Tener fiebre rápido

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Seguro que alguna vez hemos deseado fingir tener fiebre para evadirnos de nuestras responsabilidades; no ir a trabajar, no acudir a clase, faltar a esa cita que tenemos, que no podemos posponer pero que en verdad no queremos ir, a ese exámen para el que necesitamos un par de días más de estudio para aprobar… o símplemente porque queremos quedarnos en casa, a descansar, sin tener que salir a la calle, cuando tenemos cosas que hacer.

La primera excusa que nos viene a la mente es una posible enfermedad, pero hay veces que no basta con decirlo, sino que tiene que existir para poder escabullirnos de nuestros quehaceres diarios. Siendo que, una de las excusas a las que más veces recurrimos es que tenemos fiebre, necesitaremos demostrar que verdaderamente estamos sufriendo una alta temperatura corporal, aunque en verdad no la tengamos, con un termómetro. Te invito a que leas el post Cómo usar un termómetro, para que no tengas ninguna duda.

¿Que es la fiebre?

 La fiebre es una elevación de temperatura corporal que puede darse por diferentes motivos, aunque todos ellos tienen un denominador común: una infección. Cualquier enfermedad que curse con fiebre se debe a una infección vírica o bacteriana, que está afectando al organismo, quien se intenta defender con mecanismos de defensa.

La fiebre es uno de esos mecanismos de defensa. La crea el cuerpo para intentar que los virus o bacterias que crean la infección no ataquen al organismo de manera fuerte. Esto no quita que sea uno de los síntomas más incapacitantes que existen, pues la subida de temperatura trae consigo otros tipos de síntomas, como dolores musculares, escalofríos, dolor de cabeza y, en definitiva, malestar general. 

Tipos de fiebre

La fiebre es una subida de temperatura corporal. La temperatura corporal se mide en grados centígrados, de esta forma podemos cuantificar el nivel de fiebre que estamos sufriendo. El cuerpo suele estar aproximadamente a unos 36 grados centígrados. A partir de los 37 grados, podemos hablar de una temperatura anormal en el organismo.

Esta cuantificación nos permite hablar de dos clases de fiebre, en función de los grados centígrados que alcance nuestra temperatura corporal.

  • Cuando los grados no sobrepasan de 37.5, la subida de temperatura se llama febrícula.
  • Cuando los grados son iguales o superan los 38 grados centígrados, se considera fiebre.
  • De la misma manera, fiebre de más de 40 grados centígrados se considera fiebre alta y exige la visita al médico.

Cómo tener fiebre rápido

Si necesitamos tener fiebre, podemos realizar las siguientes ideas:

Si no necesitamos demostrarlo

Bastará con parecer que estamos enfermos. Para ello, será mejor que horas antes de dar la noticia, nos encontremos decaídos, cansados, y así lo hagamos ver. Es recomendable no salir de casa, dejar de hacer cualquier actividad y acostarnos. De esta manera resultará creíble.

Esto lo debemos de empezar a hacer horas antes de decir que tenemos fiebre. Poco después, podremos verbalizar que tenemos frío, o incluso empezar a tiritar. Quejarse de dolores musculares, de cabeza, y malestar general puede ser útil para que nuestro estado fingido resulte creíble.

Es importante seguir fingiendo hasta un día, como mínimo, después del supuesto inicio de la fiebre. Una pronta y rápida recuperación será muy extraña, y podrá poner en duda tu estado en futuras veces.

Si necesitamos demostrarlo

Si alguien va a ver los grados que marque el termómetro, se recomienda:

Calentar el termómetro en una fuente de calor, con estas ideas:

  • Acercar el termómetro a una bombilla o fuego
  • También podemos frotar la punta del termómetro con los dedos o con nuestro jersey, para darle temperatura.

Deberemos tener cuidado; para que resulte creíble, el termómetro deberá marcar entre 37 y 39 grados centígrados. Con una temperatura superior puede ocurrir dos cosas: Que no sea creíble (sobre todo si es una temperatura de más de 40) y que la persona que lo ve se asuste tanto que llame al médico.

Además de enseñar a otra persona el termómetro con la temperatura elevada, también puede suceder que necesitemos ponernos el termómetro delante de esta persona. En este caso, no podemos acercarlo a una fuente de calor, por lo que necesitaremos subir nuestra temperatura corporal.

Para ello existen métodos, aunque no siempre son lo rápido que quisiéramos.

Métodos para subir la fiebre

Estos métodos no siempre suben la fiebre tan rápido como nos gustaría, pero si que la pueden aumentar unas horas después de realizar su conducta.

Conductas que nos van a permitir tener fiebre

Algunas de estas conductas son:

Colocar un paño de agua caliente en la frente

Quizás esta idea no de fiebre al momento, pero es muy útil para que nuestra frente esté caliente cuando alguien deposita la mano sobre ella para comprobar su nivel de calentura. Es importante escurrirlo bien para que no quede demasiado líquido en la fiebre que haga sospechar.

Esto, además, puede causarte colores enrojecidos en la cara, lo cual ayudará a que la fiebre sea creíble.

Abrigarse más de la cuenta

A medida que nos ponemos más capas de abrigo, estamos favoreciendo a que el cuerpo se caliente más. Teniendo en cuenta que la fiebre se da por un calentamiento del organismo, abrigarse puede ser una buena idea. De esta manera, el termómetro marcará una temperatura un tanto elevada.

Tomar alimentos ricos en vitamina B

Alimentos ricos en vitamina B1

  • La carne de cerdo
  • Mariscos como la langosta y otras
  • El hígado
  • Frutos secos, como pistachos y piñones
  • Pescados (atún y pámpano)
  • Diferentes semillas, como el girasol y sésamo
  • Huevos
  • Judías blancas
  • Espárragos
  • Coliflor,
  • Naranja
  • Ajo (un alimento que, además, tiene muchas propiedades.)
  • Patatas.

Alimentos ricos en vitamina B2

  • Yogur
  • Carnes ternera, cerdo o cordero
  • Vísceras
  • Espinacas
  • Espárragos
  • Aguacate
  • Cereales integrales
  • Germen de trigo.

Alimentos ricos en vitamina B3:

  • Plátano
  • Lácteos
  • Brócoli,
  • Legumbres,
  • Nueces,
  • Cereales integrales,
  • Espárragos
  • Tomates

Si quieres saber más alimentos que contengan vitamina B, pincha en el enlace.

tener fiebre rápido con espárragos

Sufrir cambios de temperatura bruscos

Los cambios de temperatura son los factores que más debilitan el sistema inmunitario, y ante los que suele darse la fiebre como respuesta a este debilitamiento.

Es muy fácil sufrir cambios de temperatura bruscos; salir de un sitio con alta temperatura a otro con baja; salir de casa con el cabello mojado y poco abrigo: pasar un rato destapada en una ciudad de mucho frío o mucha humedad; terminar un baño o ducha con agua fría…

Pasar largas horas con pies mojados o húmedos

La humedad debilita el sistema inmunitario, haciendo muy probable que el cuerpo reaccione con los mecanismos de defensa que posee, siendo la fiebre uno de ellos.

Para ello, podemos pasarnos un día entero con los pies húmedos (llevando calcetines mojados, por ejemplo) o a remojo en fuentes y ríos de agua muy fría.

Ajo y calor en las axilas

Restregar ajo o cebolla en las axilas suele ir bien para subir la temperatura corporal.

Si el termómetro es de axila, podemos ponernos calor previamente en la axila donde vamos a medir la temperatura. De esta forma, la medición del termómetro registrará ese calor.

Activar la opción para bebés en el termómetro

Existen termómetros que tienen una opción para medir la temperatura en bebés. Esta opción aumenta entre 1 y 2 grados la temperatura. Si lo activamos, se nos añadirán esos grados a nuestra medición.

Tomar alimentos calientes

Sopas o bebidas calientes, cualquier alimento caliente es bueno para subir la temperatura corporal.

Comer tiza

Este método es muy efectivo a la vez que peligroso, pues provoca otros efectos secundarios como vómitos y diarrea. 

Se trata de colocar una tiza debajo de la lengua y dejarla durante horas para que se deshaga.

Aunque es uno de los métodos más infalibles, no es muy recomendable debido a sus efectos.

A modo de conclusión

Todos hemos deseado, alguna vez, quedarnos en casa evitando nuestras responsabilidades diarios, como faltar un día de trabajo, día de clase o día en el que tenemos que hacer cualquier actividad que nos resulte desagradable o que no tengamos ganas. En estos casos, la excusa más socorrida para quedarnos en casa es fingir una enfermedad. La fiebre es el síntoma al que solemos recurrir para ello. Ahora bien, hay veces que no solo basta con decirlo, sino que también tenemos que demostrarlo; ya sea a nuestros padres para que nos permitan quedarnos en casa un día de clase, o al médico para que nos haga el justificante que nos piden en el trabajo. En esos casos, es necesario demostrar que tenemos fiebre de verdad.

Existen diferentes métodos para ello; desde calentar el termómetro en una fuente de calor, hasta métodos basados en cambios de temperatura bruscos (como abrigarse poco en un sitio de mucho frío o salir a la calle con el cabello o los pies mojados, entre otros), pasando por otros métodos como frotar la axila con ajo o cebolla y poner debajo de la lengua una tiza y dejar que se vaya deshaciendo, aunque este último método puede causar diarrea y vómitos, por lo que no resulta muy recomendable.

También podemos tomar alimentos con vitamina B para provocar una subida de temperatura corporal.

Además de ello, nuestra conducta deberá reflejar un malestar general acompañado de dolores musculares, dolor de cabeza y frío. Es importante que realicemos esto horas antes de dar la noticia de que tenemos fiebre, y que nos dure unas horas después. De lo contrario, no resultaremos muy creíbles y no podremos realizar esto para futuras veces.

De estas formas podemos fingir que tenemos fiebre y demostrarlo, para quedarnos en casa descansando.

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