Cómo tratar una contractura cervical

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Una contractura cervical puede evitarse si se siguen pautas determinadas tales como: hacer deporte, no sucumbir al estrés y mantener una buena posición.

Pero como suele suceder, sólo nos damos cuenta de que nuestra espina dorsal ha sido afectada por espasmos o contracturas cuando sufrimos sus efectos… por ello, en Salud Respuestas te acompañaremos durante todo el proceso.

Los dolores más molestos que puede sufrir una persona están relacionados con el área de la espalda, por ello te recomendamos que visites nuestro artículo: Cómo tratar un dolor de espalda.

En todo momento la prevención es la mejor cura.

¿Qué es la espina dorsal?

La espina dorsal también llamada columna vertebral, es lo que hace de sostén para nuestro cuerpo, es decir, sin ella, no podríamos caminar, sentarnos o vivir la vida que vivimos.

¿entonces porque nadie nos dice lo importante que es?

Porque la damos por sentado, no obstante, actualmente existe una gran preocupación a nivel internacional en aspectos de salud laboral que abarcan estos temas.

La espina dorsal va desde la base del cráneo hasta la rabadilla (la colita). Se compone por tendones, músculos, huesos, y encierra la médula espinal.

Es esencial para nuestro cuerpo, no podemos prescindir de ella, aunque su envejecimiento es inevitable, es nuestro deber protegerla.

Cuando sufrimos una contractura cervical, ya sea debido a algún accidente o a hábitos adquiridos, es una afección a esta estructura.

¿Qué es una contractura cervical?

Cuando se produce un espasmo ya sea por las siguientes razones:

  • Contracción de músculos y tendones.
  • Movimiento brusco sobre un músculo en tensión.
  • Tensión sobre un músculo.

Da a lugar a una contractura cervical. Esta puede durar más de diez semanas seguidas, y si no se trata a tiempo, puede volverse crónica.

Ese espasmo causante de la afección puede ocurrir por: debilidad, tensión, malformación, dolores previos, accidente o movimientos y posturas erróneas.

Una contracción de ese tipo desemboca la presión sobre muchos nervios, lo cual ocasiona dolores intensos e inmovilidad en la mayoría de los casos.

La espina dorsal se desenvuelve en el manejo de las siguientes partes del cuerpo:

  • El cuello.
  • Los hombros.
  • Los brazos.
  • La cadera.
  • La espalda baja.
  • Las manos.

Causas

Ya hemos mencionado las causas más comunes, sí, pero hay otras que evaluará el personal médico:

  • Secuelas de accidentes tales como choques automovilísticos.
  • Estrés.
  • Enfermedades o condiciones congénitas que coloquen presión sobre los discos vertebrales.
  • Fibromialgia.
  • Tras el uso de ciertos medicamentos.
  • Una fractura de la espina dorsal.

Síntomas

Cualquier persona puede sufrir una contractura cervical independientemente de su edad o sexo, y suelen sufrirlo las personas cuyos trabajos frente al ordenador demanden posturas incómodas o inadecuadas.

Si sientes que estás sufriendo una contractura cervical lo indicado es ir cuanto antes al médico o al fisioterapeuta.

Entre los síntomas más comunes de esta afección se encuentran:

  • Dolor en el cuello.
  • Molestias en la espalda.
  • Movimientos musculares involuntarios.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor y dificultad a la hora de mover el cuello, los hombros y los brazos.
  • Fatiga muscular.
  • Tortícolis. 

Tratamiento

Una vez ya ubicado el tipo de enfermedad o lesión que se esté sufriendo, en este caso una contractura cervical, se determinará también el grado de la dolencia.

Métodos naturales

Una contractura cervical deviene de una inflamación de los músculos, tendones y demás tejidos, los cuales presionan nervios esenciales. 

La desinflamación de los mismos es una de las respuestas adecuadas a la dolencia, en tales casos se suelen utilizar:

  • Jengibre.
  • Té de ortiga.

Medicamentos

En casos graves se suelen recetar medicamentos que por regla general son fuertes, los cuales son:

  • Inyecciones de esteroides para disminuir la inflamación.
  • Medicamentos para el dolor intenso.
  • Medicinas no esteroides.

En la mayoría de los casos se suele hacer énfasis en la recuperación mediante terapias físicas.

Rutinas

Ya sea a cargo de un fisioterapeuta cuya ayuda podrá brindarte una mejoría considerable, ya que suelen tratar este tipo de afecciones. O quizá el médico te ha recetado una serie de movimientos específicos acompañados de medicamentos, rutinas… pero puede ser que no sea tu caso.

En caso de que seas víctima de una contracción muscular y no sepas muy bien como actual, nosotros te ayudamos dandote unas pautas previas.

Los tratamientos abarcan dependiendo de la dimensión del problema.

Lo principal es evitar posturas que causan dolor a la hora de trabajar o descansar. También está el hecho de que muchas rutinas conllevan los siguientes preceptos:

  • Aplicación de frío y calor.
  • Inmovilización.
  • Descanso y masajes.
  • Ingesta de desinflamatorios sin esteróides.
  • Estiramientos.

Ya sea dependiendo de la intensidad del dolor y los músculos del cuerpo que se vean inmovilizados, el profesional médico podrá precisar exámenes para determinar la causa del mismo y así poder dar con la solución.

La práctica de diferentes actividades físicas o deportivas tales como el yoga, los pilates o el tai chí pueden prevenir afecciones futuras en las cervicales.

Y en los casos de estrés, donde los músculos se someten a tensión intensa el calor suele relajar los músculos y así el dolor cesa.

Desde Salud Respuestas te recomendamos que ante todo, tomes la prevención como la solución.

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