Cómo limpiar la lengua
Nuestra boca está formada por los dientes, aunque no son los únicos elementos que la forman. También lo hace la lengua, aunque muchas son las personas que se olvidan de ella. Generalmente, cuando nos lavamos la boca, toda nuestra atención recae en nuestros dientes. No obstante, pocas personas saben que la lengua también debe de limpiarse para conseguir una limpieza total de la boca.
Las bacterias que causan el mal aliento o halitosis no solo están en los dientes: acampan por toda la boca, incluída la lengua. No sirve de nada que nos lavemos muy bien los dientes, si al terminar, la lengua sigue teniendo las bacterias dañinas que, segundos después de la limpieza dental, ya han invadido nuestras piezas dentales otra vez. ¿Que podemos hacer, entonces? Será necesario limpiar nuestra lengua para eliminar del todo las bacterias.
En este artículo vamos a darte recomendaciones sobre cómo puedes conseguir una buena limpieza de la lengua. Todas las ideas que te ofrecemos aquí son simples, fáciles y no te quitarán mucho tiempo. Las consecuencias de realizar estas recomendaciones de limpieza serán muy positivas, pues con ellas conseguiremos una boca más sana, por lo que nuestra salud bucal y general se verá mejorada.
La lengua
Se trata de una parte importante de nuestra boca y fundamental en nuestro funcionamiento. Aunque muchas personas no caen en la importancia que tiene su funcionamiento, debemos saber que gracias a este músculo podemos alimentarnos por la boca. Además, la lengua nos permite comunicarnos con el lenguaje oral.
Gracias a sus movimientos, el alimento pasa de un lado a otro de la boca para ser triturado por los dientes. Además, nos permite pasar los alimentos hacia nuestra garganta, y tragarlos. De la misma manera, los diferentes movimientos de la lengua nos hacen emitir diferentes sonidos, creando el habla.
También tiene su importancia a la hora de limpiar la boca, como anteriormente hemos comentado. Las bacterias que causan el mal aliento y las infecciones no solo se encuentran en los dientes. La lengua alberga muchos tipos de bacterias que se mueven por toda la cavidad bucal. De esta manera, limpiar los dientes y olvidarse de hacer un repaso a este músculo sirve de poco, pues no eliminamos el foco infeccioso de nuestro cuerpo.
¿Cómo saber si tengo la lengua sucia?
La lengua es un músculo rugoso, de color rosa.
Su rugosidad hace que la comida se incruste en ella, y cause bacterias. Su color rosa, por su parte, nos indica la higiene de la lengua.
Si quieres saber si tu lengua está limpia y sucia, haz el siguiente ejercicio:
Ponte delante del espejo y saca la lengua, todo lo que puedas. Fíjate en su color. ¿Tiene una capa blanquecina? Si es así, esta capa te está indicando que tienes la lengua sucia. Si, tras lavarla con los métodos que vamos a recomendar a continuación, la capa blanca desaparece, la habrás limpiado de manera efectiva. En caso de que esta capa no se haya eliminado, deberás esforzarte más o cambiar de métodos de limpieza.
¿Cómo puedo limpiarla?
Aquí te exponemos unos cuantos métodos o recomendaciones que puedes llevar a cabo para limpiar tu lengua, consiguiendo una boca limpia y sana:
Usa pasta de dientes y cepillo
La pasta de dientes y tu cepillo dental no solo sirven para lavar los dientes. Con ellos, también podemos lavar este músculo en cuestión.
La manera de hacerlo es bien sencilla. Aprovecharemos que nos estamos lavando los dientes para realizar también un lavado básico de lengua. Cuando hayamos terminado de lavarnos los dientes, pasaremos el cepillo con la pasta dental por la lengua, frotándola. De esta manera, estaremos limpiando la superficie rugosa de la lengua, donde se instalan muchos trozos diminutos de comida, con sus respectivas bacterias.
Tras limpiarla, nos enjuagaremos la boca con agua para eliminar los restos de pasta dental, como hacemos habitualmente. Cuando no notemos pasta en nuestra boca, habremos terminado la limpieza bucal.
Esta limpieza debe realizarse dos o tres veces al día, después de las comidas, para evitar que los restos de alimentos y los jugos que contienen dañen y ensucien la boca.
Utilizar colutorios o fluors
Si utilizas colutorios o fluors para terminar el lavado dental, también te pueden aprovechar para limpiar la lengua. Para ello, debes introducir un poco de estos productos en la boca y moverla para que llegue al máximo de rincones posibles. Si mueves la lengua, estarás favoreciendo a su limpieza, pues harás que llegue a todos sus rincones.
Recuerda que estos productos no deben ser ingeridos, por lo que deberás escupirlos tras un minuto de enjuague.
Existen muchos colutorios y fluors en el mercado, deberás escoger uno de calidad. Generalmente, las diferentes marcas tienen diferentes colutorios con diferentes sabores y funciones. Deberás escoger el sabor que más te guste, y la función que quieras realizar.
Utilizar un raspador lingual
El raspador lingual es un objeto creado exclusivamente para limpiar la lengua. Se trata de un objeto de plástico o metal, con el que deberemos raspar la lengua ayudados de su mango. Para ello, pasaremos este raspador por toda la zona superior de la lengua, haciendo movimientos de adentro hacia afuera.
No es necesario apretar demasiado; con realizar una ligera presión, este raspador realizará su trabajo a la perfección. Tras cada pasada, deberemos enjuagar la boca con agua.
Se recomienda realizar esto tras cada lavado de dientes, para aprovechar el efecto de la pasta dental y el colutorio.
Acutalmente, existen cepillos a la venta que tienen un raspador incorporado, por lo que no hace falta comprar uno exclusivo. Estos cepillos de dientes nos pueden servir tanto para limpiar los dientes como para raspar otras partes bucales, entre las que se incluye este músculo.
No obstante, si quieres comprar un raspador, podrás encontrarlo en farmacias, parafarmacias o por internet. Su precio no es elevado, por lo que está al alcance de cualquier persona que quiera invertir en higiene y salud bucal.
Realizando estos pasos de limpieza, eligiendo para ello buenos productos, podremos conseguir una limpieza bucal completa. De esta forma, no existen focos de infección que puedan ensuciar de bacterias zonas bucales limpias.
A modo de conclusión
Aunque la lengua realiza varias funciones importantes, como poder comer y hablar, es una de las zonas del organismo más olvidadas. Generalmente, le prestamos mucha atención a la higiene dental, realizando lavados dentales varias veces al día, pero nos olvidamos de limpiar la lengua. Una lengua sucia ensucia los dientes, pues las bacterias que habitan en la lengua recorren toda la cavidad bucal. Por ello, no sirve de nada que nos limpiemos los dientes si no eliminamos la suciedad de nuestra lengua.
Limpiar nuestra lengua es mucho más fácil de lo que parece. Basta con pasar el cepillo por ella, tras lavarnos los dientes y antes de enjuagar la boca, para limpiar los restos de comida que se incrustan en su textura rugosa. También podemos usar colutorios y fluors, y terminar la limpieza con usando un raspador lingual. Con estos pasos y recomendaciones, podremos conseguir una boca limpia sin necesidad de acudir al dentista, aunque recomendamos realizar las revisiones oportunas para poder prevenir problemas dentales, como las encías inflamadas o la gingivitis.
No debemos olvidarnos realizar nuestras revisiones bucodentales en nuestro dentista de confianza. Tanto las limpiezas profesionales como la detección de posibles problemas son necesarias para tener una boca sana y sin problemas.