Cómo identificar a un abusador escolar

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Para identificar a un abusador escolar debemos tener en cuenta que éste también tiene problemas. Por ello, detectarlo reviste de mucha importancia. También, debe recibir tratamiento, independientemente que sea castigado o no, por lo que ha hecho. Todo eso amerita que conozcamos la mejor manera de identificarlo, diagnosticarlo y que necesita de medidas terapéuticas.

Cuando se habla de identificar a un abusador escolar; se trata del reconocimiento del niño o los niños que someten a otro a discriminación y acoso dentro de la escuela. Además, busca determinar sus características y las razones que le convierten en maltratador. Porque ponen en riesgo la seguridad e integridad física y mental de otro compañero. De tal manera, que su identificación, amerita la observación, evaluación y análisis adecuados, rápido y oportunos. Para poder orientar a partir de ellos, la solución al problemas. Obviamente, hay que tener muy claro que los casos de bullying o acoso escolar deben ser abordados de forma apropiada.

Para eso, que es indispensable la detección e intervención desde los dos escenarios del problema. Por un lado, la contención y el apoyo que puede definirse terapéutico para el acosado o víctima de bullying. Mientras, que por el otro es necesario atender e intervenir al acosador o victimario.De alguna manera, la detección o identificación del bullying en la escuela es un problema de todos. Pero, en inicio es visualizado por los profesores y los mismos alumnos que sirven de público espectador. Estos que muchas veces prefieren ignorar la situación pensando evitarse problemas. Frecuentemente, hasta terminan siendo parte del acoso escolar hacia la víctima. Generalmente, la intervención de los padres y agentes externos a la situación casi siempre es posterior. Debido a que no se desempeñan dentro del ambiente y se basan en los hallazgos que puedan observar o que les sean informados.

Marcadores generales de una persona maltratadora, abusadora o agresora

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  • Generalmente han sufrido de malos tratos en su entorno familiar y/o fuera de él.
  • No tienen capacidad de autocontrol, ni de manejar sus impulsos propios. Por ejemplo, no controlan su mal humor, responden a cualquier mínimo evento con agresividad.
  • Tienden a ser muy impulsivos con muy pocos o ningún mecanismo de control sobre sí mismos.
  • Se cargan fácilmente de frustración o ésta forma parte de su conducta.
  • Tienden a deprimirse.
  • Se comportan de manera hostil.
  • Carecen de madurez emocional.
  • Tienen elevado potencial de agredir a los demás y a sí mismos. Ya sea, física o emocionalmente.
  • Tienden al aislamiento. Aunque en oportunidades se junten con otros para hacer especie de pandillas provocadoras y para sentirse apoyados o líderes del bullying hacia otras personas.
  • Pueden tener problemas de adicciones al alcohol u otras drogas. Esto es frecuente en adolescentes y abusadores que a mayor edad van acumulando más problemas para sí mismos.
  • Problemas para establecer relaciones recíprocas y de afecto con los demás.
  • Nunca reconoce que es abusador o maltratador.
  • No es capaz de buscar ayuda o contención profesional.
  • Trata de impedir amistades con la víctima de acoso escolar.
  • Está devaluando y descalificando constantemente al compañero víctima de acoso. Ya sea, en pri­vado o en público, trata de culparlo de todo lo malo que ocurre. Tampoco, muestra cariño y amenaza, se burla, irrespeta y aterroriza permanentemente.
  • Se desenvuelve con sentimientos y expresiones de ira, frustración, resentimiento, envidia y/o coraje.
  • No presta atención, es rechazador, con poca tolerancia.
  • Muestra apatía, desinterés por las actividades académicas y la escuela.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Antecedente de malos tratos a otras personas.
  • Alega accidentes traumáticos de manera sistemática para justificarse, explicarse y defenders.
  • Culpa a otros con frecuencia.
  • Evita y niega sus responsabilidades.
  • Pareciera no preocuparse por los problemas que ocasiona.

¿Cómo identificar a un abusador escolar?

Detectar que nuestro hijo esté siendo objeto de bullying en la escuela es muchas veces complejo. Pero, identificar a un abusador escolar lo es aún más y todavía peor si el acosador es nuestro hijo. Porque, en éste caso, suele haber una negación de los padres a aceptar que el propio hijo está actuando mal. Además, siendo el abusador escolar que somete a otro u otros compañeros a bullying en la escuela. Lo que resulta para muchos padres imposible de asumir y enfrentar. Entonces, trae como consecuencia que el problema se agrave y la conducta del niño acosador, continúe y empeore. Por ello, identificar a un abusador escolar es de vital importancia. Primero que nada para tratar a tiempo los problemas que conducen a nuestro hijo a actuar como victimario. Luego, porque estamos obligados a detener el daño a otras personas.

Debemos formar en valores morales objetivos que fomenten el éxito en nuestros hijos. Simultáneamente, deben contribuir a promover su salud física y mental. Además, lo ayuden a convivir con otras personas armónicamente. Fortaleciendo su autoestima y capacidad de establecer relaciones interpersonales sobre las bases del respeto y la cooperación. Para lo cual, necesita entender cuán valioso es y sienta motivación de ser cada día mejor. Lo que lo hagan buscar dentro de sí sus cualidades en positivo. Una vez que ya hemos podido identificar a un abusador escolar y necesitamos cambiar su actitud.

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Debemos saber, que cegarnos y permanecer indiferentes ante la conducta abusadora de nuestros hijos, los perjudica a ellos, a nosotros y a todos. Al mismo tiempo, que deteriora la estructura del núcleo familiar y persiste el daño hacia otras personas. Razón suficiente para que tomemos medidas a tiempo para detectar a un abusador escolar. Y si se trata de nuestro hijo, algunos indicadores para reconocerlo son:

  1. Tiene una autoestima baja

Debemos revisar concienzudamente las manifestaciones de falta de autoestima que nuestro hijo haga manifiestas. Ya que, suelen originarse en nuestro hogar por diversos motivos. Muchas veces, sin que nos demos cuenta de su gravedad. Lo que crea una falta de valoración sobre sí mismo que conllevan a imponerse sobre otros, por medio de agresiones.

  1. Busca llamar la atención

Los hijos necesitan atención y en la actualidad, el ritmo de vida cargado de estrés nos mantiene sobre ocupados en cualquier cantidad de labores que interfieren muchas veces en nuestra vida personal. Lo que hace que no prestemos atención a las cualidades y acciones positivas de nuestros hijos. Y estos, como una manifestación de lo que comienza siendo una necesidad, terminan reclamando la atención que no han tenido con rebeldía, inseguridad, malas acciones y agresividad. Por ende, exteriorizan una conducta violenta y dominadora, como manifestación de su necesidad de llamar la atención y un sentido de ridículo que se acentúa.

  1. No tiene control de la ira

Si bien, la ira es una emoción que todo ser humano experimenta en determinados momentos de la vida. También, es cierto, que como cualquier otra emoción debemos tener autocontrol sobre ella. Sin que se desborde de sus propios límites y se convierta en violencia y criminalidad. Entonces, en los niños que se han convertido en abusadores escolares se pueden ver características muy puntuales. Por ejemplo, que no tienen autocontrol o lo pierden fácilmente, no toleran la frustración, se vuelven exigentes, llenos de caprichos. Además, sus enfados terminan siempre en pataletas y conductas maleducadas.

  1. No reconoce ni atiende a límites

Es un niño que obedece muy poco o nada, porque no reconoce límite en sus actuaciones. Pretende hacer lo que le venga en gana, sin dar explicaciones de sus acciones. Lo que pudiera ser un indicador directo que no hay disciplina, ni adecuada delimitación de normas dentro del hogar. Evidentemente, el niño tiene una libertad mal entendida que se convierte en falta de límites y fallas en el principio del respeto.

  1. Carece de empatía

No se guía por el principio de “no hacerle a otros lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros mismos” o lo que es lo mismo “comportarse con los demás como nos gusta que los demás se comporten con nosotros”. Por ende, es incapaz de sentir comprensión hacia otros o ubicarse en el lugar de los demás. Lo que le atribuye características de crueldad a su manera de actuar.

  1. No tiene capacidad de reflexión

Carece de amabilidad, no pide disculpas, no se siente mal ni se arrepiente cuando hace daño. Lo que sirve para identificar a un abusador escolar, porque no tiene una correlación definida entre los perjuicios que ocasiona y sus consecuencias. No piensa, ni razona concienzudamente en sus actos. Actúa de una forma inverosímil.

  1. Se crea ideas persecutorias

El abusador en la escuela, se hace de percepciones erradas respecto a los niños que son víctimas de su bullying. Suele fabricarse él mismo, ideas de hostilidad y de que los otros están contra él. Por lo que justifica andar siempre a la defensiva y preparados para atacar. Entonces, adopta la agresión y la violencia verbal, física y psicológica como una respuesta al mundo y a los demás que son los malos.

  1. Tiene incapacidad para resolver y enfrentar los conflictos

No posee capacidad de solicitar ayuda, resolver problemas o hacerle frente a situaciones conflictivas. Dado a la carencia de análisis reflexivo, no resuelve nada, sino que complica las cosas, recurre a la frustración, a la agresividad y a la violencia. Al mismo tiempo, que no tiene preocupación por las consecuencias que acarreen sus actos.

  1. Manifiesta inmadurez emocional

Es posible identificar a un abusador escolar porque no tiene la capacidad de ver más allá de él mismo. Lo que es igual a que no piensa en los demás y ni siquiera lo hace en el mismo con responsabilidad y compromiso. Ha perdido la noción del respeto propio y también hacia los demás. Deja claro, que su estabilidad y equilibrio mental  se hayan alterados.

Medidas que podemos tomar al identificar a un abusador escolar

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  • No busquemos culpables en otras personas

Debemos hacernos cargo de nuestras propias responsabilidades y abordemos el problema. Enseñándole a nuestro hijo a asumir la responsabilidad de sus actos, con disciplina y con amor.

  • Prediquemos dando el ejemplo

Ya que, si nuestro hijo es un abusador escolar, nos corresponde revisar si nosotros también estamos actuando como abusadores. Ya sea, en otros aspectos de nuestra vida, pero, de seguro tenemos conductas maltratadoras que debemos aceptar y corregir. O bien, debemos evaluar si nuestra conducta es agresiva y violenta.

  • No utilicemos la violencia para corregir a nuestros hijos

Si ya hemos podido identificar a un abusador escolar. Nunca debemos usar la agresión para corregir o sancionar sus errores. Ya que, no debe repetirse la conducta que se critica y que se quiere corregir. Nuestro hijo entrará en razón y comprenderá su error si ve que en casa se enfrentan las situaciones por medio de la paz, la calma y la racionalidad. Al mismo tiempo, que los castigos no pueden ser agresiones que irrespeten su integridad como él lo hace con otros. Sino que deben ser limitándolo de gustos que le hagan reflexionar, como cohibirlo de su programa favorito o simplemente mostrarle que estamos en desacuerdo con su conducta

  • Debemos mantener comunicación adecuada y fluida

Expresándole siempre lo que pensamos y el porqué de todas las cosas. Es necesario hacerle entender que todo acto lleva una consecuencia y que sus actos deben ser siempre positivos porque es lo que se merece, por ser valioso, querido y tener potencial de ser una gran persona. Asimismo, mostremos confianza y atención, escuchemos siempre su punto de vista.

  • Establezcamos normas claras y sencillas

Todos en casa debemos respetar las reglas. Por eso, es necesario que todas se puedan cumplir, que en el hogar exista moral para exigir en cada uno de sus miembros. Con lo cual el niño abusador debe notar que las normas no son solo para él.

  • A los niños hay que mantenerlos ocupados

Ya que, un niño que desborda su energía en el deporte, la música, el teatro, la pintura, la fotografía o cualquier otra actividad formadora; no tiene tiempo de ocuparse de ser un abusador escolar. Pues, mantendrá su mente, sus esfuerzos y su tiempo en ir alimentando cada día más la tarea que realiza. Aparte de que le aportará beneficios positivos para su propio desarrollo y ni siquiera le dejará opción a la violencia.

  • Brindemos siempre amor y atención

Recordemos expresarles amor a nuestros hijos todos los días. Ellos necesitan de un beso, un abrazo, una bonita palabra. También, es necesario fijarnos y felicitarles por sus buenas acciones. Y no saltar a reprocharles solamente lo incorrecto. Pues, la conducta que tomemos en cuenta será la que estemos reforzando.  Si nuestro hijo recibe amor, atención y es feliz, no se ocupará en abusar o maltratar a otros.

  • Mantengamos comunicación con la escuela

Es importante actuar como un equipo con sus profesores y la escuela. Lo que implica estar en contacto frecuente. Para que nuestro hijo se sienta atendido, podamos llevar cuenta de su desempeño y comportamiento propio y con las demás personas.

 

 

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