Cómo seducir a un hombre con la mirada
Hay muchas maneras de conquistar a un hombre y todas pueden ser válidas. No hay sólo un camino para la seducción, ya que se pueden usar varias armas. Pero, sin duda, una de las armas más potentes con las que un hombre caiga rendido a tus pies es la mirada. En este artículo hablaremos de cómo seducir a un hombre con la mirada. Si dominamos está técnica tendremos mucho terreno ganado. La mirada llega dónde las palabras o las acciones no consiguen llegar y tiene el poder de transmitir con un gran nivel de intensidad. Con solo mirar a los ojos de otra persona se produce una conexión que no se alcanza de otra manera. Durante esa conexión hay infinidad de posibilidades y emociones compartidas. Saber interpretar esas emociones, controlar los tiempos y la distancia es una de las claves para derribar muros. Nadie se resiste a una buena mirada.
Normalmente la mirada siempre suele ir acompañada de algún gesto. Pero en este texto nos centraremos únicamente en la forma de mirar a los ojos de la otra persona. A veces no queremos, o no nos atrevemos, a decir algo. Puede que no queramos que otras personas lo escuchen o que el misterio se mantenga. Sea cual sea la razón, el arma que utilizamos, de manera inconsciente o consciente, es la mirada. Se puede decir que es un lenguaje más, en el que la intensidad y la emoción son las principales bases.
A veces basta con un simple intercambio de miradas para saber cómo está la otra persona, sin necesidad de hablar. Es, con toda seguridad, la forma más fiable de conocer el estado y el ánimo de los demás. Independientemente de lo que se esté hablando, la mirada puede delatar en muchos sentidos a esa persona.
Seducir con la mirada
En este aspecto es importante, como casi siempre, controlar los pequeños detalles. Ser conscientes de los matices que una mirada nos puede ofrecer nos abre una puerta de comunicación muy potente. Más que cualquier otra forma de comunicación. En este apartado hablaremos de algunas claves y cómo utilizar esta potente arma.
La seguridad. Tener confianza en uno mismo es una manera de seducir muy fiable. Transmitir esta seguridad con la mirada es parte de la seducción. Con este simple gesto mandamos un mensaje sobre nuestra personalidad y nuestra forma de conquistar. A los hombres les gusta llevar la iniciativa, pero también que den un paso hacia su conquista. Demostrando esta seguridad es exactamente lo que conseguiremos.
La distancia. Una mirada ya de por sí es muy expresiva. Si la combinamos con el factor distancia es una mezcla explosiva. Controlar la distancia durante el intercambio de una mirada es un punto clave en este apartado. Demasiado lejos pierde todo el poder y demasiado cerca puede restar la capacidad de apreciación. Una distancia adecuada en la que nuestros ojos se claven en los de la otra persona hará que se derrita.
La duración. Una mirada puede durar menos de un segundo o incluso casi un minuto. Esto dependerá mucho de la situación y de las circunstancias, pero por lo general no debería extenderse a más de cinco o diez segundos. Si en ese lapso de tiempo no hemos conseguido nuestro objetivo, es una mala señal para alguna de las dos partes. Una mirada que dure lo suficiente provoca en el hombre el deseo de que continúe y de captar su significado.
El contacto físico. A la vez que miramos, estando en contacto con la otra persona, ya sea por medio de caricias o abrazo, potencia mucho más el efecto de la mirada.
Otras claves
Es complicado saber todo lo que pensamos a través de una mirada. Pero tal y como hemos dicho, es la mejor forma de hacerlo. Si somos poco expresivos con la mirada es aconsejable saber cómo maquillarte los ojos para que resalten. De esta manera lograremos una ayuda extra para potenciar la mirada.
Sutileza. El atractivo de transmitir con una mirada y no con las palabras reside en la dificultad de la otra persona para descifrar dicho mensaje. Es lo que lo hace todo más entretenido y apasionante. Poca emoción hay en decir todo lo que queremos con palabras, por lo que insinuarlo hace que todo cobre una nueva dimensión. No todos los hombres son iguales y no todos son capaces de captar cierto nivel de sutilezas. Debemos tener en cuenta esto a la hora de ponerlas en marcha.
Respuestas. Si hay una respuesta contundente donde las haya, esa es la mirada. Cuando te hacen una pregunta no siempre hay que contestar con palabras. Puede que una mejor contestación sea una forma de mirar. Como hemos dicho anteriormente, los ojos son la vía de comunicación más sincera que podemos tener.
El silencio. Las miradas suelen ir acompañadas de un diálogo, aunque no es estrictamente necesario. Incluso, en muchas ocasiones, la conversación hace que el hombre no esté tan al tanto de nuestros ojos. Por eso, aprovechar los silencios seduciendo con la mirada es una gran táctica. Todo lo que no has podido decir en una conversación lo podrás transmitir con sólo unos segundos.
Respaldar las palabras con la mirada. La conversación es muy importante para seducir a un hombre. Pero lo es más acompañar las palabras con gestos. Si queremos que una palabra o un comentario en concreto cobre fuerza e intensidad, la mirada es la mejor herramienta que podemos usar.
Consejos
El arte de la seducción ya de por sí puede llegar a ser enrevesado. Más aún si entramos en el apartado de las miradas, por su dificultad al interpretarlas. Un consejo que damos en este texto para tener una mirada clara es no llevar gafas. Aunque no sean muy oscuras y se puedan ver nuestros ojos a través de ellas, esto dificultará la comunicación. Puede que la otra persona pueda verte, pero no tendrá toda la información necesaria para sacar conclusiones.
No abrir demasiado los ojos. Es un error que solemos cometer cuando queremos mirar a alguien y dejar clara nuestras intenciones. Puede que ese proceso mental nos lleve a enseñar tanto los ojos que les lleve a pensar acerca de nuestra salud mental. No debemos perder la paciencia si nuestro mensaje no es entendido. Hay más oportunidades para conquistar sin llegar a asustar.
La tranquilidad. Si notamos que estamos de los nervios, podemos respirar lentamente. Es una técnica para reducir el estrés. De esta manera nuestros sentidos pondrán atención en lo que realmente importa.
Siguiendo estos consejos y llevándolos a cabo, poco a poco desarrollaremos una mirada totalmente cautivadora. Hay que tener paciencia, ya que no todos saben manejarse en este campo con total naturalidad. El expresar con la mirada es mucho más profundo de lo que pueda parecer, por algo dicen que es el espejo del alma. Todas nuestras inseguridades y emociones se nos escapan en las miradas. Justamente por eso, es importante nuestro estado de ánimo y autoestima.
Los ojos. Tener unos ojos y la zona correspondiente bien cuidada nos ayudará a aumentar el grado de impacto en la mirada. Unos ojos cansados pueden no conseguir transmitir con la intensidad y la fuerza que queremos. Puede que nos interese saber cómo quitar bolsas en los ojos.