Propiedades curativas del ajo
Son infinitas las propiedades curativas del ajo. De hecho se le conoce como un alimento mágico curalotodo desde la antigüedad. Desde entonces, ha sido usado por sus múltiples beneficios para la salud. Los cuales residen en su enorme poder antimicrobiano, antibacteriano y antibiótico, entre otras bendiciones medicinales. Realmente maravillosas para nuestro organismo. Porque lo hacen ser un alimento funcional que contribuye a que nuestras células y tejidos lleven a cabo sus procesos metabólicos. De una manera adecuada. Por lo que es un ingrediente que no debe faltar en la preparación de nuestras comidas. Si queremos estar seguros de que llevamos una vida saludable. Por ello, el ajo es un ingrediente protagónico de la dieta mediterránea, por ejemplo.
El ajo o Allium sativum es un alimento súper apreciado desde tiempos remotos. Tanto, por sus propiedades curativas, como por su incomparable sabor y el aroma particular que le otorga a nuestras preparaciones. Por lo que su uso culinario está muy difundido todavía hoy en todo el mundo. Definiendo la sazón saludable de muchos platos. Aparte, cada día la ciencia demuestra que el ajo posee componentes medicinales muy valiosos. En la actualidad, encabeza la lista de alimentos contra el cáncer.
Propiedades curativas del ajo que todos debemos conocer
Las propiedades curativas del ajo han sido comprobadas científicamente. Tanto, que la industria farmacéutica hace mucho tiempo envasó en diversas presentaciones farmacológicas el producto. En la actualidad, utilizadas con diferentes fines medicinales. Aunque ha sido demostrado que consumir el ajo seco y/o en cápsulas no es igual de efectivo. Porque al parecer su eficacia terapéutica se encuentra menguada de esa manera. Ya, es muy sabido que “somos lo que comemos”. Y que la gran parte de nuestro bienestar se debe a los hábitos de vida y de nuestra alimentación diaria. Así como también se deben nuestros males. Si la vida que llevamos y nuestros hábitos alimentarios no son los más adecuados. Por eso, en la vida mucho va a depender si la llevamos en positivo o en negativo. Y esto es aplicable desde todo punto de vista o en todos sus aspectos.
El ajo, debido a su potente actividad antibacteriana y antivírica nada más, le son atribuidos amplios poderes curativos. Entre los cuales, figuran solo algunas de las siguientes propiedades que el consumo de ajo promueve en nuestro organismo diariamente:
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Reduce la congestión nasal y los síntomas asociados de los procesos gripales
Entre otros mecanismos de acción, inhibe la producción de moco por parte de las células del epitelio de revestimiento de nuestras vías respiratorias. Además, disminuye los procesos inflamatorios, descongestiona y mejora la ventilación.
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Disminuye la presión arterial
Por lo que su consumo diario es recomendable para las personas que sufren de hipertensión arterial. Incluso, para prevenirla en aquellos que no la padecen. Por lo que es un excelente alimento cardioprotector.
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Tiene la capacidad de activar nuestra circulación sanguínea
Al mismo tiempo, que es un limpiador de nuestra sangre por excelencia. Evitando así, la formación de coágulos y estimula la formación de eritrocitos o glóbulos rojos en nuestro torrente sanguíneo. Asimismo, es antiagregante plaquetario y antitrombótico. Fluidificante y depurador de la sangre.
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Facilita la secreción de nuestros ácidos gástricos y la producción de saliva
Por lo que favorece la buena digestión. En general, el adecuado funcionamiento de nuestro aparato gastrointestinal. Porque entre otras cosas estimula la producción y función de nuestras enzimas gástricas. Al mismo tiempo, que actúa como protector de las paredes de nuestro tubo digestivo. Ya que, tiene acción antiinflamatoria y antiproliferativa. Por lo que es excelente en la prevención y tratamiento de trastornos digestivos.
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Actúa como un fantástico antiparasitario natural
Elimina parásitos intestinales, como oxiuros y Ascaris lumbricoides. Estas últimas, conocidas como lombrices intestinales. Aunque, hay que tener la precaución de aquellas infestaciones graves por estos vermes. Porque debido a los compuestos sulfurados del ajo se puede producir una migración abrupta de los helmintos.
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Es un fabuloso depurativo de nuestro organismo
Ya que, estimula la actividad de nuestro sistema inmunológico. Incrementando las defensas de nuestro organismo al ataque de agentes patógenos externos. Por ello, es catalogado como un alimento indispensable para la prevención y el tratamiento de enfermedades relacionadas con trastornos autoinmunes. Tales como el asma y la artritis.
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Alimento anticáncer estrella
El ajo tiene una amplia composición química. Sin nada que envidiar a los suplementos multivitamínicos. Pues, es rico en vitaminas, minerales, oligoelementos y otras sustancias químicas funcionales. Todas muy beneficiosas para nuestro organismo. Por ejemplo, contiene quercetina y alicina. Ambas, responsables en conjunto con el resto de sus nutrientes de su potente actividad anticáncer. La cual, además podemos aprovechar de una mejor manera cuando lo consumimos crudo. Ya que, la cocción reduce las cantidades de sus principios activos. Con ello, disminuye un poco su poder medicinal.
De tal forma, que comer ajo todos los días es una de las mejores terapias contra el cáncer. Ya que, tiene la capacidad de prevenir la formación de tumores malignos. Debido a que es antitumoral y antiinflamatorio. Este, tiene la propiedad de inhibir la proliferación celular. Con lo cual, no permite la hipertrofia e hiperplasia de las células cancerígenas. Además, es antioxidante. Lo que hace que sea excelente alimento para combatir los radicales libres. Combatiendo el envejecimiento de nuestros tejidos. Al mismo tiempo, que estimula la función normal de las defensas inmunitarias de nuestro organismo.
No solo es un alimento preventivo. Sino que también tiene acción curativa. Por lo que es uno de los alimentos que debemos garantizar en quienes ya padecen del flagelo del cáncer en cualquier parte de su organismo. Debido a que es un maravilloso coadyuvante. Parte de la terapia nutricional que los pacientes afectados deben llevar. En conjunto y a la par del tratamiento médico especializado tradicional.
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Estimula el correcto funcionamiento de todos nuestros órganos
Todos los días debemos comer por lo menos un diente de ajo. Ya que, este tiene la particularidad de activar las funciones normales de prácticamente todos nuestros órganos y sistemas. De tal modo, que estimula la actividad hepática. Asimismo, actúa en el sistema endocrino, donde favorece el funcionamiento de las glándulas suprarrenales, tiroides pituitaria. Y también del páncreas. Con lo cual, es un alimento funcional, preventivo y terapéutico para enfermedades endocrinológicas. Tales como la diabetes mellitus, el hipotiroidismo, el hipopituitarismo, hipoaldosteronismo , hipertensión arterial, entre muchas otras.
Indicaciones y propiedades curativas del ajo
- Si nos preguntamos ¿cuándo debemos comer ajo? La respuesta es: sencillamente, todos los días. Porque las indicaciones están directamente relacionadas con las propiedades curativas del ajo. Dado que los beneficios que provee a nuestro organismo son innumerables. Por tal motivo, el ajo está indicado para combatir:
- La arteriosclerosis.
- El reumatismo.
- La insuficiencia vascular y las várices.
- Los problemas de hemorroides y sus causas.
- La diabetes mellitus.
- Los trastornos relacionados con la menopausia.
- La ciática.
- El síndrome anémico.
- La hipertensión arterial.
- Infección por tuberculosis.
- La tos ferina.
¿Cómo y en qué casos consumirlo con objetivo terapéutico?
- Dolores de garganta. En este caso, debemos triturar uno o dos dientes de ajo. Luego, los mezclamos con unos 50 ml de agua. Finalmente, vamos a beber el brebaje preparado muy lentamente.
- Catarros de origen pulmonar. Para ello, debemos hervir un diente de ajo. Por cada taza de agua que estamos utilizando. Si queremos aclararnos la voz, es necesario tomarla caliente agregándole una cucharada de miel. Lo que va a facilitarnos la expectoración.
- Dolor de oído causado por resfriados fuertes. Pueden calmarse si colocamos un poco de ajo triturado en el pabellón del oído que nos duele.
- Expulsión de lombrices. Para esto, ponemos a macerar dos dientes de ajo en agua a temperatura ambiente. Dejando reposar durante toda la noche. Finalmente, vamos a practicar una lavativa con esta agua.
- Disminución del tamaño y tratamiento de tumores y furúnculos. Lo vamos a lograr con la aplicación de cataplasmas calientes de ajos triturados.
- Si queremos desinfectar y cicatrizar heridas. Lo que debemos hacer es aplicar los ajos triturados directamente sobre la herida. O bien, sobre el área que deseamos tratar.
Curosidades acerca de las propiedades curativas del ajo
- Otro de los compuestos químicos contenidos en el ajo responsable de sus cualidades medicinales, es el azufre. Ya que, sus productos son volátiles y tienen la peculiaridad de liberarse cuando lo trituramos. Produciendo un aroma de fuerte intensidad. Por lo que la mejor manera de disfrutar de todas las propiedades curativas del ajo es comiéndolo a diario, crudo y bien triturado. Con la ventaja de poderlo anexar a cualquiera de nuestras comidas saladas. Porque representa un fantástico condimento.
- El fuerte aroma y el aliento de ajo, ya no deben ser un problema que nos preocupe. Porque podemos eliminarlo de forma muy simple. Masticando algunas hojas de perejil. O bien, de cualquier otra verdura fresca que tengamos a mano. Y que sea verde. Porque debe ser rica en clorofila. Ya que, esta última es la sustancia que tiene la capacidad de anular los olores. No obstante, también nos funciona exitosamente, chuparnos un grano de café.
- Puede haber personas con alguna sensibilidad al ajo. Por lo que pueden experimentar alergias, migrañas. O bien, solamente presentar problemas para digerirlo. Por lo que es necesario moderar su consumo. Sin eliminarlo de su dieta. Sin embargo, en la única etapa de la vida en donde no es recomendable comer ajo, es en los lactantes.
Recetas mágicamente saludables con las propiedades curativas del ajo
1. El ajiaco
Ingredientes:
4 dientes de ajo cortados finamente.
1 cebolla grande cortada.
½ pimiento morrón rojo cortado en trocitos finos.
1 cucharadita de pimentón dulce de vera.
4 cucharadas de aceite de oliva.
Sal y pimienta al gusto.
Modo de preparación de la salsa:
Debemos calentar el aceite en una sartén pequeña. Luego, vamos a freír el pimiento y la cebolla. Después, cuando ya la cebolla esté blanda, agregaremos los ajos. Añadiéndoles poco a poco la sal y la pimienta. Finalmente, unos segundos antes de que retiremos nuestra preparación del fuego, vamos a agregar el pimentón dulce de vera. Y listo!
2. Ajoblanco
Ingredientes:
150 gramos de miga de pan blanco.
3 dientes de ajo.
100 gramos de almendras crudas y peladas.
100 ml de aceite de oliva virgen extra.
500 ml de agua fría.
1 cucharadita de vinagre.
Sal al gusto.
Modo de preparación:
El ajoblanco es una receta muy saludable. Se trata de una mezcla de ajos, almendras y aceite de oliva básicamente. Esta puede utilizarse como salsa. O bien, como una sopa fría. Lo que debemos definir durante su preparación. Haciéndola, de menor o mayor densidad respectivamente según sea el resultado que deseamos obtener.
Entonces, debemos triturar bien todos los ajos en un mortero. Luego, vamos a ir incorporando las almendras a las cuales también vamos a triturar. Después, le agregaremos la miga de pan. Previamente humedecida y posteriormente el vinagre y la sal. Triturando continuamente todos los ingredientes, vamos a ir añadiendo el aceite de oliva poco a poco. Sin dejar de remover ni un momento con la mano del mortero siempre en la misma dirección. Finalmente, le agregaremos el agua hasta mezclar bien y lo serviremos frío para comer.