Cómo limpiar los pulmones

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Si cuando escuchas la frase «A todo pulmón» sientes que no va contigo, es porque este artículo te interesa a ti y a tus pulmones.

Los pulmones son los órganos que intervienen directamente en el proceso respiratorio del ser humano, son blandos, flexibles, se comprimen y dilatan; ocupan una gran parte de la caja torácica la cual los protege… pero nuestro cuerpo sólo no puede hacer el trabajo, y el deterioro constante de esos delicados órganos proviene generalmente de nuestros hábitos.

Si entendemos que para que funcionen sólo necesitas cierta regularidad de hábitos, es decir, que para estar sanos dentro de condiciones normales (no incluidas enfermedades pulmonares crónicas) se requieren pequeños pasos que fácilmente puedes introducir en tu día a día.

Recuerdo como a principios de este año subir unas escaleras pudo conmigo. Así de simple, unas vías respiratorias funcionando son esenciales. Sí, respirar, ese acto irreflexivo tan importante, la entrada y salida de oxígeno a nuestros órganos.

Si nuestro cerebro deja de recibir oxigeno, lo que sucederá es que pierdas el conocimiento, antes sentirás nauseas, y mucho agotamiento. Es un grito de ayuda que viene de tu cuerpo, y más te vale escucharlo.

Qué hacemos mal

Sí, tienes claro que tus pulmones son órganos delicados, que son muy activos y claramente, importantes, también sabes que sólo tienes ese par para el resto de tu vida, pero lo que no sabes (o quizá si) es que estás haciendo mal.

Fumar:

Sí, fumar (cualquier) cosa es lo peor que le puedes hacer a tus pulmones, no hay excusa. Sabemos que es difícil dejarlo, pero nunca es tarde para hacer un intercambio de hábitos, como si intercambiaras prisioneros, tu vida, por el cigarrillo, o tu salud por ese tabaco.

Fumar incrementa el riesgo de sufrir cáncer, enfisema y bronquitis crónica, te puedo asegurar que no sólo suenan terroríficas, se sienten peor.

Estos dos artículos relacionados con el fumar te pueden ser de utilidad: Cómo dejar de fumar y Cómo dejar de fumar sin ansiedad.

Mantener tu zona de trabajo y hogar sin ventilación:

Trabajar en áreas sin ventilación hace que se acumulen una serie toxinas que pueden dañar tus pulmones, activar alergias y germenes que pueden incubarse en tu organismo para que un resfriado o gripe este a las ordenes del día.

Ya sea que trabajes en una oficina, en un taller mecánico o en tu hogar, el riesgo es casi el mismo, la solución es tan fácil como abrir la ventana más cercana y dejar que entré el aire, que circule pero seguro piensas, el aire que entra por esa ventana esta contaminado de los coches, el polvo y el polen; no obstante, existen diversas opciones para potenciar este beneficio.

Poner una planta ornamental de interior (vigila que no sea de flores, ya sabes, el polen.)

Usar una mascarilla (en épocas como la primavera donde alergenos potentes están en el aire.)

Hacer limpiezas constantes en archivos que acumulen polvo.

No hacer ejercicio:

Sí, sabemos que el ejercicio por si solo no va hacer que tus pulmones sean más fuertes, pero si hará que funcionen mejor y que tanto tu corazón como otros músculos de tu cuerpo puedan obtener oxigeno de una forma adecuada. No hace falta que mañana te matricules en un gimnasio, sino que hagas elecciones saludables en tu día a día tales como:

Usar las escaleras en vez de usar el ascensor;

Caminar a diario 25 minutos;

Elegir utilizar una bicicleta como medio de transporte;

Pasear a tu mascota;

Dar paseos por el parque o el centro comercial;

En realidad, el ejercicio como todo es una función natural que le cuerpo necesita, los humanos no son hechos para ser sedentarios, por ello, la mayoría de las enfermedades modernas derivan del sedentarismo.

No prevenir infecciones

Tal y como las propagandas de la televisión suelen decir “Prevenir es mejor que lamentar” “mejor prevenir en vez de curar” quizá te suene a algo que te ha dicho tu médico, no obstante no te preocupes por la posible superficialidad de la frase, la repiten porque es verdadera. En realidad muchas personas que son propensas a tener problemas respiratorios no suelen cuidarse como es debido, por ello los siguientes consejos te podrán guiar.

Evita las multitudes:

En épocas en donde los resfriados y las gripes están pululando como en las noches primaverales o en los festivales de verano.

Recuerda que sudar en invierno es inevitable, no obstante coger frío no lo es.

Lava tus manos con agua y jabón al llegar a casa o al trabajo:

No sabes lo que se ha pegado a tus manos en el transcurso igual antes de comer, limpiadores a base de alcohol siempre son un buen sustituto para ello.

Cepillarte los dientes al menos dos veces al día:

También visitar a tu odontólogo dos veces al año es esencial, muchas bacterias se suelen alojar en la garganta, muchas que pueden ser evitadas.

Toma precauciones:

Sí en cualquiera de los ámbitos en los que convives (casa, trabajo, universidad, gimnasio y un gran etc) hay personas que tengan un fuerte resfriado, gripe o neumonía por ejemplo, toma, vitaminas y mantén tus defensas fuertes.

No cuidarte cuando te sientes mal:

Sí, parece que cuando estas enfermo estar activo es lo mejor, pero no realmente, en estos casos, respeta tu cuerpo y sus necesidades, y sobretodo no dejes que un resfriado te dure más de dos semanas, experiencia propia.

Sí quieres saber más no te olvides de visitar: Cómo calmar la tosRemedios caseros para calmar la tos

Señales de un pulmón enfermo

Si has llegado hasta aquí seguramente habrás reconocido qué estas haciendo mal, pero como el cuerpo esta lleno de alarmas que suelen sonar de forma atronadora cuando algo no está bien, algunos síntomas de que un pulmón no esta sano pueden hacerse notar de inmediato:

Agotamiento;

Manchas en la piel;

Acné en las mejillas;

Mareo;

Tos crónica (nocturna);

Mucosidad;

Sensación de ahogo;

Dolor de pecho crónico;

Aturdimiento.

¿Reconoces alguno?

Posibles enfermedades de los pulmones

Cuando algo va mal con tus pulmones, o mejor dicho con tu respiración lo mejor es que vayas a tu proveedor de salud más cercano. Hacerse el “duro” no te hace mejor y lo que puede pasar es que el deterioro de tus vías respiratorias no cese adecuadamente. Los pulmones no se curan solos, eso te lo aseguro.

La mayoría de las enfermedades que comprometen los pulmones suelen llamarse “ Neumonías crónicas”, son las enfermedades crónicas más comunes del mundo y los responsables más comunes suelen ser fumar, las infecciones y la carga genética. Aquí te traigo una introducción previa para que estés bien informado.

Asma:

Todos tenemos a alguien que ha sufrido asma, una tía, una vecina, una compañera de clases o trabajo, y sí, puede que algún día esta advenediza toque a tu puerta. Las vías respiratorias se mantienen constantemente inflamadas, y puede que ocasionalmente se cierren causando así que tengas una respiración con pitidos, falta de respiración o una crisis.

Las alergias, infecciones la polución pueden desencadenar el asma, y debemos informarte que no tiene cura, o mejor dicho erradicación, sin embargo llevando un control, tomando los medicamentos recetados por el doctor se puede llevar una vida sana y plena.

Obstrucción crónica pulmonar:

Una afección de los pulmones que puede describirse como la incapacidad de exhalar normalmente.

Bronquitis crónica:

Una tos productiva crónica la define, las personas que la sufren tienen dificultades para dormir, y poder realizar múltiples actividades.

Bronquitis:

Sucede a causa de un virus (no una bacteria) la cual tiene como síntomas principales, la dificultad para respirar, una tos constante y sólo puede detectarse mediante rayos X, y curarse bajo el uso de antibióticos recetados por el médico tratante.

Fibrosis Cistica:

Desconocida pero molesta, es una condición genética que se define como la capacidad reducida a la hora de expectorar las mucocidades de los bronquios, lo cual desemboca en infecciones pulmonares constantes.

Enfisema:

Cuando los pulmones han sido afectados por hábitos dañinos creando así una especie de enfermedad obstructiva pulmonar en donde el aire se queda atrapado. Existe una dificultad para expirar el aire.

Enfermedades que comprometen los alveolos.

Son las más famosas por los daños que han hecho a la humanidad durante la historia, la tuberculosis, la neumonía o el cáncer de pulmón acechan nuestras pesadillas, y rodean los dramas de muchas vidas, pero existen y más vale conocerlas.

Neumonía:

Es la infección de los alveolos causada por una bacteria. A veces una neumonía puede juntarse con una bronquitis.

La tuberculosis:

Es una neumonía progresiva causada por la bacteria Mycobacterium Tuberculosis.

Cáncer de pulmón:

Puede desarrollarse en cualquier parte de los pulmones, incluso muchas partes, generalmente puede ubicarse en cerca de los alveolos, como es sabido, el tipo, lugar y expansión ayuda a determinar el tipo de tratamiento.

Edema pulmonar:

La insuficiencia cardíaca congestiva suele causarla, se entiende como la acumulación anormal de líquido de los pulmones creando así una hinchazón.

Pneumoconiosis:

Conocida como la enfermedad del pulmón negro, sufrida por los mineros del carbón o por la continua inhalación del polvo de asbesto, es una enfermedad que se produce por un factor ambiental.

Hipertensión pulmonar:

La tensión arterial alta puede conllevar a esta disfunción de las arterias pulmonares, sus síntomas son perdida del aliento y dolor en el pecho.

La historia clínica del paciente es esencial para determinar la enfermedad respiratoria que como bien se entiende puede ser causa de una bacteria, virus o una degradación de las paredes pulmonares. La mayoría de las enfermedades respiratorias suelen describirse de primera mano con síntomas tan básicos como la dificultad para respirar o de mantenerse en pie, a pesar de que es uno de los órganos más activos e importantes para el desenvolvimiento de las funciones del cuerpo humano las personas suelen demorar una visita al médico, pero desde aquí, te recomendamos que desde el primer momento en el que te encuentres con algún síntoma anómalo, hagas tu cita con tu doctor, o incluso, ve a emergencias, más de una vida se pudo haber salvado de esta manera.

Limpieza de pulmón

A estas alturas, entendemos que con la misma atención que cuidamos el sistema gástrico, los pulmones deben mantenerse limpios y ejercitados, entendiendo que el factor ambiental es importante, y que es una de las razones por la que también tenemos más riesgos, aquí, tienes indicaciones básicas para tener tus pulmones a punto.

Tener una alimentación adecuada con variedad de alimentos con antioxidantes;

Dejar de fumar (al menos por el periodo de desintoxicación);

Aprender a respirar adecuadamente;

Agregar a la dieta orégano y hacer baños de vapor con eucalipto;

Ducharse con agua caliente ya que ayuda a desintoxicar el cuerpo;

Hacer ejercicio físico

Ejercicio cardiovascular, ejercicios que se basen en estiramientos tales como Pilates y Yoga. Recuerda incorporar rutinas de entrenamiento paulatinamente, y consultar a tu doctor.

Ejercicios básicos

Existen ejercicios básicos para incrementar la capacidad pulmonar. Una gran capacidad pulmonar es la que tienen personas que nada, cantan, o tocan instrumentos de aire; Sí algunas vez te has preguntado como pueden hacerlo, es esto, tienen los pulmones entrenados.

Siéntate cómodamente.

Relaja tus músculos y mantén la respiración.

Luego expira.

Inhala profundamente hasta que sientas que tus pulmones han llegado hasta el 80% de su capacidad.

Vuelve a empezar.

Luego inhala y exhala profundamente, primero por la nariz y luego por tu boca, vigilando que tu postura no se halla modificado.

Repite esto varias veces a la semana, con calma, y cuidadosamente, ya que de lo contrario podrías perder el conocimiento.

A medida que vayas manteniendo una respiración controlada, puedes hacer ejercicios físicos tales como jogging, pilates o bicicleta.

Recuerda que sí tienes alguna pregunta puedes pasar a la zona de comentarios, estaremos encantados de ayudarte.

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