Mi pareja no me entiende
¿Sientes que eres una persona totalmente incomprendida? ¿Por mucho que te has esforzado no has conseguido llegar a ese nivel de entendimiento con tu pareja? En este artículo hablaremos del gran problema al que muchas personas nos enfrentamos. Hablamos de la situación en la que tu pareja no te entiende. Antes de entrar en cuestiones y dar algunos consejos, es necesario situarnos bien. El terreno de las relaciones, especialmente cuando incumbe a una pareja, es muy complejo. No hay ninguna solución que sirva para todas, ya que no hay dos iguales. Cuando hablamos de amor, estamos hablando del sentimiento más importante que puede haber. Muchas veces, no somos capaces de manejar dichas situaciones. Esto se debe a que nuestra mente puede estar nublada por algunos otros sentimientos o miedos. También es probable que nos interese saber cómo ser una pareja perfecta. O, por lo menos, acercarnos lo máximo que podamos.
Es importante que seamos conscientes de que se puede ser feliz sin tener pareja. Sin embargo, podemos llegar a serlo con nuestro compañero gracias a las 12 Maneras de ser feliz en pareja. Como hemos señalado anteriormente, es importante establecer algunas ideas antes de desarrollar teorías o consejos. En todo lo que concierne al bienestar de una pareja, por lo general es cosa de dos. Cuando hay un problema, al margen del causante, se debe arreglar entre ambas partes. Por ello no debemos frustrarnos si tu pareja no te entiende o enfadarnos con él. Hemos de buscar otras soluciones. No podemos hacer siempre lo mismo esperando obtener otros resultados. Cabe destacar que podemos leer miles de millones de consejos válidos, pero lo más importante es la actitud.
Por otro lado, hablaremos de algunas situaciones que pueden darse y cómo comportarte ante ellas para llegar a un entendimiento. De esta manera avanzaremos.
Mi pareja no me entiende
En este apartado hablaremos, con el riesgo de caer en algunos tópicos, de situaciones comunes. Los tópicos lo son por alguna razón. Siempre hay algo de verdad en ellos y son muy esclarecedores. Por ello, y sin que sirva de precedente, nos valdremos de algunos de ellos para que se puedan extrapolar a otras situaciones.
– Discusiones por cosas sin importancia. Podemos llegar a creer, erróneamente, que nuestro compañero siempre discute por «tonterías». Puede que sus razones no parezcan tener sentido y que, a veces, simplemente busca discutir. Un mensaje no contestado, celos injustificados, etc. Seguramente, en algún momento de la relación, nos habrá pasado que no hemos contestado un mensaje de nuestra pareja. Al volver a ver a esa persona, nos lo ha echado en cara aún sabiendo que estábamos trabajando u ocupados en otra tarea. Es una postura errónea por su parte, pero ¿qué es lo que queremos realmente? Arreglar la situación o demostrar que tenemos razón? En vez de explicar que estabas en el trabajo, hecho que la otra persona conoce perfectamente, podemos poner el foco en otro tema. ¿Por qué se siente así esa persona o por qué le molesta? Este es un buen inicio para encaminar dicha escena.
– No me pasa nada. Dejando al margen que sexo la utiliza más, es una frase de sobra conocida por todo el mundo. Muchas veces has preguntado a tu pareja qué le pasa y ella te ha dicho que nada. Te has ido contenta y en el reencuentro la otra persona se muestra muy enfadada. Es aquí cuando empieza la discusión que puede desvariar en cualquier otro tema, aunque no esté relacionado. Ese «no me pasa nada» quiere decir que la otra persona espera que te des cuenta de sus sentimientos sin que te lo diga. Lo cuál quiere decir que es su forma de comprobar que te importan sus sentimientos. En vez de centrarnos en discutir el por qué no ha dicho realmente qué le pasa, podemos centrarnos en llegar a un punto intermedio.
Afrontar situaciones
Si tu pareja no te entiende, no hay que suponer que pone poco interés o que realmente no quiere. También debemos poner de nuestra parte, porque el problema es de los dos. Es aconsejable revisar nuestro comportamiento y nuestra manera de expresarnos. Ver si hay alguna faceta dentro de la pareja en la que podamos mejorar. Al mismo tiempo, expresar nuestro punto de vista a la otra persona para que pueda acercarse más a nuestra «lógica». Es peligroso entrar en el terreno de la frustración, porque seguidamente va el enfado y el distanciamiento en la relación. Si tu pareja no te entiende, no pasa nada. Nadie dijo que el amor fuera fácil. Es cuestión de trabajar en él día a día. El entendimiento muchas veces llega con el conocimiento, que nada tiene que ver con nuestro «nivel» de amor para con la otra persona. Para cada persona el amor funciona de una manera distinta.
Las expectativas que nos podemos llegar a crear de nuestra relación pueden ser muy peligrosas. Si creemos que al primer día vamos a estar enamorados y que esa persona nos va a conocer mejor que nosotros mismos, es posible que estemos equivocados. A veces no, a veces pasa. Para que esa persona nos conozca y nos entienda, es primordial que le dejemos entrar. Eso facilitará mucho las cosas.
Como hemos podido comprobar, en este artículo no hemos hecho hincapié en el problema en sí. Creemos más importante hablar de la actitud a tomar frente a los problemas. De nada sirve arreglar un problema sin la actitud adecuada, porque seguramente vendrán más.
Consejos
En lo que al amor se refiere, hemos de ser consciente de que nos vamos a enfrentar a numerosos problemas. Es poco común y hasta no muy sano llevar una vida sin problemas. Es en la dificultad dónde conocemos realmente quién somos y a la persona con la que estamos. Ante los problemas, tenemos la oportunidad de evolucionar, aprender y crecer. Por supuesto nadie busca problemas, ni debería hacerlo. Sin embargo, nos hace falta los obstáculos, retos y desafíos para avanzar. También los momentos malos para valorar más si cabe los buenos.
Lo más preocupante de los problemas no suelen ser ellos en sí, sino la actitud. ¿Cómo vamos a reaccionar ante ellos? Estamos dispuestos a dar la mejor versión de nosotros mismos o dejamos que nos venzan. En este caso, sentirnos incomprendidos por nuestra pareja suele ser desmoralizador. Sentimos esa impotencia que nos puede llevar a un terreno poco sano para la pareja y para nosotros. El camino más fácil sería escoger esta opción y dejarnos llevar. Por el contrario, si decidimos apostar por nuestra relación, escogeremos la cuesta y la subiremos. No podemos dar una zancada de un kilómetro, pero si recorrer esa distancia paso a paso.
Habiendo incidido en el hecho de mostrar la actitud adecuada, luego se ha de pasar a la acción. La comunicación es la clave. Mas aún buscar palabras que aporten a la conversación, no que la destruyan. La manera de comunicarnos, más allá de las palabras, es crucial en estos casos. Si los dos queremos llegar a la misma meta, ¿por qué ir uno en contra del otro? ¿No sería más fácil recorrer el camino juntos? Este tipo de pensamientos son los que debemos «meter» en nuestra cabeza, hasta que formen parte de nuestro subconsciente.