Ajo picante contra el cáncer: el milagro de la capsaicina
El ajo picante es una planta herbácea de pequeñas hojas lanceradas. Esta, tiene un bulbo compuesto por varias partes llamados dientes. Aunque toda la planta es comestible. Tradicionalmente se usa el bulbo como condimento en casi todas las comidas. Por ello, durante siglos ha sido el acompañante casi imprescindible en la cocina. Además de su uso culinario por su sabor característico. También, se emplea en el tratamiento de algunas patologías. En este sentido, al ajo de le atribuyen muchas propiedades medicinales, entre las que se pueden señalar:
- Revitalizante. Porque aumenta las propiedades nutritivas de los alimentos.
- Anticancerígeno. Ya que, combate todo tipo de cáncer.
- Antitumoral. Dado que previene la formación de tumores. También, combate los existentes.
- Antibacteriano. Pues, ayuda a combatir todo tipo de infecciones.
Esas propiedades son atribuidas al rico aporte de nutrientes. También, a los compuestos azufrados. Y a otras sustancias químicas que contiene. Por ello, el ajo picante no debe faltar en nuestra dieta.
Sobran los argumentos para que el ajo picante por sus propiedades revitalizadoras no falte en nuestro consumo diario. Ya que, su valor nutricional está compuesto por múltiples elementos. Por ejemplo, carbohidratos, proteínas, fibra, Magnesio, fosforo, hierro, calcio, potasio, zinc, manganeso, selenio. Además, contiene selenio, vitaminas B1, B3, B6 y ácido fólico, azufre, fructosana. También contiene, entre otros:
- Capsaicina.
- Quercetina.
- Aliína.
- Alicina.
- Cisteina.
- Arginina.
- Adenosina.
Por otra parte, el ajo picante actúa como profiláctico. O bien, terapéutico según sea el caso. Actuando en los siguientes órganos:
- Sistema circulatorio.
- Aparato digestivo.
- Sistema respiratorio.
Trastornos orgánicos que el ajo picante previene
- Arterioesclerosis: Inhibe la presencia del colesterol malo LDL y los triglicéridos. Asimismo, evita la coagulación de la sangre. También, aumenta la elasticidad de las arterias y evita la oxidación. Igualmente, facilita que la sangre llegue a los músculos. Si es el caso de claudicación intermitente. Este se presenta cuando la arterioesclerosis a las piernas.
- Hipertensión: actúa como regulador de la presión arterial. Debido a su efecto vaso dilatador y diurético. También, actúa como betaadrenérgico. Sobre todo en el tratamiento de los trastornos del ritmo cardíaco. Asimismo, inhibe la enzima convertidora de angiotensina. De esta manera, evita la vasoconstricción y el aumento de la presión arterial.
- Alteraciones del ritmo cardíaco: Reduce el esfuerzo que debe realizar el corazón al enlentecer el ritmo cardíaco. Esto es favorecido por la adenosina. Una de las principales sustancias presentes en el ajo picante. Esta favorece la protección cardiovascular.
- Bronquitis y Neumonía: por sus propiedades antisépticas, antiinflamatorias y broncodilatante, el ajo picante actúa como barrera protectora del organismo. En efecto, por medio de la producción de las enzimas oxidasas y lisoximas. Ya que, estas fortalecen el sistema respiratorio.
- Tumores: El ajo picante ejerce su acción antitumoral. Por la acción de la quercetina y aliína. Esta última, se convierte en alicina cuando se aplastan los ajos. Siendo ella, la responsable de la acción antitumoral.
El ajo picante, aliado anticancerígeno
La aliína, es la principal responsable de las propiedades anticancerígenas del ajo picante. En consecuencia, la aliína deriva más de veinte componentes anticancerígenos. Entre otros se encuentran:
- Ajoeno.
- Sulfuro del diablo.
- S-alil cisteína.
- S-metil.
Además, con la combinación de esos compuestos. Es decir, los oligoelementos, fructosanas, quercetina y arginina. Lo convierten en un poderoso anticancerígeno. De hecho, el consumo de ajo picante se le asocia con la disminución de los distintos tipos de cáncer. Para reducir el riesgo de contraer cáncer. Lo que debemos consumir son al menos 20 gramos de ajo al día. En consecuencia, el consumo frecuente de ajo picante ayuda a:
- Eliminar las sustancias cancerígenas del organismo.
- Evitar el riesgo de desarrollar cáncer.
- Reparar los daños en el ADN.
- Evitar mutaciones cancerígenas.
- Impedir la reproducción de células irregulares.
Otras propiedades terapéuticas
Además de ser un poderoso anticancerígeno el ajo picante tiene otras propiedades terapéuticas:
- Antibacteriano: Tiene una poderosa y efectiva función antibiótica. Sin causar daños colaterales al organismo.
- Antivírico: Ataca los virus que infectan al organismo, evitando su reproducción y fortaleciendo el sistema inmunológico.
- Antifúngico o antimicótico: usado regularmente tiene un alto poder destructivo contra los hongos y combate su reproducción.
- Anticoagulante: Por su contenido de azufre le permite un alto poder anticoagulante lo que impide la formación de coagulos.
Consejos útiles para el consumo de ajo picante
- Asegurar un escudo contra el cáncer es recomendable comer crudos por lo menos 4 ajos por día.
- Permitir la liberación de la aliína y posterior conversión en alicina deben ser machacados los ajos.
- Contrarrestar el olor del ajo se recomienda mezclar con otros vegetales como apio, perejil o cilantro.
- El mezclarlo con otros vegetales aumenta su poder nutritivo, medicinal y sobre todo anticancerígeno.
- No es recomendable someterlo a cocción por largo tiempo.