10 cosas que nunca debes tolerar en tu relación de pareja

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¿Tienes una pareja, estás muy enamorado@ y no sabes si es una relación que te aporta cosas positivas? ¿Hasta qué punto hemos de «invertir» y ser comprensivos con la otra persona para hacer funcionar la relación? En este artículo hablaremos de las diez cosas que nunca debes tolerar en tu relación de pareja. Por mucho amor que haya, o creas que puede haber, a lo largo del texto te ayudaremos a identificar esos detalles o situaciones en las que no debes ceder.

Siempre se ha dicho que hay que ponerse en el lugar de la otra persona, ser comprensivo y apoyar, pero no en todos los casos. En una discusión es normal que se digan cosas que realmente no se sienten o de las que la otra persona se pueda arrepentir. Otra cosa muy distinta es pasar ciertos límites que nunca, bajo ningún concepto se han de pasar. Por eso, desde aquí, queremos decir que querer a la otra persona no es suficiente para tolerar cualquier cosa.

No existen consejos para mantener una relación de pareja efectivos al 100%, pero sí unos que podemos tomar como base y trabajar a partir de ese punto. Cada persona es un mundo, con su forma de pensar y su propia visión o recepción de la realidad. Por eso, es importante educar desde pequeños ciertos valores y comportamientos para con la otra persona. En la mayoría de las veces no es que de repente esa persona se haya vuelto así, de un día para otro. El origen puede que sea muy remoto y sus comportamientos o actitudes hayan ido a más, pero no es que le haga «click» y cambie. Normalmente suele haber ciertas señales, pequeños detalles que pasamos por alto o incluso nos llegan a hacer gracia. Es importante no permitirlos en nuestra vida.

relación de pareja

La relación de pareja

A continuación, hablaremos sobre las diez cosas que hemos creído más conveniente alertar, seas hombre o mujer. Aun así, debemos ser conscientes que, por la sociedad y su educación, inconscientemente tenemos «dejes» machistas, como mínimo. No hay que ofenderse ni sentirse atacado, es lo que nos han inculcado y puede que nos parezca irrisorio o intrascendente, pero nada más lejos de la realidad. Aceptar este hecho es el primer paso para mejorar y concienciarnos. Por este motivo, aunque el artículo vale tanto para un hombre o una mujer, hemos creído conveniente hacer hincapié en la desprotección que existe y la diferencia de un sexo y otro, ya sea en pareja u otro tipo de relación.

Las faltas de respeto. Tenemos una percepción de las faltas de respeto un poco «desentrenada», ya que no sólo se pueden cometer mediante el insulto o la manera de hablar. Es en estas ocasiones cuando puede que reaccionemos, pero ¿qué pasa con las otras? Nos decimos que es su forma de ser, ha tenido un mal día, etc. Tenemos una tendencia peligrosa a justificar ciertos comportamientos o detalles que no nos merecemos. Todos tenemos algún día malo o circunstancias negativas o problemas, pero no nos da derecho a adoptar un comportamiento irrespetuoso. Es importante recordar esto.

No estar valorado/a. Es casi imposible ser conscientes del momento justo en el que hemos dejado de ser importante para la otra persona, pero sí podemos identificar varios detalles y darnos cuenta a tiempo. En el momento que ya no estás en las prioridades o pensamientos de otra persona, pasas a ser un segundo plato o tercero. Es importante que nos valoren, pero más lo es valorarnos. Por eso, hemos de concentrarnos en si hay un equilibrio entre lo que aportamos a la relación y lo que la relación nos aporta. Para ello, hemos de saber si tu pareja te quiere realmente.

Los celos. La gran mayoría de las personas se sienten halagadas porque su pareja tiene celos y se muestran enfadados. Es una muestra de amor muy mal entendida, ya que hay mil maneras mejores de mostrar que te importa la otra persona. En los celos se esconden las inseguridades de la otra persona o la falta de confianza en la pareja y un intento de cohibir a esa persona o marcar el territorio. Esto último es muy peligroso, ya que no somos territorio de nadie y somos totalmente libres. Hemos de aclarar que un poco de celos puede que sea normal, ya que no todos amamos igual. En este caso es importante el cómo esa persona nos trasmite sus celos y su actitud. Igualmente los celos de una persona son «culpa» de esa persona, no nuestra. Aunque en una pareja deben trabajar en su solución ambas partes.

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Más líneas rojas

– No respetar la intimidad. No hay justificación posible para no respetar la intimidad de la otra persona. Es un comportamiento muy peligroso que estamos adoptando ya desde la adolescencia en nuestras relaciones. Es un dato preocupante el comportamiento de toda una generación que está por desarrollarse. Cosas como espiar a la pareja, mirar su móvil sin su permiso, etc. Nunca debemos permitir esto, da igual cuales sean las circunstancias. Debe estar en nuestro poder y debe ser nuestra decisión decir hasta qué punto queremos preservar esa privacidad. Que nos lo hayan hecho, no nos da derecho a pagar con la misma moneda, porque estaremos dejando que esa persona nos transforme en alguien que no somos. Se han de buscar otras soluciones, desde arreglar el problema o terminar la relación.

No respetar el espacio de la otra persona. Partiendo de la base que lo más importante en nuestra vida pueda ser nuestra pareja, no quiere decir que nuestra unica ocupación sea «ser novio/a de», hay más cosas. El trabajo, las amistades, el tiempo para uno mismo, etc. O puede que no, que queramos pasar las 24 horas con esa persona, situación en la que no habría problema si las dos personas quieren. Pero si tu pareja invade tu espacio constantemente, en contra de tu voluntad, hemos de plantearnos seriamente nuestra relación.

Ser posesivos. El ser humano suele tener ese sentimiento o necesidad de posesión, dominación o control. Ninguna persona es posesión de la otra, ni pertecene. El amor malentendido puede dar lugar a estos comportamientos. Es una escena típica en la que una persona de la pareja ve acercarse a una amenaza para la relación y empieza a dar muestras de cariño o coger de la mano/cintura a su pareja. Es un mensaje muy claro; esta persona es mía y este es mi territorio. Es trascendental identificar estas situaciones y cortar por lo sano este comportamiento.

Chantaje emocional. Es un arma muy peligrosa y desgraciadamente muy efectiva. Querer hacer sentir mal a la otra persona para conseguir el objetivo. Es una de las más peligrosas por su dificultad para identificarlas. Realmente puede condicionar nuestro comportamiento, forma de ser o decisiones. Por ello es crucial tener claro nuestros principios, pensamientos y decidir en base a ello. No hemos de cambiar por ninguna persona, sino por nosotros mismos. Una cosa es ser empático, cualidad que deberíamos tener, y otra decidir siempre pensando en la reacción de la pareja.

Más actitudes no justificables

– Las infidelidades. Todo el mundo es libre de irse con otra persona, está en nosotros si lo permitimos o no. Hay parejas abiertas que creen en el amor libre o que el amor y el sexo no siempre van de la mano. Una persona puede disfrutar con otras, aún estando enamorado. En este ámbito, todo lo que se permita previamente está bien. Otra cosa es el engaño de acción, palabra u omisión. Esto sí que no debemos permitir. Aunque siempre hay excepciones, ya que todos podemos cometer un error. Está bien chocarse dos veces con la misma piedra, lo que no podemos es encariñarnos con ella.

El sexo. Para la mayoría, este tema es muy importante dentro de la pareja, para que funcione correctamente. Sin embargo, para otras personas es un campo totalmente secundario. Si para ti es importante y disfrutas del sexo, no dejes que se convierta en menos trascendental. Si esa persona te quiere y se preocupa por ti, tratará de esforzarse en este apartado también. Es muy importante la comunicación y la confianza para mejorar como pareja en el sexo.

El interés oculto. Puede que, por nuestras circunstancias, una persona quiere ser nuestra pareja para alcanzar un objetivo personal concreto. Ya sea dinero, posición social, trabajo o cualquier otro deseo «material». Si tenemos dudas o la certeza de sus intenciones, hemos de poner fin a ello. No importa que nos haga felices, no hemos de conformarnos con tan poco. Nos merecemos a una persona que quiera estar con nosotros por lo que somos, no por lo que tenemos.

Consejos

Aunque el artículo está dedicado a la pareja y a lo que no debemos permitir, hemos de señalar que se puede ser feliz sin tener pareja. Es posible que, por inercia, llevemos un estilo de vida que nos ha marcado la sociedad y nuestro entorno. Está en nosotros averiguar qué queremos realmente e ir a por ello. Ya sea estar soltero, en pareja o cualquier otra posibilidad. No debemos centrar nuestra felicidad en nada que sea externo a nuestra persona.

 

 

 

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