33 Semanas de embarazo

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La medida del feto a las 33 semanas ya debe pasar de unos 42 a 45 cm aproximadamente. Además, ya pesa más o menos, entre 2000 a 2500 gramos. Así, que ha crecido mucho, por lo que se mueve menos, ya que evidentemente, tiene menos espacio adentro del útero. Tanto, que su cabecita pesa cada vez más, debido al desarrollo de su cerebro, que además sigue evolucionando de forma rápida. En la mayoría de los casos ya se ha colocado su cabeza hacia abajo en dirección del canal del parto.

El feto a las 33 semanas de embarazo

33 semanas de embarazo

Todo un bebé

  • Su piel y anexos

Su piel ya no luce transparente porque el tejido graso se ha ido acumulando. Ahora, se encuentra recubierta por una capa de grasa que se llamada vérnix caseoso. Además, por un vello fino que se denomina lanugo, cuya función es proteger la piel del feto del líquido amniótico. También, se encuentra mucho más entrenado para realizar actividades. Ya puede tragar, respirar, succionar y se chupa su dedo pulgar. Por otro lado, ya le han aparecido sus uñas.

  • Ya tiene sistema inmunológico de defensa

También, continúa desarrollándose de manera notoria el sistema inmunitario. Al mismo tiempo que gran cantidad de anticuerpos pasan al feto, provenientes de su madre.  Preparándose así, la línea de defensa que protegerá a su organismo al nacer.

  • Puede orinar

Porque ya ha empezado a entrenar la actividad de la vejiga. Porque tiene la capacidad de ingerir unos tres litros de líquido amniótico diariamente, que elimina a través de la orina.

¿Será niño o niña?

El sexo del feto es determinado en el mismo momento en que ocurre el proceso de fecundación. Pero, en los primeros meses de desarrollo del feto no es posible, hacer la distinción de los caracteres sexuales y de sus genitales a simple vista. Ya que sus glándulas y sus órganos sexuales parecen exactamente iguales. Entre ambas piernas se desarrolló una yema pequeña llamada primordio; que ya en éste momento cuando han transcurrido 33 semanas de embarazo está bien definido. Y se puede ver en un estudio ecográfico, un pene si es niño o un clítoris si es una niña. También, han emergido dos protuberancias que emergieron a cada lado de la yema. Y que en los niños es el lugar donde se viene desarrollando el escroto. Pero, en las niñas formó una hendidura que define a la vagina.

Ocurre que los testículos primitivos del niño o los ovarios de la niña, se encuentran localizados en el fondo de la cavidad abdominal. Y comienzan a descender a partir de la semana 26 de gestación, pudiendo estar por completo en su lugar ya a las 33 semanas de embarazo. Aparte, una evaluación microscópica del interior de los testículos puede mostrar con claridad sus conductos con precursores de los espermatozoides. Mientras, que los ovarios poseen una buena cantidad de folículos pequeños, cada uno con un óvulo. Cabe destacar, que aunque durante esta etapa podemos diferenciarlos bien desarrollados ya han sido previamente formados por la semana 16. Aquí, estamos apreciando sus genitales perfectamente, formados, desarrollados y diferenciados desde el punto de vista macroscópico. En esta semana, si es un niño, normalmente es muy posible que los testículos hayan descendido del abdomen al escroto.

El cuidado de la mujer con 33 semanas de embarazo

  • Es sumamente importante que la futura madre se cuide adecuadamente. Aparte de que eso hará que la embarazada se sienta bien, contribuye también al mejor desarrollo del niño por nacer.
  • Una alimentación saludable es base fundamental. Seguir una dieta normal, equilibrada y sana con preferencia por los alimentos naturales. Lo que quiere decir, que contenga abundantes verduras, frutas frescas, cereales enteros, legumbres como alubias, lentejas, guisantes y frutos secos.
  • Procurar no consumir demasiados alimentos que contengan abundante cantidad de calorías, como azúcares, dulces, galletas y bizcochos. Asimismo, grasas saturadas como mantequilla, algunas clases de margarina, queso y carne grasa.
  • Comer las verduras crudas o con poca cocción. Es decir, cocinarlas durante poco tiempo y con la menor cantidad posible de agua o preferiblemente al vapor. Ya que, esas preparaciones contribuyen a que conserve el valor nutritivo, vitaminas y minerales, etc.
  • Las proteínas son básicas para que el niño pueda formar y desarrollar sus tejidos.  Estas se encuentran en la harina integral, germen de trigo, leche y derivados, huevos, carne magra, pescado y legumbres.
  • Un consumo abundante de vitaminas y minerales contenidas en los alimentos son indispensables para que el organismo pueda cumplir todas sus funciones. Para ello, es indispensable comer frutas, verduras frescas, hígado y riñones.
  • Procurar beber abundante agua y líquidos como zumos naturales, rebajando la cantidad de té y café que se toma.
  • Descansar y dormir bien, todo y cuanto sea posible.
  • Realizar actividades de relajación, entre otras.

33 semanas de embarazo

Aumento de peso

En una mujer de estatura promedio, el aumento de peso es gradual de unos 12 kilos durante todo el embarazo y puede ser considerado normal. Pero eso es variable de unas mujeres a otras. Así, que no hay necesidad alguna de obsesionarse con la idea de no querer engordar demasiado. Si se han tenido náuseas y vómitos, el aumento de peso durante las primeras 12 semanas fue insignificante. En consecuencia, es probable que se incremente de manera rápida en estas 33 semanas de embarazo al recobrar el apetito. Entonces, lo normal es un aumento de forma equilibrada de unos 400 a 800 gramos aproximadamente a la semana.

El cuidado de las mamas

  • El tamaño de los pechos no importa

Los pechos pequeños no son un motivo para desanimarse si se quiere criar al bebé con lactancia exclusiva. Ya que, el tamaño no tiene absolutamente nada que ver con la capacidad de la madre para producir leche.

  • Que las mamas no se caigan

Durante las 33 semanas de embarazo, los ligamentos que sostienen los pechos se han venido ablandando. Razón por la que pueden estirarse también con mayor facilidad. Así, que para mantener la forma de los pechos, es necesario llevar un buen sostén durante todo el embarazo. Luego, en la lactancia, y a veces es probable que sea necesario que haya que ponerse otro para dormir por las noches.

  • El comienzo de la leche

Cuando las mamas empiezan a producir el calostro o primera leche. Tal vez, la piel de los pezones tienda a formar costras que hay que retirar, limpiando cuidadosamente todos los días. Para eso, se deben lavar únicamente con un jabón hipoalergénico o en su defecto suave. Posteriormente, si se lleva gusto, es recomendable aplicar un poco de crema para hidratar y proteger esa área.

  • Un poco de ejercicio para los pezones

Si los pezones tienden a meterse hacia adentro en el momento en que se aprietan con los dedos por el borde de la región oscura que los rodea, es probable que sea adecuado llevar una pezonera por debajo del sostén a partir de las 33 semanas de embarazo. De esta manera, se busca hacerlos girar un poco entre el dedo índice y el dedo pulgar todos los días. Ya que, es necesario ejercitarlos para prepararlos para la lactancia materna. Y esto puede contribuir a que vayan acostumbrándose. Preparándose así,  a estar mejor preparados para cuando llegue el momento de dar de amamantar.

Cuidado de los dientes

En este periodo del embarazo se puede evidenciar un exceso de sarro entre los dientes. Lo que puede favorecer a la aparición de infecciones en las encías. Por eso, es muy recomendable que la mujer con 33 semanas de embarazo pueda realizar una visita al odontólogo. Por lo general, con una limpieza y una consulta odontológica preventiva será suficiente. Pero, es necesario guardar como precaución evitar las intervenciones que puedan requerir anestesia.

Higiene personal y los cuidados de la piel

En algunas mujeres con 33 semanas de embarazo suele presentarse sudoración. Lo que consiste en que la piel se vuelve más grasienta. Entonces, los baños regulares con un jabón hipoalergénico o suave y agua templada son muy adecuados. Sin embargo, en otras embarazadas, ocurre todo lo contrario y la piel se torna reseca. En este caso, se puede utilizar una loción o una crema hidratante y/o nutritiva suave. Incluso, puede ser de mucha utilidad en los picores en la piel que se acentúan en el abdomen. Y que sienten muchas embarazadas.

Actividad física leve

La regla más simple es que se continúe haciendo cualquier ejercicio o deporte que se practique si no hay contraindicación. Pero, eso normalmente mientras se tenga capacidad y condiciones de hacerlo. Pero, ya a las 33 semanas de gestación eso debe ir disminuyéndose. Además, limitándose a la actividad que involucre un movimiento sutil, sin brusquedad, rapidez, carga o fuerza. Sino más bien actividades de estiramientos tolerables, caminar y relajación. Asimismo, en este periodo, se deben evitar los ejercicios especiales destinados al incremento de la movilidad de la espalda. Ya que, los ligamentos se hayan ablandados y esos ejercicios pueden llegar a ser perjudiciales. Simplemente, el hecho de estar en buena forma física contribuye a sentirse mejor. Aparte, ayuda a la recuperación más rápida después del parto.

Así, que el ejercicio en la embarazada se refiere fundamentalmente a decir no al sedentarismo. Sin que esto involucre trabajo o mayores esfuerzos físicos. Sino el movimiento delicado, ejercitando, sincronizando la respiración, a tolerancia y como se tenga ganas.

El sueño y la relajación

Cuando se tienen 33 semanas de embarazo, sólo para poder responder a las necesidades del feto, se está gastando energía. Mientras que algunas embarazadas experimentan una sensación de relajación y calma. Otras embarazadas se sienten cargadas de estrés, de ansiedad y con tensiones pareciendo necesitar de un sueño reparador.

  • Procurar acostarse temprano y quedarse un rato más en la cama los fines de semana. Siempre y cuando exista la posibilidad de hacerlo.
  • No alarmarse si al entrar en las 33 semanas de embarazo se tiene dificultad para conciliar el sueño. Ya que, es un trastorno muy común durante esta etapa. En tal sentido, es probable, que las técnicas de respiración y relajación que se han estado aprendiendo en semanas anteriores de la gestación como terapias previas al parto puedan ayudar a dormir mejor. Dado a que se debería haber aprendido a sincronizar y coordinar el cuerpo con la mente de manera equilibrada.
  • Descansar y dormir la siesta pueden ser un apoyo muy importante. Ya que, si durante los últimos meses, se hace el ejercicio de levantar los pies siempre que tenga ocasión. Esto ayuda a facilitar el retorno venoso y a la circulación de la sangre en general. Además de favorecer el descanso. Así, que procurar dormir una o dos horas por las tardes para conservar y recuperar las energías. Sin embargo, si no se puede echar una siesta y se hace imposible tumbarse un rato a dormir. Entonces, debe tratarse al menos de tomarse las cosas con mucha calma y sin cansarse demasiado. Y así, reducir los factores predisponentes de estrés, sin añadirle elementos negativos al cambio orgánico que de por sí involucra el embarazo.

 

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