Cómo hacer un trío
Tal vez, saber cómo hacer un trío es una curiosidad de muchos. Pues, la zona más erógena de nuestro cuerpo es el cerebro. Es por eso que fantasear estimula el deseo sexual. La fantasía erótica es clara demostración de salud psicológica y sexual, es la creatividad atendiendo el placer físico. En las parejas tener fantasías no es señal de insatisfacción, todo lo contrario, es la oportunidad de comunicarse. Hablar de los deseos, de las necesidades, de cómo satisfacerlas crea en la pareja un fuerte vínculo de complicidad. Cumplir o no, las fantasías, no es el fin último en la pareja, comunicarse y divertirse es el principal objetivo. Las fantasías oxigenan los deseos sexuales, induce a indagar en el deseo de uno como en el de la pareja. Una de estas fantasías sexuales más recurrentes en pareja es la de introducir a otra persona, conformar un trío.
Cada pareja tiene una versión de esta fantasía, no es igual el deseo de una mujer al del hombre. La fantasía del hombre en un trío tiene más que ver en demostrar su potencialidad sexual. El hombre necesita sentirse guapo y le excita poner a prueba su virilidad. La mujer siente más la necesidad de explorar su cuerpo a la hora de conformar estos tríos. Por eso es tan necesaria la comunicación en la pareja cuando se revela este deseo de conformar un trío. Aclarar cuáles son las expectativas y dudas de cada uno es imprescindible para así lograr una experiencia satisfactoria. Aparte de la creatividad propia de cada uno de los integrantes de la pareja, es necesaria la educación sexual. Libros, películas, etc. ayudan a concretar mejor los deseos. Leer o ver material erótico contribuye a desinhibirse, se rompe el hielo si alguno de los dos tiene tabúes sexuales.
Disfrutar nuestras fantasías sexuales
Toda fantasía sexual es sana, porque libera las necesidades del ser humano. Los avances sociales se miden por la forma que superamos los tabúes sexuales. Todo acto sexual consensuado es un acto de amor y de afectos. Las relaciones sexuales múltiples, en este caso tríos, son actos donde se impone la sinceridad y lealtad. Por lo tanto, las parejas salen fortalecidas en su autoestima.
La sociedad se libera de ese amor romántico que asume las relaciones de parejas como relación de posesión. Cada relación sexual liberadora es una situación de violencia intrafamiliar menos. Pero, experimentar con la sexualidad después de tantos años de represión y prejuicio debe hacerse con responsabilidad, no por moda. La educación sexual sin tabúes pero sin imposición es necesaria y eso no limita la creatividad. Es mentira que la represión incentiva la creatividad, incentiva el morbo, que es distinto. La constante búsqueda de cómo evadir la represión sexual solo nos convierte en gente neurótica que disfruta los problemas.
Otro factor determinante en como asumir nuestra sexualidad es la presión social, sobre todo cuando somos jóvenes. A veces estos actos no se hacen porque de verdad se desean hacer, aunque tenga la fantasía. Los jóvenes estamos sometidos en nuestro entorno a presiones y terminamos haciendo algo para lo que no estamos preparados. Igual, sucede con las mujeres, por complacer a la pareja terminamos sometiéndonos a prácticas de las que no estamos convencidas. Es el acto íntimo de la sexualidad donde las parejas pueden despojarse de todo prejuicio y compartir sinceramente. Por eso, la sexualidad tiene como base la comunicación y en el respeto mutuo. Una relación sexual sana es garantía de una relación de pareja estable y feliz. La creatividad la pareja redunda en la felicidad de la familia y por lo tanto de la sociedad.
Escoger el tercero para hacer un trío
Este es el primer tema a concretar en la fantasía de hacer un trío por ser el más álgido.
- La tercera persona en cuestión debe ser aceptada por la pareja.
- Se debe escoger a una persona con las que ambos nos sintamos cómodos y seguros.
- Ninguno de los dos debe ver a la persona invitada como rival sino como aliada para el disfrute.
- Es preferible evitar lazos de afinidad emocional con la persona invitada al trío.
- Establecer las reglas claras de cuál es su función como invitado y por supuesto que garantice la prudencia. Los límites de actuación deben ser hablados previamente por la pareja. El aporte de la tercera persona debe ser aceptado por la pareja, nada debe ser forzado.
- Si algunos de los dos no está de acuerdo con alguna actividad esto se debe respetar sin crear malestar.
La persona escogida para hacer un trío debe ser previamente observada y garantizar que a ambos les guste. Recordar que la persona que incorporamos no es un juguete sexual, que también debemos respetar los límites que establece. Conocer el comportamiento social y psicológico de la persona escogida garantiza discreción y evita malos ratos posteriores. También es prudente saber sus intenciones ¿por qué quiere participar en un trío? ¿Lo ha hecho en otras ocasiones? A veces lo recomendable es buscar terapeutas sexuales por la seguridad con la que manejan el tema. La vida sexual de la persona invitada también es importante tema a conversar, una persona promiscua es riesgosa para la salud. Al conversar el tema de la conformación de un trío se debe definir el sexo del participante. No es igual la participación de 2 hombres en el trío que el de dos mujeres.
Dónde realizar un trío
Ubicar el encuentro donde hacer un trío fuera de los espacios cotidianos de la pareja, es lo más recomendable. Buscar un espacio para estos encuentros evita luego asociarlo a la vida cotidiana con nuestra pareja. También, obliga a explorar espacios nuevos, convirtiendo esta actividad en un agregado simpático para conversar y disfrutar. Debemos consultar previamente los ambientes que más le agraden a cada uno de los participantes en el trío. Recrear el espacio también puede ayudar en la liberación de los miedos
De la fantasía a los hechos cuando iniciamos el trío
Se comienza por el dialogo, la sinceridad y la confianza, lo que se está dispuesto a hacer y a aceptar. Debemos evitar sobre entendido o imposiciones, todo lo que se quiera decir y hacer debe fluir tranquilamente. Acuerdos claros, incluso aceptar el derecho de salirse del trío si se siente incomodidad. No debemos forzar las decisiones, darnos el tiempo de que la imaginación haga efecto. Disfrutar cada paso antes de llegar a la cama, tratando de que el encuentro sea lo más natural posible.
Es necesario romper el hielo, aligerar el encuentro el primer encuentro y entrar en confianza.
- La música que permita bailar.
- Los chistes
- Compartir algunas comidas como el chocolate o algunas frutas ayudan al acercamiento.
- Juegos que permitan roces corporales
- Evitar el exceso de bebidas alcohólicas. Una copa ayuda a vencer la timidez, el exceso nos lleva a cometer torpezas.
- Comencemos a descubrir zonas del cuerpo que sean poco comprometedoras, como los pies.
- Nos vamos fijando en los rasgos más agradables de nuestros cuerpos y los halagamos de una manera sincera.
Qué hacer durante el encuentro del trío
Equilibrar las atenciones para que nadie se sienta excluido. La idea es disfrutar así que hay que evitar los celos o pretender toda la atención para sí mismo. La prioridad siempre debe ser la pareja por lo tanto hay que estar pendiente si está disfrutando. Esto pasa por el acuerdo previo del que se habló en la primera conversación. Es importante que permitamos que la persona más insegura de la pareja tome iniciativas y las exprese.
En el encuentro, expandir la creatividad y la satisfacción con juguetes sexuales, lubricantes, películas y textos eróticos. Los juguetes sexuales deben estar perfectamente desinfectados y usarlos con previo acuerdo. Convertir en parte de la diversión el aprender a usar estos juguetes. Con los textos y películas se pueden crear juegos de roles. Imitar algunos episodios que se narran, convertirse en algunos de los personajes
Posterior al encuentro lo sano es que la pareja se quede sola, la tercera persona no debe quedarse a dormir. Para evitar malos entendidos o herir sensibilidades esto debe ser acordado previamente. Ese momento de soledad de la pareja puede convertirse en un encuentro sexual renovado por la experiencia previa. Después de esta experiencia tendremos más confianza en expresar y ejecutar las fantasías en pareja.
Al quedarnos solos es necesario conversar la experiencia con toda sinceridad, que nos gustó y que no. Los recuerdos son buenos estimulantes para las siguientes relaciones sexuales. Pensar en la posibilidad de cumplir otras fantasías o repetir la misma experiencia con otras condiciones. Si la experiencia no se fue satisfactoria también es necesario conversarlo, saber qué frustró la expectativa. Lo que hay que tener claro es que esta experiencia se vive no para complacer al otro, si no para complacerse mutuamente.
Los cuidados en un encuentro sexual al hacer un trío
Los preservativos nunca serán demasiados si se acuerdan penetraciones o incluso sexo oral. Cuando tenemos una pareja estable probablemente ya no usemos protecciones, pero al introducir un tercero las protecciones se deben extremar. Cada penetración amerita un condón distinto, nunca debemos usar el mismo preservativo con dos parejas diferentes. Al usar el mismo preservativo para penetrar a dos personas diferentes queda protegido sólo el que penetra. Al no cambiarse de preservativo para cada penetración es posible que se transmitan virus y bacterias entre sí. Iguales precauciones se deben tomar cuando se cambia de vagina al ano o viceversa. Debemos saber que la vagina no está preparada para alojar las bacterias presentes en el ano o al revés. En cuanto al sexo oral es necesario tener cuidado, cambiar el preservativo cada vez que cambia quien practicará la felación.
Dónde queda la pareja después del trío
Es posible que estas fantasías de hacer un trío aparezcan durante una crisis con nuestra pareja. La rutina, los poco momentos dedicados por parte de la pareja a consentirse pueden crear fractura en la relación. Creer que dar riendas sueltas a fantasías como estas, donde se incluye otra persona, ayuda, es un gran error. Tomar ese tipo de decisiones amerita una gran madurez emocional y mucha seguridad en sí mismo y en la pareja. Introducir otra persona en una relación con crisis puede traer malas consecuencias. La inseguridad y la falta de comunicación pueden hacer que aparezcan los celos. Las mujeres pueden llegar a creer que la invitada es más bonita y que su pareja la prefiere. Los hombres pondrán en duda su virilidad si suponen que su pareja está disfrutando más con otro que con él.
Así, es necesario tener claro por qué queremos cumplir esta fantasía de hacer un trío y si realmente lo disfrutaremos. Lo cierto es que si cumplimos con esta fantasía sin ningún problema estrechamos los lazos afectivos y hasta de complicidad. Tendremos más confianza en nuestra pareja y descubriremos nuevas formas de estimularla. Por otro lado cabe la posibilidad de que esta experiencia no cubra las expectativas de alguno de los dos. Esto no debe generar angustia ni frustración. Al hacer un trío o poner en práctica cualquier otra fantasía sexual lo más importante es el aprendizaje. Lo que logramos complacer y compartir con nuestra pareja.