Qué es el bondage y cómo practicarlo

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Cuando la vida sexual de una persona es aburrida, generalmente se debe al desconocimiento de técnicas sexuales. Dentro de esta categoría, existen muchos tipos de prácticas sexuales. Una de ellas es el llamado Bondage, que quizás conozcas por aparecer en libros como el famoso 50 Sombras de Grey. Aunque es una técnica que no todo el mundo está dispuesto a seguir, aquellos que la realizan afirman que es muy excitante y placentera, por las características tan particulares que tiene.

Si quieres saber que es el bondage, cómo puedes practicar esta técnica sexual y las características tan particulares que tiene, has llegado al artículo adecuado. Te recomiendo que sigas leyendo para enterarte de todo lo necesario que te permita decidir si te atreves con esta práctica sexual, o por contra, prefieres otras más tradicionales. Sigue leyendo.

El bondage; una práctica sexual cada vez más realizada

El bondage es una práctica sexual que consiste en realizar el acto sexual mientras el cuerpo está inmovilizado. Para ello, se usan cuerdas, cintas, cadenas o cualquier otro material que pueda ser empleado para atar. Cualquiera de estos materiales nos sirve para atar a una de las personas a la cama o a otros lugares donde se esté produciendo el encuentro sexual. También suelen usarse mordazas que se colocan en la boca de uno de los participantes. De esta manera, se le impide hablar y expresarse. Tapar los ojos con vendas también suele ser una práctica generalizada cuando se practica el bondage.

Se trata de una técnica que se engloba dentro del llamado sadomasoquismo. No obstante, y a diferencia de otras técnicas que también pertenecen a esta categoría, el bondage no busca hacer dolor, sino simplemente inmovilizar y anular algunos de los sentidos, como puede ser la vista.

Varias son las motivaciones que impulsan a una pareja a usar este método sexual. Una de ellas es la estética que se forma al estar uno de los cuerpos atado. Otra de ellas es la sumisión que representa el cuerpo inmovilizado, y la sensación de poder de la persona libre o no atada. Esta segunda motivación va en contra de los valores que muchas personas poseen hoy en día, pues puede entenderse como una falta de respeto hacia la persona con quien se comparte el placer. Pero realmente, es así; la palabra bondage se traduce como esclavitud.

Qué es el bondage y cómo practicarlo

¿Cómo practicar el bondage?

Antes de practicar esta técnica sexual, deberemos tener claras una serie de recomendaciones. Debido a que no es una técnica muy normalizada, necesitamos unos requisitos previos para poder llevarla a cabo. Además, existe mucha gente que no está abierta a seguirla, por sus características y sus interpretaciones. Por ello, antes de iniciarnos, deberemos reflexionar sobre los siguientes aspectos.

Aspectos a tener en cuenta antes de iniciarse con el bondage

No es una técnica fácil

A diferencia de otras técnicas sexuales, como por ejemplo las más tradicionales, el bondage no es fácil. En esta técnica, una persona realiza el papel de esclava, mientras otra de dominante. Esto, que a simple vista puede parecer divertido, no siempre lo resulta a la hora de realizarlo. Quizás, la persona que realiza el papel de esclava descubra, en ese momento, que no conecta con el papel desempeñado, o que se siente incómoda con él. Por ello, debemos pensar muy bien antes de iniciarnos en ello y, sobre todo, tener mucha confianza con la otra persona.

La confianza es crucial

No a todas las personas les gusta esta técnica, ni están dispuestas a llevarla a cabo. Por ello, antes siquiera de plantearla, necesitaremos confiar plenamente en la otra persona y que esta confianza sea mutua. Solo con una buena confianza de base podremos entender este papel de dominancia-esclavitud como una manera de diversión y representación. No es recomendable usarlo cuando los integrantes de la situación sexual no se conocen en absoluto. Además, si existe confianza, la persona tendrá la libertad de decirte sus sensaciones negativas, en el momento de llevar a cabo la técnica.

Respeta la decisión de la otra persona

Si has propuesto a tu pareja (con la que tienes una gran confianza) realizar bondage y ha rechazado la idea, no le fuerces. Es normal que algunas personas no quieran participar en técnicas tan alejadas de la normalidad o lo común. Debes respetar su decisión.

Poned límites claros

Si tu pareja acepta realizar esta técnica, deberéis hablar previamente. Establecer límites a priori es necesario para que la relación sea positiva. Tener la libertad de expresar lo que nos gusta, así como lo que no nos gusta. Dejar claro que no haremos nada con lo que no estemos a gusto, ninguno de los integrantes. De esta manera, la relación será fructífera y todos los integrantes disfrutarán del acto sexual.

¿Cómo practicar el bondage?

Para empezar a practicarlo, puedes poner en marcha los siguientes pasos:

1-Deja claro en que consistirá el acto sexual

Tal como hemos dicho anteriormente, esta práctica necesita tener la autorización de todos los integrantes que van a participar en el acto sexual. Además, deberá haber una buena confianza entre ellos. Antes de iniciarse, se deberán haber sentado los límites. Una vez tengamos resueltos todos estos aspectos, podremos poner fecha y hora para iniciar el encuentro sexual.

2-Elige un rol

El bondage es una técnica de representación. En ella, cada uno de los participantes tiene un rol o papel. Deberemos determinar que rol va a cumplir cada uno, y decidir si los roles pueden ser intercambiables o fijos. De esta manera, cada integrante sabrá su papel y deberá actuar como tal, siempre y cuando se encuentre de acuerdo y a gusto con ello.

Quien decida ser atado o atada, debe saber que deberá cumplir los deseos de la otra persona, y obedecerla.

3-Recopila el material

Antes de ponernos manos a la obra, tendremos que buscar el material que vayamos a usar para tenerlo disponible. Cuerdas, telas, cadenas. Cualquier material que no dañe la piel que pueda inmovilizar una parte del cuerpo o incluso todo él, nos será útil. También podemos usar esposas.

No podemos olvidarnos de tijeras para cortar las telas o las llaves que abren las esposas o cadenas.

4-No te olvides el preservativo

El preservativo es el método de prevención más fiable y más completo, pues no solo previene un embarazo, también el contagio de una enfermedad de transmisión sexual. Es, por tanto, indispensable en cualquier relación. A menos que deseéis ser padres y un médico certifique que no poseéis ninguna ETS.

Si no sabes cómo aplicar un preservativo, puede serte muy útil nuestro artículo «Cómo poner un preservativo«.

Qué es el bondage y cómo practicarlo

5-Disfruta del encuentro sexual

Porque para ello se realiza. Déjate llevar, libérate, piensa que la dominancia-sumisión se da de manera ficticia y durante un tiempo determinado. Si, en vez de ser ficticia, es real, no será una relación sana y lo recomendable será pararla.

Es importante hablar claro si no conseguimos el disfrute con esta técnica, y más aún si nos sentimos mal practicándola.

Te recomiendo que leas nuestro artículo sobre «Cómo follar«, para mejorar tu técnica.

6-Cuando se termine, también termina la representación

Una vez finalizado el bondage, las dos personas vuelven a ser iguales entre ellas. Ninguna domina sobre ninguna. Ninguna es esclava de ninguna.

Qué es el bondage y cómo practicarlo

A modo de conclusión

La técnica bondage es una técnica sexual basada en la inmovilización del cuerpo de una de las personas que intervienen en el acto sexual. De esta manera, se crea una representación de poderes entre el sumiso y el dominante que puede resultar muy atractiva mientras dura el acto.

En este artículo hemos sentado las bases de lo necesario para poder realizar esta técnica de manera sana y positiva. Además, hemos dado unas directrices sobre cómo realizar el bondage. Es importante tener claro que esta técnica se basa en roles fictícios, y que deberemos respetar en todo momento la decisión de nuestras parejas sexuales a la hora de querer realizar esta técnica o no.

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