La piel de nuestro organismo es la parte externa que protege nuestro cuerpo. Por tanto, está continuamente expuesta al ambiente, y en contacto continuo con nuestra ropa. Además, la epidermis de muchas partes de nuestro cuerpo sufre roces contínuos con diferentes prendas de vestir.
Todo ello puede dañarla con diferente gravedad. Por ello, es necesario cuidar nuestra piel a diario. De esta forma, conseguiremos que el daño sea el menor posible, y que nuestro organismo esté sano tanto por dentro como por fuera.
En este artículo ofrecemos unas recomendaciones para poder cuidar la epidermis de todo nuestro cuerpo. Llevarlas a cabo beneficiará nuestra salud de manera positiva, pues tendremos una piel cuidada y sana. Aunque la realización de estas recomendaciones demande un poco de tiempo extra, los resultados bien merecen la pena.
Los daños que sufre nuestra epidermis
Estamos hablando de la parte externa de nuestro cuerpo. Está expuesta a diferentes peligros, como son:
- El ambiente. La contaminación que existe en el aire (aunque no la veamos), impacta en nuestra capa externa, provocando impurezas que van penetrando en las diferentes capas dermatológicas.
- El sol: Como ya sabemos, los rayos solares pueden dañar nuestra epidermis, hasta el punto de producir quemazos de diferente gravedad. Esto puede ser muy dañino, pues puede provocar incluso cáncer de piel.
- El contacto con prendas de ropa: Las prendas de ropa cubren casi todo nuestro cuerpo, por lo que es mucha la capa externa que queda tapada. Actualmente, existen muchas prendas realizadas con materiales que no son buenos a nivel dermatológico, pues no permiten que nuestro organismo respire. Además, actualmente está de moda llevar ropa ajustada, lo que puede entorpecer la circulación sanguínea. Todo esto provoca daños en las capas dermatológicas.
- El roce con prendas: La ropa y otros complementos, como los zapatos, también pueden provocar irritaciones y heridas en la capa dermatológica más externa
Si caemos en que nuestra piel está constantemente expuesta a estos peligros, entenderemos la necesidad de cuidarla de la mejor manera posible. Si no lo hacemos, nos exponemos a sufrir enfermedades como dermatitis, acné, e incluso úlceras.
Cómo cuidar la piel
Llevar a cabo un buen cuidado de la piel es muy importante para evitar problemas. Además, cuidar la piel no es difícil ni costoso. Basta con seguir unas recomendaciones para ello que, realizadas cada día, nos garantizarán tener una piel cuidada y suave, que goce con buena salud.
Aquí se exponen unas recomendaciones para limpiar y cuidar la piel de nuestro cuerpo:
Limpiarla de manera efectiva
La piel de todo el cuerpo necesita limpiarse para mantener una buena higiene. Con la limpieza, eliminamos las impurezas más superficiales, la dejamos limpia y fresca.
Para limpiar la piel se recomienda usar un gel sin jabón. De esta manera, nos ahorraremos los químicos que aportan los geles normales, y que, paradógicamente, no hacen más que ensuciar. Podemos elegir un gel de avena, o de aloe vera, para usar en la ducha diaria.
Estos geles también pueden servir para limpiar la cara, sobre todo en caso de acné u otras irritaciones.
Los geles sin jabón son, además, una muy buena idea para limpiar aquellas pieles sensibles que no toleran productos químicos, como los geles industriales que encontramos en cualquier tienda.
Debe limpiarse una vez al día. En lo que respecta al cutis, se recomienda limpiarla dos veces al día: por la mañana y por la noche.
Hidratarla con cremas
Tras una buena limpieza, la hidratación resulta imprescindible. Es necesaria, sobre todo, en épocas en las que el ambiente suele estar más seco.
Para hidratarla, deberemos usar una crema hidratante. Se recomienda que sea lo más natural posible, pues así evitaremos que la piel se impregne de elementos químicos.
Pero no cualquier crema sirve; deberemos tener en cuenta nuestro tipo de piel. Si nuestra piel es grasa, deberemos usar cremas con poca grasa. Si nuestra piel es seca, podremos usar cremas grasas e incluso aceites.
Con la hidratación conseguiremos tener una piel elástica, bonita y sana, y sin imperfecciones. Para ello, deberemos conseguir un equilibrio entre sequedad y grasa.
Prepararla para estar en contacto con el sol
Ahora que llega el buen tiempo, el sol hace acto de presencia. Ya se nota su calor, así que deberemos preparar nuestra piel para que no la dañe. Para ello, deberemos usar cremas de sol buenas, con un factor superior al 20, sobre todo si nuestra piel es clara.
La crema debe aplicarse cada día, unos 20 minutos antes de exponerse al sol. Debe, además, renovarse cada tres horas aproximadamente.
Exfoliar cada cierto tiempo
La exfoliación de la epidermis es muy importante, ya que nos permite quitar células muertas que impiden la transpiración normal.
La exfoliación debe realizarse tanto en la cara como en el resto del cuerpo, especialmente en los miembros superiores e inferiores.
Para la exfoliación de la cara podemos usar diferentes mascarillas exfoliantes, o bien acudir a un centro de belleza para realizarnos una exfoliación. Los brazos y las piernas se exfolian con un guante de crin.
La exfoliación debe realizarse semanalmente como mínimo, y debe estar siempre seguida por una buena hidratación dermatológica.
Cuidado con el maquillaje
Maquillarse no es malo, pero con él untamos nuestra piel de productos químicos. Se recomienda usar maquillaje ecológico, que no contenga productos químicos o que contenga los menos posibles. Además, se recomienda moderar el maquillaje utilizado y retirarlo cuando termine el día.
Cuidar nuestra alimentación y beber agua
Para cuidar nuestra piel no solo se necesita hacerlo de manera externa. Nuestro interior tiene también mucho que decir en el estado de nuestra epidermis
La epidermis forma parte del organismo, por lo que revela el estado en el que se encuentra. La alimentación tiene consecuencias directas en nuestra piel. Si seguimos una alimentación correcta, donde las frutas y verduras se consuman a diario, tendremos una epidermis mucho más sana y limpia que si nos alimentamos a base de grasas saturadas.
Beber agua es también fundamental para hidratar nuestros órganos, nuestros músculos y, como no, nuestra piel. Se recomienda beber dos litros de agua al día, poco a poco y de manera espaciada, para conseguir que todo nuestro cuerpo se beneficie de sus consecuencias positivas.
Seguir una rutina
Todas estas recomendaciones deben seguir una rutina de realización.
- La limpieza y la hidratación de la piel de la cara debe realizarse dos veces al día, mientras que la limpieza e hidratación del resto del cuerpo, debe realizarse una vez al día.
- La exfoliación de la piel de la cara y del cuerpo debe realizarse, como máximo, una vez por semana.
- En verano, deberemos cuidar nuestra piel de los rayos solares siempre que salgamos de casa. Por ello, se recomienda llevar una buena crema solar, adecuada a nuestro color de piel, siempre encima.
- Respecto al maquillaje, es importante evitar maquillarse cada día. Si no hay más remedio, se debe eliminar por completo antes de irse a dormir.
- Es necesario llevar a cabo una buena alimentación todos los días, así como beber dos litros de agua a diario.
A modo de conclusión
En este artículo hemos expuesto las recomendaciones básicas para cuidar nuestra piel, tanto en invierno como en verano. Llevar a cabo estas recomendaciones puede mejorar el aspecto, el estado y la salud de nuestra piel. No debemos olvidar que la piel también se debe de cuidar para evitar enfermedades, como la dermatitis, el acné o incluso el cáncer de piel, entre otros.