Amoxicilina – Para que sirve y Dosis pediátrica

0 4.174

La amoxicilina es un medicamento antibiótico de amplio espectro. Pertenece al grupo de los antibióticos B-lactámicos y su nombre se debe a la principal sustancia activa que contiene (amoxicilina).

Generalmente, este medicamento es recetado por médicos con el objetivo de curar infecciones bacterianas. El papel de la amoxicilina es debilitar la pared celular bacteriana, y de este modo, las bacterias desaparecen. A consecuencia de ello, la infección se cura.

Es un derivado de la penicilina, por lo que realiza los mismos efectos.

¿Para que sirve la amoxicilina?

Al tratarse de un antibiótico de amplio espectro, está indicado para muchos tipos de dolencias y enfermedades, pero solo resulta efectivo cuando las infecciones están causadas por bacterias.

Algunas de las enfermedades para las que se suele recetar son:

  • Diferentes infecciones bacterianas otorrinolaringólogas, y del sistema respiratorio, como la sinusitis en todos sus tipos, bronquitis, otitis media, neumonía y faringitis (si quieres prevenirla, puedes leer Cómo prevenir la faringitis).
  • Infecciones gastrointestinales causadas por bacterias, como la fiebre tifoidea y paratifoidea
  • Infecciones de carácter cutáneo causadas por bacterias o de tejidos blandos; heridas infectadas, acné (te invito a conocer los diferentes tratamientos que existen para el acné).
  • Infección en el tracto biliar
  • Meningitis
  • Cistitis
  • Enfermedad de Lyme
  • Enfermedades de transmisión sexual, como la clamidiasis, que pueden causar infecciones en el tracto genitourinario.

Amoxicilina

¿Quién puede tomar este medicamento?

Cualquier persona que sufra una infección bacteriana o cualquier enfermedad nombrada anteriormente, siempre y cuando no tenga hipersensibilidad a los componentes que componen los antibióticos betalactámicos, como la penicilina, cefalosporinas, amoxicilina)

También es un medicamento apto para tomar mujeres embarazadas y lactantes, siempre y cuando la toma esté supervisada por un médico y se siga la pauta de administración que el profesional haya prescrito.

Puede usarse para tratar infecciones bacterianas en bebés y niños, adaptando las dosis a sus características y respetando siempre el criterio de los profesionales pediátricos.

Tras su toma, la persona puede seguir realizando su actividad habitual, incluso conducir o manejar máquinas pesadas.

Formatos disponibles de amoxicilina

Podemos tomar este antibiótico en diferentes formatos y concentraciones, lo que nos permite elegir según nuestras preferencias o las características de la persona que lo debe tomar.

De esta manera, los formatos disponibles son:

  • Comprimidos
  • Comprimidos dispersables
  • Cápsulas
  • Sobres de suspensión oral
  • Frascos para suspensión oral

Las concentraciones disponibles son:

  • 250mg
  • 500mg

Será el médico quien determine el formato y la concentración más adecuado para cada paciente, en función de sus características personales y la dolencia que sufre.

Efectos secundarios de la toma de amoxicilina

Los efectos secundarios de este medicamento se agrupan en «frecuentes», «poco frecuentes» y «de frecuencia desconocida«.

Entre los efectos secundarios frecuentes encontramos los trastornos diarrea (existen remedios caseros para la diarrea que quizás te interesen), náuseas y vómitos. Puede también causar la aparición de infecciones por candidiasis mucocutánea.

Aquellos efectos secundarios poco frecuentes o de frecuencia desconocida son: mareo, cefaleas, hepatitis, aumento de transaminasas, prurito y/o erupción cutánea en la piel, así como algunos trastornos inmunológicos y hematológicos.

Los efectos secundarios no siempre aparecen con la toma del medicamento. En caso de estar tomando amoxicilina y notar alguno de estos efectos secundarios, u otros que no se encuentran en la lista, se deberá visitar al médico para informarle de nuestro estado.

Dosis de amoxicilina

A tener en cuenta:

  • La dosis de amoxicilina se calcula teniendo en cuenta la edad, el peso y la función renal de la persona que sufre de infección bacteriana.
  • Se debe tomar amoxicilina tres veces al día, para que el cuerpo tenga disponible la sustancia activa en todo momento. Las tomas se realizarán, preferentemente, en las comidas.
  • Se debe evitar tomar amoxicilina con el estómago vacío.
  • Se recomienda seguir el tratamiento al menos 7 días seguidos, llevando a cabo sus tomas correspondientes, intentando no olvidar ninguna de ellas. Existen ocasiones en las que se recomienda alargar el tratamiento unos días más, en función de la causa que origina la toma. En caso de haber finalizado el tratamiento y no notar la mejoría esperada, deberemos visitar al médico. Nunca deberemos automedicarnos ni cambiar la dosis pautada por el personal sanitario a nuestro antojo. Puede ser muy perjudicial.
  • Una vez la medicación empiece a responder, se recomienda seguir con ella unos 2 o 3 días más.
  • Si tenemos amoxicilina en cápsulas, deberemos ingerir la cápsula sin morderla ni romperla. Nos puede resultar más fácil si nos ayudamos de líquido (preferentemente agua).
  • Si tenemos amoxicilina en sobres solubles, deberemos depositar el polvo del interior del sobre en medio vaso de agua, mezclar con ayuda de una cucharita y beber.
  • Es muy importante mantenerse bien hidratado mientras dure el tratamiento con amoxicilina, así como orinar con una frecuencia normal. Problemas de insuficiencia renal pueden acumular la sustancia en el organismo.
  • La amoxicilina, así como otros antibióticos, pueden causar desórdenes en el ciclo menstrual de la mujer, así como reducir el efecto de los anticonceptivos orales. En el tiempo que dure el tratamiento con antibióticos, se deberán tomar las precauciones adecuadas.

Dosis generales en adultos y niños de más de 40kg

La dosis diaria no debe excederse de 500mg. Esta dosis debe repartirse en las tres tomas diarias, que a su vez se deben repartir en el total de las 24 horas. Espaciar las tomas 8 horas unas de otras es el tiempo recomendable.

Dosis pediátrica (niños de menos de 40kg)

En neonatos y bebés menores de 2 meses, la dosis máxima diaria es 30mg por kg de peso del bebé. Se debe administrar la amoxicilina en dos tomas diarias, cada 12 horas.

Dosis geriátrica

No es necesario cambiar la dosis en una persona anciana, siempre y cuando el paciente no sufra insuficiencia renal. Si este es el caso de la persona, se deberá disminuir la dosis para evitar que quede sustancia en el organismo por largo periodo de tiempo. En pacientes que reciben diálisis, no sería necesario cambiar la dosis pues se drenaría con el tratamiento.

Aunque estas cantidades son las generales, es importante visitar al médico antes de empezar a tomar amoxicilina. De esta manera, el profesional valorará si la toma de este antibiótico puede mejorar la dolencia que estamos padeciendo, o si existe otro medicamento que en nuestro caso puede funcionar mejor.

La amoxicilina no está indicada en algunos problemas de salud. Además, puede estar contraindicada si la persona toma otros medicamentos para otras dolencias.

Por ello, un médico es la persona que mejor va a aconsejar a cada persona según su historial clínico. En caso de que el médico nos recete este antibiótico, deberemos tomarlo siguiendo las pautas de administración que ha prescrito.

Amoxicilina

A modo de conclusión

La amoxicilina es un antibiótico muy recetado por médicos, debido a que suele funcionar bien en población general. Se usa para combatir infecciones causadas por bacterias, y suele recetarse ante infecciones otorrinolaringólogas, y del sistema respiratorio, gastrointestinales, cutáneas y de transmisión sexual.

Aunque solo un médico puede recetar este antibiótico, las dosis generales varían en función de las características de la persona que necesita su toma. De esta manera, los adultos o niños con peso superior a los 40kg no deberán sobrepasar la dosis diaria de 500mg, cantidad que deberán realizarla en tres tomas diarias. Por su parte, los bebés y niños que pesen menos de 40kg no deben sobrepasar los 30mg por kg del bebé, en dos tomas cada 12 horas. En ancianos, no se recomienda cambiar la dosis respecto a adultos, a no ser que padezca enfermedades renales.

No obstante, es muy importante concienciarse de que la automedicación no es el camino para mejorar nuestra salud. Lo ideal es visitar al médico, quien, en función de nuestras características clínicas y personales podrá recetarnos diferentes medicamentos y pautarnos las dosis adecuadas. Deberemos respetar estas dosis y, en caso de necesitar cambiarlas, volveremos a visitar al médico.

Comprimidos recubiertos amoxicilina

¿Te ha gustado?
4 usuarios han opinado y a un 100,00% le ha gustado.
También podría gustarte
Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada.