ya puede sentir tus movimientos, por lo que este es un gran momento para ponerte distintos tipos de música y moverte a los diferentes ritmos.

Cambios en la mamá a las 23 semanas del embarazo

Si hasta ahora has estado sufriendo de dolores de cabeza, a partir de ahora estos desaparecerán o serán muy esporádicos. Este dolor de cabeza, sobre todo al principio del embarazo se debe a los cambios que se producen en la circulación sanguínea, los cambios hormonales y a la congestión nasal.

Además, a partir de ahora eres más propensa a sufrir hinchazones, sobre todo en las manos, los tobillos y los pies si es que todavía no te ha ocurrido. Esto se debe sobre todo a la retención de líquidos de tu cuerpo. Para evitarlos debemos masajear las piernas y reducir el consumo de sal y sodio, ya que, para equilibrar los niveles de sodio, el cuerpo necesita acumular mayor cantidad de líquidos. Otra causa de la retención de líquidos es debido a que la química de la sangre provocará que el fluido (el líquido) se vaya reteniendo en los tejidos, esto se conoce como edema.

El edema será peor por la noche y sobre todo en verano. En general, después del parto comenzarás a eliminar naturalmente todo ese exceso de líquido, por eso, es normal que después del parto tengas muchas ganas de orinar e incluso que sudes más de lo que consideres normal.

Por otro lado, debido a la presión que ejerce el útero sobre las venas, estas devolverán menor cantidad de sangre desde las piernas y el inferior del cuerpo hacia el corazón. Por tanto, la circulación de la sangre en las piernas es más lenta. Esto puede ocasionar retención, varices y sobre todo pesadez en las piernas. Para ayudar a evitar problemas más dolorosos evita estar mucho tiempo de pie e inmóvil, camina una hora al día pon tus pies en remojo en agua tibia con sal y cuando te tumbes ponte algunos cojines bajo los pies y piernas para elevarlas un poco.

Ya te hemos comentado que mientras que estés embarazada tu sangre fluirá en mayor cantidad y rapidez por los tejidos, eso incluye los tejidos de la boca.

Un mayor de fluido de la sangre en la boca puede ocasionar unas encías sensibles y sobre todo sangrantes, por lo que si te sangra la boca sobre todo desde la mitad hacia el final del embarazo esta es la causa, y es algo muy frecuente. Además, se conoce como gingivitis del embarazo.

Aunque sangres y te sientas algunas molestias debes continuar cepillándote los dientes con cuidado y por supuesto seguir usando enjuague bucal, (con especial cuidado de no tragar nada de este enjuague bucal) tampoco debes olvidarte de usar el hilo dental. Si no tienes cuidado especialmente ahora la gingivitis puede ir a peor y llegar a convertirse en una periodontitis.

La periodontitis es una enfermedad de las encías bastante grave, ya que la infección llegará hasta el hueso y a los tejidos que se encargan de sostener los dientes además de las encías.

Por este motivo además se recomienda que acudas a tu dentista para una revisión profesional, sobre todo porque una vez que des a luz no tendrás demasiado tiempo para ir. Además, el dentista podrá darte ciertas recomendaciones para tener bien cuidados tus dientes durante el embarazo.

También el dolor de espalda puede empezar a aumentar, debido al peso de la barriga, para lidiar con el dolor puedes realizar algunos estiramientos, así como yoga y practicar un poco de natación.

Ahora que ya sabes qué cambios te esperan en a partir de las 23 semanas de embarazo y a partir de ella recuerda que, aunque esto es lo que ocurre generalmente lo cierto es que cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, por lo que si tienes algún tipo de duda, el que mejor puede resolverlo es tu médico, así que acude a él para cualquier consulta y aclarar tus dudas. Recuerda que tu bebé puede reconocer tus sentimientos, así como también la preocupación y los nervios que puedas coger.

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