Cómo curar el gripe

Woman caught cold , flu, running nose, selective focus on tissue box. Healthcare and medical concept
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La gripe es una enfermedad muy común que se tramite a través de un virus. Este virus (aunque, hablando con propiedad habría que hablar en plural, ya que son varios virus los que pueden producir la gripe) reside en el aire. Cuando respiramos e inhalamos estos virus, ya sea a través de la nariz o de la boca, es el momento en el que están dentro de nuestro organismo pudiendo hacer que enfermemos.

En el año pasado, más o menos entre el veinte y el treinta por ciento de la población española padeció esta enfermedad. Afecta a toda la población, pero es extremadamente peligrosa en las personas más mayores, ya que la gripe debilita muchísimo todo el organismo de la persona que la padece, haciendo que sea mucho más fácil coger otras enfermedades. Esto, en la población anciana, supone un gran problema, por lo que es muy normal que sea necesario el ingreso hospitalario para evitar cualquier riesgo.

Actualmente no existe una cura para la gripe. Como hemos dicho, es un virus el que transmite la enfermedad, lo que significa que no hay medicamento que pueda vencerla. Tendremos que proteger nuestro organismo y reforzar nuestro sistema inmunológico para que sea este el que termine por vencer al virus causante de la enfermedad.

Pero sí es cierto que existe una vacuna, que se suele poner al principio del otoño, que sirve para prevenir su desarrollo. La vacuna es muy eficaz y hace que la mayor parte de la población que se la ha puesto no padezca la gripe, pero hay casos, como el del año pasado, en que la vacuna se convierte en un fracaso. Esto es por una sencilla razón: los virus de la gripe mutan, son capaces de crear cepas independientes que tienen una genética diferente a la de la primera cepa. Cuando una persona se vacuna de la gripe, se está vacunado contra una determinada cepa. Pues bien, el año pasado la pandemia de gripe que hubo fue transmitida por una cepa que no era la que en un principio se pensó que iba a ser, de manera que las personas que se vacunaron, tenían casi las mismas posibilidades de contagiarse que cualquier otra persona que no lo hubiera hecho. Hace años pasó algo parecido con la conocida como gripe A. Pasó algo similar, surgió una cepa que era nueva para los investigadores y para la que no estaban preparados, así que se sufrió una pandemia, ya que no había nadie vacunado de ella.

Síntomas de la gripe.

Los síntomas de la gripe son variados y dependen de cada persona. Pero lo más normal es tener fiebres altas, moqueo, congestión nasal, tos, mareos, escalofríos, dolores musculares y articulares, pudiendo llegar a tener también vómitos. Si tenemos varios de estos síntomas (sobre todo la fiebre) deberemos acudir con urgencia a nuestro médico. Si determina que es gripe lo más probable es que nos recete algún medicamento para bajar la fiebre, como podría ser el paracetamol (que normalmente se toma cada ocho horas, con las comidas) y algún tipo de jarabe para eliminar los mocos o calmar la tos, dependiendo de los síntomas que se presenten. Poco más podrá hacer el médico por ayudarnos, ya que no existe ningún medicamento, como dijimos antes, que haga que el virus de la gripe se vaya antes.

El proceso viral es largo, puede durar más de una semana dependiendo de la gravedad que revista cada paciente y durante ese tiempo se recomienda guardar absoluto reposo para que el cuerpo se pueda recuperar lo más rápido posible.

Métodos para reducir los síntomas.

Y durante ese tiempo, mientras tomamos los medicamentos que el médico nos ha prescrito anteriormente, podemos seguir unos consejos para ayudar a nuestro sistema inmunitario a que se fortalezca y pueda echar el virus cuanto antes.

Beber mucho líquido.

Lo primero de todo, y más importante, es beber abundante líquido. Esto es para evitar un cuadro de deshidratación que podríamos sufrir al tener fiebres muy altas y constantes. Además, el beber abundante líquido nos puede ayudar a eliminar muchísimo mejor toda la mucosidad acumulada en las fosas nasales y así evitar la sensación de embotamiento que sentimos cuando no somos capaces de expulsar todo el moco acumulado.

Si no eres capaz de beber tanta agua como tal (deberás beber alrededor de tres o cuatro litros al día, más o menos el doble de la cantidad que sueles beber cuando estás sano), prueba a tomarte infusiones o zumos naturales de frutas licuadas. Las frutas más recomendadas son la sandía y el melón, porque tienen un alto contenido en agua, pero también puedes tomar naranjas que, además, te aportarán mucha vitamina C. Esta vitamina también es muy importante en el proceso de la cura de la gripe. Intenta tomar al menos un zumo de naranja al día (unos doscientos cincuenta mililitros). También puedes comerte las naranjas sin hacerlas zumo, pero la cantidad de vitamina C que estarás tomando será menor, porque no es lo mismo tomarse un zumo de cuatro o cinco naranjas que comerse una o dos. También los kiwis son muy recomendados, por su alto contenido en vitamina C, así como las fresas, los pimientos, la papaya, las grosellas o la guayaba.

Baños de vapor.

Tener la nariz taponada es muy molesto y puede producirnos malestar y dolor de cabeza. Para ello, como dijimos antes, bebe mucho líquido, pero también toma algunos baños de vapor para eliminar la congestión nasal. Para ello, necesitarás una olla llena de agua que tendrás que poner a hervir. También hojas de eucalipto o aceite de eucalipto que puedes comprar en cualquier herbolario o tienda especializada. Las hojas secas se pueden encontrar también en algunos grandes supermercados. Una vez que el agua ya esté hirviendo, retira la olla del fuego y colócala en un sitio para poder hacer los vahos. Si lo pones encima de una mesa, acuérdate de colocar debajo algo para que la mesa no se queme. Añade al agua las hojas de eucalipto (unas diez) o las gotas de aceite (unas ocho) e inclina tu cabeza sobre la olla tapándote bien con una toalla para que el vapor no se escape. Inhala profundamente y repite durante unos diez o veinte minutos. Es normal que al principio sientas sensación de ahogo y tengas la necesidad de sacar la cabeza de la toalla para respirar aire fresco. Si te pasa, hazlo, no hay ningún problema, coge aire de fuera y vuelve a taparte con la toalla y empieza a respirar otra vez los vahos. Esto lo debes hacer un par de veces al día, si estás muy congestionado. Haciéndolo así, notarás cómo los mocos van desapareciendo.

Remedios para la tos.

Otro de los síntomas de la gripe es tener tos. La tos irritativa es muy molesta, ya que hace que tengamos la sensación de que nos pica la garganta constantemente y nos forcemos a toser. Al forzar tanto la garganta es posible que lleguemos a hacernos daño y también es posible que nos entren agujetas en la tripa de toser. Pero lo más molesto de todo es cuando no nos deja dormir por las noches.

Para ello, aparte del jarabe que te pueda recetar tu médico si este considera que es lo mejor para tu caso, hay un pequeño truco que puedes usar para aliviar la tos por las noches. Consiste en cortar una cebolla en unos cuantos trozos (no hace falta que sean trozos muy pequeños pero tampoco cortes la cebolla en cuatro partes) y colocarla en un plato para dejarla en nuestra mesilla de noche mientras nosotros dormimos.

La cebolla suelta una sustancia que hace que se humedezcan nuestras mucosas, de manera que produce que nuestra garganta esté húmeda, evitando la sequedad y por lo tanto, las ganas de toser. Sí, no te voy a negar que por la mañana el olor de la habitación no será muy agradable, pero la verdad es que este es uno de los sistemas que mejor funcionan para aliviar la tos, así que merece la pena intentarlo.

Mantén tu cuerpo caliente.

Es muy importante también que mantengas tu cuerpo lo más caliente posible, abrigándote bien, sobre todo los pies. Si vas a salir a la calle no olvides proteger tu cabeza poniéndote un gorro, ya que la mayoría del calor corporal se va por esa parte del cuerpo. Parece una tontería tener que decir esto, ya que normalmente la gripe se coge en invierno y es normal que vayamos abrigados. Pero no es tanta tontería, ya que tener fiebre hará que queramos quitarnos cuantas más capas mejor. Hará que tengamos mucho calor y eso nos llevará a querer vestir ligeros. Pero eso es un error, tenemos que taparnos para mantener el calor corporal.

Usar pañuelos desechables.

Por supuesto, es importante también que uses pañuelos desechables para limpiar la mucosidad y que uses uno nuevo cada vez que te suenes. Al expulsar el moco estamos expulsando también muchos gérmenes, bacterias y virus. Si volvemos a sonarnos con un pañuelo que ya hemos usado previamente, lo que estaremos haciendo es llevar otra vez esos organismos indeseados hacia nuestro cuerpo, pudiendo volver a quedarse dentro de nosotros y reproducirse rápidamente. Esto me lleva también a recordarte que la gripe es una enfermedad muy contagiosa, así que debes evitar el contacto con otras personas para evitar propagarla. Por supuesto, no compartas tu vaso o cubiertos, ropa o toallas, eso reducirá las posibilidades de contagio.

Cuida tu alimentación.

En cuanto a tu alimentación, también puedes seguir unas pautas cada día para ayudar a tu cuerpo a combatir los síntomas de la gripe y así poder curarte más rápidamente. Por ejemplo, puedes tomar una infusión de saúco por la mañana que te ayudará a sentirte mucho mejor. Es muy fácil de preparar: solo tienes que añadir una cucharada del fruto de saúco a una taza de agua hirviendo y dejarlo reposar unos minutos, más o menos unos cinco. Después cuélalo y tómatelo cuando esté todavía bien caliente. No tomes esta infusión más de tres veces al día. También es muy recomendable tomar un vaso de leche con miel antes de irte a dormir, ya que relajará los músculos haciendo que no te duelan y te ayudará a conciliar el sueño con más facilidad. Para estos dolores musculares tan comunes en los procesos gripales también es muy efectivo el jengibre. Para hacer una infusión de jengibre solo tendrás que rallar un poco de esta raíz y agregarla a una taza de agua hirviendo. Añádele el zumo de medio limón y, tras dejarlo reposar unos cinco minutos, cuélalo y tómate el líquido resultante. Incluye en tu dieta muchas verduras y, sobre todo, cebolla, ajo y repollo, que te ayudarán a fortalecer tu organismo.

Y, no olvides, que para curarte de la gripe lo que más necesitas es paciencia. Es un proceso vírico que tarda unos días en curarse, aunque siguiendo todos estos trucos conseguirás que esos días que dura la gripe, sean lo menos molestos posible.

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