Candidiasis – Todo lo que has de saber
Candidiasis es una micosis o proceso infeccioso producido por levaduras. Específicamente suele ser ocasionada por Candida albicans. Por lo general, se trata de un germen oportunista. También se le conoce con los nombres de candidosis, oidiomicosis o moniliasis. Asimismo, puede infectar las áreas genitales. Causando una vaginitis o inflamación de la vagina, muy pruriginosa. La cual ocasiona muchas molestias. Acompañándose de abundante secreción blanca o leucorrea de un fétido olor. Pero, además puede infectar también la mucosa oral. O bien, con menos frecuencia puede producir infección sistémica o generalizada. Porque afecta a todo el organismo. Suele infectar a personas que tienen enfermedades que comprometen su sistema inmune. Tales como el cáncer, HIV o SIDA, trasplantados, intervenidos quirúrgicamente, entre otros.
Existen muchos factores predisponentes. Los que nos hacen ser vulnerables a contraer una infección de candidiasis. Tales como el hábito de utilizar duchas vaginales o detergentes externos. Porque barren nuestra flora bacteriana vaginal normal. Asimismo, la presencia de algunos trastornos endocrinos como la diabetes mellitus. También, la antibióticoterapia por tiempo prolongado. O bien, algunos tratamientos para la infertilidad. Ya que reducen nuestro hábitat normal de lactobacillus vaginales. Lo que trae como consecuencia el crecimiento oportunista de las levaduras de Candida. Produciendo la infección con el consecuente proceso inflamatorio localizado.
Del mismo modo, hay condiciones fisiológicas en donde somos más vulnerables a contraer candidiasis. Por ejemplo, cuando estamos embarazadas. Si estamos tomando terapia hormonal de reemplazo. Tomando anticonceptivos o píldoras por vía oral. También, si tenemos una dieta diaria rica en hidratos de carbono simples. Al mismo tiempo, que es pobre en sustancias nutritivas y súper antioxidantes. O bien, si nuestra alimentación es deficiente. Y nos encontramos en estado carencial de salud. Tal como la desnutrición. También, nos predisponemos a contraer la patología micótica.
Factores que influyen en la candidiasis
- Un sistema inmunológico suprimido. Es decir, que nuestras defensas inmunes se encuentran bajas. Está demostrado científicamente. Aproximadamente un 15% de la población que tiene un sistema inmunológico débil. Entonces, desarrolla infecciones oportunistas producidas por Candida.
- Presencia de patologías metabólicas. Tales como la diabetes mellitus.
- Si solemos usar tampones o trajes de baños con humedad prolongadamente.
- Enfermedades virales. Tales como el citomegalovirus y la mononucleosis infecciosa.
- Enfermedades inmunosupresoras. Por ejemplo, VIH/SIDA y el cáncer.
- El uso prolongado de terapias con esteroides.
- Estrés y otros estados de afectación neuropsicoinmune. Tales como la depresión y la ansiedad. Porque bajan las defensas del sistema inmune. Activando otros mecanismos neuroendocrinos de supresión.
- Las deficiencias nutricionales y sus consecuencias. Tales como la desnutrición, las anemias carenciales, la caquexia o el raquitismo.
- La ingesta prolongada de medicamentos antibióticos. Ya que, estos eliminan nuestras floras bacterianas fisiológicas. Las que están ubicadas normalmente en nuestro organismo. Particularmente en boca y vagina. Incrementando la susceptibilidad de hábitat oportunista de la Candida albicans.
- Son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Pues, las candidiasis que afectan el pene están directamente relacionadas con la transmisión por contacto sexual. Previamente, con una mujer infectada que ha sido el foco de contagio. Adicionalmente, a factores de riesgo predisponentes presentes en el hombre infectado. Tales como una inmunidad baja, la terapia actual con antibióticos y la presencia de enfermedad crónica. Por ejemplo, que padezca de diabetes mellitus. De manera tal, que dado a la misma anatomo fisiología del aparato genital masculino. Suelen ser menos frecuentes las candidiasis en los hombres. En comparación con la incidencia del padecimiento en el sexo femenino. Por lo que es necesario que estos mantengan relación sexual con una pareja infectada. Para poder contaminarse del germen.
Conociendo un poco más acerca de la candidiasis
Casi todas las mujeres occidentales hemos sufrido de candidiasis alguna vez en nuestras vidas. Estas infecciones en su mayoría ceden rápidamente. Además, por completo con el tratamiento adecuado. Sin generar mayores consecuencias o complicaciones. Por lo general, se caracterizan por la presencia de picazón intensa. Asimismo, enrojecimiento, malestar e incomodidad. Sin embargo, es importante saber que no ocurre lo mismo en aquellas personas inmunosuprimidas graves. Porque en ellos, la infección por Candida puede conllevar a desenlace fatal. Sobre todo si no se trata oportunamente.
Normalmente, la candidiasis infecta localmente a la persona afectada. Es decir, que se trata de una infección que se limita a la mucosa vaginal. O bien, a la cavidad bucal, farínge, esófago, tubo digestivo, vejiga o al pene. Pero, no suele ser de entrada, una infección mortal para cualquier persona. De hecho, es más frecuente de lo que se cree. Siendo una de las causas más comunes de leucorreas e irritación en la vagina. Luego, por contacto sexual, puede hacerse presente en hombres. Pero, es en las personas que tienen el sistema inmunológico comprometido que suele implicar gravedad. Pudiendo infectar faringe, esófago y tubo digestivo. Generalmente, vías propicias para desencadenar las infecciones sistémicas. Por contaminación vía torrente sanguíneo. Pudiendo causar estados muy graves de fungemia o candidemia. Porque el germen causal se ha establecido en sangre.
Por otra parte, la infección por Candida albicans que afecta a la cavidad bucal puede verse en bebés. En ellos, no es considerada como patológica. De acuerdo a su periodo de duración. Indicando gravedad o alarma si dura más de 1 semana. Ya que, en la etapa lactante pueden aparecer en forma de manchas de color blanco las infecciones por levaduras en la boca. Pero no son un problema relativamente frecuente.
Signos, síntomas y diagnóstico
Esta infección fúngica o micótica puede manifestarse clínicamente de forma variable. Dependiendo en gran parte del área afectada. Por ejemplo, las más frecuentes son las candidosis de vulva y vagina. Esta puede ocasionar mucho prurito o picazón, irritación y ardor. Además de dolor y una leucorrea muy densa con aspecto grumoso. Mientras que en los hombres, la sintomatología involucra la presencia de características lesiones alrededor de la cabeza del pene. O bien, en las márgenes del prepucio donde aparecen llagas y manchas de color rojo. Acompañándose de mucho ardor e intensa picazón. Además, con mucho menos frecuencia pudiera aparecer secreción blanca.
Lo cierto, es que si nuestro sistema inmunológico está débil o no muy bien desarrollado. Entonces, somos más vulnerables a la infección por Candida albicans.
Para diagnosticar las infecciones por estas levaduras debemos hacernos un urocultivo. O bien, un estudio microscópico de la secreción. Para lo cual, es necesario que el médico o especialista que nos evalúa tome una muestra de ella. Haciendo un frotis de la misma. Sobre una lámina portaobjetos. Para visualizarla directamente en el microscopio. Donde corroborará la presencia del germen. Solamente necesita agregarle una gotita de hidróxido de potasio en solución al 10%.
Pautas del tratamiento de la candidiasis
- Es importante que la infección sea diagnosticada precozmente de manera correcta. Determinando el tipo de candidiasis con precisión.
- Debemos corregir los factores de riesgo predisponentes. O bien, controlar las patologías subyacentes preestablecidas. Tales como la diabetes mellitus.
- Utilizar los medicamentos fungicidas o antimicóticos indicados. Por lo general, son prescritos el clotrimazol, la nistatina, el ketaconazol o el fluconazol. Cualquiera de ellos, solo en presentaciones de uso externo tópico, cápsulas intravaginales y/o duchas vaginales. Adecuadamente medicadas por el especialista.
Otras alternativas de tratamiento
Algunos partidarios de la medicina alternativa proponen igualmente la toma obligatoria del tratamiento con los antimicóticos. Pero, que a la par la persona afectada por la infección tome otras medidas. Orientándose a eliminar el germen patógeno. A la vez de incrementar las defensas de su sistema inmune. Tales como la ingesta de una dieta sana, natural y equilibrada. La cual, debe ser rica en nutrientes. Sobre todo, con propiedades antibióticas, antimicrobianas, antifúngicas, limpiadoras y antisépticas. Estimulando las defensas inmunes de nuestro cuerpo. Por ejemplo, el consumo de alimentos como el ajo, limones, tomillo, orégano, cúrcuma, perejil, apio, jengibre. Entre muchos otros.
Un medicamento natural de la medicina ayurvédica
El árbol de nim, nimba de la india, azadirachta indica, margosa o lila india. Este es un árbol que es originario de la India y de Birmania. En la actualidad, es exportado a casi todo el mundo. Debido a sus grandes propiedades medicinales. Además, se ha cultivado en zonas tropicales y subtropicales. Allí, se da muy bien. Asimismo, es reconocido por sus muy fragantes flores. Aparte de que sus frutos son muy similares a las aceitunas. Este árbol es utilizado desde la antigüedad. Para tratar la candidiasis y otros padecimientos.
En la mayor parte de la India se usa desde hace aproximadamente unos cuatro mil años. Por lo que en las áreas rurales es tan preciado que se le conoce como el árbol farmacia del pueblo. Debido a la infinidad de usos mágicos. También, medicinales que se le dan. Empleando todas sus partes para ello. Además, es tan terapéutico y antimicrobiano que sus hojas se utilizan como forraje. Tanto para animales como para espantar insectos y plagas. Mientras que su fruto es comestible. Aparte, delicioso, lo consumen animales y personas. También, sus semillas y hojas son muy útiles para sazonar los alimentos calientes y eliminar bacterias de la cavidad oral. Por eso es utilizado para tratar las candidiasis orales. Incluso se cuenta que Mahatma Gandhi acostumbraba a comer chutney. Esta es una compota agridulce elaborada con hojas del nimba. Cuya finalidad es mejorar el estado general de salud.
El nim: un fruto degustado por Mahatma Gandhi ¿Por qué sirve para la candidiasis?
- Tiene un enorme poder antibacteriano. Por lo que es efectivo en el tratamiento de problemas como psoriasis. Asimismo, hongos como la Candida albicans. Entre otros, como los gérmenes que causan las caspas, el pie de atleta y la candidiasis.
- Es un antiséptico natural que sirve para controlar enfermedades orales. Tales como problemas de las encías, las caries y el mal aliento.
- Se demostró que es tóxico para el virus herpes de la boca. Por lo que sirve para eliminarlo.
- Su aplicación de uso tópico con regularidad mejora la piel. Ya sea, maltratada a causa del acné, cicatrices, pigmentación o puntos negros. Sobre todo por sus efectos limpiadores, antisépticos, antiinflamatorios y astringentes.
- Se han comprobado en estudios científicos sus diversas propiedades. Tales como las antialérgicas, calmantes, analgésicas y antiproliferativas en padecimientos de la piel. Así, como en problemas que afectan las mucosas.
- Las hojas y el aceite esencial del árbol de nim son magníficos tratamientos. Ya que, funcionan como excelentes lubricantes para la piel y mucosas. Humectándolas y mejorando su elasticidad. Asimismo, tienen el mismo efecto revitalizador y nutriente en el cabello.
- Elimina tres variantes de piojos, pulgas y ácaros. Con lo cual es un tratamiento fabuloso para eliminar las pediculosis de cabello, piel y áreas genitales. Así, como antiparasitario. Porque sirve para eliminar nematodos. Y gusanos propagados por mosquito. Aún cuando estos son resistentes a productos químicos tradicionales; no escapan al efecto insecticida de este mágico árbol de la India.
- Posee una sustancia activa denominada azadiractina. Este es un componente muy efectivo como repelente y pesticida. Mucho más potente que los químicos. Ya que, tiene la capacidad de interrumpir el ciclo vital de varias especies de insectos. Por lo cual se ha tomado en cuenta de manera más segura. Para el control de plagas. Sin efectos tóxicos sobre los humanos.