Para evitar los granos en la cara lo fundamental es realizar siempre cuidados básicos del cutis. De esa manera, la probabilidad de que nos salgan esos horrendos granos en la cara, será mucho menor. Así, que evitar los granos en la cara no es cuestión de un solo día o de una moda. Sino constancia, higiene, orden y disciplina. De hecho, en el mercado existe una gama amplia de productos cosméticos que nos permiten realizarnos cualquier cuidado facial. Entonces, lo importante es saber decidir qué nos viene bien para nuestro tipo de piel. En tal sentido, es indispensable que en nuestro gabinete tengamos siempre dos productos básicos. Porque son los primeros exponentes del cuidado facial. Estos son un producto para la limpieza de nuestro rostro por una parte. Y por la otra, un producto que aporte protección e hidratación a nuestra piel.
Este artículo donde explicamos a quitar granos de la cara de forma fácil y rápida también te será de utilidad
Por ejemplo, los aceites hidrófilos para limpiar el cutis que tienen un mecanismo de acción semejante a las leches limpiadoras. Lo que los hace muy recomendables para ser utilizados en pieles secas, sensibles y envejecidas. Pero, para hacer una adecuada limpieza en aquellas pieles porosas con impurezas es mejor utilizar productos con tensioactivos o saponinas. Sobre todo si se trata de cremas y lociones limpiadoras. Ya que, estos productos tienen la capacidad de proteger nuestra piel. Porque se ajustan bien a cada tipo y le pueden proporcionar la suficiente hidratación que ésta necesite. Por eso, es indispensable que su utilización la determinemos según nuestro tipo específico de piel. Para que así, podamos aportarle los cuidados necesarios correctamente.
Tipos de granos en la cara
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Comedones o granos tradicionales
Son lesiones cutáneas no inflamatorias del acné vulgar y de la dermatitis seborreica. En consecuencia, se forma una masa pequeña de material sebáceo cutáneo, sebo y queratina. Esta hace un tapón en la parte interna del orificio dilatado de un folículo piloso. Y tienen predilección por la piel de la cara. Aunque a veces lleguen a localizarse en pecho, espalda u otras áreas del cuerpo. Debido a la oxidación del sebo, se caracteriza por ser de color negro, a pesar de que también contenga suciedad. Muchas veces son ocasionados por bacterias del tipo Propionibacterium acnes, Staphylococcus aureus y Malassezia furfur.
Aspecto morfológico y precauciones que evitan los comedones
- Comedones cerrados o tradicionalmente granos, son pápulas o espinillas. De los cuales, su contenido no podemos extraerlo fácilmente. Entonces, cuando se inflaman, estas lesiones pasan a formar pústulas y nódulos.
- Los granos ya abiertos, son llamados puntos negros y resulta raro que se inflamen. En consecuencia, su abertura se encuentra dilatada y permite extraer de forma fácil los residuos grasos que contiene.
- Acné punctata se le llama a la proliferación de granos o comedones.
- No debemos reventar los comedones. Ya que, se aumenta el riesgo de que una parte de las bacterias que contienen, pueda penetrar en las capas más profundas de la piel. De tal manera, facilitando y desencadenando la producción de abscesos.
- Las tiritas queratolíticas son una forma fácil de eliminar los comedones. Dado que esas tiritas pueden soltar el tapón y lo extraen sin ocasionar daños en la piel.
Cuándo los granos se han infectado
Las pústulas son los granos que contienen un cúmulo visible de pus en su interior. O bien, por debajo de la primera capa de la piel, con frecuencia en un folículo piloso o en un poro sudoríparo. Estas lesiones son pequeñas, con un proceso inflamatorio característico, se llenan de pus y se parecen a una ampolla. Por lo general, la pústula hace una elevación inflamatoria pequeña de piel que es bien delimitada y circunscrita. Al mismo tiempo, posee una acumulación de líquido que suele ser purulento de color blanquecino o amarillento en su interior. Además, ese líquido tiene muchos leucocitos o glóbulos blancos. Suelen acompañarse algunas veces de bacterias y/o productos denominados detritus, provenientes de las células descompuestas. Asimismo, las pústulas comúnmente pueden ser consecuencia de la aglomeración de células sanguíneas. Provenientes de la acción de defensa de nuestro organismo en respuesta a la infección.
Cuándo los granos se vuelven pústulas puede ser por diferentes causas
- Por la etapa de la vida, como en la pubertad que el acné es característico. Entonces, el incremento de la actividad de todas las hormonas puede producir un aumento de la secreción de grasa. Cuyo objetivo del cuerpo, es el de proteger y tratar de proporcionar suavidad a la piel. Lo que causa la obstrucción de los poros, provocando una pequeña zona inflamatoria sobre elevada con un contenido interno de pus.
- Dermatitis por contacto, especialmente en aquellas zonas donde hay roces constantes de la piel contra la ropa. Y que se complican con temperaturas elevadas que hacen propicio el sudor y la irritación subsecuente.
- Los factores genéticos. Son aquellos que fueron heredados de la familia. Ya que, si existen casos de esta patología habrá más probabilidades de desarrollarla en las generaciones venideras.
- La extracción de espinillas con los dedos, que puede dar origen a una infección local de los granos o el área afectada. Sobre todo si se manipula la piel sin medidas higiénicas y con las manos sucias.
Evitar los granos en la cara puede resultarnos un verdadero problema
Los granos también son manifestaciones clínicas de muchas afecciones que suelen presentarse con frecuencia en la piel. Entonces, estos pueden aparecer secundariamente. Por ejemplo, en el acné vulgar, erupciones causadas por medicamentos, por exantemas virales como en el virus del herpes simple o de la varicela zóster, en la psoriasis pustular, entre otros.
Una vez establecidos, los granos, por lo general, desaparecen sin mayores complicaciones. Por lo que, no ameritan tratamiento, a menos de que se infecten más allá de lo normal. Entonces, de ser así, podrían llegar a producir importantes infecciones que necesitarán ser tratados con antibióticos.
En definitiva, lo más recomendable es que nos hagamos una limpieza adecuada de la cara. Para ello, debemos usar preferiblemente jabones naturales que no contengan componentes irritantes. No obstante, ya ese positivo hábito de higiene, va a contribuir a prevenir y a evitar los granos en la cara, la formación de espinillas o pústulas. En especial, aquella que son producidas por efecto del sudor, acumulación de impurezas y/o el roce de la piel.
¿Cómo podemos cuidar los diversos tipos de piel adecuadamente?
Lo primero que debemos hacer es analizar la piel de nuestro cutis, para determinar cuál es su tipo. Solo así, podemos empezar a cuidarla bien. Lo correcto es que conozcamos si nuestra piel es grasa, seca, mixta, envejecida, sensible o con impurezas. Pero, si nos referimos a la determinación exacta del tipo de piel en un sentido estricto. Sí se realiza, mediante un análisis específico, un masaje facial y un test cutáneo. Y este lo realiza solamente un profesional capacitado de la dermatología o la estética. Sin embargo, existe una forma en que nosotros mismos podemos hacer una evaluación elemental y sencilla. Cuyo resultado nos indicará cuál es nuestro tipo de piel en el rostro. Entonces, la clave es que nosotros mismos, nos fijemos minuciosamente en las características típicas de nuestro cutis. Ya que, serán estos datos los que pueden revelarnos cuál es nuestro tipo de piel.
Vamos a determinar de forma sencilla nuestro tipo de piel paso a paso
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1er paso
Debemos lavarnos la cara de manera detallada y a conciencia con una leche de limpieza facial. Luego, vamos a aclarar el rostro con abundante agua templada y a profundidad. Lo que nos permitirá retirar por completo los residuos del producto que hemos empleado. Ya que, estos pueden inducir a que saquemos falsas conclusiones a la hora de llevar a cabo el análisis.
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2do paso
Seguidamente, es indispensable que dejemos libre de productos cosméticos nuestra piel facial, durante unos 10 minutos. Mientras tanto, no debemos cubrir nuestro cutis con productos, ni cremas, ni lociones.
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3er paso
Permanezcamos relajados y en calma total. Lo que quiere decir, que en ese lapso de 10 minutos, no debemos fumar, tomar café, té o alcohol. De manera que podamos ver reforzado el descanso que le estamos dando a nuestro cutis, sin ninguna interferencia.
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4to paso
Nos ubicamos frente a un espejo. Ahora vamos a tocar y a observar detenidamente la piel de nuestro rostro.
Para evitar los granos en la cara debemos prevenir los factores que dañan la piel
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No debemos exponernos desmesurada y excesivamente al sol
Ya que los rayos UV en exceso van deteriorando la epidermis haciéndola más susceptible a la aparición de granos en la cara.
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Debemos garantizar una adecuada hidratación para nuestro organismo
Debido a que nuestra piel necesita un importante aporte de agua a lo largo de todo el día. Y así, poder mantener la salud. Por eso lo recomendable es que recordemos tomar 8 vasos de agua al día. O lo que es lo mismo, 2 litros de agua diariamente.
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Procurar asearnos la cara todas las noches antes de dormir
Ya que, es el momento oportuno en el que hemos terminado la faena del día. Donde resulta que hemos estado expuestos a la contaminación atmosférica, de polución de tubos de escape de coches. También, humo de las chimeneas industriales, calefacciones, aires acondicionados, entre otros. Los cuales, son todos tóxicos dañinos que afectan a todo el organismo y que en la piel contribuyen a la aparición de granos en la cara. Definitivamente, asearnos la cara mantendrá limpios los poros.
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Tratar de minimizar el efecto perjudicial de los radicales libres
Que se encuentran en el aire y que ingresan a nuestro organismo por diferentes vías.
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Evitar o eliminar el consumo de tabaco y alcohol
Por una parte, constituyen una interferencia a la adecuada absorción y asimilación de vitaminas y minerales. Todos fundamentales para la salud e integridad de la piel.
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Estimular los hábitos alimenticios adecuados
Si bien “somos lo que comemos”. El hecho de tener hábitos alimentarios inadecuados. Predominantemente, a base de alimentos basura, comidas ricas en grasas trans, azúcares refinados y artificiales. Entonces, estaremos ayudando a estimular la producción de granos en la cara, lejos de evitarlos. Al mismo tiempo que estamos propiciando otros factores como la aceleración del proceso de envejecimiento cutáneo. Aparte, de favorecer la perpetuación de la presencia de granos, está sumando otros signos de deterioro como manchas y arrugas.
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Evitar la sobreacumulación de tóxinas
Nos confirma que los cuidados faciales, los tratamientos, las mascarillas, etc. Nunca están de más y no son un mero capricho estético. Sino más bien un asunto de salud dermatológica. Ya que las toxinas en piel son capaces de facilitar la aparición de impurezas como granos, eccemas, forúnculos y más.
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Mantener un peso corporal adecuado
El sobrepeso, la obesidad y las oscilaciones bruscas de peso, pueden generar la hiper producción de grasas y toxinas; al mismo tiempo que provocan deterioro en la piel, ocasionando bolsas y flacidez, entre otras cosas que son causantes de granos en la cara.
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Evitar el estrés y la ansiedad
En general, todos los estados de constante irritabilidad nerviosa contribuyen a la aparición de cualquier cantidad y tipos de lesiones en la piel.