Cómo tener sexo seguro

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Todos queremos tener sexo seguro. Si tenemos una pareja estable y una vida sexual activa, damos por seguros nuestros encuentros basados en el principio de la confianza. Pero, si estamos acostumbrados a los contactos sexuales ocasionales con múltiples parejas. Entonces, es cuando se hace una preocupación obligatoria, el extremar todas las medidas de protección. Para no producir embarazos indeseados, abortos innecesaria e injustamente, ni contraer enfermedades de transmisión sexual. Sobre todo porque a éstas últimas se está expuesto cuando se practica la promiscuidad sexual. Por eso, quien desea tener sexo seguro debe tener conocimiento de la existencia del HIV – SIDA, del VPH, de las infecciones por Clamidias, la gonorrea, Sífilis. Entre muchas otras de una lista interminable, a las que se expone quien practica el sexo casual.

De allí, que mantener una pareja estable tenga algunas ventajas desde el punto de vista sanitario. Tanto para la prevención de una gran cantidad de infecto contagiosas, como porque proporciona estabilidad emocional. Pero, en definitiva lo importante a la hora de entender lo que es tener sexo seguro, es que nos protejamos. Al mismo tiempo, que cuidemos a nuestra pareja. Para ello, es indispensable que conozcamos los diferentes métodos anticonceptivos. Además, de que estemos en capacidad de elegir el más adecuado para nosotros. Por otro lado, si nos gusta utilizar juguetes sexuales, debemos someterlos a medidas adecuadas de asepsia y antisepsia inmediatamente después de usarlos.

Generalmente, debemos estar bien informados de la higiene íntima que necesitamos. Aunque claro está que el mismo hecho de ser promiscuos es un evento intrínseco de ligereza de cascos o guarrería. Además, muy semántico, pese a que pueda sonarnos mal. Es conceptualmente contrapuesto a la inteligencia emocional. El sexo es una función necesaria y natural indispensable. Y de nuestra economía sexual depende casi toda nuestra vida.

¿Qué es tener sexo seguro?

El sexo seguro es un acto donde nuestras relaciones sexuales, son realizadas protegiendo la salud y la integridad de ambos. En la actividad sexual hecha con seguridad, garantizamos los siguientes aspectos:

  • Evitar contraer enfermedades de transmisión sexual.
  • No adquirir embarazos no deseados.
  • Ni dañar o incomodar a nuestra pareja durante la actividad sexual. Esto implica no perjudicar de manera intencional o imprudente el cuerpo o los genitales de nuestra pareja. Por otro lado, tampoco hacer algo que pueda incomodar o esté fuera del acuerdo sexual.

Tener sexo seguro

El tener sexo seguro nos garantiza una mejor vida sexual, más protegida para evitar resultados no deseados e inconvenientes. Con un mayor grado de seguridad en las relaciones sexuales, las mismas se hacen más placenteras.

Una concepción mecánica Vs. sentimiento complementado en el sexo

Existen diferentes maneras de concebir el sexo. Aquel que lo ve como un acto mecánico de poseer por dominación y sentirse el más dominador. Posiblemente, entre los que se encuentran quienes tienen conductas promiscuas. Asimismo no tiene interés de involucrarse en sentimientos, ni en una vida de pareja estable. En cuyo caso, resulta casi imposible poder hablar de tener sexo seguro. Por la misma razón de ser personas dispuestas siempre a tener un encuentro sexual aquí y allá, con cualquiera. Tal máquina de fornicar, que tiende a la actividad sexual con ausencia de consideración de una persona hacia otra.

Y está por el lado opuesto, quien concibe el sexo como una actividad fisiológica normal y vital. Pero, que surge del sentimiento, del gusto, de las ganas y el deseo. Todos, en conjunto, que vuelven al sexo una especie de complemento del amor. Lo vive y lo disfruta intensamente mientras más equilibrio emocional tiene. Entonces, el sexo se vuelve más seguro porque simplemente no necesitan de la promiscuidad. Y es que cuando hay amor, afecto y una concepción equilibrada, el sexo se vuelve una actividad más segura. Al mismo tiempo, más placentera de practicar. Son dos visiones opuestas de las cuales pueden surgir sus variantes.

Sexo seguro y anticoncepción

Otro aspecto importante a tomar en cuenta para tener sexo seguro, es poder evitar el embarazo no deseado. Para ello, hay muchas formas de prevenir un embarazo que no queramos, todo es cuestión de cuidarnos. Es fundamental, tener presente un concepto de anticoncepción en nuestra actividad sexual para evitar un embarazo no deseado. La anticoncepción es una variedad de procedimientos utilizados para precaver un embarazo que no deseemos en nuestras vidas. Los métodos anticonceptivos pueden prevenir un embarazo de muchas formas. A la vez que nos protegen de contraer enfermedades infecto contagiosas.

A pesar de que los métodos anticonceptivos son muy variados. Y que podemos buscar el que mejor nos convenga según la ocasión. Son recomendables los métodos de barrera, como los condones o preservativos. Porque aunque no son 100% seguros así como cualquier otro. Son muy convenientes para tratar de evitar enfermedades de transmisión sexual. En fin, los métodos anticonceptivos ayudan a promover una relación sexual más saludable y segura.

El aborto, tener sexo seguro ¿Y la vida inocente tiene culpa?

El aborto no debe ser visto como una opción para tener sexo seguro. Ya que un embarazo se puede prevenir, disfrutar del sexo responsablemente sin concebir una nueva vida inocente sin desearle. Muchas veces, se hace un aborto cuando existe un embarazo no deseado. Actualmente, muchas culturas lo plantean como el derecho de la mujer decidir por su cuerpo. Pero es una discusión más profunda y compleja, porque si bien es su cuerpo, éste al albergar una vida, esa vida es otro cuerpo, que también debería tener derecho a decidir si quiere morir antes de nacer. Entonces, tratando de construir un parámetro de justicia y de vida, lo mejor es la prevención y abogar siempre por la vida.

Muchas veces, un embarazo no deseado es el resultado de un sexo sin seguridad. Es decir, donde no se tomaron las precauciones necesarias. Por otro lado, un aborto es un método usado para interrumpir un embarazo. Cuando practicamos un aborto, impedimos la formación de una vida inocente que ya se ha engendrado acabando totalmente con ella. Aunque por accidente, una nueva vida no tiene culpa de los errores de quienes no se cuidaron durante el sexo. Por lo tanto, lo fundamental es evitar un embarazo no deseado, que nos cuidemos. Y tomemos las precauciones necesarias para tener sexo seguro.

Prevenir es mejor que lamentar

Planificar, ser preventivo y tener sexo seguro son las medidas ideales para evitar consecuencias inesperadas que nos perjudiquen. Si bien, el placer que obtenemos con el sexo forma parte de una función normal, natural e indispensable para todos. También, es importante tener claro que debe ser asumido con madurez, responsabilidad y raciocinio. Por lo tanto, es importante, razonar qué tipo de relaciones y qué tipo de vida queremos llevar. Además, conocer que de la promiscuidad. Lo único que recogeremos serán problemas que pueden llegar a ser irreparables. Tomemos en cuenta que existen enfermedades de transmisión sexual como el SIDA que no tienen cura. Aparte todas las enfermedades venéreas implican consecuencias molestas para el organismo, muchas veces irreversibles. Entonces, mejor es prevenir y evitar que lamentarse sufriendo las consecuencias nefastas de cualquier situación irresponsable que nos proporcionemos.

Tener sexo seguro y enfermedades de transmisión sexual

La sexualidad vivida plenamente con responsabilidad, determina una parte vital de nuestro equilibrio psíquico y físico. Por tanto, una vida sexual sana que nos gratifique completamente, amerita que conozcamos y pongamos en práctica hábitos preventivos saludables. Lo que incluye conciencia de nuestros actos. Además de estrategias que nos permitan evitar las enfermedades de transmisión sexual.

Las enfermedades de transmisión sexual se definen como todas aquellas que se propagan por medio de las prácticas sexuales. Es decir, involucran el contacto directo con las secreciones íntimas, como el flujo vaginal o el semen. Entonces, tener sexo seguro resulta ser una verdadera necesidad para preservar nuestra vida saludablemente. En tal sentido, los preservativos o condones son unos de los métodos protagónicos para prevenir. Dado que son métodos de barrera, porque limitan el contacto directo con las secreciones. Además, son muy accesibles porque se consiguen en el mercado en cualquier momento, con mucha variedad para todos los gustos. Por otra parte, si queremos asegurarnos de llevar una vida sexual sana, es importante visitar al médico periódicamente. Esto, permite que podamos asesorarnos, aclarar cualquier duda, pero sobre todo, evaluar nuestra salud genital, sexual y reproductiva.

La vida empieza con la concepción y abortar se puede evitar

Ya está claro, que el sexo seguro es prevenir, es cuidarse y querernos nosotros mismos. En la medida que nos queremos y valoramos nuestra vida, es obvio que podremos querer y respetar la vida de los demás. Entonces, seremos responsables con nuestros actos antes y después. Posiblemente, todo eso nos ayudará a definir que el aborto no es un método anticonceptivo, sino la aparición de una nueva vida que comienza. Abortar una criatura es sinónimo de asesinarla, no darle la oportunidad de vivir y negarle el derecho a la vida. Podemos evitar un aborto si concebimos bien la idea que un embarazo es una vida en desarrollo. Por tanto, que es sinónimo y parte de tener sexo seguro que es igual a tener sexo responsable. Tanto para nosotros mismos como para los demás.

Así, que en nosotros, en nuestra madurez, en nuestra conciencia y en nuestra responsabilidad está el deber de protegernos. Ya que, cuidándonos evitaremos enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y cualquier otro perjuicio para nuestra salud.

Tener sexo seguro paso a paso

  1. Conozcamos, valoremos y aceptemos nuestro propio cuerpo. Eso evitará que tengamos sentimientos de culpabilidad o vergüenza basados en tabúes sexuales. Y nos ayudará a establecer mejores relaciones basadas en el amor y el respeto mutuo.
  2. Debemos valorarnos y respetarnos todos. Independientemente de nuestras orientaciones sexuales, debemos respetarnos todos. Porque ningún comportamiento sexual tiene la verdad absoluta en sus manos y todos debemos respetarnos. Al mismo tiempo que todos debemos ser responsables de asumir nuestras vidas.
  3. Cuidemos la salud y la higiene de nuestros órganos sexuales de manera adecuada todos los días.
  4. Visitemos al médico periódicamente para evaluar la salud de nuestros órganos sexuales. Y solicitar ayuda, orientación e información oportuna en temas íntimos.
  5. Mantengámonos informados acerca de los mecanismos de transmisión de las enfermedades sexuales. Al mismo tiempo, concienticemos sobre sus signos, síntomas y consecuencias para nuestra salud.
  6. Asumamos una conducta responsable con planificación reproductiva y familiar justa sin perjudicar a terceros. Seamos conscientes.
  7. Usemos condones o preservativos. Sobre todo si no tenemos pareja estable, si padecemos alguna enfermedad de transmisión sexual, si somos promiscuos en nuestra vida sexual y si no deseamos tener hijos en la actualidad.
  8. No compartamos utensilios íntimos, como juguetes sexuales, jeringas, ropa íntima, etc.
  9. Evitemos las relaciones sexuales promiscuas, con desconocidos o insanas.

Tener sexo seguro

Tener sexo seguro nos hace más humanos

Definitivamente, el sexo es una función tan indispensable como la de alimentarnos. De hecho, nutre nuestra existencia, nos provee de esa energía orgónica similar al qi, prana o kundalini, que necesitamos para mantener el equilibrio sobre nosotros mismos. Tener sexo seguro con responsabilidad; nos hace ser más humanos, con nosotros mismos y con el resto del mundo que nos rodea. Asimismo, nos hace liberar hormonas y neurotransmisores relacionados con la alegría. Entre otras cosas, nos hace sentir, bien, sanos, reconfortados y más seguros. Además, eleva nuestro autoestima, nos ayuda a mantenernos relajados y saludables.

Las personas satisfechas sexualmente de manera responsable, estable y sana, se caracterizan por canalizar mejor sus emociones. Porque además, se sienten satisfechas en los demás aspectos de su vida. Tienden a establecer mejores lazos en sus relaciones con las demás personas. También, enferman menos, viven más, con mayor calidad de vida, entre muchos otros beneficios que les da el ser felices.

 

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