Qué funciona y qué no funciona para ligar

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Todos queremos conseguir relaciones íntimas con otras personas, por eso es una regla prácticamente indispensable que seamos conscientes de qué funciona y qué no funciona para ligar. Ya que, sea cual sea nuestra personalidad o manera de ser, buscamos esa mitad que nos complemente. O bien, simplemente deseamos experimentar el romance y el amor desde diferentes ángulos. Pero, pareciera que la suerte juega un papel fundamental. Pues, encontramos personas que suelen ligar más que otras. Y esto, sin importar el esfuerzo que pongan. A algunos hombres y mujeres tienen propuestas de citas para seleccionar y rechazar. Mientras que otros, intentan y simplemente no concretan. Pero, no debemos temer, caer en el segundo grupo. Pues, aplicando algunas estrategias y conociendo lo que funciona para ligar, podemos alcanzar todas las citas que gustemos.

Son muchos los consejos que conseguiremos para ligar con alguien, pero hemos de tener cuidado con su aplicación. Pues, cada uno tiene comprensión y percepción diferentes, por lo que seguir las estrategias de otros pudiera hacernos fracasar. Para evitarlo, tenemos que considerar algunos aspectos generales que hacen retroceder cualquier avance cuando de ligar se trata.

  • La intensidad. En ocasiones, cuando deseamos ligar con alguien asumimos extremos. Cualquier actividad que realizamos frente a la otra persona la maximizamos o exageramos. Lo que nos puede hacer ver demasiado intensos o necesitados de ligar. La exageración, en cualquier acto es inadecuado, nos hace cometer torpezas que no funcionan para ligar.
  • Hacer el ridículo o hacer el tonto. Cuando estamos frente a la persona con quien queremos ligar, queremos llamar su atención. Ser graciosos, llamativos o interesantes. Entonces, caemos en la amplificación de alguna característica que creemos que nos favorece. Entonces, maximizar los eventos podemos llamar la atención negativamente, ridiculizándonos o pasando por demasiado tontos.

Lo que funciona y lo que no funciona

Seguramente intentemos variadas formas para ligar. Revisando las estrategias, podemos errar o acertar en nuestro objetivo. Por eso, lo mejor es saber los más básicos tips que funcionan para ligar. De allí, lo que no podemos obviar, pues funciona es:

  • Usar la inteligencia emocional combinada con las demás.
  • Entrar por los sentidos.
  • Tener audacia.
  • Ser cordial y respetuoso.

Mientras que, lo que debemos evitar, porque no funciona es:

  • Acosar a la otra persona y agobiarla.
  • Ser exagerado y/o ególatra.
  • No cerrar el trato.

Usar la inteligencia para ligar

En la actualidad hablamos de los diversos tipos de inteligencias, emocional, financiera, entre otras. De allí que también debemos cultivar nuestra inteligencia para ligar. Si bien, guarda relación con la emocional, ligar requiere que reconozcamos al otro. Saber que funciona y que no funciona para ligar, forma parte de tener un conocimiento especial. Un conocimiento proveniente de la escucha y la experiencia. Para ligar, es importante observar la experiencia de otros y aprender de éxitos y fracasos ajenos.

Por otra parte, la inteligencia puede ser una poderosa arma de conquista. Esta virtud está ligada a la audacia y a la demostración de capacidades. Si somos chicos, debemos demostrar fuerza, capacidad protectora, pero debemos ser más que sólo músculos. Tener tema de conversación, dar más que el propio romance.

Ser inteligente y cultivar la inteligencia funciona para ligar y más de lo que imaginamos. Pues demuestra que somos capaces de mantener relaciones en el tiempo. Una vez que hemos conquistado a la otra persona, seguramente tendremos momentos de pasión. Pero, pasada la pasión arrebatadora, deben existir intereses comunes para compartir, si queremos que perdure.

Ligar

Entrar por los sentidos

Todos los seres humanos tenemos una imagen formada de la belleza. Para ligar, es importante que entremos dentro de lo bello para la otra persona. Pero, lo bello para una persona puede no serlo para otra, pero la manera de percibirlo es igual para todos. Nuestros sentidos nos muestran el mundo y nos envían señales inequívocas de lo que nos rodea. Por eso, si queremos ligar, debemos entrar en los sentidos de la otra persona. Y la mejor forma es a través de los ojos y el olfato. Sintiéndonos guapas y guapos nosotros mismos para poder irradiarlo a los demás.

Nuestra apariencia, acorde con nuestro género, varonil o femenina debe marcar  nuestra personalidad. Cuidar que nos veamos adecuadamente, según nuestra edad y la ocasión es vital para poder ligar. Si lucimos descuidados o sucios podemos llamar la atención pero desde el desagrado. Igual, si no definimos adecuadamente nuestro estilo, podemos tender a no atraer a alguien en especial.

Otro sentido, abierto siempre a captarnos es el olfato. Cuando el objetivo es ligar, debemos gozar de un aroma atrayente y atractivo para la otra persona. No podemos pasar desapercibido o ser parte del montón. Sea que tengamos nuestro aroma natural o que usemos perfumes, nuestro olor corporal puede ser atractivo o repulsivo. De hecho, tenemos olores corporales perceptibles sólo a nivel inconsciente, que podemos destacar cuando estamos cerca de la otra persona. Eso, sólo es posible si tenemos una rutina adecuada de aseo personal. Destacar por nuestro propio olor, es posible si no lo enmascaramos con exceso de productos. Puede ser necesario sólo el desodorante o antitranspirante, que evite olores fuertes de sudoración.

Ser cordial para ligar

La cordialidad es una virtud excelente para ligar. Pocos queremos acercarnos a una persona hostil o grosera. Mientras que la amabilidad puede atraer a cualquiera. Asimismo, un comportamiento amigable, funciona para ligar porque permite el acercamiento hacia nosotros. No obstante, cuando somos cordiales, damos señales de que somos accesibles.

Sin embargo, dentro de la cordialidad, debemos aplicar estrategias especiales cuando queremos ligar con alguien en particular. Y esto tiene que ver con hacer sentir a la otra persona que es especial. Si somos cordiales con todos, sin marcar una diferencia con esa persona, la estamos haciendo igual a las demás personas. Por eso, debemos tener claro que la cordialidad funciona para ligar, cuando hace sentir especial al otro. Por eso, no es cuestión sólo de amabilidad, dentro de esa amabilidad hay que marcar una diferencia.

Esto es fundamental, sobre todo cuando nos encontramos en grupos. Podemos ser atentos con todos, pero con quien queremos ligar, debemos dedicar especial atención. Estar al pendiente y brindar atenciones adicionales, que sólo se disponen para esa persona. Esa diferenciación hace ver que representa algo más para nosotros. Nuestro trato hacia las personas debe demostrar que somos accesibles y que tenemos una bonita personalidad. Pero, cuando de ligar se trata, el acercamiento hacia esa persona debe mostrar que nos es diferente. Que para nosotros, tiene una relevancia mayor, que buscamos algo más que el solo trato cordial.

Ligar

 

Generar la duda y tener astucia

Para ligar, también hay que ser audaz. Este punto se relaciona con nuestra inteligencia para ligar. Pues debemos saber cuándo dejar espacio para la respuesta de la otra persona. Cuando queremos ligar, nos lanzamos en una especie de ataque para llamar la atención. Nos abrimos y usamos todas nuestras herramientas a la mano para que la otra persona se fije en nosotros. Allí, es cuando nuestra astucia entra en juego, pues tenemos que dejar que también actúe la imaginación.

Cuando buscamos conquistar a otra persona, despertamos su ego, haciéndola sentir importante. Y, aunque en efecto es importante para nosotros, el ego puede llegar a ser peligroso. Pues, si no se encausa, la otra persona puede tender simplemente a servirse de nosotros sin tener interés de ligar. Y sin querer nos podemos exponer a caer en una friendzone.

La astucia que funciona para ligar es aquella que incorpora la duda y estudia los momentos precisos para actuar. Según la personalidad de quien queremos ligar, hay que aplicar estrategias variadas. Si esta persona ha captado que buscamos ligar y ha comenzado a coquetear es importante dar las señales adecuadas. Pero, si esa coquetería no transcienda hacia dar el paso, o nos esquiva, entonces es momento de ser astutos. Generar también la duda puede ser adecuado en esos momentos.

La audacia está es reconocer los tiempos con exactitud. Pues, generando la duda por mucho tiempo, puede hacer que la otra persona pierda el interés. Así, que debemos enviar las señales adecuadas. Para ello, necesitamos mostrarle que es especial, sacar a esa persona del grupo, hacerla sentir distinta con nosotros. Luego dejar que reaccione y dé el paso a coquetearnos o a crear la relación más allá de la amistad. Soltar y mostrar control, para luego cerrar y ligar de manera definitiva.

Acosar a la otra persona

Dentro de lo que no funciona para ligar, está el acoso. Muchas veces queremos tanto llamar la atención, que no salimos del radar de la otra persona. La seguimos con la mirada o incluso perseguimos a todas partes. Esto no solo es poco inteligente, sino que puede generar aversión hacia nosotros. Si bien tenemos que prestar atención a los detalles, ser cordiales y amables, no se trata de asfixiar. Ligar con alguien significa bien tener una relación casual de tipo íntimo, o elevar la relación de amistad a algo más. Pero, no significa que nos apropiemos del momento o la vida de la otra persona. Al contrario, lo que funciona para ligar es que el otro se sienta con libertad.

En encuentros casuales podemos estar en un bar y seguir a la otra persona con la mirada, coquetear, enviar señales. Esto le dirá que queremos ligar. Pero, si en lugar de lanzar miradas insinuantes, miramos fijamente, estamos rompiendo su espacio personal. De esta manera, el otro se sentirá intimidado y no atraído. Igual si lo seguimos físicamente por todo el lugar.

Lo mismo ocurre, cuando queremos ligar con alguien a quien conocemos. Podemos estar presente y compartir actividades, pero tenemos que cuidarnos de invadir su privacidad. La persona con la que queremos ligar debe sentirse atractiva, deseada, importante, guapa y sexy, no perseguida o acosada.

Ser exagerado elimina todas las posibilidades

Cuando de lo que funciona para ligar se trata, la exageración siempre estará en el extremo negativo. Sea porque exageremos en ser pasivos o en ser agresivos, es la estrategia que siempre falla. Para ligar, no podemos tener excesos o desequilibrar la balanza.

Ser exagerados en la pasividad nos lleva a no darnos cuenta de las señales del otro. Así mismo, ser en extremo pasivos nos hace inactivos, entonces perdemos la iniciativa. Ligar es un juego de dos, en el que cada turno debe ser aprovechado con inteligencia y astucia. SI exageramos al ser pasivos perdemos el turno. En estos casos, no actuamos o pasamos por tontos.

Igualmente, si exageramos en nuestras estrategias de agresividad, nos vamos al otro extremo. Podemos, llegar a agobiar al otro y a producir un efecto de rechazo hacia nosotros. Es correcto tener atenciones, pero debemos reconocer a la otra persona y sus tiempos. Igualmente, para llamar la atención, si nos acicalamos en exceso pudiéramos alcanzar el efecto contrario. Por ejemplo, aromas intensos pueden repeler en lugar de atraer,  vestirse o maquillarse exagerado para la ocasión nos hace caer en ridículo.

No saber cerrar el trato evita que liguemos

Finalmente, el error más cometido, es no saber concretar nuestras intenciones. Hacer todo el coqueteo y el cortejo pero no hacer la propuesta, es muy común. Por ello, tenemos que usar nuestra inteligencia para ligar y toda nuestra astucia. Una vez que hemos coqueteado y dado las señales y hemos obtenido la respuesta, debemos concretar. No debemos temer a hacer la propuesta específica, no importa si se trata de un encuentro sexual o de noviazgo. La clave está en atreverse y dar el paso para no perder la oportunidad por timidez u omisión.

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