Cómo mantener la magia en el matrimonio
Es del todo probable que, en algún momento de nuestras vidas, con nuestra pareja, queramos dar un paso más allá. El matrimonio es la unión definitiva de dos personas que han decidido firmemente pasar el resto de sus vidas juntos. Para dar este gran paso es necesario meditarlo bien y no precipitarse, ya que no hay posibilidad de echarse atrás. Una vez dado el sí quiero, nos estamos comprometiendo a una serie de cosas que conllevan una gran responsabilidad eterna. Si todo va mal, siempre existe la posibilidad del divorcio y se puede hacer de forma amistosa y muy saludable. Pero antes de esta opción, es mejor pensar bien si de verdad estamos dispuestos a aceptar el compromiso de casarnos. Una vez dado el paso, hay una relación que debemos seguir cuidando como hasta el momento, o incluso mucho más. Aquí hablaremos de cómo mantener la magia en el matrimonio.
Es una pregunta que se hace todo el mundo y a la que difícilmente encuentran una respuesta satisfactoria y efectiva. Pero la solución sí que es sencilla y está justo delante de nosotros, si somos capaces de mirarnos al espejo. Todo pasa por nuestras decisiones y por darle máxima prioridad a nuestra relación, para no caer en el fatal error. Mantener la magia en el matrimonio se consigue a base de constancia, esfuerzo y dedicación para con la otra persona. A lo largo de este texto encontraras consejos y posibles soluciones que te ayuden a que tu matrimonio siga funcionando. Es importante saber que también es cosas de dos, no basta que uno ponga todo su empeño. Si la otra persona no está al mismo nivel de compromiso que tú, es una relación con un futuro dudoso. Es clave mantener dicha magia en el matrimonio para que consigamos ser feliz.
La magia en el matrimonio
En el inicio de una relación se puede decir, como norma general, que es el mejor momento de la pareja. En esos momentos cuando estamos descubriendo a la otra persona y se crea una atmósfera ideal para compartir momentos especiales. Como todo en la vida, las relaciones también pasan por distintas fases y evolucionan de una manera favorable o no. Esto depende enteramente de nosotros, ya que la relación será igual de buena que el compromiso y las ganas puestas. La chispa, por distintas razones, al final se acaba perdiendo o no siendo tan especial como en los primeros momentos. Es importante mantener la magia en el matrimonio, ya que, aunque sea difícil, no es imposible. Siempre se puede ir descubriendo facetas de la otra persona y llegar a sorprendernos de manera positiva. Para eso hay que esforzarse y pensar en la otra persona. El matrimonio dependerá de nosotros.
La relajación, mal entendida, en una pareja es totalmente perjudicial para mantener la magia en el matrimonio. Dar por hecho una serie de cosas nos hace descuidarlas y, eventualmente, perder lo que teníamos como seguro. Las relaciones son como una planta, hay que regarla todos los días. No basta con hacerlo un día o dos a la semana, ya que es un asunto de constancia. Es en los pequeños detalles donde está la diferencia y los que hacen funcionar o no las relaciones. Porque en esos pequeños detalles, al no tener tanta importancia sobre el papel, se revelan nuestros auténticos sentimientos o importancia que le damos a la relación. Dar el máximo o prestar toda nuestra atención en asuntos que no hace falta hacerlo es lo que demuestra que estamos comprometidos en dicha relación. En los momentos importantes, ya sea por sentido común u obligación, todas las parejas están unidas.
Soluciones
Puede que pasemos por una racha en la que estamos descuidando nuestra relación y no sepamos cómo cambiar la dinámica. Por mucho que lo intentemos, no conseguimos mejorar las cosas e incluso, a veces, empeoramos la situación sin ninguna intención. Aquí es donde se necesita «un golpe en la mesa», un acto que pueda ser un punto importante de inflexión. Un acto que sirva para establecer un camino en el que podamos recuperar la magia del matrimonio posiblemente perdida antes.
Una solución para conseguir este objetivo puede ser un viaje o una cena inesperada en la que se pueda hablar. El detalle o la idea en sí no es lo más importante, sino la actitud. Ha de ser un plan pensado al milímetro y controlando cualquier detalle por minúsculo que parezca. Es aquí donde podremos cambiar las tornas o, por lo menos, empezar a intentarlo de verdad. Cuestión de interés.
Estar bien con nuestra pareja nos ayuda a reducir el estrés. Este problema no hemos de dejar que afecte a nuestra pareja, por lo que es importante eliminarlo. Todo el mundo tiene un trabajo para dar a su familia lo mejor y poder vivir bien. Esto hace que olvidemos el motivo por el que estamos trabajando y le demos más importancia al trabajo que a nuestra pareja. Es una manera curiosa de ver que lo que intentamos para mejorar nuestro matrimonio, a veces, es la razón por la que acaba terminando. Saber conciliar estas dos partes de nuestra vida es vital para mantener la magia en el matrimonio. Y si en algún momento clave tenemos que elegir, dependerá enteramente de nuestras prioridades. Por eso es importante no dejar que el trabajo acabe cobrando más importancia de la que habíamos pensado en un principio. Esto es esencial para cuidar la pareja.
Consejos
Más importante que cualquier medida a tomar es estar atento a las señales que en el día a día aparecen. No debemos permitir que el bosque no nos permita ver los árboles, por eso es vital tener los ojos abiertos. Cualquier problema detectado a tiempo es menos problema. Por eso, la comunicación es clave para mantener la magia en el matrimonio. Saber sorprender a la otra persona y no caer en la rutina. Ya que este es el enemigo número uno en una pareja. No podemos permitir que la rutina eche raíces en nuestro hogar, ya que después es realmente complicado cortar dichas raíces.
Seguir con la ilusión. Las ganas de ver a la otra persona son las que nos hacen estar comprometidos y atentos en nuestra pareja. Puede que se nos olviden ciertas cosas de nuestro compañero con el que compartimos nuestra vida. Recordar ciertos momentos o los motivos por el que dimos el «sí quiero» nos ayudará a recuperar esos sentimientos. También es importante recordar que se puede ser feliz sin tener pareja.
Los hijos. A veces, los matrimonios pierden la magia, pero ganan en otra serie de aspectos. Tener un hijo es el paso más importante en una pareja y un reto muy especial. Todo lo que se pueda decir de este paso es totalmente positivo. Aunque, es verdad que se pierden otras cosas, porque pasan a ser secundarias. Este es un pensamiento que podemos llegar a tener, pero que no debemos aceptar. Es complicado, pero no imposible. Aun teniendo hijos, podemos sacar momentos íntimos para compartir con nuestra pareja y seguir con la ilusión intacta. Lo único que tenemos que poner es compromiso y dedicación. Probablemente tengamos que renunciar a otras cosas, pero si de verdad os importa, lo haremos. No siempre se puede tener todo.