Cómo meditar
La meditación es una práctica que se lleva haciendo durante generaciones, una práctica que tiene el principal objetivo de conseguir una relajación extrema y un estado de paz interior nunca antes visto.
En estos tiempos que corren, es muy complicado tener una vida tranquila y estar en paz con nosotros mismos. Las facturas que tenemos que pagar, el estrés en el trabajo y las discusiones con la familia son sólo algunas causas de que vivamos estresados continuamente.
Muchas veces tratamos de estar relajados y evitar el estrés, aunque parece que eso es misión imposible a primera vista. Cada vez que tratamos de estar tranquilos se nos vienen a la cabeza todos esos problemas anteriormente mencionados y el estrés se nos acumula muy rápidamente.
Cuando esto ocurre, rápidamente empezamos a tener efectos secundarios del exceso de estrés, como por ejemplo la falta de tranquilidad, taquicardias e incluso envejecimiento prematuro e insomnio en el caso de muchas personas.
Por esa razón, hay que aprender a meditar correctamente, ya que la meditación puede hacer que nuestros problemas sean olvidados. Si aprendes a hacerlo correctamente, vas a poder meditar sin distracciones y así poder estar tranquilo.
Una vez que logres meditar, vas a poder notar algunos beneficios de esta práctica, beneficios que van desde una mayor calidad de sueño, hasta una disminución del estrés, pasando por una mejora en el riego sanguíneo y un mejor estado de ánimo.
Además para meditar no vamos a tener que estar 7 horas diarias como los monjes, sino que con hacerlo unos minutos al día ya vamos a notar algunos beneficios para la salud.
Si no sabes cómo empezar a meditar y ni mucho menos sabes cómo hacerlo de forma correcta no te preocupes, ya que estás en el lugar correcto. Hoy aprenderás paso a paso cómTrao meditar y así poder lograr una mejor salud tanto en el cuerpo como en la mente.
Busca un lugar tranquilo
La meditación es una práctica que debemos hacer con toda la tranquilidad del mundo, sin nada de estrés y sin nada de ruido. Por este motivo, la búsqueda del lugar es un factor clave, un factor que marca la diferencia entre tener una gran meditación o que esta sea un desastre.
En primer lugar, tenemos que buscar un lugar donde no haya nada de ruido a la hora que quieres meditar. Si tu casa es ruidosa con niños y demás, quizás sea mejor buscar otro lugar, como por ejemplo un paisaje al aire libre o incluso un trastero donde no pase nadie.
Lo segundo es tratar de que el lugar te traiga buenas sensaciones, ya sea por el color o por la luz o estética. Si por ejemplo te gusta el color verde, hazlo en un sitio verde y si por ejemplo no te gustan los sitios pequeños, hazlo en un sitio muy grande.
Evita distracciones
Otra de las causas por las cuales las personas no triunfan a la hora de meditar es porque se distraen con mucha facilidad, ya que vivimos en un mundo donde esto está a la orden del día. Seguro que alguna vez ha sonado el teléfono, te han mandado un whatsapp al móvil o simplemente tu pareja te ha llamado a cenar, algo que ha llevado al traste tu meditación.
La mejor forma de evitar todo esto es tratar de evitar todas las distracciones posibles, para asegurarte de que el tiempo de la meditación sea completamente tranquilo y libre de ruidos, para así lograr que esta sea completa.
Por ejemplo, trata de evitar tener encendido el teléfono móvil, el cual es la mayor distracción que puedes tener. También quita alarmas y demás ruidos que te molesten. Si en tu casa llaman mucho al fijo, desconéctalo de la red, ya que si es importante te volverán a llamar después.
Si tienes niños en casa, trata de mantenerlos fuera durante el tiempo de la meditación, algo que puedes hacer llevándolos a casa de sus abuelos o dejándolos al cuidado de tu pareja o de los hermanos mayores. Si es tu pareja quien interrumpe, haz saber que no te gusta y que debe dejar de hacerlo.
Encontrar la postura
Aunque las películas nos hayan dicho lo contrario, meditar no sólo se puede hacer sentado con talones recogidos y haciendo gestos raros con las manos, sino que se puede hacer de más formas. Realmente la meditación es algo totalmente individual y cada persona puede meditar de una forma u otra.
En este caso, trata de encontrar la postura en la cual te sientas más cómodo y relajado, además de la postura en la cual no tienes ningún tipo de molestia. Hay personas que lo hacen sentados, otras personas que lo hacen tumbados boca arriba e incluso hay personas que lo hacen de pie, algo insólito pero real.
Si no estás seguro de cuál es tu postura favorita, prueba con varias posturas a ver si das con la tecla, ya que muchas veces no se puede saber esto a ciencia cierta hasta que no llevas bastantes horas de práctica. Una vez que hayas encontrado tu postura, ya puedes empezar a meditar mejor.
Respiración profunda
Casi toda la meditación tiene que ver con la respiración, ya que es la que nos permite estar relajados. La forma de respirar generalmente suele venir con inspiraciones profundas y expiraciones muy lentas, con tal de sentirnos relajados con abundante oxígeno en nuestro interior.
Eso sí, hay gente que lo exagera y hace auténticas respiraciones dignas de un escalador profesional. Lo que hay que hacer es tratar de respirar profundo, pero sin hiperventilar, soltando el mismo aire que entra y todo muy despacio.
Trata de aspirar el aire por la nariz y expulsarlo por la boca. En las primeras respiraciones siente como el diafragma se llena, algo que hará que te sientas muchísimo más tranquilo y relajado para meditar, algo que sin duda te servirá a la hora de practicar este gran ejercicio físico.
Meditar
Meditar no es tan fácil como parece, ya que al principio debes dejar la mente completamente en blanco y dejar de pensar. La forma de hacerlo es controlar la respiración a la vez que cierras los ojos en tu postura, tratando de imaginar cosas que no tienen nada que ver con tu vida cotidiana.