11 consejos para vivir en equilibrio físico y mental
Vivir en equilibrio físico y mental nos acerca a nuestro bienestar personal, por ello resulta tan importante cuidar los aspectos que favorecen a ello. No obstante, no siempre resulta sencillo; generalmente, nuestra vida está repleta de muchas obligaciones y responsabilidades que, al tener que cumplirlas en nuestro día a día, producen un agotamiento que puede provocar, a su vez, ciertos problemas psicológicos. Y es que, por desgracia, en los tiempos actuales es mucho más fácil desequilibrar nuestro equilibrio que llevarlo de manera apropiada.
No obstante, existen una serie de consejos que nos van a permitir volver a reestablecer ese equilibrio físico y mental con el que nuestra vida será más positiva. Si quieres saber cuales son estos consejos, te recomiendo que te quedes leyendo este artículo. En él vas a poder aprender, a través de estas ideas, a controlar tus diferentes equilibrios y a tratar de ser más feliz con un número justo y válido de responsabilidades. De esta manera, te quitarás peso en tu día a día, comprenderás los procesos de estrés por los que estás pasando y todo ello te permitirá encontrarte mejor y analizar todos estos aspectos desde otra prespectiva. ¡Toma nota y ponte manos a la obra!
El equilibrio físico y mental: Más que necesario
Un buen ejercicio autopersonal para empezar a darnos cuenta de lo importante que es tener un buen equilibrio físico y mental es realizar una lista mental de todo lo que realizamos en nuestro día a día. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, nuestro día está cargado de actividades que nosotros mismos nos imponemos, y que debemos realizar para no sentirnos mal.
Levantarse a una hora determinada para no ir a contrareloj; arreglarse para cumplir con las expectativas sociales y laborales, de lo que los demás esperan de nosotros en este aspecto. Levantar a nuestros hijos, prepararles el almuerzo, llevarles al colegio. Ir a trabajar. Cumplir con las responsabilidades laborales, que no son pocas ni fáciles. Esto puede alargarse muchas horas, pero después, cuando por fin salimos (cansados tanto mental como físicamente), debemos cumplir con nuestras responsabilidades sociales: Reunirnos con nuestros amigos, conocidos, familiares. Ir a comprar, preparar comidas y cenas, acostar a los niños, y por último, acostarnos a nosotros mismos, no sin antes realizar una lista mental de todo lo que nos dejamos para el día siguiente. Estamos tan acostumbrados a llevar este ritmo de vida que no nos damos cuenta de el desequilibrio que nos llega a causar.
El desequilibrio físico es claramente visible gracias a nuestro cansancio. El desequilibrio mental, no obstante, es el más importante; al prolongarse días y días, puede hacer que aparezcan trastornos como el estrés y la ansiedad, signos que usa el cuerpo para decirnos que ya no puede más.
11 consejos para vivir en equilibrio físico y mental
A continuación te ofrecemos 11 consejos que te van a permitir encontrarte mucho mejor, más cerca de tu bienestar personal. Toma nota de ellos y elige aquellos que te resultan más fáciles realizar. Intenta realizar, poco a poco, los demás. De esta manera, notarás mayor diferencia.
1.Come bien y variado
Llevar una alimentación equilibrada es fundamental para que tu cuerpo esté preparado para una buena sobrecarga de trabajo o de responsabilidades. Generalmente, cuando estamos desequilibrados nos alimentamos de «cualquier cosa». Esto debilita más nuestro organismo. Opta por comer frutas y verduras y seguir las recomendaciones de la pirámide alimenticia. No elimines ningún alimento de tu dieta, pero cómelos con la frecuencia adecuada. Todos ellos te harán bien.
Ten en cuenta que el alcohol y las bebidas azucaradas tienen mucha habilidad para chupar tu poca energía. Bebe agua de manera habitual. Si quieres saber si estás bebiendo la suficiente agua que demanda tu cuerpo, te invito a leer nuestro artículo «¿Tu consumo de agua es insuficiente? Descúbrelo con estas 8 señales«.
2.¡Muévete!
El ejercicio es fundamental para estar sano y liberar estrés. Por ejercicio no solo entendemos aquel que se realiza en un gimnasio, que nos hace sudar y sudar. Consideramos ejercicio también a dar paseos diarios, limpiar o hacer recados sin coger el coche ni el transporte público. Puedes moverte de muchas maneras, al aire libre, y esto hará que te sientas mejor.
3.Reserva un momento al día para ti
No importa que solo sean 5 minutos; lo importante es que durante un periodo de tiempo diario, hagas lo que realmente te apetece sin que nadie te moleste. Habla con tu familia y establece este ratito. Llévalo a cabo todos los días. De esta manera, conseguirás desconectar y sentirte mejor.
4.Pide ayuda cuando lo necesites
En muchas ocasiones, pecamos de querer hacerlo todo nosotros. Esto genera mucha presión y estrés, que resulta ser perjudicial. Pedir ayuda en un momento dado puede marcar la diferencia en tu día. No pasa nada por pedirla; puedes pedirlo a alguien de tu total confianza.
5.Relacionate
Sal, habla con gente, relacionate. Habla de lo que te parezca, menos de tu trabajo y de tus obligaciones. Hablar de temas que te gusten puede abrirte la mente y hacerla descansar. Si tienes alguien con quien salir a dar una vuelta cada día, estarás fusionando este quinto punto con el segundo.
Si has perdido habilidades en lo que respecta a ser sociable, te puede interesar leer nuestro artículo «Cómo ser sociable«.
6.Aprende a marcarte metas
Otra fuente de estrés son las metas que nos marcamos, y cómo nos las marcamos. Unas metas difíciles o costosas de alcanzar, que además son muy generales, no ayudan a reestablecer el equilibrio.
Cambia tus metas por otras. Si son demasiado costosas, crea submetas fáciles de conseguir. Prémiate y elógiate cuando consigas realizar una submeta, aunque sea pequeña o sin importancia. Poco a poco, te irás motivando y conseguirás pequeñas cosas que juntas harán mucho.
7.Intenta ayudar a los demás
La ayuda nos hace sentirnos útiles, y además, nos reconforta mucho. Presta tu ayuda a quien lo necesita, y déjate ayudar también. De esta manera, establecerás mejores relaciones que te permitirán mejorar tu equilibrio.
8.No restes tiempo de tu descanso
El descanso es fundamental para poder mantener un buen equilibrio físico y mental. Mediante el descanso, nuestro cuerpo y nuestra mente se resetean, por lo que al día siguiente te despertarás de muy buen humor. El problema es que, cuando no descansamos lo suficiente, el estrés se acumula porque no se resetea.
Por ello, es muy importante que tu tiempo de descanso sea sagrado. Si te cuesta conciliar el sueño, opta por las infusiones naturales.
9.¡Fuera rutina!
Si, la rutina es muy buena porque nos da seguridad. Pero de vez en cuando también es favorable saltarnos un poco ese horario tan marcado. Cambia una actividad programada que no te haga ilusión por otra que si que te apetezca. ¡Aunque sea a última hora! Luego te sentirás renovad@.
10.No te aísles
Es cierto que el cansancio físico y mental nos predispone a meternos en casa a descansar, sin tener ganas de relacionarnos. No obstante, mantener una conversación divertida con alguien tiene muchos más beneficios que el descanso aislado. Tenlo en cuenta.
11.Si ves que no puedes salir de tu espiral de estrés y ansiedad, consulta con un profesional
Aún con estos consejos, a veces ocurre que no podemos mejorar nuestro equilibrio por nosotros mismos. En estos casos, es necesario acudir a un profesional cuanto antes. Un terapeuta o psicólogo nos ayudará a afrontar los problemas y las responsabilidades con otros recursos mucho más válidos y beneficiosos para nosotros. Cuanto más tardes, más mal te sentirás y más difícil será deshacer el nudo de tu cabeza.
A modo de conclusión
Los quehaceres y responsabilidades diarias pueden afectar a nuestro equilibrio físico y mental, de manera que podemos llegar a sufrir trastornos psicológicos. En este artículo te hemos contado 11 consejos que puedes llevar a cabo si estás buscando reestablecer tu equilibrio. Todos ellos te pueden acercar al bienestar personal, y como consecuencia, a una mejor salud física y mental.