Cómo tener un trigasmo

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Conocer cómo tener un trigasmo nos permitirá saber qué técnicas sexuales podemos aplicar en nuestra vida íntima. Es sabido, que la estimulación sexual tiene dos objetivos fundamentales, la reproducción y el placer. Debido a que le hemos dado primacía a la reproducción, convertimos el placer en un tema tabú. Muchas veces, lo relegamos a la parte oscura de la vida, haciéndolo oculto y vergonzoso. Sin embargo, son muchas las maneras de alcanzar excitación y placer sexual que hombres y mujeres podemos emplear. Finalmente, identificamos el clímax como el orgasmo o máxima expresión de placer.

Cada género es diferente en términos de placer, quiere decir que el orgasmo femenino es diferente al masculino. Para el hombre, el orgasmo tiene una expresión en la eyaculación, aunque no necesariamente estén relacionados. Mientras que en la mujer no hay un signo visible de que se ha logrado el máximo. De hecho, a la mujer se asocia el poder fingir orgasmos, porque no es identificable si ha sucedido o no.

El alcance del máximo placer es la meta perseguida por todas las personas en su vida sexual. Y, es esto lo que los impulsa a probar nuevas técnicas en la cama. Siempre en aras de mejorar y tener relaciones más satisfactorias. Si observamos pues, la vida adulta gira en gran medida en torno a la sexualidad y el placer. Intentamos obtener sensaciones que nos liberen por completo.

A pesar de ello, no nos ocupamos de conocer nuestro cuerpo y los mecanismos sexuales son la piedra de tranca. Al no conocer nuestras zonas erógenas nos cohibimos de la obtención de mayor plenitud con el sexo. Probamos cosas al azar sin llevarlas directamente hacia donde tendríamos más placer. Nos perdemos en la creatividad sexual sin un sentido o un respeto por nosotros mismos.

Orgasmo y tener un trigasmo

Para hablar de tener un trigasmo, debemos saber primero qué es un orgasmo y cuál es su mecanismo de aparición. Si bien no todos somos iguales, hay elementos comunes en la excitación sexual. Por ejemplo:

  • Todos reaccionamos a impulsos físicos para alcanzar la excitación.
  • El punto G femenino y masculino se encuentra en, o cerca de los genitales.
  • Durante el orgasmo conectamos profundamente con nuestro propio ser, pudiendo perder percepción del mundo exterior.
  • Tras el orgasmo viene una fase de calma y recuperación.
  • Durante el orgasmo se segregan hormonas y neurotransmisores que pueden causar felicidad y tranquilidad.
  • Existen reacciones físicas ante el acontecimiento de un orgasmo.

Tener un trigasmo

Entonces, si prestamos atención a la ocurrencia de estos  sucesos, podemos determinar si hemos tenido orgasmos genuinos. En el caso del hombre, la eyaculación suele marcar el final del acto sexual. Pero, no todas las ocasiones ha alcanzado un verdadero clímax y eso lo podemos verificar con las reacciones mencionadas.

Para la mujer, por no haber necesariamente una muestra externa, reconocer un orgasmo se hace un poco más complejo. La sexualidad femenina ha sido aún más reservada que la del hombre. Eso hace que la comprensión de nuestro cuerpo y nuestras reacciones sea todavía más separada. El orgasmo en la mujer se produce con una explosión de placer y su reacción principal son las contracciones vaginales. Una serie de movimientos en las paredes vaginales que ocurren durante fracción de segundos. Esta es una de las razones por las que se suele decir que las mujeres tenemos orgasmos múltiples. Pero, la verdadera multiplicidad del orgasmo femenino es que el período de recuperación puede ser más rápido. No llega a suceder como en el hombre. Para ellos, al tener la eyaculación, el pene pierde la erección y no puede continuar con el acto sexual.

Tipos de orgasmos femeninos

La complexión anatómica de la mujer, permite que la excitación sexual se dé por estimulación de distintos lugares. Específicamente, el clítoris y la cara anterior de la vagina, son especialmente sensibles. Las sensaciones sexuales que experimentamos tras la estimulación de cada punto son diferentes. Es por eso, que los orgasmos alcanzados son clasificados también de manera distinta. Un orgasmo vaginal será diferente del orgasmo del clítoris. Aunque su diferencia inicial sea sólo de donde proviene la mayor estimulación.

Los orgasmos vaginales son sencillos de conseguir mediante la estimulación manual o la penetración. Hay que tocar el punto G de la mujer, ubicado por lo general en la cara anterior de la vagina. Cada mujer tiene el punto G a una altura o posición diferente, por eso es importante el auto conocimiento. Al saber la ubicación específica, podemos guiar a nuestro compañero hasta lograr el placer. Por lo general, las posiciones de espaldas, en las que la penetración viene desde atrás, favorecen la estimulación del punto G.

En cuanto a la estimulación del clítoris, generalmente es más pronunciada de manera manual. Este órgano se encuentra entre los labios vaginales y se endurece e inflama durante la excitación. Esta irrigación de sangre hace que el clítoris sea la fuente de potentes orgasmos.

Aunque la excitación de estas partes produzcan, cada una un orgasmo particular. Estas, pudieran conducir a un clímax único. De tal manera, que podemos hablar de dos orgasmos que se dan simultáneamente. Entonces si durante la penetración, en la fase de la meseta o preorgásmica tocamos el clítoris, potenciaremos el placer. En consecuencia no se tratará de dos orgasmos separados, sino de uno sólo más intenso por la doble excitación.

Una nueva estimulación nos lleva a tener un trigasmo

A medida que la sociedad cambia, las costumbres sexuales también. Desde esa perspectiva, las relaciones sexuales ya no involucran sólo al pene y la vagina. Estamos conociendo nuevas maneras de estimulación, excitación y placer. En ese sentido, el ano ahora forma parte del compendio sexual a nuestra disposición. Si bien la estimulación anal, todavía causa resistencia en algunas personas, forma parte del menú sexual de otras.

El ano, posee una compleja red de terminaciones nerviosas que responde a la estimulación. Es así, como podemos alcanzar orgasmos a través de esta parte del cuerpo. Y es que el acto sexual se asocia con la penetración. Dado que la mujer es penetrada normalmente por la vagina, el ano no es tan empleado. La excitación por medio del ano, puede ocurrir durante el coito. Cuando el roce constante llega a tocar sus terminales nerviosos. Sin embargo, el orgasmo o nivel de placer por esta vía, nunca logra ser tan satisfactoria como por la vagina.

Cuando logramos tener un trigasmo

Entonces, un trigasmo es la manera como llamamos al orgasmo producido por la excitación en tres puntos diferentes. En este caso, la vagina, el clítoris y el ano. De esta manera, tener un trigasmo sólo es posible para la mujer. Pues, el hombre no tiene sino dos puntos posibles de estimulación, el pene y el ano. El nombre de trigasmo no significa que tengamos 3 orgasmos separados, quiere decir que es un solo orgasmo intensificado.

Para lograrlo, es necesario que ocurra la estimulación simultánea en los tres puntos de placer. Pero no en la misma medida o desde el mismo momento. El orden, la manera y la fuerza dependerán de los deseos de nuestros deseos y de la pareja. Pero, es fundamental que al alcanzar el clímax se encuentren todos en una profunda excitación. Así mismo, la penetración puede ser vaginal o anal, siempre que exista la frotación de las otras zonas.

Podemos tener un trigasmo de formas diferentes:

  • Mediante la masturbación.
  • Con una sola pareja sexual, penetración tradicional y estimulación manual de los otros puntos.
  • Una pareja sexual, penetración y uso de juguetes sexuales para penetrar y excitar las demás zonas.
  • Realizando sexo oral y masturbación mutua.
  • Practicando tríos sexuales.

El trigasmo por masturbación

Una manera de alcanzar orgasmos increíbles estimulando todo nuestro cuerpo, es mediante la masturbación. Entre otras ventajas, el juego en solitario nos permite reconocer nuestra anatomía y los puntos que nos causan mayor excitación.

Lo mejor es comenzar con la estimulación del clítoris para generar lubricación y entusiasmo sexual. Acariciar desde los labios vaginales hacia el clítoris hasta sentir que se ha endurecido e inflamado. Una vez alcanzado un nivel de lubricación aceptable, introducimos los dedos en la vagina, con movimientos sinuosos. En este punto, acariciamos la pared anterior de la vagina con los dedos mientras podemos continuar dando toques sobre el clítoris. Así, llega el momento del ano.

Para tocar el ano debe haber lubricación, por ende podemos usar la lubricación de la vagina o un lubricante íntimo. También, es importante usar manos diferentes para cada zona. De esta manera, la mano que usamos en la vagina no debemos llevarla al ano y viceversa. El ano tiene instinto de expulsión de cuerpos, por lo que no es recomendable introducir objetos sin haberlo preparado previamente. Lo preparamos mediante toques y caricias alrededor del ano, siempre durante la estimulación de la vagina y el clítoris. Esto pudiera ser suficiente para alcanzar el trigasmo, pero el placer será el verdadero guía.

Las mejores posturas para el trigasmo

Si nos decidimos por llegar al trigasmo con nuestra pareja sexual, debemos procurar la mayor comodidad. De allí, que busquemos adoptar posturas que favorezcan el alcance de nuestros genitales por las manos de la pareja.

  • La cabalgata.
  • El 69.
  • La cabalgata invertida.

El 69 permite que el hombre tenga total control sobre los genitales femeninos. Practicar el sexo oral en la vagina, permite tocar el punto G con la lengua o los dedos. Al mismo tiempo, tiene ambas manos para tocar el ano y los glúteos. Con esto, no sólo alcanzamos un trigasmo, también proporcionamos gran placer a nuestro compañero.

Durante la cabalgata, la mujer se coloca sobre el hombre de frente a él. El hombre permanece acostado y recibe el placer mientras tiene las manos libres. La penetración en esta posición es controlada por la mujer. Mientras que el hombre al inclinarse levemente hacia adelante puede tocar el clítoris y el ano de la mujer. Es por eso que esta posición es una de las mejores para alcanzar un gran trigasmo.

En cuanto a la cabalgata invertida, la penetración es anal. Nos colocamos sobre el hombre, pero esta vez de espaldas a este, quien estará recostado con una inclinación leve. Esta posición permite una penetración anal profunda, en la que se recomiendan movimientos rotatorios de la mujer sobre el pene. Evitando saltos fuertes, de manera que el hombre pueda tocar el clítoris e introducir los dedos en la vagina.

Recomendaciones para tener un trigasmo sano

En toda relación sexual, son importantes una serie de precauciones para preservar nuestra salud. Previsiones que deben ser aun mayores cuando se involucra al ano. Durante el sexo, intercambiamos fluidos propios y de la pareja. En estos fluidos corporales transportamos bacterias propias de nuestro cuerpo. En el caso del ano, sus bacterias sirven de transportadores directos de muestras de heces, a veces imperceptibles. Pero que pueden llegar a ser peligrosas.

Tener un trigasmo

Por este motivo es vital, que para tener un trigasmo tomemos las siguientes previsiones:

  • Las manos de ambos deben estar limpias y con las uñas cortas.
  • Es indispensable el uso del condón.
  • Si empleamos juguetes sexuales deben estar limpios y esterilizados.
  • Las partes y objetos que han tocado el ano no deben ser llevado de vuelta a la vagina. Porque favorece la aparición de enfermedades infecciosas como la candidiasis vaginal entre muchas otras.
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