Cómo utilizar consoladores
A muchas personas, nos resulta muy útil saber cómo utilizar consoladores. Ya que, estos son posiblemente los juguetes sexuales con mayor popularidad en todo el mundo. Por lo que nos resulta muy curioso. Porque al conocerlos sabremos cómo podemos sacarles el mayor provecho posible. Sin embargo, es necesario que tengamos claro que para utilizar consoladores no hay una receta a seguir. Tampoco, hay una guía práctica estricta. Ni rígida de pasos para hacer. Simplemente, se trata de experimentar por nosotros mismos una experiencia con cualquier juguete sexual. Lo que puede resultarnos fantástico. Para ello, en el mercado encontraremos gran variedad de consoladores. Porque hay infinidad de formas. Además, de modelos con diversos mecanismos de funcionamiento. A su vez, adaptados para la penetración vaginal. O bien, para la penetración anal. Así que tendremos de donde escoger. En tal sentido, hay consideraciones importantes que podemos tomar en cuenta:
1. Iniciar solitarios nuestra primera experiencia
Aunque nuestro deseo sea utilizar consoladores en pareja. Lo ideal, es que cuando los adquiramos, primero los utilicemos solos. Ya que, esto puede permitirnos comenzar a experimentarlos. Además, de conocerlos bien por nuestra propia cuenta. De esa manera, podremos familiarizarnos antes de llevarlos al contacto con nuestra pareja. Sin distracciones. Así, podremos conocer bien su funcionamiento. Experimentando las sensaciones que pueden despertarnos. Pero que también podremos hacer despertar en nuestra pareja. Obviamente, cuando nos toque usarlo.
2. Debemos limpiar los consoladores antes de utilizarlos
Los consoladores son artefactos de uso íntimo y por ello estarán en contacto directo con nuestras secreciones. Además, es importante que cuando lo compremos, nos aseguremos de elegir consoladores que cumplan las normas adecuadas de calidad. Ya que, estos aparatos tienen unos estándares higiénicos que nos dicen mucho de ellos. Lo que nos ayudará como parámetro para escoger los mejores consoladores del mercado. Esto contribuirá a que seamos más selectivos en cuanto a su funcionamiento. Al mismo tiempo, que debemos limpiarlos bien incluso antes de utilizarlos por primera vez. Entonces, debemos estar seguros que estén bien armados, que no se desarmen, que no pierdan piezas. Ni corramos el riesgo de hacernos daño al utilizar consoladores de mala calidad.
3. Es oportuno el uso de lubricantes íntimos
Usar lubricantes íntimos al utilizar consoladores es ideal para que potenciemos nuestras sensaciones. Sobre todo, cuando los vamos a utilizar para las penetraciones anales. Porque además, facilita la vía.
4. Coloquemos preservativos
Los condones o preservativos son ideales para proteger la higiene de los consoladores. Por lo tanto, contribuyen a mantenerlos más limpios y a hacer menos trabajosa su limpieza. Al mismo tiempo, que son un recurso fantástico para alargar la vida útil de nuestros consoladores.
5. Utilizar consoladores para varios estímulos
Al utilizar consoladores podemos aprovechar de estimular sexualmente de diversas maneras. Ya sea, para nosotros mismos o para nuestra pareja. Realmente, es un mito pensar que los consoladores solo nos sirven para penetrar profundamente. Porque también nos sirven para propiciar caricias en diferentes puntos erógenos del cuerpo. Tanto con su punta como con el resto de su superficie. Aparte, de que podemos explotar con potencialidad sus movimientos y la textura del modelo que hemos escogido. Por otra parte, podemos utilizar consoladores para llevar a cabo nuestras fantasías sexuales. Para ello, lo que más necesitamos es de mucha imaginación y creatividad.
6. Los consoladores sirven como terapia de suelo pélvico
Muchas mujeres necesitan fortalecer el suelo pélvico. Por ejemplo, después del parto o después de una cirugía de prolapso vaginal, entre otras causas. Para ello, es buena la opinión previa del especialista para verificar que todo va bien. Puesto, que podemos utilizar consoladores para introducirlo en la vagina y apretarlo con los músculos de nuestro periné. Haciendo ejercicios de Kegel, intentando de sostenerlo.